Discursos

JOSÉ MIGUEL INSULZA, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
EN EL FORO DEL SECTOR PRIVADO DE LA OEA Y EL DEPARTAMENTO DE COMERCIO DE LOS ESTADOS UNIDOS

5 de junio de 2005 - Fort Lauderdale, Fl


Señores Ministros de Relaciones Exteriores

Señor Carlos Gutierrez, Secretario de Comercio de EE.UU.

Señor Enrique Iglesias, Presidente del Banco Interamericano de
Desarrollo

Señor Luigi Einaudi, Secretario General Adjunto de la OEA

Señor Brian Stevenson, Secretario Ejecutivo de Desarrollo Integral

Señor José Manuel Salazar, Director, Oficina de Comercio,
Crecimiento y Competitividad

Señores empresarios y representantes del sector empresarial de las
Américas






En nombre de la Organización de Estados Americanos y el Departamento de Comercio del Gobierno de los Estados Unidos, les doy la más cordial bienvenida a este Foro del Sector Privado.

Quisiera extender mi más sincero agradecimiento a todos ustedes por haber hecho una pausa en su agitada vida empresarial para intercambiar opiniones sobre los principales retos que enfrentan las naciones de las Américas en su lucha por hacer realidad los beneficios de la democracia.

La celebración de este evento constituye un motivo de particular interés para la OEA, por cuanto marca el inicio de una nueva etapa de apertura hacia el sector privado y que esperamos se transforme en una fructífera instancia de diálogo y cooperación en la ardua tarea de promover el desarrollo, el bienestar y la democracia en las Américas.

AI iniciar mi labor como Secretario General, asumo el firme compromiso de promover no sólo instancias de diálogo sobre políticas públicas en materia económica, política y social con el sector privado, sino también la participación conjunta en proyectos específicos que requieran del conocimiento especializado y las experiencias de la gestión empresarial.

Los desafíos actuales

Como ustedes saben, en las últimas dos décadas los países de América Latina y el Caribe experimentaron dos grandes transformaciones: una económica y otra política.

En lo económico, todos los países sin excepción pasaron del proteccionismo y el estatismo al convencimiento de que sólo los mercados, la integración a la economía mundial y el dinamismo empresarial pueden generar el crecimiento necesario para promover empleo, reducir pobreza y mejorar niveles de vida. En lo político, se pasó de la tradición latinoamericana de caudillismo, dictaduras, golpes de estado y regímenes militares, al compromiso con la democracia como la única forma legítima de gobierno.

En definitiva, se han hecho esfuerzos importantes para contribuir a la estabilidad y a la gobernabilidad regional, lo que ha contribuido a fortalecer el Sistema Interamericano mediante una mayor integración económica por una parte, y una amplia agenda de cooperación en materia de defensa de la democracia, derechos humanos, lucha contra la corrupción y el tráfico de drogas y resolución de conflictos, entre otras áreas.

Sin embargo, como bien sabemos, y en contraste con la ilusión y el optimismo que caracterizó el inicio de los procesos de reforma económica y política a principios de la década de los 90s, en los últimos años han surgido nuevas ansiedades y preocupaciones. En particular, existe una percepción generalizada de que las nuevas democracias son débiles y vulnerables, es decir se percibe un problema de gobernabilidad democrática, y hay desilusión por el hecho de que las reformas económicas no lograron plenamente los beneficios de la democracia, tales como mayor crecimiento, reducción de la pobreza, mejor calidad de los empleos y menor desigualdad de ingresos. Esto a su vez amenaza uno de los fundamentos del sistema interamericano, y éste es el convencimiento de que debe existir una relación directa entre un mayor crecimiento económico y prosperidad, por un lado, y una mayor democracia, por otro.

Este es el marco general de las grandes tareas que América Latina y el Caribe deben sacar adelante en materia económica, política y social en los próximos años. Sin embargo, para lograr estos objetivos se requiere priorizar y focalizar nuestro trabajo sobre la base de los grandes principios que compartimos: la consolidación de una cultura democrática y el reforzamiento de la gobernabilidad; la promoción y protección de los derechos humanos, civiles y políticos, económicos, sociales y culturales; la necesidad de promover el crecimiento económico, el desarrollo integral y la seguridad multidimensional.

La tarea de este foro

Como habrán visto en el documento que preparó la Oficina de Comercio, Crecimiento y Competitividad, hemos priorizado tres áreas de debate que estimamos son críticas para impulsar el bienestar, la distribución más equitativa del crecimiento económico, generar nuevas oportunidades de empleo, promover el trabajo decente y elevar los niveles de vida del hemisferio. Estas son:

1) EI mejoramiento de la competitividad y la productividad mediante la educación y la tecnología;
2) La promoción de la buena gobernabilidad y la transparencia; y
3) EI desarrollo de estrategias innovadoras para la creación de empleo.

