Discursos

CÉSAR GAVIRIA TRUJILLO, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
SESIÓN INAUGURAL DE LA SEGUNDA REUNIÓN DE MINISTROS DE EDUCACIÓN

24 de septiembre de 2001 - Punta del Este, Uruguay


Para el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos es motivo de una gran satisfacción estar hoy en Punta del Este, en esta inauguración de esta Reunión de Ministros de Educación y llamar la atención sobre algunos aspectos que yo creo han representado un cambio muy positivo desde cuando celebramos la Reunión de Ministros de Brasilia, hacia el año 1998.

En aquella oportunidad teníamos la ocasión de empezar a desarrollar los temas de la Segunda Cumbre de las Américas, de Chile, que fue la Cumbre con un mayor énfasis en materia de educación. Y yo diría que en aquellos momentos, básicamente, todavía había un esfuerzo grande por hacer un diagnóstico que compartieran todos los países. Había una mezcla entre las propuestas de política y los esfuerzos de diagnóstico. Sin embargo, desde entonces se ha logrado una definición del temario de las Reuniones de Ministros de Educación bastante más precisa, bastante focalizada en los aspectos centrales, y el trabajo que se ha realizado es un trabajo mucho más ordenado, aunque no podemos decir todavía que tengamos un plan de educación completamente claro y preciso. Ha habido tropiezos con respecto a algunos de los proyectos que se presentaron o que vienen de la Cumbre de Brasil.

Yo quisiera hacer énfasis en que de los nueve temas relacionados con educación que vienen de la Cumbre de Canadá los países y las instituciones han trabajado en lo que podríamos llamar cinco ejes sustantivos de los cuales se derivan unas líneas de acción. En gran medida, esto ha sido posible porque uno de los instrumentos importantes que se lanzó en la Cumbre de Brasilia fue el Grupo de los Once, un grupo más reducido, al que no pertenecen todos los países, en el que, desde luego, están representadas todas las regiones y que ha ayudado muchísimo a darle orientación y sentido a estas Reuniones de Ministros de Educación.

Algunos de ustedes, que estuvieron en la Cumbre de Brasil, recordarán que se hizo particular énfasis en dos temas: los de educación básica y los de equidad para los grupos más vulnerables. Estos fueron los puntos centrales de la Reunión de Brasilia. En cuanto a esa temática hemos tenido un desarrollo, una apertura, hacia nuevas áreas de trabajo y de los ejes sustantivos de que hemos hablado. El tema de calidad con equidad y, viceversa, equidad con calidad, han centrado muchísimo la atención de los Ministros.

Con respecto a este tema quisiera decir, primero, que efectivamente no podríamos decir que ha habido una reducción de la pobreza importante desde la Reunión de Brasilia, y ni siquiera a lo largo de la última década. La información no es contundente en cuanto a que se haya incrementado la pobreza, pero tampoco en el sentido inverso. Digamos que el número de pobres es bastante similar al que había a comienzos de la década: alrededor de 200 millones de personas. Y digo esto porque una tesis se ha generalizado en las Américas y es que la educación es el componente fundamental de la lucha contra la pobreza, como también es el componente fundamental en los temas de distribución del ingreso. Los graves problemas que hacen de las Américas la región más inequitativa del mundo, esos problemas fundamentalmente están referidos a la educación y no tanto al modelo económico. No podemos decir que el modelo económico sea un modelo que contribuya de manera significativa a la eliminación de la pobreza, pero sin duda es el componente principal en los temas de distribución del ingreso.

Y también podemos decir que uno de los grandes problemas que tenemos en las Américas es que el modelo económico no es el elemento fundamental al que puede atribuirse la pobreza, pero sí podemos decir que la aplicación de ese modelo no resuelve los problemas que tienen que ver con la pobreza. Allí hay unas enormes responsabilidades que han atribuido al Estado. Infortunadamente, el Estado se ha debilitado bastante en estos años, fundamentalmente por problemas de origen fiscal y también porque, en todo el esfuerzo por promover los mercados, se ha debilitado un poco todo lo que tiene que ver con el Estado.

