Discursos

VICEMINISTRO CAMILO REYES
INTERVENCIÓN DEL VICEMINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE COLOMBIA EN LA SESIÓN DEL CONSEJO PERMANENTE CELEBRADA EL 9 DE ENERO DE 2007

10 de enero de 2007 - Washington, DC


Me permito en la mañana de hoy saludar al señor Secretario General José Miguel Insulza, a los distinguidos miembros del Consejo Permanente, señores Embajadores, representantes alternos y demás asistentes; y especialmente al señor Canciller de la hermana República del Ecuador, Don Francisco Carrión.

Luego de escuchar su exposición, en mi calidad de Viceministro de Relaciones Exteriores y en nombre de mi gobierno me permitiré hacer las siguientes consideraciones:

El tema que en esta ocasión trae el Gobierno de Ecuador a consideración del Consejo Permanente relacionado con la decisión del Gobierno de Colombia de reanudar las aspersiones áreas en, territorio Colombiano, en una franja de 10 kilómetros a partir de la frontera común, tiene relación con la necesidad ineludible de erradicar los cultivos ilícitos de mí país como aspecto indispensable en la lucha contra el problema mundial de las drogas, flagelo que tan devastadores efectos tiene en la región y el mundo.

Esta es una decisión soberana del Gobierno Colombiano y, por lo tanto, un asunto interno de Colombia cuya discusión no corresponde a este Foro.

Para Colombia es, además, un asunto de seguridad nacional puesto que se enmarca dentro de la lucha que libramos contra el problema mundial de las drogas y la lucha contra la financiación del terrorismo.

De modo que, con acciones que conlleven a la reducción de la oferta de drogas ilícitas, como la planteada hoy ante el Consejo Permanente, Colombia está adicionalmente cumpliendo con los compromisos derivados de los instrumentos internacionales sobre la materia, tanto globales, como regionales y subregionales.

De otra parte, vale la pena señalar a que en diciembre de 2005, en atención a la solicitud del Gobierno de Ecuador de suspender las aspersiones aéreas en una franja de 10 kilómetros a partir de la frontera común, el Gobierno de Colombia decidió, de manera unilateral, suspender temporalmente las labores de aspersión en la zona colombiana de la frontera con el Ecuador.

Sin embargo, luego de un año de suspensión de las aspersiones aéreas, el resultado fue un incremento sustancial de cultivos de coca, calculado en 13.200 Hectáreas. Ante este hecho, para defender los intereses del pueblo colombiano y honrar los compromisos internacionales relacionados con el combate a la producción y tráfico de estupefacientes, el Gobierno colombiano no tuvo otra alternativa que reiniciar las labores de aspersión, como siempre lo ha hecho, en la zona colombiana de la frontera.

Es necesario destacar que Colombia cuenta con argumentos científicos y técnicos respecto de los efectos inocuos en la salud humana y el medio ambiente, de la mezcla utilizada por el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos Mediante Aspersión Aérea con Glifosato (PECIG), que ha adelantado en diferentes regiones del país, incluida la zona de frontera con el Ecuador, y que dichas aspersiones se realizan siguiendo el más estricto rigor técnico, lo que resulta en que la gota de la mezcla tenga una caída vertical, eliminando la posibilidad del efecto deriva, es decir, que no se traslada al otro lado de la frontera.

El Programa (PECIG) ha sido diseñado para ser ejecutado única y exclusivamente dentro del territorio nacional, razón por la cual se descartan de plano posibles labores de aspersión transfronterizas.

El Programa de Aspersiones (PECIG), estableció unos parámetros técnicos de aspersión aérea, que son de estricto cumplimiento, y deben ser aplicados a todos y cada uno de los cultivos asperjados, ya que con este procedimiento se garantiza una efectividad de destrucción superior al 90% en el caso de cultivos de hoja de coca.

Aunque existe total certeza de que el PECIG no implica ningún riesgo para la salud humana, animal y del medio ambiente, el Gobierno Nacional, a través de sus instituciones ha establecido un estricto sistema de monitoreo, verificación y vigilancia del Programa durante cada una de sus fases para garantizar su adecuada y correcta ejecución.

Los procesos de erradicación aérea se adelantan bajo estrictas y modernas medidas técnicas que incluyen el uso de tecnología satelital y permiten verificar dónde y cuándo se realizó una aspersión. Así mismo, los protocolos para adelantar la aspersión determinan cuáles son los factores climáticos mínimos que deben imperar a la hora de realizar la aspersión, la cual no se puede adelantar a alturas superiores a los 25, metros ni cuando el viento supera 5 km/h, la temperatura es superior a 25º.C y la humedad relativa es superior 80%. De otra parte, si bien es cierto que la concentración de líquido es mayor a la usada en cultivos comerciales, el porcentaje de mezcla que toca cada mata es menor al que toca cultivos legales, por la naturaleza misma de la operación.