Aun cuando el documento sugiere posibles temas de discusión, así como políticas y medidas que pueden analizarse desde una perspectiva conjunta del sector público y privado; los insto a proponer temas y soluciones alternativas que contribuyan de mejor manera al logro de nuestros objetivos.

Es importante destacar que las Cumbres de las Américas han constituido un espacio fundamental de definición de la agenda interamericana y de posicionamiento del Hemisferio frente al mundo y han orientado y encauzado la acción no sólo de la OEA, sino también de otros organismos hemisféricos como el BID y la CEPAL.

En noviembre próximo se realizará la cuarta Cumbre de las Américas, en Mar del Plata, Argentina, cuyo lema es crear empleo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática. Los temas que hoy se tratarán en este foro desde una perspectiva del sector privado son temas centrales para el cumplimiento de los objetivos no sólo de esta Asamblea General de la OEA sino de la Cumbre de Presidentes. Por lo tanto, las propuestas que emanen de sus deliberaciones se enmarcan en este amplio contexto de geopolítico y económico en las Américas.

Además, la posibilidad que nos da la Asamblea General de la OEA y el Grupo de Implementación de Revisión de Cumbres de presentar sus ideas en una alta instancia política, asegura que éstas serán consideradas y valoradas por los gobiernos del hemisferio como una importante contribución en la definición de las políticas públicas nacionales y hemisféricas de los próximos años. La presencia de connotados cancilleres el día de hoy es una muestra concreta del interés de los gobiernos de la región por escuchar las ideas y propuestas del sector empresarial.

La nueva alianza publico-privada

Quisiera concluir esta intervención destacando la importancia que la OEA asigna a la alianza público-privada a medida que los países se integran al mundo globalizado.

La invitación para participar en este foro, es un reconocimiento que hace la OEA sobre el papel fundamental que juega el sector privado en el mundo globalizado, lo que sin duda lo pone en una posición de mayor responsabilidad a la hora de buscar soluciones a los desafíos de hacer llegar los beneficios del desarrollo y la democracia a todos los sectores de la población. No podemos permitir que el desencanto con las reformas económicas o con la democracia lleve a América Latina de por caminos equivocados que rechacen los beneficios de la integración a la economía mundial, cuyo potencial modernizador y desarrollista lo muestran numerosos países que han logrado combinar una mayor integración externa con un alto desempeño económico interno, una reducción de la pobreza y mayor equidad.

EI dinamismo del mundo actual hace necesario reconocer que las políticas nacionales no pueden ser estáticas y que requieren nutrirse de la experiencia de quienes participan a diario de los mercados y han demostrado éxito en hacer negocios en sus mercados locales y regionales y con el resto del mundo. Si bien el sector empresarial no puede reemplazar al estado, si puede hacer una gran contribución como factor catalítico de mejores políticas públicas. Más aún, ejerciendo su capacidad de liderazgo, emprendimiento e innovación, el sector empresarial puede ir en busca de soluciones independientes que complementen la acción de los estados y organismos de desarrollo, tal como lo demuestran los casos exitosos que se van presentar en las sesiones de este Foro. Su presencia en este Foro nos complace pues demuestra que ustedes comparten nuestra visión sobre la necesidad de un esfuerzo coordinado y consciente orientado hacia una nueva cultura de producción y competitividad.
Creo que los empresarios deben pensar sobre la pobreza como una oportunidad y no sólo como un problema. Con modelos de negocios adecuados los millones de pobres en América Latina pueden verse como un mercado importante, tal como lo ejemplifican la gran difusión de los esquemas de micro-crédito. Pero sobre todo, si juntos los gobiernos y los empresarios redoblan los esfuerzos en política económica y social, los desposeídos de hoy van a ser los clientes de mañana. Mayor democracia y oportunidades económicas nos ayudarán a fortalecer la democracia política, y la mejora en la gobernabilidad política, es también no sólo un bien público por sí mismo, sino causa independiente de un mejor desempeño económico.

Quisiera agradecerle al Dr. Enrique Iglesias, Presidente del BID y al Sr Carlos Gutiérrez por su presencia en este Foro y las contribuciones que van a hacer en el almuerzo y la Sesión del Clausura.

A los Señores Everett Santos, de AIG-GE Capital; Carlos Jorquiera,
Presidente de la Cámara de Comercio de Santiago, y Ernesto Gutiérrez Conte, Presidente de Aeropuertos Argentina 2000, por su liderazgo al aceptar Presidir cada uno de los tres talleres del Foro.

A Brian Stevenson, José Manuel Salazar y sus equipos de trabajo, por su excelente trabajo en organizar este evento.

Y a todos y cada uno de ustedes por acudir a nuestra invitación.

Finalmente, les reitero nuestra invitación a trabajar de cerca con la OEA en desarrollar nuevas alianzas y modelos que nos permitan maximizar los beneficios en términos de crecimiento, prosperidad y eficiencia de los mercados a la vez que avanzamos objetivos de justicia social.

Muchas gracias!