Discursos

RELATOR ESPECIAL SOBRE TRABAJADORES MIGRATORIOS Y MIEMBROS DE SUS FAMILIAS DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, DR. FREDDY GUTIÉRREZ
EN LA SESIÓN ESPECIAL DEL GRUPO DE TRABAJO ENCARGADO DE ELABORAR UN PROGRAMA INTERAMERICANO PARA LA PROMOCIÓN Y PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LOS MIGRANTES INCLUYENDO LOS TRABAJADORES MIGRANTES Y SUS FAMILIAS

30 de septiembre de 2004 - Washington, DC


ANTECEDENTES, OBJETIVOS Y CARACTERISTICAS DEL PROGRAMA INTERAMERICANO PARA LA PROMOCIÓN Y PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS MIGRANTES EN EL MARCO DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS

Señor Presidente del Grupo de Trabajo
Señoras y Señores Representantes de los Estados
Señoras y Señores Representantes de Órganos, Organismos y Entidades de la OEA, de Organizaciones Multilaterales y de Organizaciones de la Sociedad Civil:

Para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y para mi, en mi condición de Miembro de la Comisión y de Relator Especial sobre Trabajadores Migratorios y Miembros de sus Familias, constituye un honor y un placer participar en esta Sesión Especial del Grupo de Trabajo encargado de elaborar una propuesta de programa interamericano para la promoción y protección de los derechos humanos de los migrantes. Les agradezco la invitación y la oportunidad de intercambiar ideas en torno a un tema de particular importancia para las Américas, como lo es la protección y garantía de los derechos humanos de los migrantes.

Hace algunos meses tuve la oportunidad de presentar ante el Grupo de Trabajo los antecedentes y contenido del borrador de Programa Interamericano aprobado por la Comisión Interamericana y presentado al Consejo Permanente de la OEA. Espero que dicho intercambio de ideas haya resultado útil para la tarea que ustedes tienen a su cargo. Me complace volver a esta Sesión Especial para presentar a ustedes los antecedentes, características y objetivos del Programa elaborado por la Comisión Interamericana, conforme a la invitación que me fue formulada.

Me gustaría empezar por compartir con ustedes el proceso de elaboración del Programa Interamericano por parte de la Relatoría sobre Trabajadores Migratorios de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en conjunto con la Organización Internacional para las Migraciones. A mi juicio, para entender el trabajo desarrollado por la Relatoría, ahora a mi cargo, resulta útil partir por recordar los supuestos teóricos y visión bajo los cuales partió la Relatoría para desarrollar esta tarea. El Programa Interamericano debía recoger las experiencias e iniciativas que vienen desarrollando los Estados, las organizaciones multilaterales y las organizaciones de la sociedad civil dirigidas a proteger y garantizar los derechos humanos de los migrantes. Por supuesto, debían hacerse esfuerzos para incluir aquellas iniciativas que han resultado útiles y efectivas para cumplir dicho objetivo. Por otra parte, el Programa debía ser lo suficientemente amplio y flexible para permitir a todos sus destinatarios desarrollar los componentes del mismo de acuerdo a su marco constitucional y legal o a su mandato. Y finalmente, el Programa debe tener como objetivo central la promoción y protección de los derechos humanos de los migrantes, como lo establecieron los Jefes de Estado en las Cumbres de las Américas al asignar dicha responsabilidad a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Es decir, el Programa no podía contemplar o contener iniciativas que amenacen o violen los derechos humanos de los migrantes y sus familias, y tampoco incluir acciones u objetivos que desconozcan la situación de vulnerabilidad de los migrantes y de sus familias. En otras palabras, como la meta del Programa Interamericano es la promoción y protección de los derechos humanos de los migrantes, claramente no podía incluir de manera expresa o tácita elementos dirigidos a cumplir otros objetivos estatales y de las organizaciones multilaterales o de la sociedad civil en materia de política migratoria, de seguridad nacional o cualquier otra.

