Discursos

CRO. SAMUEL SANTOS, MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE NICARAGUA
PALABRAS DEL CRO. SAMUEL SANTOS, MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE NICARAGUA, DURANTE EL TRIGÉSIMO SÉPTIMO PERIODO ORDINARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS-OEA.

4 de junio de 2007 - Panamá


Señor Presidente de esta Asamblea General, Samuel Lewis Navarro, Señor Secretario General, José Miguel Insulza,
Señor Secretario General Adjunto, Alberto Randin,
Colegas, Ministros de Relaciones Exteriores,
Observadores Permanentes y Delegaciones presentes
La “energía para el desarrollo sostenible”, es la base esencial para el desarrollo social y económico de nuestros pueblos. Por ello deseo expresar nuestra gratitud al pueblo y gobierno amigo de Panamá, por su amable hospitalidad y buena organización de esta Asamblea General que nos esta permitiendo discutir un tema de trascendental importancia para nuestros países.

El reto es hacer realidad nuestra declaración final comprometiéndonos y ocupándonos en la búsqueda de soluciones mediante decisiones conjuntas que nos permitan enfrentar la crisis energética como uno de los obstáculos que enfrentamos para garantizar la efectividad en los programas de desarrollo. No podemos seguir enfrentando los costos crecientes del petróleo debido a la situación de inestabilidad que se ha creado de manera particular vs. el bien común en importantes zonas de reservas petroleras.
Sin energía nuestros países no pueden caminar hacia el desarrollo, Solo una integración energética solidaria y humanística nos permitirá reducir las vulnerabilidades de nuestra región y fortalecer las posibilidades reales de que se fortalezcan nuestras economías.

En la mayoría de los países de nuestra América se produce una creciente demanda de la población por obtener energía segura, confiable y asequible. Para asegurar la demanda, es necesario promover las fuentes de energía renovables, de forma diversificada, tomando en cuenta el potencial que nuestros países soberanos tienen en sus recursos naturales.
La demanda de etanol esta creciendo y siendo promovida como una propuesta de solución a la contaminación que provoca los consumos de combustibles de origen fósil.

Tal y como lo ha mencionado el compañero Presidente Daniel Ortega, “el monocultivo es mortal para la biodiversidad y el medio ambiente”. Los países en vía de desarrollo no podemos convertirnos en productores exclusivos de materia prima para la fabricación del etanol, utilizando todas nuestras tierras para la producción de caña entre otros, dañando bosques, ensanchando la frontera agrícola, provocando incendios forestales y otros daños ecológicos.

La respuesta la tenemos nosotros mismos con nuestras propias fuentes de energía como la geotermia, la hidroeléctrica, con pequeñas y medianas plantas y no solo con grandes proyectos que afectan a la población y contaminan el medio ambiente. La respuesta podemos darla también, incorporando las plantas eólicas, la biomasa, de una manera más estable.

En este contexto, Nicaragua esta definiendo una política nacional de energía renovable a mediana escala, que, con la ayuda de la cooperación regional e internacional, pretende incentivar y ejecutar en los próximos 5 años, a fin de garantizar en el corto y mediano plazo, unos 120 ó 240 megawatts como minimo.

En esta iniciativa, el Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional está realizando encuentros con diferentes sectores del país y con inversionistas nacionales y extranjeros, a fin de promover la inversión y generación de energía geotérmica, hidroeléctrica, eólica y biomasa, entre otras fuentes no dependientes del petróleo.

Vamos a cambiar la matriz de generación que, hoy por hoy, tiene el sistema interconectado y que está generando cerca de 70% con petróleo, y estaríamos llegando al año 2011, con sólo 50% térmico, y el resto con fuentes alternas. De esa forma, estaríamos bajando considerablemente, la dependencia del petróleo en la generación eléctrica de nuestro país.
La relación entre energía y desarrollo sostenible es indiscutible. Por eso nos inscribimos en la ruta de un estilo de desarrollo energético más eficiente, socialmente más equitativo y en armonía con el medio ambiente. Un estilo de desarrollo energético que este abierto a nuevas y renovables fuentes de energía siempre que sea sostenible.

Por ello nos unimos al esfuerzo y diseño de políticas de reestructuración energética que nos permitan elevar el crecimiento económico, superar la pobreza crítica y garantizar la protección del medio ambiente. Superar los factores que limitan el desarrollo de las Fuentes Renovables es uno de nuestro más grandes desafío.

Apoyamos los resultados de la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro, del que se derivó el Protocolo de Kyoto y de estos varios mecanismos incluyendo, el Mecanismo de Desarrollo Limpio del cual en Nicaragua contamos ya con tres proyectos.

Esperamos que en esta Asamblea General logremos crear consenso alrededor de los grandes retos que tenemos los países del hemisferio; y además reafirmamos que Nicaragua apoya toda forma de integración que les permita a nuestros pueblos gozar de un desarrollo sostenible y sustentable.
Creemos que la cooperación e integración regional puede optimizar nuestros esfuerzos para hacerle frente a los numerosos desafíos que enfrenta el sector energético y que el acceso a servicios energéticos modernos y limpios para toda la población, es una prioridad fundamental para el combate de la pobreza, la consolidación de la democracia y la buena gobernabilidad, cuya definición debe siempre de incluir el principio de soberania nacional y no puede significar que en aras de promover la democracia nos arroguemos el derecho de intervenir en los asuntos internos de los estados. Esta experiencia negativa la tuvimos nosotros en el pasado cercano, la cual fue sumamente dolorosa e injusta para nuestro pueblo.
Gritamos, reclamamos con el soporte de nuestros pueblos indo hispanos el imperio del respeto entre nosotros.
Necesitamos depender de nuestras propias fuentes energéticas y desarrollar nuestras capacidades de generación, pero para ello necesitamos el apoyo y la solidaridad de una política de cooperación como la que dispone el ALBA, una política que aporte soluciones. Debemos solidarizarnos para encontrar una salida viable y aprovechar la ocasión para debatir sobre lo que debemos hacer para contrarrestar los diferentes fenómenos que constantemente nos afectan a los países de la región.

La visión que debe prevalecer es nuestra unidad en la diversidad; por ello el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua, conjuntamente con el Reino de Países Bajos los invita a Managua los días 25 y 26 de Junio a una Consulta Regional sobre la Reforma de Naciones Unidas en el campo de Desarrollo a fin de que lleguemos un consenso en Managua de que es nuestra unidad en la diversidad la que nos permitirá el entendimiento y la disposición de compartir una responsabilidad común, pero diferenciada, sujeta a las decisiones soberanas de cada estado miembro.

Nuestro eje central en todos los ámbitos multilaterales debe seguir siendo siempre el respeto, la equidad y la solidaridad en el logro del desarrollo sostenible de nuestros pueblos. Y si para ellos se necesita revisar nuestras formas de funcionamiento debemos de mantener una apertura real que nos permita tomar los pasos necesarios para hacer más efectiva nuestra gestión.

Finalmente, deseo manifestar en esta Asamblea General que para hacer realidad los beneficios de la democracia debemos demostrar efectivamente respeto, humanismo y solidaridad en un esfuerzo conjunto para resolver el problema energético que nos limita alcanzar el desarrollo económico y social de nuestros pueblos y forjar verdaderamente sociedades democráticas, soberanas, justas y equitativas que garanticen el bienestar de la humanidad.