La deriva, es decir la distancia a la que el viento puede arrastrar la mezcla por fuera de su objetivo, es mínima, no supera los 12.3 metros. Por las características fisicoquímicas del glifosato no es posible que el viento arrastre la mezcla a distancias que traspasen los límites del territorio colombiano.

Los argumentos científicos y técnicos, están sustentados en múltiples estudios nacionales e internacionales, entre los que se destaca el publicado por la Comisión Interamericana contra el Abuso de Drogas (CICAD-OEA) publicado en abril de 2005, cuya Segunda Fase se inicio el pasado mes de noviembre de 2006.

El “Estudio de los Efectos del Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos Mediante Aspersión Aérea con Glifosato (PECIG) y de los Cultivos Ilícitos en la Salud Humana y el Medio Ambiente” de la CICAD/OEA, ha sido realizado por eminentes científicos de Canadá, España, Brasil, México y el Reino Unido, de reconocida trayectoria internacional, bajo la dirección del Profesor Keith R. Solomon del Centro de Toxicología del Departamento de Biología Medioambiental de la Universidad de Guelph, Canadá.


Mi gobierno estaría de acuerdo en la conformación de una Comisión de Verificación por parte de la CICAD/OEA, y en el contexto del estudio al cual nos hemos referido que permita constatar que, en efecto, no existe deriva.

También, debe resaltarse que el Glifosato se utiliza en cultivos legales en todo el mundo, incluido Ecuador, en plantaciones de banano y café, entre otros, y en Colombia tan solo el 15% se destina a la erradicación de cultivos ilícitos. Es sabido en el ámbito agrícola y comercial que hoy en día el glifosato de última generación se usa para la siembra directa, es decir, que con el se limpia la tierra sin necesidad de arar o rastrillar.

Nuestra delegación esta entregando el día de hoy a las distinguidas Representaciones Permanentes copia del “Estudio de los Efectos del Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos Mediante Aspersión Aérea con Glifosato (PECIG) y de los Cultivos Ilícitos en la Salud Humana y el Medio Ambiente” de la CICAD/OEA, el cual ha estado a disposición de la comunidad internacional en la página web de la CICAD, y otros diversos documentos públicos sobre el uso de glifosato en Ecuador.

Señora Presidenta, el gobierno colombiano desea asegurar ante este Foro que lo que verdaderamente contamina es el cultivo ilícito de la hoja de coca en el cual, ilegalmente, se utilizan insumos químicos, herbicidas, insecticidas y fertilizantes que representan, esos si, un riesgo para la salud humana y el medio ambiente. Basta recordar que por cada hectárea de coca que se siembra se destruyen 3 hectáreas de bosque.

Colombia ha hecho ingentes esfuerzos, incluyendo la erradicación manual, operación en la cual 41 colombianos murieron solo el año anterior por efecto de las minas antipersonal y explosivos utilizados por los grupos terroristas en su intento de frenar la erradicación, sin olvidar que estos grupos terroristas fortalecen su capacidad violenta con los recursos que les genera el narcotráfico. Sin embargo se erradicaron manualmente 43 mil hectáreas en 2006 y en los últimos años se han asperjado más de 160 mil hectáreas.

Colombia, por su parte ha cumplido con los propósitos indicados en el comunicado conjunto de 7 diciembre de 2006, estos es, la suspensión temporal de las aspersiones y aumento de la presencia militar en la zona. En cuanto al acuerdo sobre términos de referencia, Ecuador hizo la solicitud a la ONU unilateralmente y curiosamente se excluyó a la Agencia que en el marco de Naciones Unidas se encarga de la lucha contra el problema mundial de las drogas y se omitió precisamente, que lo que se busca es un estudio prospectivo de los efectos Glifosato en la salud humana y el medio ambiente.

Colombia, lo que espera de la comunidad internacional es el apoyo irrestricto en la lucha contra el cultivo y tráfico ilícito de drogas, y en el desarrollo del principio de responsabilidad compartida, hoy día acogido universalmente.

Finalmente, es del caso señalar que las relaciones entre Colombia y Ecuador históricamente se han manejado a través del diálogo franco y constructivo, así como la mutua disposición por solucionar bilateralmente cualquier diferencia que pudiera surgir.
El Gobierno Colombiano reitera su voluntad indeclinable de favorecer la búsqueda de consensos en este y en cualquier otro asunto que pudiera surgir con la hermana República de Ecuador.

Agradezco al Consejo Permanente su atención.