Por otra parte, me parece conveniente recordar a ustedes el marco conceptual desde el cual la Relatoría desarrolla su trabajo y que sirvió como base para la elaboración del Programa Interamericano para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos de los Migrantes. El mandato de la Relatoría es la promoción de los derechos humanos de los trabajadores migratorios, cualquiera sea su estatus, condición o categoría migratoria en el país en que se encuentren. También es importante recalcar que el mandato de la Relatoría se circunscribe a los migrantes internacionales, es decir, aquellos que han cruzado una frontera internacional. Lo anterior supone que los migrantes internos, ya sea las víctimas del desplazamiento forzado o los trabajadores migratorios internos, no hacen parte del mandato de la Relatoría y tampoco fueron incluidos en este documento, ya que se trata de situaciones diferentes que involucran la responsabilidad de un Estado respecto de sus ciudadanos dentro de su territorio. Por último, es importante mencionar que la Relatoría entiende que su mandato no se extiende a los refugiados o solicitantes de asilo en las Américas. En esa medida, se limita a insistir en su trabajo, y en este caso en el Programa Interamericano, a que se garantice efectivamente el derecho a un debido proceso en los procedimientos migratorios, lo cual incluye la posibilidad de solicitar asilo o refugio, conforme al marco jurídico internacional. Con respecto a este punto, no me parece necesario extenderme mucho ya que la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados fue invitada a participar en este evento y tendrá la oportunidad de desarrollar el tema más extensivamente.

Tanto en su trabajo general como en la elaboración del Programa Interamericano, la Relatoría reconoce que los Estados tienen la potestad de regular la entrada y permanencia en su territorio de personas que no son sus nacionales. Sin embargo, también entiende que dicha facultad está restringida por los principios generales del derecho internacional de los derechos humanos, incluyendo el respeto a la integridad y dignidad de la persona, la no discriminación por razón de raza, sexo, religión, origen nacional y otras categorías prohibidas; y el debido proceso en las determinaciones de la condición migratoria y en los procedimientos de remoción, deportación o expulsión.


Nuestra segunda consideración general para trabajar en la elaboración del Programa Interamericano, la cual también hemos puesto en práctica en el desarrollo del mandato de la Relatoría, se refiere a la necesidad de impulsar una mirada multidisciplinaria sobre el fenómeno migratorio y, por ende, generar una cultura de respeto a los derechos humanos fundamentales de toda persona. Esto implica no centrarnos exclusivamente en los aspectos jurídicos de la migración, sino de entender la migración como un fenómeno complejo con consecuencias sociales, políticas, económicas y culturales. En esa medida, las respuestas estatales, de las organizaciones multilaterales y de la sociedad civil a la migración deben incluir componentes sociales, políticos, económicos y culturales.

A continuación me gustaría referirme brevemente a los antecedentes del Programa Interamericano elaborado por la Comisión Interamericana. Es importante partir por recordar que el trabajo desarrollado por la Comisión respondió al mandato que los Jefes de Estado y de Gobierno de los países del Proceso de Cumbres de las Américas dejaron consignado en el Plan de Acción de Québec, donde acordaron: “Establecerán un programa interamericano, en el marco de la OEA, para la promoción y protección de los derechos humanos de los migrantes, incluyendo los trabajadores migratorios y sus familias, tomando en cuenta las actividades de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y apoyando la labor encomendada al Relator Especial sobre Trabajadores Migrantes de la CIDH y de la Relatora Especial para las Migraciones de Naciones Unidas”. Esta iniciativa fue posteriormente respaldada por la Resolución 1898 (XXXII-0/02) de la Asamblea General de la OEA, efectuada en Barbados en junio de 2002, en la que se le encomendó al Consejo Permanente de la OEA continuar desarrollando el Programa de Promoción y Protección de los Derechos Humanos de los Migrantes con la asistencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), con el objetivo de hacer operativo el mandato de las Cumbres.

Como indiqué anteriormente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) suscribieron un convenio con el propósito de dar cumplimiento a dicho mandato. En virtud del convenio, el equipo de la Relatoría trabajó estrechamente con consultores designados por la oficina de la OIM en San José, Costa Rica, en la elaboración de un primer borrador de programa durante el año 2002. Los gastos originados a la OIM para esta tarea fueron sufragados por la Oficina de Población y Refugiados del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América. El trabajo de la Relatoría se solventó con los fondos recaudados por la CIDH a través del Fondo Voluntario y de fuentes externas.

El trabajo conjunto entre la OIM y la Relatoría incluyó el intercambio de documentos, comentarios a los mismos y reuniones de trabajo. Un primer borrador fue terminado en noviembre de 2002. En esa oportunidad, correspondió a mi antecesor, Juan E. Méndez, la responsabilidad de presentar el documento ante la Conferencia Hemisférica sobre Migraciones celebrada en Santiago de Chile en noviembre de 2002 y auspiciada por la OIM y el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CELADE). Los asistentes a la Conferencia hicieron comentarios preliminares al borrador de programa o ofrecieron enviar comentarios en detalle más adelante. El Relator explicó que el documento presentado en dicha conferencia era un documento en proceso de elaboración y que, a partir de los comentarios recabados durante la conferencia y con posterioridad a ésta enviados por los Estados, se elaboraría una segunda versión.

