Discursos

CÉSAR GAVIRIA TRUJILLO, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
ANTE EL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LAS NACIONES UNIDAS EN LA SESIÓN “EL CONSEJO DE SEGURIDAD Y LAS ORGANIZACIONES REGIONALES ANTE LOS NUEVOS DESAFÍOS A LA PAZ Y LA SEGURIDAD INTERNACIONALES

11 de abril de 2003 - New York


TALKING POINTS

Abril 11 de 2003


1. Permítame iniciar mi intervención agradeciendo al Presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, señor Ministro de Relaciones Exteriores de México Luis Ernesto Derbez, así como al Representante Permanente de México ante las Naciones Unidas, Adolfo Aguilar, por esta invitación cuya oportunidad y trascendencia, desde la óptica de un organismo regional como la OEA, tiene especial relevancia por la coyuntura política que viven ambas Organizaciones.

2. Quisiera comenzar por poner en contexto este encuentro. Hoy más que nunca las Naciones Unidas y del Consejo de Seguridad, con el apoyo de los organismos regionales, tienen una inmensa responsabilidad en la preservación de la paz y la seguridad en el mundo. Si hay algo que la historia del hombre enseña, es que el mantenimiento de la paz no viene por añadidura; que ésta exige decisiones y voluntades políticas permanentes, muchos recursos, e inclusive sacrificios. Si bien la seguridad y la paz son bienes públicos internacionales, en los cuales el consumo de la paz o de la seguridad de uno no rivaliza con el de otro, la participación en los beneficios es desigual, y por ello el interés que en su preservación deben tener los países que promulgamos las ideas liberales de paz, democracia y libertad de los mercados.

3. El sentido del Capítulo VIII de la Carta de las Naciones Unidas no es otro que fijar a los organismos regionales la tarea del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, haciendo los esfuerzos necesarios para que las controversias regionales no escalen en crisis internacionales. La diplomacia regional y las instituciones multilaterales creadas para el efecto, ha servido para crear incentivos hacia la búsqueda de soluciones políticas y negociadas a los conflictos de toda índole -territoriales, económicos o políticos- y al mismo tiempo ha limitado la opción del uso de la fuerza, haciéndola costosa e innecesaria.

4. Me atrevo a decir que el Hemisferio Americano es un Hemisferio pacífico porque creó y desarrolló instituciones de cooperación de tiempo atrás, y no a la inversa, en el sentido de que contemos instituciones como consecuencia de los nuestros estados sean, por alguna particularidad, singularmente pacíficos. Desde 1890 hasta la creación formal de la OEA en 1948 y hasta hoy, las Américas han tenido más de un siglo de creación de instituciones jurídicas y políticas que han servido como instrumento de solución pacífica de controversias, las cuales han madurado con el tiempo, han evolucionado y se han adaptado a las realidades cambiantes de la seguridad en la región.

5. Hoy en día Hemisferio Americano, con la excepción de algunos conflictos internos que aún persisten, hemos dado avances de gran trascendencia en el fomento de la confianza y la consolidación de la paz tanto entre los países como al interior de ellos. Hoy las principales amenazas contra la paz en las naciones del hemisferio no son de carácter militar, sino nuevas amenazas como el terrorismo, el narcotráfico, la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego o, en otro plano y dependiendo de cada país, los desastres naturales o la inseguridad ciudadana.

6. Hoy nuestras naciones están unidas por una comunidad de valores y de ideales. La Carta Democrática Interamericana es la mejor expresión de esos principios que nos unen a todos los pueblos de América, y bien podría catalogarse como una Doctrina Americana de Solidaridad con la Democracia. Hemos clausurado décadas de aislacionismo, de confrontación y de desconfianza. La cooperación es hoy la tendencia. En temas centrales como la lucha contra la corrupción, el narcotráfico o la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, las naciones de América han suscrito Convenciones o estrategias hemisféricas, que las vinculan jurídica y políticamente en la búsqueda de objetivos y resultados comunes. Sin lugar a dudas, el proceso de integración económica que se vive en las Américas está contribuyendo a la disminución de las tensiones entre países. Ahora hay más espacio para la acción diplomática, para la prevención de conflictos, para avanzar en la redefinición del concepto de seguridad hemisférica que nos apoye en la búsqueda y la defensa de la paz.