También quisiera mencionar que de alguna manera hoy son más visibles los problemas graves que hay a nivel, sobre todo, de educación primaria. Los temas de deserción, los temas de repetición, esos problemas están allí y son, desde luego, muy diferentes en tasas de un país al otro, pero siguen siendo componentes fundamentales.

Y aquí viene algo en lo que se ha avanzado de manera importante y que constituye un eje de hacia dónde hay que avanzar, y es el programa de indicadores que ha venido desarrollando Chile con la cooperación de la UNESCO y de ¿OREAL? Ese programa es fundamental porque, de alguna manera, es el que va a mostrar qué contribuciones han hecho las políticas y el desarrollo económico al estado educativo de cada nación. Y yo diría que es muy importante que esta Reunión de Ministros de Educación le mantenga su respaldo y considere ese proyecto como el proyecto fundamental para ayudar tanto en temas de diagnóstico como en temas de cómo está afectando la política educativa el estado general de la educación, en cada país.

Después vienen los temas de gestión escolar, la descentralización, la participación de la sociedad civil y lo que se llama la actualización docente. Aquí yo quisiera poner especial énfasis en los temas de la descentralización. Este es un proceso, desde luego, que se ha dado muchísimo más en los países más grandes, en las economías más grandes. Sin embargo, a ese proceso de descentralización nosotros vemos desde la OEA que le falta un componente importante de evaluación. O sea, la descentralización se ha hecho pero todavía no tenemos, con toda claridad, medidas las consecuencias de esa descentralización, lo afortunado de esa descentralización.

Yo, para hacer una nota al margen, quisiera hablar de Colombia y señalar que allí, por ejemplo, hemos encontrado que la descentralización ha sido supremamente útil en las regiones más o menos ricas, que tienen buena administración regional, pero es mucho menos eficaz al nivel de los departamentos con más bajo ingreso per cápita. Y allí tendríamos una situación un poco contradictoria. Y es que la descentralización ha ayudado mucho en las regiones mejor organizadas, pero mucho menos en las regiones que no tienen esa organización.

Y también quisiera hacer mención de un problema. No se conocen bien documentos, papeles, sobre las consecuencias de esa descentralización. Es probable que haya personas que tengan claridad a nivel de sus países sobre qué ha pasado con la descentralización, pero no se ha hecho de ellos casos suficientes para que las otras naciones puedan aprender de esa experiencia.

Hay una limitación también grande de esta política. Sin duda, en la descentralización se ha avanzado, pero eso no significa que en la gestión escolar se haya avanzado. Los directores de escuela siguen siendo directores con muy poca autoridad, con muy poca capacidad, para darle una orientación a la escuela. Tampoco se ha avanzado suficiente en los temas de intervención de los padres de familia y, en general, de la sociedad civil. Seguimos teniendo un director de escuela con esas limitaciones y un sistema que, en general, es un poco jerárquico, es un poco autoritario. Obviamente, donde hay descentralización esos rasgos se han disminuido un poco, pero ese sigue siendo un problema bastante importante en nuestro hemisferio.

En tiempos recientes se está haciendo énfasis, y hay algunos programas consolidados que se refieren a eso con temas de auto-aprendizaje, cómo recoger los muchachos, las jóvenes, que de alguna manera se han salido del sistema; cómo recogerlos a través de los nuevos medios televisivos y de la información para que el auto-aprendizaje ayude a corregir los problemas que se habían presentado.

El tercer eje central en que se ha venido trabajando es el tema de atención a los jóvenes: análisis de la secundaria, preparación para la universidad. Aquí quisiera hacer énfasis en el gran esfuerzo que se está haciendo para capacitar a la gente para el mercado del trabajo. Allí, desde luego, surge la dicotomía que siempre hay entre la preparación para la universidad, una preparación fundamentalmente académica, y algo de educación vocacional. En la educación vocacional los países, en general, siguen encontrando tropiezos para que esa educación sea una educación que no sea tan costosa, que produzca mejores resultados. Hay algunas experiencias positivas, pero yo diría que son la minoría.

Ha habido un importante avance en materia de cobertura. Sin duda, en educación secundaria eso se ha venido presentando, desde luego con una cosa que limita ese logro y es que las tasas de deserción en secundaria también son bastante altas.

