Discursos

CÉSAR GAVIRIA TRUJILLO, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
EN LA SEGUNDA REUNIÓN DEL COMITÉ DE EXPERTOS DEL MECANISMO DE SEGUIMIENTO DE LA CONVENCIÓN INTERAMERICANA CONTRA LA CORRUPCIÓN

20 de mayo de 2002 - Washington, DC


Constituye para mi un honor intervenir en esta segunda reunión del Comité de Expertos del Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención contra la Corrupción.

Permítanme comenzar felicitando a don Carlos Balsa, Representante del Uruguay, por su acertada elección como Presidente del Comité en un período de particular importancia para este órgano y para el Mecanismo de Seguimiento en general.

Esta reunión tiene que ver con uno de los mandatos que nos encargaron los Jefes de Estado y de Gobierno en Québec. Apenas un poco más de un año después de la Cumbre y de la Conferencia de los Estados Parte en Buenos Aires, podemos mostrar que el Mecanismo de Seguimiento no sólo es una realidad sino que, además, está avanzando en forma oportuna, acertada y eficaz. Como lo “reconoce con satisfacción” el proyecto de resolución que será considerado por nuestra Asamblea, el establecimiento de este Mecanismo es “una de las primeras iniciativas de la Tercera Cumbre de las Américas a la que se le ha dado cumplimiento efectivo en el marco de la OEA”.

Sin lugar a dudas, como lo expresaron los mandatarios en Québec, la corrupción amenaza los intereses vitales de nuestro hemisferio, menoscaba valores democráticos básicos y representa un desafío a la estabilidad política y el desarrollo económico. Por eso, este mecanismo de seguimiento constituye un instrumento de inmensa utilidad e importancia para que nos podamos ayudar mutuamente en el diagnóstico de las limitaciones que tenemos para hacerle frente, en forma eficaz y efectiva, a este problema. Y, sobre todo, para que, a partir de ese mejor conocimiento de nuestras dificultades, podamos fortalecer la cooperación hemisférica en la lucha contra ese enemigo de todos.

En la reunión anterior, tuve ocasión de referirme a algunos de los retos que, a mi juicio, aún tiene este Mecanismo para contribuir a la realización de estos propósitos. Permítanme recordar algunos de ellos.

El primer reto que tenemos es el de consolidar la credibilidad de este mecanismo. Los miembros de este Comité han sido llamados para analizar mutuamente los avances de los Estados en la implementación de la Convención. No se les ha asignado las funciones de un tribunal supranacional ni se les ha erigido en jueces o fiscales. Sin embargo, eso no quiere decir que sus análisis no deban ser rigurosos, independientes, objetivos, francos y realistas.

No se espera de ustedes un ejercicio de elogíos o congratulaciones recíprocas. Tampoco de recriminaciones o señalamientos. Sólo un esfuerzo serio, técnico y sistemático de análisis de los avances, pero también de las limitaciones y de los pasos específicos que aún es necesario dar. En el rigor, objetividad, independencia, solidez y franqueza de sus análisis, en buena parte, va a residir la credibilidad de sus trabajos.

El segundo reto que tenemos es el de mostrar la utilidad de un mecanismo como éste. Los análisis que ustedes van a realizar no son un fin en si mismos. Son apenas un instrumento. En ese sentido, sus labores no pueden terminar en una suerte de ejercicio burocrático y rutinario. Por el contrario, deben producir resultados concretos que nos permitan detectar los progresos alcanzados, identificar con precisión los desafíos todavía existentes y diseñar propuestas y programas específicos para enfrentarlos con éxito, en el ámbito nacional o en forma colectiva.

En este sentido, no sólo se espera que ustedes analicen la conformidad formal o aparente de las leyes o disposiciones con la Convención. De igual forma se espera que indaguen sobre su aplicación en casos concretos y sobre sus resultados, así como que analicen la eficacia y efectividad de ellas y de las instituciones, estructuras o instrumentos a que se acude para su implementación.

