Discursos

BRUNO STAGNO UGARTE, MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO DE COSTA RICA
INTERVENCIÓN DEL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO DE COSTA RICA, BRUNO STAGNO UGARTE

5 de junio de 2006 - Santo Domingo, República Dominicana


Muchas gracias, Señor Presidente,

Permítame, en primer lugar, felicitarlo por su designación como Presidente de esta Asamblea General y extender a través suyo nuestro más profundo agradecimiento y sincera felicitación al pueblo y al gobierno de la República Dominicana por albergar este encuentro con tanta hospitalidad y amistad.

Como comentábamos ayer, en el transcurso del 2006 un total de 13 países americanos, entre ellos, Costa Rica, hace apenas cuatro meses celebramos elecciones presidenciales. Estamos frente a un calendario electoral decisivo no sólo para estos países sino para todo el continente. Decisivo, porque el resultado de las elecciones afectará los equilibrios entre las distintas fuerzas políticas y en algunos extremos confirmará la posibilidad de la alternancia.

Decisivo, ante todo, porque aún cuando la democracia se ha consolidado en el hemisferio como el único sistema político que hace posible la transmisión pacífica del poder, existen tareas inconclusas, retos y desafíos que -en democracia y con democracia-, por sí solos los países no podemos superar.

Entre estos retos se encuentran la pobreza e inequidad en la que viven un 40.6% de la población total de América Latina y el Caribe, y el ensanchamiento de la brecha social a lo interno así como a lo externo de los países. Pobreza e inequidad que en muchos países del hemisferio están estrechamente relacionadas con la violencia armada, los altos niveles de delincuencia y el crimen organizado, entre ellos el tráfico ilícito de drogas; todos ellos fenómenos vinculados al acceso no controlado a las armas.

El drama cotidiano de 213 millones de americanos pobres que viven con menos de $2 al día, así como el de los grupos más vulnerables de nuestra sociedad nos impone a los países del hemisferio un compromiso ético ineludible que demanda acciones concretas y concertadas.

La lucha por el desarrollo humano debe convertirse en el eje principal de las políticas públicas de nuestros países, en especial en los países más pobres y aquellos en los que la violencia y el conflicto armado han mermado las oportunidades de sus ciudadanos para alcanzar mayores niveles de bienestar.

Para Costa Rica, la solución está en reducir el gasto militar y readecuar los presupuestos públicos a las necesidades más apremiantes de la sociedad y en promover la transparencia y la honestidad en la administración de los recursos del Estado; todas condiciones esenciales para resolver los problemas del desarrollo.

Empero, estos esfuerzos deben ir acompañados de un fuerte componente de solidaridad y cooperación internacionales. La propuesta de mi país, es la de vincular a la cooperación internacional con la paz, con la inversión social, el desarrollo sostenible, la reducción en el gasto militar y el logro de los objetivos de la Agenda Interamericana que a su vez están comprendidos en los Objetivos del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas. En este contexto, nuestra Organización está llamada a asumir el liderazgo que los nuevos tiempos le anteponen.

Este es el espíritu del “Consenso de Costa Rica.” Una propuesta, de todos los costarricenses a los países del hemisferio y del mundo, con la que aspiramos a que los países ricos establezcan mecanismos para perdonar deudas y apoyar con recursos financieros a los países en vías en desarrollo que invierten cada vez más en salud, educación y vivienda y menos en armas y soldados.

En este sentido, ha sido un honor para mi país asumir recientemente la Secretaria Protémpore de la Convención Interamericana contra la Fabricación de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Otros Materiales Relacionados (CIFTA).

El desarrollo humano y la erradicación de la pobreza deben convertirse en un imperativo ético, social, político y económico de nuestros países. Sabemos que para distribuir riqueza hay que generarla y para reducir la pobreza hay que crear oportunidades, mantener tasas de crecimiento altas y dar acceso a las nuevas tecnologías para evitar la brecha digital y la exclusión social; sobre todo ahora en que el conocimiento, tema central de esta Asamblea, es reconocido como el recurso productivo más valioso de las sociedades contemporáneas.

Para ello, el gobierno del señor Presidente Don Oscar Arias Sánchez se ha comprometido a elevar la inversión en educación del 6% al 8% del producto interno bruto. Y lo hacemos, porque si aspiramos a tener una sociedad más próspera y justa, debemos continuar invirtiendo en educación pues existe una relación directa entre educación y bienestar.

Además, la educación nos abre oportunidades en atracción de inversiones, en investigación científica, en el desarrollo de nuevas tecnologías e incluso en turismo. Al respecto, Costa Rica ha presentado un proyecto de resolución para el “Combate a la Explotación Sexual Comercial, el Tráfico Ilícito y la Trata de Niños, Niñas y Adolescentes en el Hemisferio”. Con este proyecto, pretendemos crear una mayor conciencia en los países de la región sobre la importancia de tipificar y erradicar este flagelo; por lo cual, les pido respetuosamente su apoyo.

Nuestro país confía, señor Presidente, en el compromiso de esta Asamblea para unirse al Consenso de Costa Rica, para crear una nueva alianza por el desarrollo que promueva las oportunidades a escala hemisférica y con equidad, que atienda las necesidades apremiantes de los países y grupos más vulnerables.

El Consenso de Costa Rica es una alianza entre todos, para que todos seamos protagonistas –con democracia y pleno respeto a los derechos humanos- de un mayor desarrollo humano en este nuevo siglo; para que cumplamos los compromisos de la Agenda Interamericana, abatamos la pobreza extrema en el 2015 y logremos que cada americano encuentre en esta tierra de libertad un ámbito favorable para el desarrollo de su personalidad y la realización de sus justas aspiraciones, tal como lo enuncia en su preámbulo la Carta de esta Organización.

Muchas gracias.