Discursos

EXCELENTÍSIMA MINISTRA DE RELACIONES EXTERIORES DEL ECUADOR, DOCTORA NINA PACARI
EN LA CLAUSURA DEL TRIGÉSIMO TERCER PERÍODO ORDINARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL

10 de junio de 2003 - Santiago, Chile


Señora Presidenta y distinguidos delegados:

Constituye para mí un privilegio dirigirme a este selecto auditorio que recoge el sentir hemisférico de la actual coyuntura que vive la Organización de Estados Americanos, dentro del especial contexto que afronta la Comunidad Internacional.

En este marco, constituye ciertamente para el Ecuador una trascendental responsabilidad tomar la posta como sede de la próxima Asamblea General del organismo regional a celebrarse en Quito siguiendo la Resolución 1687 (XXIX-0-99) de la Asamblea General, así como también la Resolución CP-RES- 820(1328-02) del Consejo Permanente adoptada en agosto del año pasado.

Para mi Gobierno constituye un honor ratificar la realización de este XXXIV Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General en su territorio y extender la más cordial y fraterna invitación a todos los distinguidos Cancilleres de América y el Caribe, así como a los hermanos países observadores, para que nos honren con su presencia.

Uno de los ejes centrales de la política exterior ecuatoriana impulsada por el Gobierno nacional ha sido y constituye la consolidación y afianzamiento de los derechos de los pueblos indígenas, elemento consustancial en la historia y formación étnica de nuestros pueblos indoamericanos.

Este proceso, que a nivel interno me ha sido particularmente honroso trabajar con las organizaciones indígenas en sus diversos estamentos y que ha ido cristalizándose a través de diversas normas hacia la comunidad internacional, constituyendo el foro más adecuado esta alta tribuna que tiene el sistema interamericano para proponer durante el próximo período de la Asamblea General de la OEA una Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Con esta perspectiva, el Ecuador reitera su tradicional hospitalidad para acoger a todos los países hermanos del continente en su suelo durante la XXXIV Reunión de la Asamblea Ordinaria de la Organización de Estados Americanos y, en una actitud pluralista y de identificación fraternal con los objetivos sustanciales que nos unen en el sistema interamericano, asegurar toda nuestra cooperación y trabajo para el éxito de la misma.