En febrero de 2003, Estados Unidos envió al Relator comentarios al borrador presentado en noviembre de 2002 en Santiago de Chile. Debo indicar que ningún otro Estado presentó comentarios por escrito al borrador de Programa Interamericano.

La Relatoría continuó trabajando en el documento y elaboró una segunda versión del Programa, la cual sometió a la discusión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el curso del 117º período ordinario de sesiones. Esta segunda versión partía del borrador elaborado junto con la OIM y tomaba en cuenta los comentarios a dicho documento formulados de manera verbal y por escrito a la versión del mismo presentada en la Conferencia Hemisférica en Santiago de Chile. Esta segunda versión incluyó y eliminó algunos elementos, y modificó la estructura del documento. La versión del Programa Interamericano aprobada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos fue remitida a la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos. En abril de 2003, la Comisión, representada por Juan Méndez, presentó al Consejo Permanente el Programa Interamericano, dando así cumplimiento al mandato de las cumbres desarrollado por la Asamblea General de la OEA asignado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Me gustaría ahora presentar a ustedes de manera sucinta los objetivos y características del Programa Interamericano elaborado por la Comisión. El programa se centra en algunos de los aspectos en los cuales la vulnerabilidad de los migrantes y sus familias es más extrema. La Relatoría consideró que estos aspectos se refieren a las garantías judiciales y la protección judicial; la discriminación, racismo y xenofobia; la libertad personal; y los derechos laborales. El Programa aspira a fomentar mejores prácticas que repercutan de manera concreta en la protección y garantía de los derechos humanos de los migrantes. Estas actividades deben ser desarrolladas por las autoridades competentes, organizaciones multilaterales y organizaciones de la sociedad civil y de personas migrantes,

La lectura, el análisis y la ejecución del Programa deben incorporar los siguientes elementos o criterios. Primero, las personas migrantes son el destinatario y un actor central del programa, de manera que las actividades deben generar y permitir su participación activa en la transformación de su realidad. Segundo, se utiliza un enfoque transversal de género; es decir, los objetivos y actividades buscan eliminar la inequidad y tener en cuenta las necesidades y condiciones particulares de las mujeres, aunque no se haga explícito en todos los objetivos y actividades del Programa. Tercero, el Programa asimismo toma en cuenta las necesidades específicas de los migrantes de acuerdo a su edad y sin discriminar en términos de su condición social. Cuarto, la eliminación de la discriminación contra los grupos de afro-descendientes y pueblos indígenas es un elemento central del Programa. Las acciones que forman parte del mismo deben propender por garantizar la inclusión de estos grupos. Quinto, la coordinación de las actividades es esencial para alcanzar los objetivos propuestos. Sexto, los objetivos y acciones que propone este Programa deberán desarrollarse de manera conjunta por actores estatales, organizaciones multilaterales, organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil y los mismos migrantes. Séptimo, el programa busca generar procesos de transformación, y en esa medida, deberán tomarse las medidas necesarias dirigidas a garantizar su desarrollo y ejecución en el mediano y largo plazo.

Por último, para tener una mejor idea del documento presentado por la Comisión Interamericano ante el Consejo Permanente me parece vital hacer una breve mención a su estructura. El programa identifica tres objetivos. Para cada uno de ellos propone una serie de actividades y enuncia los resultados esperados del desarrollo de los mismos. El Programa desarrolla cada uno de los objetivos y actividades de manera que esta enunciación solamente pretende darles una mejor idea sobre los elementos del Programa.

El objetivo I del Programa es promover y apoyar el desarrollo de políticas públicas, legislación y prácticas dirigidas a proteger y garantizar los derechos humanos de las personas migrantes. Este es un objetivo ambicioso, ya que conlleva la definición de objetivos, medios y fines en el ejercicio de una función pública o el cumplimiento de un deber de la administración pública. Es preciso tener en cuenta que una política pública debe traducirse en el diseño de instituciones y procedimientos acordes con los objetivos, medios y fines determinados a partir de un marco constitucional y legislativo acorde con el derecho internacional de derechos humanos.

El programa identifica las siguientes actividades para desarrollar el primer objetivo del Programa:

1. Apoyar los procesos de revisión y elaboración de políticas públicas dirigidas a las personas migrantes o que tienen un impacto sobre ellas con el propósito de proteger y garantizar los derechos humanos de estas personas.