Hay mucho por hacer y es un tema importante en los temas de la certificación de las competencias laborales, tanto en lo que tiene que ver con las habilidades que se consiguen para realizar demasiado trabajo, pero también con los conocimientos que el sistema educativo les imparte. Pero es muy importante que se pueda trabajar mucho más en los temas de certificación.

Quisiera mencionar ahora el otro tema, que es un eje temático y hace parte de la declaración: los temas de educación superior. Definitivamente, se ha venido trabajando con una gran intensidad en mejorar la educación básica, también en mejorar la educación secundaria. Pero los temas de educación superior se han dejado un poco a un lado. La universidad pública, a todo lo ancho de América –desde luego, esto es mucho más válido para los países latinoamericanos– sigue siendo un problema importante. Porque a lo largo de estos años el énfasis en educación primaria y secundaria ha hecho que la universidad pública no reciba suficientes recursos; sigue allí con grandes problemas de movilidad hacia las nuevas áreas de conocimiento y de entrenamiento.

Se ha presentado un notable deterioro en la capacidad de las universidades públicas. Este es un gran problema cuya resolución requiere un mayor esfuerzo. Los problemas que se presentan a nivel de inflexibilidad laboral o de dificultades con el mundo sindical, no pueden llegar al extremo de que no nos preocupemos lo suficiente por ver cómo recuperamos la universidad pública.

El tema de nuevas tecnologías es un tema crucial, muy importante. Así lo han identificado los ministerios. Y, sin duda, este va a ser un tema de trabajo por muchos años. En la Cumbre hubo toda esta iniciativa de conectividad de los canadienses, que está allí, que va a tener una presentación y vamos a tener la oportunidad de escuchar de ella.

Es muy importante que en esos temas tengamos claro que el maestro es un componente fundamental de la educación. No podemos sustituir totalmente estos esquemas por el rol y el papel del maestro, ni nos podemos olvidar de que los temas de equidad son también muy importantes cuando hacemos estos esfuerzos en el uso de nuevas tecnologías.

Hay que pensar en las escuelas rurales, hay que pensar en los indígenas. Hay que pensar en esos componentes que son importantes.

El otro aspecto es el que tiene que ver con el trabajo interagencial. En otras áreas, las instituciones nos hemos organizado bien para apoyar las reuniones ministeriales. En el tema de educación yo diría que nos hemos organizado menos. Hay un esfuerzo reciente. Pero si los ministros nos focalizan, nos entregan tareas concretas y claras, yo estoy seguro de que las agencias, los organismos, podemos hacer una mejor contribución a estos aspectos. Y quisiera que en esta Reunión ese tema mereciera ser trabajados un poco por los Ministros.

En los temas de financiamiento, nosotros –me refiero ya a la Organización de los Estados Americanos– también quisiéramos hacer un esfuerzo por conseguir que los fondos que nosotros tenemos para educación en el Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral sean definidos por los ministros. Aunque no es una gran cantidad de recursos, cuando se miran entre Cumbre y Cumbre y se tiene en cuenta su ejecución a través de tres años, son fondos que llegan a ser hasta $10 millones, que bien usados pueden representar una contribución importante a este proceso de trabajar en estos temas que han surgido de las Cumbres.

Quisiera ir ahora a las líneas de acción, a cómo logramos instrumentar todos estos procesos. En la OEA pensamos que el Grupo de los Once –los once países que representan todas las regiones– debe tener continuidad. Este ha sido un buen mecanismo para poder trabajar entre las diferentes reuniones ministeriales. Hace tres años tuvimos reunión en Brasil; ese grupo preparó los temas que fueron a la Cumbre de las Américas de Canadá, y sin duda ha sido un instrumento importante.

Segundo, los temas de diagnóstico. Para eso el proyecto de indicadores que está trabajando Chile es importante. Pero, al mismo tiempo, no es todo lo que se puede hacer en materia de diagnóstico. Hay que recoger otra información para seguir profundizando en los temas de diagnóstico.