7. En la lucha contra el terrorismo, ya la OEA desde 1971 adoptó las primera Convención Interamericana contra este flagelo y desde 1999 había creado su cuerpo operativo, el Comité Interamericano contra el Terrorismo, CICTE. Los Estados Miembros aprobaron la Convención Interamericana contra el Terrorismo el 3 de Julio del año anterior, y ya ha sido firmada por 33 de los 34 países. Ahora los gobiernos americanos tienen a su disposición una nueva herramienta para combatir los diversos aspectos del terrorismo y un modo para recibir entrenamiento en áreas especializadas y cooperación técnica.

8. Gracias a esfuerzos políticos y la cooperación de todos los países del hemisferio, esta Convención, a través del CICTE ha logrado importantes avances. Se está trabajando en el intercambio de modelos de legislación en el combate al terrorismo y contamos con un programa de desarrollo legislativo para en Centroamérica que permite a los países el cumplimiento estricto de la resolución 1373 del Consejo de Seguridad. El CICTE ha sido aceptado como observador del Financial Action Task Force –FATF- y se está desarrollando, junto con nuestro organismo para combatir las drogas, la tarea de ajustar las regulaciones contra el lavado de activos para incluir información específica sobre actividades terroristas.

9. Como ustedes recuerdan, el 6 de marzo pasado se llevó a acabo una reunión especial del Comité Antiterrorista del Consejo de Seguridad de la ONU, el CTC, con los organismos regionales, que a nuestro juicio fue todo un éxito. La OEA se siente honrada, como anunciamos ese día, de auspiciar en su sede una reunión de seguimiento de los compromisos y tareas asignadas en esa oportunidad.

10. En el tema de drogas, un área especialmente sensible para la seguridad del hemisferio, la OEA cuenta con la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD). Se trata de un esfuerzo multidimensional para enfrentar a las drogas, uno de cuyos resultados más importantes ha sido el establecimiento desde 1998, de un Mecanismo de Evaluación Multilateral (MEM). Este mecanismo ha permitido concretar un proceso objetivo de Evaluación Multilateral para continuar los progresos hemisféricos individuales de cada estado y colectivos del hemisferio, sobre el tratamiento del problema de las drogas desde una óptica integral, que tiene en cuenta las preocupaciones de los países productores, consumidores o de tránsito en nuestra región.

11. A lo largo de los últimos años hemos aprendido y corregido acciones en el camino, hemos debido hacerle frente a las nuevas formas de la criminalidad organizada, con nuevas formas de conocimiento y cooperación en la lucha contra las drogas. Tanto como parte del MEM, como parte de la Estrategia Hemisférica dejamos atrás muchos años de recriminaciones mutuas. Ahora hemos avanzado en la confianza mutua, tenemos un lenguaje común, una visión colectiva y compartimos un diálogo constructivo y cooperativo que se traduce en políticas interamericanas en una mayor colaboración en el ámbito hemisférico.

12. Respecto al control del Lavado de Activos debe destacarse la cooperación hemisférica que se ha logrado a partir de los esfuerzos conjuntos entre el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la OEA-CICAD. Desde el año 1999 se han ejecutado programas de capacitación al sector financiero y judicial de ocho países, y un programa especialmente diseñado para cubrir las necesidades institucionales y de capacitación de las Unidades de Inteligencia Financiera de esos países se encuentra en plena ejecución. Esperamos muy pronto establecer un programa similar en el área de la policía, para lo cual se explora la posibilidad de establecer un proyecto en el cual participen países como España, Francia, Canadá y Estados Unidos u organismos regionales como la Unión Europea.