2. Apoyar e incentivar procesos de formulación o de reforma de las normas existentes a cargo del poder legislativo y ejecutivo, con el propósito de desarrollar instituciones y procedimientos que protejan y garanticen los derechos humanos de las personas migrantes.

3. Capacitar a los funcionarios públicos –incluyendo jueces- responsables de ejecutar políticas públicas y resolver acciones judiciales relacionadas con personas migrantes en relación con: a) los contenidos y objetivos de las políticas públicas, b) el marco jurídico aplicable a las personas migrantes, c) la protección y garantía de los derechos humanos de las personas migrantes, y d) las condiciones de vulnerabilidad de las personas migrantes, entre otros.

4. Evaluar periódicamente, a partir de variables cuantitativas y cualitativas las políticas públicas, legislación, desempeño y prácticas del Estado y sus funcionarios, así como el funcionamiento y utilización de recursos judiciales para la protección y garantía de los derechos humanos de las personas migrantes.

Los resultados esperados de este primer objetivo y actividades son:

a. Políticas públicas dirigidas a las personas migrantes o que tienen un impacto sobre ellas que garanticen y protejan los derechos humanos de estas personas;

b. Legislación relativa a la migración o que incidan en la protección y garantía efectiva los derechos humanos de las personas migrantes;

c. Funcionarios públicos –incluyendo jueces- responsables de ejecutar políticas públicas y resolver acciones judiciales relacionadas con las personas migrantes que conozcan, manejen y apliquen adecuadamente o tomen en cuenta en el desempeño de sus funciones: a) los contenidos y objetivos de las políticas públicas, b) el marco jurídico aplicable a las personas migrantes, c) la protección y garantía de los derechos humanos, y d) las condiciones de vulnerabilidad de las personas migrantes.

d. Evaluaciones periódicas de las políticas públicas, el marco normativo, desempeño y prácticas del Estado y sus funcionarios, así como el funcionamiento y utilización de recursos judiciales con el fin que contribuyan a verificar el cumplimiento de los objetivos trazados por las políticas públicas protegiendo y garantizando los derechos humanos de las personas migrantes.

El segundo objetivo del Programa es apoyar e impulsar iniciativas dirigidas a crear una cultura de no discriminación y de valoración de la migración, y fomentar a través de programas educativos y el empoderamiento de las personas migrantes y sus comunidades en los lugares de origen, tránsito y destino. A diferencia del primer objetivo que se centra en el Estado, el segundo objetivo se relaciona con las personas migrantes y la sociedad civil y apunta a dotar a ambos de herramientas adecuadas para defender y exigir sus derechos y, de forma más general, lograr un conocimiento más cabal del fenómeno migratorio. El elemento central del segundo objetivo es la educación en derechos humanos, concebida como instrumento para la prevención y defensa de los derechos humanos. A través de este trabajo se busca diseminar conocimiento e información entre las personas migrantes de manera que éstas puedan protegerse y evitar ser víctimas de violaciones a sus derechos fundamentales. Asimismo, este objetivo apunta a incentivar a las personas migrantes a acudir a los mecanismos e instancias apropiadas para ser defendidos y lograr que sus derechos sean reestablecidos cuando hayan sido víctimas de violaciones a los mismos.

El Programa propone desarrollar este segundo objetivo mediante actividades con destinatarios específicos. Se proponen las siguientes actividades dirigidas a los migrantes:

1. Educar a las personas migrantes sobre sus derechos humanos y las formas de exigir respeto y protección en los países de origen, tránsito y destino.

2. Informar a las comunidades de origen, tránsito y destino de la migración sobre las condiciones y peligros en el viaje; en particular, crear conciencia sobre los riesgos asociados a medios específicos de transporte para llegar a su destino y a acudir a contrabandistas y traficantes.

3. Informar y asistir a las comunidades de origen y destino de la migración sobre las condiciones y posibilidades de la migración autorizada o documentada y la regularización del estatus migratorio.

4. Informar y asistir a las personas migrantes de manera que puedan exigir la protección y garantía de sus derechos mediante los mecanismos y procedimientos del país en el que se encuentran.

5. Atender y asistir a las personas migrantes víctimas de una violación de derechos humanos o que se encuentren en situaciones de especial vulnerabilidad.



