Discursos

CANCILLER DE LA REPÚBLICA DE NICARAGUA, LICENCIADO NORMAN CALDERA CARDENAL
EN XXXIV PERÍODO ORDINARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS

7 de junio de 2004 - Quito, Ecuador


Señor Patricio Zuquilanda Duque, Ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Presidente de esta Asamblea General; Señor César Gaviria, Secretario General de la OEA; Señores Ministros de Relaciones Exteriores; Señores Jefes de Delegación, Señoras y Señores,

Mi Delegación expresa el reconocimiento al ilustrado Gobierno y al hermano pueblo del Ecuador, por la calurosa hospitalidad con que nos ha recibido.

El tema que convoca a esta Asamblea es un aspecto central de las preocupaciones del Gobierno del Presidente Enrique Bolaños. Por ello, para Nicaragua, esta reunión tiene un trascendental significado e importancia.

Desarrollo social, Democracia y Lucha contra la corrupción son tres pilares fundamentales del edificio de la prosperidad de las naciones.

Cuando el Presidente Enrique Bolaños tomó posesión de su cargo en enero del 2002, encontró una situación marcada por el deterioro de la credibilidad ciudadana en las instituciones democráticas.

En el ámbito socio-económico, el equilibrio fiscal, la producción y el comercio, afectaban seriamente la calidad de vida de la población, sumado a la existencia de graves afectaciones al erario público, resultado de políticas corruptas. Emprendimos entonces un esfuerzo sin precedentes en América para recuperar la moralidad y la credibilidad de nuestras instituciones. Este esfuerzo ha sido reconocido ampliamente por la Organización de los Estados Americanos, apoyo que ha merecido la gratitud del pueblo nicaragüense.

Señor Presidente:

Estamos dedicando ahora nuestros esfuerzos a la modernización de nuestras instituciones y a la ejecución de un Plan Nacional de Desarrollo para crear más empleos y mejorar los ingresos de la mayoría de los nicaragüenses.
Con ese fin, se creó la Oficina de Etica Pública, con la misión de diseñar e implementar políticas y acciones orientadas a prevenir y erradicar la corrupción a nivel nacional.
Con relación a la ayuda oficial para el desarrollo y con el propósito de promover la transparencia, hemos publicado en la internet con acceso universal, toda la cooperación, uso y destino de los fondos que recibe Nicaragua, lo que permite a las autoridades y contribuyentes de países donantes, conocer con precisión la forma en que se están utilizando sus recursos.
En lo que respecta a la ayuda canalizada a través de las Organizaciones No Gubernamentales, estamos trabajando con ellos y hemos establecido un website paralelo, donde se puede ver la ayuda canalizada por esa vía, con datos aportados por las ONG’s internacionales. Esperamos que las ONG’s nacionales pronto se sumen a este esfuerzo.
Se ha implementado un Sistema Integrado de Gestión Financiera, Administrativa y Auditoria de la Contabilidad Gubernamental (SIGFA), que está abierto a través de la Intranet Gubernamental a la Asamblea Nacional y a la Contraloría General de la República para su respectivo ejercicio de control presupuestario.

Hemos adoptado un Plan Nacional de Integridad, con el fin de reducir las causas y manifestaciones del problema de la corrupción, mediante la aplicación de mecanismos de participación ciudadana.

Contamos con una ley moderna que es una adición al Código Penal, la cual tipifica delitos vinculados directamente a la corrupción, entre ellos: malversación de caudales públicos, peculado, enriquecimiento ilícito, soborno transnacional y quiebra fraudulenta.

Estos avances se han logrado debido a que, desde el inicio de su mandato el Presidente Enrique Bolaños ha dado un NO rotundo a la corrupción y ha expresado que esta lucha es de todos: del Poder Judicial, del Poder Legislativo, de la Contraloría, del Ejército, de la Policía, de los trabajadores, de los campesinos, de la sociedad civil, de los empresarios, de los estudiantes, de los banqueros, de los pobres, de los ricos.

En esta lucha no estamos solos, la cooperación y solidaridad de muchos países se ha hecho presente.

Con el Reino de Noruega firmamos un Acuerdo de Cooperación para el Programa Anti-Corrupción, mediante el establecimiento de un Fondo Fiduciario que recibe contribución de Dinamarca, Alemania, Finlandia, Países Bajos, Suecia, Suiza y el Reino Unido.
A nivel centroamericano, los Presidentes adoptaron la Resolución “Lucha contra la Corrupción en Centroamérica” para enfrentar decididamente la corrupción en todas sus manifestaciones.
Hemos suscrito cartas de Entendimiento con relación a la lucha Interamericana contra la Corrupción con Costa Rica, El Salvador y Perú, ampliando así nuestra esfera de cooperación bilateral.
Nuestro compromiso se ha extendido a nivel interamericano y mundial.
Nicaragua se ofreció como país voluntario para someterse al examen del cumplimiento de sus obligaciones y recibir las recomendaciones del Comité de Expertos del Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención Interamericana contra la Corrupción.
Más recientemente, el Gobierno de Nicaragua entregó a la Organización de los Estados Americanos (OEA) una contribución al Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención.
En el ámbito mundial, participamos activamente en los trabajos que realizó el Comité Especial encargado de negociar la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, en Viena y fuimos a Mérida a suscribirla. Actualmente se encuentra en el trámite de aprobación legislativa.

Estamos decididos a continuar luchando para erradicar este mal. Nuestras acciones a nivel nacional e internacional así lo demuestran.

Deseamos contribuir, dando a conocer lo que hemos aprendido y por ello la importancia de continuar discutiendo este tema en nuestra próxima Reunión en Managua.