13. La vigencia plena de los Derechos Humanos en el hemisferio es una tarea de especialísimo orden para los estados y para la OEA. La Declaración Americana de los Derechos Humanos, aprobada en Bogotá en 1948, fue el primer instrumento internacional de derechos humanos de carácter general y la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969 es un documento seminal en las Américas. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos recibe y procesa denuncias individuales sobre violaciones de derechos humanos; realiza visitas in loco; somete casos a la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y tiene respetabilidad a nivel hemisférico e internacional, y los estados cumplen sus disposiciones y recomendaciones.

14. La OEA ha sido un pionero entre organizaciones regionales en el desarrollo de iniciativas para controlar la fabricación y el tráfico de armas, a través de la Convención Interamericana Contra la Fabricación Ilícita y Tráfico en Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y regulaciones modelo para prevenir y controlar su movimiento. Esta sirvió de modelo para la negociación del “Programa de Acción 2001 para prevenir, combatir y eliminar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos” de las Naciones Unidas, así como el “Protocolo contra la fabricación del tráfico ilícito de armas de fuego, sus piezas y componentes y municiones”, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada.

15. En desarrollo de los mandatos de la Cumbre de Québec y como resultado de la última reunión de Ministros de Justicia y Procuradores Generales de las Américas, estamos trabajando en la definición de un completo Plan de Acción hemisférico de cooperación jurídica y judicial para combatir las diversas modalidades de delincuencia transnacional organizada; en la extensión de una red para consolidar la asistencia judicial mutua; en la consolidación de la lucha contra el delito cibernético y en el fortalecimiento de la cooperación en las políticas penitenciarias y carcelarias. Todos estos pasos nos van a permitir ser más eficaces y efectivos en la persecución y castigo de los delincuentes y del producto de sus actos criminales.

16. En materia de lucha contra la corrupción, el establecimiento y puesta en marcha del Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención Interamericana nos van a permitir conocer mucho más los problemas que tenemos en este frente y fortalecer, en forma más organizada, eficaz y efectiva, nuestra cooperación mutua para combatir ese enemigo de todos que es la corrupción.

17. Nuestra Organización ha realizado un enorme esfuerzo en responder a la crisis causada por las minas terrestres antipersonal desde 1991. Su Programa de Acción Integral Contra Minas Antipersonal ha logrado la remoción de más de 20 mil minas sembradas. Nicaragua, el país más afectado de Centroamérica, ha avanzado en un 60 por ciento de su meta de eliminar todas las minas antipersonal que fueron sembradas en su territorio. En Costa Rica recién se han finalizado las operaciones de desminado, hecho que le permitió a finales del año pasado declararse libre de minas. Las actividades del programa en Honduras actualmente se encuentran en su etapa final. En los últimos dos años, en cumplimiento con la Convención de Ottawa, se han destruido más de 500 mil minas almacenadas en Ecuador, Honduras, Nicaragua y Perú. Esta tarea nos ha permitido alcanzar dos objetivos muy importantes: primero, contribuir al bienestar, la paz y la seguridad de millones personas y cumplir con los compromisos establecidos en la Convención de Ottawa. Pero también, la cooperación entre civiles y militares de diversas nacionalidades ha aportado frutos que van más allá del éxito de las operaciones. El trabajo en equipo, no sólo en aspectos técnicos de la remoción física de las minas, sino en lo relacionado con los aspectos de rehabilitación de las víctimas, ha contribuido a generar un clima de confianza y de acercamiento en torno a ideales de paz y cooperación para la región.

18. Contamos con la Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, que cada dos años se reúne para intercambiar ideas y experiencias en materia se seguridad. Este instrumento se ha convertido en un foro ideal para estimular ideas como la metodologías comunes de para la medición de gastos de defensa; la elaboración de libros blancos de defensa, la presentación de informes ante el registro de armas convencionales de la ONU y antes nuestra organización; todo lo cual aumenta significativamente la confianza, la predictibilidad y la transparencia en la región.

