Discursos

DIRECTOR GERENTE DEL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL, HORST KÖHLER
"HACIA UNA PROSPERIDAD COMPARTIDA EN LAS AMÉRICAS"

12 de enero de 2004 - Monterrey, Mexico


Sus Excelencias, damas y caballeros:

1. En primer lugar quisiera desearles a ustedes y a sus pueblos un feliz Año Nuevo y agradecer al Presidente Fox por invitarme a dirigirles hoy unas palabras. Es un honor y un privilegio unirme a ustedes en esta hermosa ciudad de Monterrey, rodeada de montañas, y espero sobre todo escucharlos a ustedes y saber cuál es su visión para las Américas en el siglo XXI.

2. En el umbral de 2004, la economía mundial ha dado un giro decidido. Sabemos que todavía quedan riesgos, pero confío en que con las políticas adecuadas la economía mundial se reencaminará hacia un crecimiento robusto y sostenido. Y con la economía de Estados Unidos liderando la recuperación, este continente es nuevamente una locomotora para el mundo.

3. Esta Cumbre, por lo tanto, tiene lugar en el momento oportuno. Es mucho lo que se ha logrado, en particular la creación de democracias estables en toda la región. Las reformas están comenzando a dar frutos. Pero aún se necesita más para lograr una prosperidad ampliamente compartida. La pobreza generalizada marca un claro contraste con el enorme potencial del continente. Llegó la hora de aprovechar las oportunidades que ofrece la recuperación mundial y allanar el camino para el crecimiento sostenido y mejores niveles de vida para todos. Para ello se requiere ambición y perseverancia en todos los rincones del continente a fin de consolidar y extender las reformas. Y las pruebas que se recogen en esta región, y en todo el mundo, nos indican que la aplicación de políticas orientadas al mercado, que promueven la competencia y la innovación, sigue siendo el mejor camino hacia el progreso económico y social. Pero la experiencia también nos enseña que los mercados por sí solos no son la panacea. Es por eso que coincido con el Presidente Fox cuando dijo: "Descartemos... los falsos dilemas, que nos conducían a elegir entre el mercado y el Estado. Necesitamos más mercado y un mejor Estado."

4. Definitivamente no existe un plano único para el éxito. Cada país alcanza su potencial a su manera. Pero veo tres elementos cruciales para cimentar un progreso económico y social duradero en el continente:

• En primer lugar, las economías de mercado exitosas tienen instituciones que protegen los derechos de propiedad, defienden el estado de derecho, combaten la corrupción y promueven la estabilidad social. Las instituciones sólidas son un reflejo de valores compartidos y de cohesión en la sociedad.

Además, sigue habiendo un amplio margen para reforzar la intermediación financiera nacional entre los ahorristas y los inversionistas, lo que beneficia sobre todo a la pequeña y mediana empresa y a los hogares de bajo ingreso.

• Segundo, la gestión acertada a largo plazo de las finanzas públicas es indispensable para el crecimiento sostenido, la creación de empleos y el progreso social. Y a mí realmente me preocupa que los niveles persistentemente elevados de deuda pública de la región aún puedan poner en peligro lo que se ha logrado. La disciplina fiscal es necesaria no sólo para la estabilidad macroeconómica, sino también para preservar el espacio para la inversión pública esencial, sobre todo en educación, infraestructura y redes de protección social.

Estoy consciente de que hay necesidades apremiantes, que deben ser resueltas y el FMI está comprometido a ser parte solidaria de este esfuerzo. Pero también debo decir que no existen fórmulas mágicas y los gobiernos tendrán que tomar decisiones difíciles.

• Y tercero, el motor más importante para el crecimiento en la región es un mayor fortalecimiento del comercio exterior. Aliento al continente a que aproveche la iniciativa y dé el ejemplo. Es mucho lo que puede cosecharse en ganancias económicas al eliminar las barreras al comercio en la región. Y ese avance deberá ayudar a allanar el camino para la conclusión exitosa de la ronda de Doha, que sigue siendo el vehículo más importante para el crecimiento mundial sólido y sostenido y la reducción de la pobreza.

5. El FMI está comprometido a ayudar a los países de la región a crear un futuro mejor para sus pueblos. El FMI es realmente su institución, y la aplicación equitativa de sus políticas es mi principio rector. Nuestro respaldo financiero a la región se ubica en niveles sin precedentes y está suministrando asistencia vital a muchos de nuestros países miembros con mercados emergentes que confrontan graves dificultades externas. El Consenso de Monterrey al que se llegó en esta ciudad hace dos años constituye un marco solidario para ayudar especialmente a nuestros países miembros más pobres. Juntos, estamos intensificando nuestra labor para fortalecer los sectores financieros y observar las mejores prácticas internacionales en materia de política monetaria y fiscal. Y en estrecha colaboración con las entidades de supervisión financiera en todo el mundo, estamos ayudando a los países miembros a aplicar políticas eficaces para combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. En mi opinión, la capacidad de recuperación de la economía mundial ante una serie de embates sin precedentes en años recientes demuestra que la labor de los últimos años está dando frutos.

6. No pretendo decir que el FMI tiene todas las respuestas a las complejas cuestiones que enfrentan los países. Seguimos trabajando arduamente para reforzar la estabilidad del sistema financiero internacional. La prevención de crisis es nuestra prioridad primordial. Debemos, por lo tanto, mejorar aún más nuestros instrumentos para dar pronto apoyo a los países que aplican políticas vigorosas pero que pueden ser objeto de conmociones económicas imprevistas. Debemos profundizar nuestra cooperación con otros foros para reducir la volatilidad de los mercados financieros mundiales. Y, en
estrecha colaboración con nuestras contrapartes en el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, debemos esforzarnos por asegurar que respondemos a las necesidades prioritarias de esta región de manera coordinada. Al abordar estos retos, espero contar con sus valiosos comentarios. Por supuesto que no pueden descartarse choques y crisis futuras, ni siquiera aplicando las mejores políticas. Estoy, por ello,
convencido de que la existencia de la fuerte red de protección que ofrece el FMI responde al mejor interés de la región y de la estabilidad financiera mundial.

Sus Excelencias:

7. Soy fundamentalmente optimista. El actual entorno económico mundial favorable ofrece la oportunidad de hacer un decisivo avance. Con la aplicación de las políticas apropiadas ahora, y con una vigorosa cooperación internacional, pueden superarse los retos que enfrentan la región y el mundo. Les aseguro que, en este esfuerzo, cuentan con el FMI como un aliado confiable.