Discursos

CÉSAR GAVIRIA TRUJILLO, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
CEREMONIA DE DEPÓSITO DEL INSTRUMENTO DE RATIFICACIÓN POR PARTE DE ARGENTINA DEL PROTOCOLO ADICIONAL A LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS EN MATERIA DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES "PROTOCOLO DE SAN SALVADOR"

23 de octubre de 2003 - Washington


Es para mí un gran honor asistir a esta ceremonia en la cual el Vicecanciller Jorge Taiana deposita, en nombre del Gobierno de la República Argentina, el instrumento de ratificación del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, conocido como el Protocolo de San Salvador.

Esta acción representa sin duda el consenso en torno a nuestro deseo de que el sistema interamericano de derechos humanos se vea fortalecido en su integridad y legitimidad. Por ello celebramos esta decisión soberana del gobierno y el pueblo de Argentina, que continua así su larga tradición como partícipe pleno dentro de nuestro sistema.

Como muchos de ustedes saben, este Protocolo fue adoptado en San Salvador en noviembre de 1988, en el marco del décimo-octavo período ordinario de sesiones de la Asamblea General. Hasta el momento son doce Estados los que han depositado sus respectivos instrumentos de ratificación, y Argentina se convierte en el Estado número trece, estando ya este instrumento en pleno vigor.

El Protocolo de San Salvador complementa la Convención Americana sobre Derechos Humanos, consolidando un régimen de libertades personales y de justicia social. Además, reconoce la estrecha relación entre la vigencia de los derechos económicos, sociales y culturales, y los derechos civiles y políticos. Las diferentes categorías de derechos constituyen un todo indisoluble que encuentra su base en el reconocimiento de la dignidad de la persona humana y exigen una tutela y promoción permanente con el objeto de lograr una vigencia plena. No se puede pues justificar la violación de unos en aras de la realización de otros.

Los derechos económicos, sociales y culturales reconocidos en anteriores instrumentos internacionales, tanto de ámbito universal como regional, fueron reafirmados y perfeccionados con la adopción del Protocolo de San Salvador. Este instrumento reconoce el respeto integral de los derechos de la persona, el régimen democrático representativo de gobierno, así como el derecho de sus pueblos al desarrollo, a la libre determinación y a disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales.

El Protocolo considera el compromiso de promover el respeto por derechos tan importantes como el derecho al trabajo, a la seguridad social, a la salud, a un medio ambiente sano, a la alimentación, a la educación, a la cultura, a la familia, a la protección de la niñez, de los ancianos y de los minusválidos, entre otros. El Protocolo llama a los gobiernos de las Américas a establecer políticas y tomar medidas que, sin dejar de lado la protección de los derechos civiles y políticos, conlleve de manera determinada y comprometida, a mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, particularmente de los habitantes de las Américas sometidos a condiciones de vida por debajo de los niveles aceptables.

Con el fin de medir el éxito del Protocolo de San Salvador, los Estados partes se comprometen a presentar informes periódicos respecto de las medidas progresivas que se hayan adoptado para asegurar el debido respeto de los derechos consagrados en dicho instrumento jurídico.

Una América sin niveles adecuados salud, educación y un mínimo de confort material no es una América preparada para enfrentar los retos de un pleno respeto por la vigencia de los derechos civiles y políticos. La experiencia nos enseña que los pueblos de América tienen necesidades básicas que atender sin lo cual un desarrollo mayor de la conciencia democrática y de la paz en nuestro hemisferio es difícil de alcanzar.

Señor Vicecanciller :

Esta ceremonia es un acto de fe en la Convención Interamericana de Derechos Humanos y significa un nuevo e importante impulso a los esfuerzos que viene desplegando la Organización en esta lucha. Acepte por ello mi testimonio de reconocimiento y mi gratitud por esta decisión que una vez más demuestra el inquebrantable compromiso del Gobierno argentino con la causa interamericana.

Confío en que ello sirva de ejemplo para los demás países que aún no ratifican este Protocolo. Mucho se ha hablado y trabajado respecto de la universalización del sistema de derechos humanos en el continente americano y este es uno de los instrumentos básicos que nos impulsa hacia un desarrollo de políticas comunes para lograr el pleno respeto de dichos derechos en nuestro hemisferio.

Muchas gracias.