19. La OEA viene también trabajando en la prevención de conflictos en el hemisferio. La crisis política del Perú hace tres años logró superarse en virtud de un proceso de mediación que preservó la institucionalidad democrática; las inestabilidades políticas que se presentaron recientemente en Paraguay y Guatemala lograron conjurarse también en virtud de un proceso de acción colectiva para defender la democracia, y hace pocos meses, con la intermediación de la OEA, se finalizó uno de los procesos de negociación más importantes de Centroamérica entre Belice y Guatemala, quedando pendiente su aprobación mediante referendo. Igualmente, la OEA ha estado presente para coordinar medidas de confianza en la frontera de Honduras y Nicaragua, mientras su disputa territorial se resuelve en la corte de La Haya. La plena vigencia de la democracia en Haití sigue siendo una tarea prioritaria en la Organización. En Venezuela seguimos trabajando en la concreción de una salida electoral a la crisis. Bolivia ha solicitado la colaboración de la OEA para evitar que la democracia en su país se vea interrumpida o amenazada.

20. Todo el andamiaje de nuestra diplomacia preventiva, del uso de procedimientos pacíficos para el manejo de crisis y la acción post-conflicto, está fundada en el principio de la defensa de la democracia. Ese es nuestro paradigma de solidaridad. La búsqueda de la paz en las Américas está estrechamente asociada con el celoso respeto a los principios de nuestra Carta. El derecho internacional como norma de conducta de los Estados; el respeto a la no intervención en los asuntos internos de otro Estado; la igualdad jurídica de todos los Estados; el respeto a su soberanía y a su integridad territorial y, por sobre todo, a utilizar y aplicar los mecanismos de solución pacífica de controversias que ella prevé.

21. Esa es, pues, la tendencia actual de nuestro hemisferio: avanzar en los mecanismos de diálogo y solución pacífica de los conflictos; la de buscar nuevas y más eficaces medidas de fomento de la confianza; la de consolidar procesos de cooperación en los temas de seguridad.

22. Estos principios de solidaridad y cooperación serán refrendados como los instrumentos pivotales de la seguridad del hemisferio, con la realización de la Conferencia Especial de Seguridad, que se llevará a cabo en Ciudad de México en Mayo de este año. Será un momento importante para las Américas, pues ahí quedará consignada, en una Declaración Política, los enfoques comunes que, respetado la diversidad de prioridades existentes para cada país, dado la enorme heterogeneidad y pluralidad de naciones con distinto nivel de desarrollo, sin embargo compartimos como una visión de los Estados Americanos sobre su seguridad colectiva.

23. Las Américas reconocen hoy que su seguridad es multidimensional; va más allá de la sola seguridad militar, y abarca aspectos económicos, políticos y sociales tales como el fortalecimiento de las instituciones democráticas, la seguridad humana y la lucha contra la pobreza extrema; y considera que los mecanismos subregionales de cooperación son esenciales para el fomento de la confianza y la seguridad.

24. Por último, no hay mayor recomendación que pudiéramos hacer como organización regional, que estimular a este Consejo a promover la paz y la seguridad a través de la acción colectiva y concertada, que promueva los principios consignados en la Carta de las Naciones Unidas y de la OEA, como son el respeto por el derecho internacional, la soberanía e igualdad de los estados, la libre determinación de los pueblos y la cooperación para el mantenimiento de la paz y la seguridad. Nuestra ventaja comparativa como organización regional no es otra que, siguiendo las directrices y lineamientos de la ONU, lograr la implementación efectiva de esas políticas teniendo en cuenta las realidades históricas y culturales de las subregiones para su implementación efectiva.

25. La OEA puede dar el ejemplo de que instituciones de cooperación fuertes y sólidas, preservadas con esfuerzo económico pero sobre todo político, son la mejor garantía para una paz cierta y duradera.

Muchas Gracias.