Discursos

CANCILLER DE ARGENTINA, RAFAEL BIELSA
DISCURSO DEL CANCILLER RAFAEL BIELSA EN EL ENCUENTRO DE LOS MINISTROS DE RELACIONES EXTERIORES, LA SECRETARÍA GENERAL DE LA OEA Y LOS REPRESENTANTES DE LA SOCIEDAD CIVIL

3 de noviembre de 2005 - Mar del Plata, Argentina


Señores ministros de Relaciones Exteriores y Jefes de Delegación de los Estados miembros de la OEA, Señor Secretario General de la OEA, Don José Miguel Insulza, Señor Secretario General Adjunto de La OEA, Embajador Albert Ramdin, Autoridades Nacionales, Señoras, Señores:
Es una verdadera satisfacción personal poder inaugurar, en el marco de la IV Cumbre de las Américas, este encuentro de los Ministros de Relaciones Exteriores, la Secretaría General de la OEA y los representantes de la Sociedad Civil.
Desde la Primer Cumbre de las Américas (Miami, 1994) los Jefes de Estado y de Gobierno de nuestro hemisferio vienen señalando la importancia que reviste la participación de las Organizaciones de la Sociedad Civil en los asuntos públicos, como forma de garantizar el fortalecimiento de nuestras democracias.
La Segunda Cumbre (Santiago de Chile, 1998) y la Tercera Cumbre (Québec, 2001) significaron avances important5es en la incorporación de la Sociedad Civil en las actividades de la OEA y específicamente en el proceso de Cumbres de las Américas.
La Cumbre Extraordinaria de Monterrey (México, 2004) implicó un avance adicional en el reconocimiento de la importancia de la Sociedad Civil en el diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas diseñadas por los distintos niveles de gobierno.
En la práctica, las Organizaciones de la Sociedad Civil fueron por primera vez invitadas a participar en una sesión de trabajo abierta del Grupo de Revisión e Implementación de Cumbres en XXXVIII GRIC que tuvo lugar en la sede de la OEA el 2 de abril de 2003.
Luego, la XXXIII Asamblea General de la OEA (Chile, junio de 2003) brindó el marco adecuado para que se realizara un diálogo informal entre las Organizaciones de Sociedad Civil, los ministros de Relaciones Exteriores de los Estados miembros de la OEA y la Secretaría General de la OEA.
Esta iniciativa ha funcionado de manera excelente en el proceso de Cumbres de las Américas, y es la que motiva el presente encuentro, una oportunidad que esperamos pueda servir para la concreción de avances sustanciales en el objetivo de aumentar la calidad de los aportes de las Organizaciones de la Sociedad Civil, asegurando la necesaria transparencia en sus deliberaciones y la mejora en el flujo de la información en los temas de la agenda hemisférica que son materia de seguimiento.
Por todo ello, considero oportuno en este momento hacer explícito el reconocimiento y la valoración de todas aquellas actividades que involucran a las Organizaciones de la Sociedad Civil en la mejora y consolidación de nuestras políticas públicas.
Los temas abordados en la IV Cumbre de las Américas claramente se han beneficiado de la sinergia de iniciativas del sector público con los provenientes de la Sociedad Civil. En este contexto, adquieren relevancia las “Recomendaciones del Foro Regional con la Sociedad Civil: Crear Trabajo para enfrentar la Pobreza y fortalecer la Gobernabilidad Democrática”.
Ese foro tuvo lugar en Buenos Aires el 6 y 7 de septiembre de 2205, y produjo recomendaciones que ciertamente han sido tenidas en cuenta al momento de elaborar la Declaración y el Plan de Acción de Mar del Plata.
Para concluir esta intervención, quiero expresar que me enorgullece poder compartir la responsabilidad de inaugurar el presente evento con el Secretario General de la OEA, el Sr. José Miguel Insulza, al cual le doy una cálida bienvenida y le cedo la palabra.

Muchas gracias.