Discursos

EMBAJADOR ALBERT R. RAMDIN
DISCURSO DEL EMBAJADOR ALBERT R. RAMDIN, CON MOTIVO DE SU ELECCIÓN AL CARGO DE SECRETARIO GENERAL ADJUNTO DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS EN EL TRIGÉSIMO QUINTO PERÍODO ORDINARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL

7 de junio de 2005 - Fort Lauderdale, Florida, Estados Unidos de América


Señor Presidente, señor Ministro de Relaciones Exteriores de Saint Kitts y Nevis,
Excelentísimos señores Ministros de Relaciones Exteriores, señores Jefes de Delegación,
Señor Secretario General, Dr. José Miguel Insulza,
Señor Secretario General Adjunto, Embajador Luigi Einaudi,
Señores Representantes Permanentes,
Señores Observadores Permanentes,
Señores representantes de organizaciones internacionales y regionales,
Señores Representantes Alternos y Delegados,
Señores representantes de las organizaciones de la sociedad civil,
Funcionarios de la OEA,
Representantes de los medios de comunicación,
Invitados especiales,
Señoras y señores,
Amigas y amigos todos,

Agradezco al señor Ministro de Relaciones Exteriores de Saint Kitts y Nevis y Presidente de la Asamblea General, por sus gentiles palabras de presentación.

Agradezco también a todas las delegaciones que me han expresado sus felicitaciones por mi elección a este cargo. Tomé buena cuenta de sus consejos y pueden tener la seguridad de que me guiaré por los puntos de vista y perspectivas expresadas por los Estados Miembros.

Señoras y señores,

Es con profunda humildad que acepto el honor que me han brindado hoy al elegirme para ocupar el cargo de octavo Secretario General Adjunto de la Organización de los Estados Americanos. Lo ofrezco como un homenaje a mis padres que me impartieron lecciones importantes de trabajar con ahínco y dedicación, lecciones de ecuanimidad y justicia y, por encima de todo, de honestidad e integridad,

Este es un honor no solamente para mí y para mi familia, sino también para el Gobierno y el pueblo de la República de Suriname y para toda la Comunidad del Caribe (CARICOM), quienes presentaron mi candidatura.

Aprovecho esta oportunidad para expresar mi sincero agradecimiento y aprecio al Presidente de la República de Suriname, el Excelentísimo señor Ronald Runaldo Venetiaan y a la Ministra de Relaciones Exteriores de Suriname, la Excelentísima señora María Elizabeth Levens, por su apoyo y esfuerzos infatigables durante los últimos 18 meses.

Deseo también dejar constancia expresa de mi más profundo agradecimiento a los Jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe y Ministros de Relaciones Exteriores, quienes han depositado en mí su confianza, reiterando el apoyo de la CARICOM a mi candidatura, así como a los gobiernos que hicieron una activa campaña en mi nombre.

También deseo agradecer a los colegas que me ofrecieron apoyo y asesoramiento técnico y político.

Por último, aunque ciertamente no menos importante, mi más profundo agradecimiento a mi querida esposa Charmaine y a mis hijas, que me brindaron apoyo durante toda la campaña.

Señor Presidente, distinguidos Ministros y Jefes de Delegación,

Mi elección a este cargo trasciende las consideraciones meramente nacionales o regionales. Estoy aquí hoy como el Secretario General Adjunto electo para todas las naciones de nuestra Organización y pretendo corresponder plenamente a la confianza que se ha depositado en mí, trabajando de acuerdo con mis mejores capacidades para que la OEA sea más fuerte y responda mejor a los deseos y necesidades de todos sus miembros.

Ofrezco mis mejores votos de buenos augurios al doctor Ernesto Leal, el candidato nicaragüense, que compartió conmigo la campaña electoral para el cargo de Secretario General Adjunto.

Doctor Leal, conocemos sus calificaciones y experiencia en asuntos interamericanos. Sin lugar a dudas usted ha sido un formidable candidato y le agradezco a usted y a su personal por el desafío que me impusieron durante estas últimas semanas.

Asimismo, deseo expresar mi sincero reconocimiento a la Ministra de Relaciones Exteriores de Paraguay, la Excelentísima señora Leila Rachid, quien en una etapa inicial fue presentada como candidata y que, dadas las circunstancias, retiró su candidatura.

Agradezco a la Ministra Leila Rachid por su interés y por la solidaridad que me ofreció a mí, a Suriname y a la Comunidad del Caribe.

Señor Presidente, señoras y señores,

La OEA, como el principal foro del Hemisferio Occidental para el diálogo político y la cooperación, necesita ahora destacar su relevancia elaborando una agenda orientada hacia el futuro, que responda a las realidades políticas, sociales, económicas y de seguridad que están en constante evolución en las diversas subregiones de las Américas y del mundo.

Para las naciones de las Américas, la OEA es el vehículo único y común para resolver diferencias y establecer metas compartidas que promuevan la democracia, el respeto del estado de derecho, la justicia social y el desarrollo económico.

En mi opinión, la OEA solo cumplirá verdaderamente su papel hemisférico si cuenta con la participación activa de todos los Estados Miembros. Este papel debe comenzar con un firme compromiso de asistir a los Estados Miembros a mantener la democracia y la buena gobernanza, defender los derechos humanos, promover la justicia social y la igualdad, crear economías sostenibles y reducir la pobreza. En resumen, el reconocimiento del carácter multidimensional de la seguridad y el desarrollo.