El Programa propone las siguientes actividades dirigidas a las sociedades de los países de origen, tránsito y destino de las personas migrantes:

1. Apoyar, impulsar y debatir trabajos académicos sobre el fenómeno migratorio, sus dinámicas, causas y efectos.

2. Apoyar, contribuir y poner en marcha programas y campañas de educación pública masiva y en la enseñanza básica y media del sistema educativo sobre no-discriminación, y comprensión y valoración de la migración.

3. Desarrollar y poner en marcha programas de sensibilización y capacitación dirigidos a empleados del sector privado (por ejemplo, hospitales, escuelas, empresas que emplean mano de obra extranjera) que atienden e interactúan con las personas migrantes, de manera que sus actuaciones no sean discriminatorias y que tengan conciencia de la especial vulnerabilidad de estas personas.

El Programa también propone una serie de actividades cuyas destinatarias son las diversas organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la protección y garantía de los derechos humanos de los migrantes (por ejemplo, fundaciones, asociaciones civiles, sindicatos, organizaciones que prestan atención y servicios a las comunidades migrantes, organizacines de cabildeo e incidencia). Entre éstas es posible mencionar:

1. Apoyar el trabajo de las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y de migración de manera que puedan desarrollar sus mandatos e incidir efectivamente en la protección y garantía de los derechos humanos de las personas migrantes.

2. Capacitar a las personas que trabajan en las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y de migración con el propósito de que desarrollen y fortalezcan destrezas y habilidades que les permitan hacer una mejor labor conforme al mandato de las organizaciones a las que pertenecen.

3. Apoyar y fortalecer proyectos de coordinación y gestión compartida entre las organizaciones no gubernamentales que trabajan en la protección y atención de las personas migrantes y aquellas que trabajan en la promoción y defensa de los derechos humanos.

El desarrollo de las actividades descritas para el objetivo II debe redundar en el logro de los siguientes resultados concretos:

a. Comunidades de origen, tránsito y destino de la migración internalizan y aprenden sobre las condiciones, peligros y riesgos del viaje y de acudir a contrabandistas y traficantes, las condiciones y posibilidades de la migración autorizada o documentada y la regularización del estatus.

b. Las personas migrantes aprenden sobre sus derechos humanos y las formas de exigir su respeto y protección en los países de origen, tránsito y destino.

c. Las personas migrantes reciben asistencia de manera que puedan exigir la protección y garantía de sus derechos mediante los mecanismos y procedimientos del país en el que se encuentran.

d. Trabajos académicos y de investigación científica sobre el fenómeno migratorio, sus dinámicas, causas y efectos.

e. Programas y campañas de educación pública masiva y en la enseñanza básica y media del sistema educativo sobre no discriminación y comprensión y valoración de la migración.

f. Programas de sensibilización y educación dirigidos a empleados del sector privado --por ejemplo, hospitales y escuelas-- que atienden e interactúan con la población migrante.

g. Las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y de migración desarrollan sus mandatos e inciden de manera efectiva en la protección y garantía de los derechos humanos de las personas migrantes.

h. Las personas que trabajan en las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y de migración capacitadas para el desarrollo y fortalecimiento de destrezas y habilidades que les permitan hacer una mejor labor conforme al mandato de sus organizaciones.

i. Proyectos de coordinación y gestión compartida entre las organizaciones no gubernamentales que trabajan en la protección y atención de las personas migrantes y aquellas que trabajan en la promoción y defensa de los derechos humanos.

j. Las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y de migración fortalecen su capacidad para ejercer los mecanismos nacionales, regionales e internacionales de protección de los derechos humanos.

El último objetivo del Programa es incorporar a las discusiones y actividades que llevan a cabo los organismos intergubernamentales la protección y garantía de los derechos humanos de las personas migrantes. Los organismos e instancias intergubernamentales cumplen un rol secundario, subsidiario y complementario al de los Estados con respecto a la protección y garantía de los derechos humanos. De hecho, muchos de estos organismos e instancias cumplen tareas de promoción y defensa de los derechos humanos al monitorear la conducta de los Estados en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales en relación con las personas que se encuentran bajo su jurisdicción. Por otra parte, es necesario destacar que en muchas instancias internacionales donde se discuten temáticas relacionadas con la migración no se incluye una perspectiva de derechos humanos en el desarrollo de sus acciones y su trabajo. El último objetivo se dirige a lograr la utilización de los sistemas interamericano y universal de protección de los derechos humanos, los foros y espacios de discusión y el análisis de la política migratoria y otros espacios relevantes con miras a avanzar los dos primeros objetivos de este programa. El Programa no enumera exhaustivamente las instituciones e instancias en las que pueden desarrollarse las actividades de este tercer objetivo con el fin de no excluir aquellas que se creen en el futuro o de incidir o limitar las actividades de las organizaciones e instancias existentes. Las actividades de este objetivo debieran estar a cargo de los Estados, las organizaciones no gubernamentales y organizaciones e instancias intergubernamentales. Entre estas actividades es posible mencionar:

1. Promocionar y desarrollar acciones de cabildeo con miras a que los Estados firmen, ratifiquen e implementen los instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos que estén relacionados con las personas migrantes.