Ahora que les hablé del tema de financiamiento, yo quisiera hacer énfasis en la conveniencia de usar esos recursos para mover la cooperación horizontal. A diferencia de tres años atrás, hoy tenemos una serie de programas consolidados, una serie de mejores prácticas. Aquí vamos a tener la oportunidad de ver los proyectos o las propuestas que tienen en marcha los distintos países. Y nosotros quisiéramos, no solo con recursos de la OEA sino con recursos de otros organismos, hacer un esfuerzo de cooperación horizontal muchísimo mayor del que hacemos hoy.

Estamos trabajando y esperamos poner en práctica un proyecto importante que tenemos en la OEA con la cooperación de nuestra Agencia Interamericana para la Cooperación y el Desarrollo, para los temas de diálogo y consulta a la sociedad civil. En esta reunión, de todas maneras, quisiéramos decir que tenemos dos grandes ONG que son importantes. La primera es la de la Secretaría Continental de Educación, que es una ONG que tiene un gran apoyo en medios sindicales, aunque hay otros miembros de la sociedad civil. La otra ONG que participa es una ONG que podríamos decir que está más cerca del mundo empresarial.

El último aspecto en el que quisiera hacer énfasis tiene que ver con un Portal Educativo que ha puesto en marcha nuestra Agencia de Cooperación. Ustedes van a tener ocasión de oír una presentación sobre ese Portal Educativo. Creemos que eso no resuelve todos los problemas pero que puede ser un instrumento útil y que es un esfuerzo de carácter multilateral para ver cómo distintos elementos del Plan de Acción se pueden utilizar para mejorar la calidad del sistema educativo.

Para terminar, yo quisiera señalar que todo este esfuerzo es un esfuerzo que debe representar un cambio importante en las tendencias regionales en materia de desarrollo económico, de globalización. Es imposible pensar en que ese proceso continúe sin que los países le den mayores posibilidades a los ciudadanos de estar preparados para esos tiempos de globalización. Todos somos conscientes hoy de que necesitamos ciudadanos mejor informados, ciudadanos más eficientes, más responsables, más tolerantes, para vivir en este mundo más complejo; que tienen que ser personas más preparadas para aprender, para tener un sentido crítico.

Uno de los grandes temas nuevos que nos ha traído la globalización es que los trabajadores calificados han mejorado de manera importante sus ingresos y su presencia en la repartición del ingreso nacional, pero los trabajadores no calificados han tenido un deterioro importante en esos procesos. De manera que la eficiencia del impacto de nuestro sistema educativo ha sido muy significativa.

Antes de terminar, quisiera hacer un homenaje y un reconocimiento al Uruguay. Nos hemos reunido, por invitación del Ministro Mercader, en un país donde muchas de las cosas que he dicho no valen. Porque aquí tienen un sistema educativo supremamente más desarrollado, porque no tienen los problemas de distribución del ingreso que son tan marcados en otras sociedades de las Américas, porque tienen experiencias individuales mucho más enriquecedoras.

Algunas de las cosas que he dicho valen mucho menos en el caso uruguayo, donde el sistema educativo ha sido un instrumento muy importante de igualdad; donde tienen una sociedad con mucho mejores indicadores sociales.

Y también quiero hacer un gran reconocimiento al Presidente Batlle. Él, sin duda, representa vientos frescos en nuestras reuniones de Jefes de Estado, y yo lo digo porque lo he visto ya en varias oportunidades. Ese espíritu agudo, crítico, franco, ha servido enormemente para que eludamos esas tendencias a uniformizar determinados pensamientos, hacia asumir una actitud burocrática frente a los enormes desafíos. Él ha sido un profesor en este proceso de mantener nuestros espíritus abiertos, de pensar en los grandes desafíos que tenemos, en asumir a veces criterios heterodoxos para enfrentar determinados problemas.

De manera que yo creo que no podíamos haber encontrado mejor marco que este para realizar esta Reunión Ministerial.

Agradezco, por sobre todo, al Ministro Mercader el enorme esfuerzo que ha hecho para que esta reunión tuviera lugar en estos tiempos impropicios. Porque, como lo decíamos al comienzo de esta Reunión, nos estamos reuniendo todavía bajo el impacto enorme que han tenido los hechos terroristas en Estados Unidos, hechos sobre los cuales yo tengo entendido que esta Reunión se va a pronunciar.

Agradezco esta oportunidad de participar en esta Reunión de Ministros de Educación.

Gracias.