Y el tercer reto que tenemos es el de demostrar que la transparencia comienza por casa. En este sentido y sin desconocer el carácter eminentemente intergubernamental del Mecanismo, es necesario que los resultados de este esfuerzo de análisis sean conocidos por los ciudadanos y que la sociedad civil pueda contribuir en esta empresa.

Quisiera destacar que las decisiones adoptadas por el Comité en la primera reunión, sin lugar a dudas, crean las condiciones para responder adecuadamente a estos desafíos.

En primer lugar, el Reglamento y Normas de Procedimiento aprobado por ustedes constituye una muy buena carta de navegación para el análisis y seguimiento y el fortalecimiento de la cooperación que le corresponderá desarrollar a este Comité.

En segundo lugar, los análisis de la implementación en cada país de las disposiciones de la Convención escogidas por ustedes para la primera ronda, van a permitir mostrar la utilidad de este ejercicio tanto para el conocimiento de los avances realizados hasta ahora, como para la identificación de los pasos que aún debemos dar y en los que nos podemos cooperar mutuamente.

En tercer lugar, las disposiciones en cuanto a la difusión de información sobre sus actuaciones a través de Internet y otros medios, como en relación con la participación de la sociedad civil, sin lugar a dudas hacen de este el mecanismo internacional de seguimiento con el marco regulatorio más abierto a la publicidad de sus actuaciones y a las contribuciones de organizaciones de la sociedad civil. Este marco normativo, incluso, ya ha permitido que estas organizaciones hayan podido presentar sus propuestas y comentarios en relación con los proyectos de cuestionario y metodología de los cuales se van a ocupar el Comité en las sesiones que hoy comienzan.

En esta oportunidad, ustedes van a considerar y aprobar la metodología, el cuestionario y la estructura de los informes por país, así como a adoptar otras decisiones que marcarán formalmente el comienzo de la primera ronda de análisis. Estoy seguro que los resultados de esta reunión permitirán avanzar aún más en el proceso de consolidar la legitimidad, utilidad y transparencia de este ejercicio de análisis y cooperación mutuos.

Quisiera destacar también el carácter innovador y la gran utilidad que tiene el hecho de que el Comité, en cumplimiento de sus funciones, se ocupe de otros temas de interés colectivo en el marco de la Convención, con miras a fortalecer la cooperación en relación con ellos. En este sentido, me parece muy acertada la propuesta de que el Comité inicie ese proceso a través del análisis y deliberación en torno a los principios o reglas básicos que debieran regir la contratación pública en nuestros Estados con el fin de prevenir la corrupción.

Como lo expresa el documento que ha preparado la Secretaría para facilitar el comienzo de la consideración de este tema, la magnitud de los intereses económicos involucrados, su importancia para el desarrollo económico y social de los países y, lamentablemente también, la ocurrencia de prácticas corruptas en este campo, hacen que este sea un tema prioritario para que el Comité busque fortalecer la cooperación hemisférica en relación con el mismo, en el marco de nuestra Convención.

Señores Expertos y Delegados:

Hace apenas seis años, en momentos en que nadie consideraba que ello fuera posible, los países de las Américas abrieron camino al adoptar el primer tratado internacional contra la corrupción. Lo hicimos dentro del espíritu que hoy permea todo nuestro quehacer hemisférico: el de la cooperación y el fortalecimiento de la acción colectiva en temas de interés común.

Estoy seguro que el resultado de sus labores nos va a permitir continuar esa tradición de pioneros mediante la puesta en práctica de un mecanismo que se constituya en un instrumento eficaz y efectivo para fortalecer la cooperación entre nuestros Estados en el combate contra uno de los problemas que más afecta la legitimidad de nuestras democracias, el crecimiento económico y el desarrollo social de nuestros países.

Les deseo mucho éxito en sus trabajos.

Muchas gracias.