Discursos

LUIGI R. EINAUDI, SECRETARIO GENERAL ADJUNTO DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
EN LA REUNION INAUGURAL DEL FORO INTERPALAMENTARIO DE LAS AMERICAS (FIPA)

7 de marzo de 2001 - Ottawa, Canadá


Mr. Speaker of the Senate of Canada, the Honorable Dan Hays

Mr. Speaker of the House of Commons of Canada, the Honorable Peter Milliken

Mr. Deputy Prime Minister of Canada, the Honorable Herb Gray

Mr. Chair of the Inaugural Meeting of the Interparliamentary Forum of the Americas, Mr. Bill Graham

Honorable Representatives of the Congresses and Parliaments of the Americas,

Members of the Diplomatic Corps

Ladies and Gentlemen:



It is a great honor to share with you what we all hope will be a leap forward in the struggle for more transparent and participative decision-making in the Hemisphere.

I believe democracy among countries can sometimes be as critical as democracy within countries, and I salute you for symbolising both by coming together as elected representatives from throughout the Americas.

As a United States citizen, I always spoke English when representing United States, but last June in Windsor, Ontario, I was elected to serve all the countries of the Americas. As the majority speak Spanish, I ask the indulgence of the English speaking Caribbean, Brazil, Canada, Haiti, and of course the United States to complete these remarks in Spanish.



El Secretario General de la OEA, el Ex-Presidente de Colombia, Dr. César Gaviria, me ha solicitado expresar su personal agradecimiento,-- al que desde luego me sumo,--- al Gobierno y al Congreso de Canadá por el decidido empeño que han demostrado para que este Foro se haga realidad. Nuestro reconocimiento también a los miembros de los congresos de las Américas, aquí presentes, por haber acompañando este esfuerzo tan importante para la integración de las Américas y para el fortalecimiento de la democracia.

Señores legisladores:

En los últimos años hemos sido testigos de un proceso -sin precedentes- orientado a preservar, defender, consolidar y difundir los principios y atributos de la democracia representativa en los países americanos.

No obstante los significativos avances, todavía algunos países de nuestra región exhiben instituciones vulnerables y sistemas políticos con rasgos autoritarios, sin el suficiente equilibrio de poderes, con debilidades en cuanto a la necesaria participación ciudadana y con amplios sectores que ven frustradas sus expectativas de progreso económico.

Este contexto subraya que el fortalecimiento y consolidación de la democracia representativa requiere de un Poder Legislativo sólido, capaz de cumplir adecuadamente con sus funciones y competencias constitucionales: especialmente las de representar genuinamente a la ciudadanía, legislar rigurosamente y fiscalizar adecuadamente a los otros poderes del Estado. No existe una democracia verdadera sin un parlamento que goce de los atributos de legitimidad y eficacia.

Por eso, la creación de este Foro, representa un paso gigantesco en la noción de una América unida en la lucha por la defensa de los derechos ciudadanos y el logro de una mayor prosperidad, basada en una integración genuinamente democrática.

Este foro representa el inicio de la acción multilateral a nivel parlamentario en el tratamiento de los temas de la agenda hemisférica, y una excelente herramienta para la profundización de la cooperación interparlamentaria y el intercambio de experiencia en cuestiones de interés de los estados.

La OEA ha contribuido, especialmente en los últimos 10 años, a partir del fin de la guerra fría y del ingreso de Canadá como factor de equilibrio, a la concreción de significativos avances en materia de defensa y fortalecimiento de la democracia. Hemos trabajado para evitar que resurjan formas de militarismo y otros autoritarismos tradicionales, para asegurar elecciones periódicas y transparentes y para crear nuevos vínculos con la sociedad civil.

En 1994 logramos una convención contra la corrupción que fue pionera en el mundo. Hace un mes, los 34 países miembros han presentado sus primeros informes de evaluación de las políticas nacionales de drogas. Hoy, más allá de las múltiples reuniones ministeriales de educación, justicia, trabajo, comercio, desarrollo social, telecomunicaciones y ciencia y tecnología, estamos apoyando a los grupos de negociación en la creación de la Zona de Libre Comercio de las Américas.

En materia parlamentaria, la Unidad para la Promoción de la Democracia (UPD) ha venido desarrollando un Programa de Apoyo a las Instituciones Legislativas, a través del cual se ha colaborado con los congresos de varios países y también con instituciones regionales como el Parlamento Andino, la Comisión Parlamentaria Conjunta del MERCOSUR y el Parlamento Centroamericano, entre otros. Este Programa nos ha permitido trabajar temas fundamentales como: la relación con la sociedad civil, con los medios de comunicación, el control y fiscalización de los actos del poder ejecutivo, y la formulación y fiscalización del presupuesto.

Asimismo, la legislación modelo o la armonización legislativa es necesaria para dar respuestas adecuadas a las amenazas y desafíos comunes impuestos por la globalización. Y eso sí es factible. Quiero mencionar aquí un ejemplo concreto. Me refiero al liderazgo del Gobierno de México para negociar la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego. Inicialmente sectores de los Estados Unidos, mí país, se oponían por creerlo políticamente inviable. México negoció con América del Sur

y logró un texto con el Grupo de Río para después presentarlo en la OEA, donde consiguió el apoyo de los países del Caribe de CARICOM y finalmente los Estados Unidos de Norteamérica, alcanzando en este foro interamericano un consenso hemisférico en esta materia.

Señores parlamentarios:

El multilateralismo puede vencer los desequilibrios y las desconfianzas, pero es caro y lento. Por ello, necesitamos de vuestro apoyo para asegurar los recursos necesarios que permitan lograr la concertación requerida en los temas prioritarios de la agenda hemisférica.

Señores legisladores, señoras y señores:

La OEA es y será siempre vuestra casa y las puertas estarán abiertas para hacer eco de la voluntad de los pueblos de las Américas, y tenemos la certeza de contar con la capacidad para acompañar las decisiones que aquí se tomen. Estoy convencido que nuestra Unidad para la Promoción de la Democracia sabrá colaborar con ustedes con la eficacia y cariño que la caracterizan. Estoy igualmente convencido que la Cumbre de las Américas en Quebec a celebrarse en seis breves semanas ayudará en forma importante a forjar nuestro destino común.

Muchas gracias.