Necesitamos adoptar un enfoque inclusivo que cree el apoyo necesario a través de alianzas más sólidas. Creo que la OEA tiene muchos instrumentos para utilizar en este proceso de fortalecimiento de la paz, siendo el principal de ellos, la Carta Democrática Interamericana.

Mediante el fortalecimiento de una cultura de cooperación, comunicación y transparencia, tan hábilmente delineada por el actual Secretario General Adjunto, Embajador Einaudi, y mediante la maximización del uso eficiente de las capacidades y los recursos de la Organización, debemos crear un sentido de compromiso e identificación en todos los niveles de la OEA. Creo que este es un requisito fundamental para que esta organización se desempeñe al más alto nivel.

Señor Presidente, señoras y señores,

Pretendo dar lo mejor de mí para defender los principios de nuestra Carta constitutiva y realzar la eficacia y relevancia del sistema interamericano. A través de un proceso orientado de medidas de modernización, reestructuración y eficiencia, perfeccionaremos nuestra capacidad de prestación de servicios así como las funciones políticas de la OEA, en tanto que se espera que los Estados Miembros decidan con firmeza y cuanto antes los niveles apropiados de financiamiento.

La OEA necesita continuar su buena labor en combatir el tráfico ilícito de drogas y la delincuencia transnacional, promover la transparencia y continuar la lucha contra la corrupción, hacer frente a los efectos del VIH/SIDA en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud, así como en promover acciones preventivas para mitigar el impacto de los desastres naturales.

La OEA por sí sola no puede hacer frente a todos estos desafíos e intenciones. La responsabilidad y demandas exceden claramente nuestros medios financieros e institucionales.

Por lo tanto, estoy particularmente interesado en fortalecer las relaciones y expandir la colaboración entre las instituciones interamericanas. Apoyo firmemente el llamado del doctor Insulza para intensificar un proceso consultivo entre las instituciones regionales y subregionales y las entidades especializadas. Esto proporcionará, por ejemplo, una importante plataforma para ejecutar los mandatos de la Cumbre de las Américas en una forma mucho más coordinada.

Asimismo, hago un llamado para incrementar la colaboración con los gobiernos y organizaciones de fuera de nuestro propio Hemisferio, así como para fortalecer los servicios de extensión.

Secretario General Don José Miguel Insulza, lo felicito por su reciente inicio de funciones a cargo del timón de esta Organización y tengo el privilegio de ser parte de este equipo. Le agradezco por su confianza en mí y por su buena disposición de tenerme a su lado en esta crítica etapa de evolución de nuestra Organización. Usted ya ha expresado objetivos y pensamientos importantes. Comparto su visión y aguardo con interés trabajar con usted, como un equipo, a lo largo de los próximos cinco años para avanzar nuestra común agenda hemisférica.
Hace dos días, durante la ceremonia de inauguración del trigésimo quinto período ordinario de sesiones de la Asamblea General, escuchamos al actual Secretario General Adjunto delinear los parámetros para el multilateralismo y para su exitosa aplicación en la OEA. Nosotros – yo – tomamos buena nota de esas observaciones tan importantes para que esta organización hemisférica sea más relevante para sus miembros.

Permítanme dejar constancia de mi sincero y profundo aprecio por el tremendo trabajo realizado por el Embajador Luigi Einaudi, tanto como Secretario General Adjunto y como Secretario General Interino, durante este período particularmente difícil para la OEA.

Valoro el trabajo que ha usted realizado durante los últimos meses, a partir del cual podremos avanzar ahora, y mucho.

He tenido el privilegio de trabajar con usted y conozco de primera mano su dedicación y lealtad hacia la OEA y a los pueblos de las Américas. Aprendí mucho trabajando con usted y le agradezco los sabios consejos y su disposición de compartir conmigo su vasta experiencia y conocimientos. Nos mantendremos en contacto y le deseo a usted y a Carol todo lo mejor en el futuro.

También permítanme rendir tributo a los anteriores Secretarios Generales Adjuntos, quienes han igualmente dejado su marca en el liderazgo y el fortalecimiento de la comunidad interamericana. Al respecto, deseo reconocer particularmente y saludar a los predecesores del Caribe, el Embajador Val McComie de Barbados y el Embajador Christopher Thomas de Trinidad y Tobago, por los excelentes servicios prestados a la OEA.

También deseo incluir en mi agradecimiento a un grupo que con frecuencia es olvidado, los funcionarios de la Organización, por su desempeño durante los últimos años, muchas veces en circunstancias difíciles. Tenemos buenas personas trabajando en la OEA, y espero trabajar con ellas durante los próximos años para que la OEA sea más fuerte y produzca resultados de calidad dentro de los plazos previstos.

Señor Presidente, distinguidos Ministros de Relaciones Exteriores, señoras y señores,

Estoy listo para enfrentar el verdadero desafío de servir a nuestra Organización hemisférica, y me comprometo a servir a nuestro Hemisferio y a todos los miembros de la OEA, ofreciendo lo mejor de mis capacidades.

Señores Ministros y Jefes de Delegación, les agradezco nuevamente su confianza y el alto honor que me han conferido.

Muchas gracias. Muito obrigado. Merci beaucoup. Thank you.