Nos preocupan las repercusiones de este flagelo, pues sus efectos van más allá del ámbito nacional, traspasan las fronteras de los países y por ello debemos actuar pronto, de forma coordinada y planificada, creando una cultura de rechazo ante las prácticas corruptas y fomentando medidas preventivas con la participación de toda la sociedad.

Todos sabemos que la corrupción es un fenómeno vinculado estrechamente al crimen organizado y transnacional. Los nexos entre la corrupción, el narcotráfico, el tráfico ilícito de personas, tráfico de mujeres y niños con propósitos de explotación sexual, extorsión, incluso el terrorismo, demandan que la visión de las estrategias anticorrupción que adoptemos en nuestros países y a nivel interamericano, incluyan también a esas otras formas de crimen.

En tal sentido, compartimos las intenciones de someter a consideración de esta Asamblea General, el estudio de nuevas medidas, para combatir la corrupción.

De particular importancia son aquellas medidas para el decomiso y la repatriación de capitales provenientes de actos de corrupción que afecten a nuestros Estados, así como las medidas que se puedan tomar para proteger a quienes denuncian actos de corrupción y tienen el valor de acudir a los tribunales para que los crímenes de los corruptos no queden en la impunidad.

En la Reunión de los Estados Parte de la Convención Interamericana contra la Corrupción que se llevará a cabo en Managua, el 8 y 9 de julio próximo, tendremos una nueva oportunidad para continuar nuestro trabajo. En esa ocasión, y de acuerdo al mandato de nuestros Jefes de Estado y de Gobierno en Nuevo León, dedicaremos nuestros esfuerzos para considerar medidas concretas adicionales para aumentar la transparencia y combatir la corrupción.

Como anfitriones de esta Reunión, hemos iniciado un proceso de consultas con los Estados Parte de la Convención para identificar con claridad las nuevas acciones que podemos llevar a cabo en nuestra lucha contra la corrupción. Estamos seguros de que contaremos con la siempre invaluable contribución de los Estados que integramos la OEA y de la Secretaría General.

Señor Presidente:

La democracia no es un “estado de gracia” permanente. Es un proceso en constante perfeccionamiento y profundización. La democracia que no se renueva, va perdiendo su legitimidad y credibilidad.

Por eso, hay que renovar la base moral de la democracia. Ese es el gran desafío: La Democracia se renueva con más democracia, los problemas de la democracia se resuelven con más democracia.

Mientras no seamos capaces de rechazar la corrupción, corremos el riesgo de que la democracia se transforme en una palabra vacía y retórica y que nuestra organización pierda el fundamento democrático que constituye su raíz y su razón esencial de ser. Los pueblos del hemisferio anhelan una democracia que sea ante todo, desarrollo y oportunidades para mejorar su calidad de vida, razón última de nuestra Organización.

Como ha dicho Su Santidad, Juan Pablo II y cito: “El vicio de la corrupción está en la raíz de la pobreza y el atraso de los países subdesarrollados…no se puede pasar por alto, además, que el vicio de la corrupción socava el desarrollo social y político de muchos pueblos… Se trata de una situación que favorece la impunidad y el enriquecimiento ilícito la falta de confianza con respecto a las instituciones políticas, sobre todo en la administración de la justicia que no siempre es clara, igual y eficaz para todos”. Fin de la cita.

Es evidente que la corrupción ha socavado la legitimidad de las instituciones y el Estado de Derecho. El reciente informe publicado por el PNUD sobre “La Democracia en América Latina” reveló que los latinoamericanos no están satisfechos con la democracia. Más aún, reveló que América Latina enfrenta una creciente crisis social. Se mantienen profundas desigualdades y existen serios niveles de pobreza.

Afortunadamente el estudio también revela que a pesar de la crisis, los países de la región no han buscado un regreso al autoritarismo; en cambio, han ampliado sus instituciones democráticas y los ciudadanos han aprendido a diferenciar entre las bondades del sistema de gobierno y el desempeño de los gobernantes. Como bien se afirma en el Informe, “No hay malestar con la democracia, pero hay malestar en la democracia. Y para resolverlo es indispensable hacer uso del instrumento más preciado que ella nos brinda: la libertad. Libertad para discutir lo que molesta…libertad para saber cuáles son nuestras urgencias y prioridades”.

En la medida en que la democracia hace posible el diálogo, es posible generar condiciones más equitativas y aumentar las opciones de los ciudadanos. Es además, el marco propicio para abrir espacios de participación política y social para todos los sectores incluyendo los más pobres y las minorías étnicas y culturales.


La misión de nuestra Organización no solo debe orientarse en la defensa de la democracia en los casos de quebrantamientos de sus valores y principios fundamentales, sino que requiere de un esfuerzo permanente para prevenir y anticipar las causas mismas de los problemas que afectan el Sistema Democrático de gobierno y entre esos grandes problemas, debo destacar el de la pobreza crítica.

También y no menos importante, son los efectos sobre el comercio y el crecimiento. Entre más corrupto sea un gobierno, menos será la inversión y el crecimiento.

Estoy seguro de que los resultados de esta reunión nos permitirán dar pasos firmes en la lucha contra la corrupción, concebida como un proceso dirigido a fortalecer nuestros sistemas, para llegar a una política integral para enfrentar este flagelo.

Quisiera concluir mi intervención con las palabras del Presidente Enrique Bolaños en ocasión del día oficial en que inició su campaña electoral el 3 de junio del 2001, y cito “La corrupción administrativa es el abuso del poder público para una finalidad distinta de la legítima, motivada por el ánimo de lograr una ventaja personal. Es un vicio, un abuso, una mala costumbre en el manejo de la cosa pública. Es un problema de todos y como tal lo debemos asumir. Por eso mi esfuerzo será mayor para luchar contra la corrupción con una administración austera y honesta usando los ahorros para el combate a la pobreza”.


Muchas Gracias.