2. Invitar y facilitar las visitas de órganos, misiones o representantes de los organismos de los sistemas universal e interamericano cuyos mandatos estén relacionados con la protección y garantía de los derechos humanos de las personas migrantes, con miras a que elaboren informes, diagnósticos, estudios y recomendaciones.

3. Participar en los organismos de los sistemas universal y regional cuyos mandatos estén relacionados con la protección y garantía de los derechos humanos de las personas migrantes, en particular, en los espacios internacionales de presentación de casos y de monitoreo.

4. Apoyar iniciativas para desarrollar estándares regionales para la protección de los derechos humanos de las personas migrantes.

5. Incorporar la perspectiva de la protección y garantía de los derechos humanos de las personas migrantes en los espacios e instancias binacionales y multilaterales de discusión y cooperación relacionados con la migración y las personas migrantes.

El desarrollo de las actividades descritas en el objetivo III deberá conducir a alcanzar los siguientes resultados:

a. Los Estados firman, ratifican e implementan los instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos que estén relacionados con las personas migrantes.

b. Visitas a diferentes Estados de órganos, misiones o representantes de los organismos de los sistemas universal e interamericano cuyos mandatos estén relacionados con la protección y garantía de los derechos humanos de las personas migrantes, que resultan en informes, diagnósticos, estudios y recomendaciones.

c. Los organismos de los sistemas universal y regional desarrollan sus mandatos dirigidos a la protección y garantía de los derechos humanos de las personas migrantes, en particular, desarrollan sus funciones respecto a la presentación de casos y el monitoreo.

d. Desarrollo de iniciativas para promover estándares regionales para la protección de los derechos humanos de las personas migrantes.

e. Fomentar que los espacios e instancias bilaterales y multilaterales de discusión y cooperación relacionados con la migración y las personas migrantes incorporen la perspectiva de la protección y garantía de los derechos humanos de las personas migrantes en sus discusiones.

En la consecución de sus objetivos, el Programa aspira a involucrar a la mayor cantidad de actores posibles, tanto Estados, organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, individuos y personas migrantes. El programa no contempla asignar la responsabilidad de su ejecución a algún ente/actor en particular, sino dejar que los actores antes mencionados ejecuten las partes del programa que consideren pertinentes de acuerdo a sus mandatos, objetivos y capacidades. Si bien no se desea asignar la ejecución del programa a un ente u organización específica, es conveniente generar espacios de comunicación y de coordinación entre quienes decidan colaborar en la iniciativa a modo de crear sinergía y evitar la eventual duplicación del trabajo.

La CIDH considera muy importante avanzar en la concreción de este programa, ya que éste significaría un avance tremendamente importante para la promoción y protección de los derechos humanos de las personas migrantes en las Américas. En este sentido, hago un llamado a los Estados y organizaciones interesadas, tanto intergubernamentales como no gubernamentales, a que trabajemos mancomunadamente en la elaboración y desarrollo de un programa que satisfaga a todas las partes involucradas y que se traduzca en un real avance para los derechos humanos las personas migrantes.

Por último, quisiera aprovechar esta oportunidad para compartir con ustedes la preocupación de la CIDH por la integridad y seguridad personal del personal de la Pastoral de Movilidad Humana y de las Casas del Migrante que funcionan en Ciudad de Guatemala y en Tecún Umán a raíz de los hechos violentos en sus oficinas en pasados días. Las Casas del Migrante llevan a cabo una labor pastoral muy importante en Guatemala y en otros Estados en el continente y quiero aprovechar esta oportunidad para reiterar el reconocimiento a su trabajo en la defensa y protección de los derechos humanos de los migrantes. La CIDH se encuentra en comunicación con el gobierno de Guatemala y esperamos que se tomen las medidas conducentes para proteger y garantizar la integridad personal del personal de la Pastoral y de sus oficinas y lugares de trabajo.

Les agradezco mucho su atención y reitero la disposición de la Relatoría a colaborar en este importante proyecto.