Discursos

CÉSAR GAVIRIA TRUJILLO, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
CEREMONIA DE APERTURA DE LA REUNIÓN DE ALTAS AUTORIDADES EN TELECOMUNICACIONES

25 de septiembre de 1996 - Washington, DC


Es para mí un honor estar con ustedes en el día de hoy, al iniciarse sus deliberaciones sobre un tema de fundamental importancia para el futuro de nuestro Hemisferio. No cabe duda que las telecomunicaciones constituyen un elemento fundamental de la era moderna. No obstante, cabe agregar que ahora que se avecina el nuevo milenio, se están convirtiendo, en forma acelerada, en un requisito previo para el bienestar de nuestros pueblos.

En los próximos días ustedes tendrán la singular oportunidad de dar forma al destino de las comunicaciones en nuestro Hemisferio. Pero al hacerlo también tendrán la oportunidad de crear perspectivas adicionales de una culminación exitosa del proceso de transformación encaminado hacia la integración de las Américas que hemos estado experimentando desde hace una o dos décadas.

La transformación a la que me estoy refiriendo no ha sido más evidente en ningún otro ámbito que en la Cumbre de las Américas, hace apenas dos años. En esa ocasión, 34 Jefes de Estado democráticamente electos se reunieron en Miami para identificar temas concretos con respecto a los cuales pudieran convenir en trabajar juntos. Más aún: el Plan de Acción elaborado por la Cumbre se centró en cuestiones que interesan directamente a cada uno de nuestros Estados miembros. Específicamente, los participantes asumieron en nombre de sus respectivos gobiernos, el compromiso de dedicar tiempo y recursos, así como los del sistema interamericano, para alcanzar resultados significativos en ocho grandes campos, que, como ustedes saben, son los siguientes:

Fortalecimiento del régimen democrático
Integración económica del Hemisferio
Defensa y protección de los derechos humanos
Seguridad hemisférica y lucha contra el narcotráfico
Lucha contra la corrupción y modernización del Estado
Protección del medio ambiente y promoción del desarrollo sostenible
Telecomunicaciones, y
Promoción de los valores culturales
La inclusión de las telecomunicaciones en la breve lista de objetivos cardinales del Hemisferio no es obra del azar. Sin la libre circulación de la información será más difícil alcanzar los objetivos de la Cumbre de las Américas. Y además se reducirá la capacidad de los gobiernos de atender eficazmente las necesidades de sus ciudadanos.

Piensen en ello. ¿Cómo llegan los productos a los consumidores? ¿De qué modo logran los candidatos comunicarse con los votantes? ¿Cómo se hallan soluciones para los problemas ambientales? ¿Cómo obtienen acceso los niños a la educación, y de qué medios se vale el saber médico para curar a los enfermos?

Al concluir el siglo XX, las comunicaciones y la información constituyen un componente clave de las respuestas a esas y a los muchos otros interrogantes apremiantes a los que debe enfrentarse cada uno de los países del Hemisferio. De hecho, la forma en que los pueblos de las Américas estén en condiciones de comunicarse definirá el futuro de las Américas.

La OEA comprende desde hace tiempo la importancia de este tema. Inclusive antes de la Cumbre de las Américas, la Organización ya estaba participando por varias vías. Por ejemplo, la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (CITEL), cuya labor goza de un sólido reconocimiento, ejecuta activamente varios programas encaminados a ayudar a los Estados miembros a elaborar y ampliar sus políticas nacionales. Permítanme destacar algunos de sus programas:

(1) La CITEL ha venido promoviendo la utilización de normas comunes en todos los países de las Américas, para la aplicación de nuevos sistemas y tecnologías de telecomunicaciones y para hacer posible la interoperabilidad de las redes dentro de nuestra región.

(2) Tras la Conferencia Regional de la UIT sobre el Desarrollo, realizada en Acapulco en 1992, la CITEL y la UIT pusieron en marcha en forma conjunta un proyecto que ha dado lugar a la publicación del Libro Azul sobre política de telecomunicaciones. Esa importante publicación sobre el tema se refiere a la experiencia de los Estados miembros en la materia y brinda recomendaciones a fin de que los países las consideren al avanzar hacia un entorno de mayor libertad en la esfera de las telecomunicaciones.

(3) En 1993, la CITEL estableció un grupo de trabajo en materia jurídica y puso en marcha un programa encaminado a difundir información sobre las diferencias existentes entre los procedimientos administrativos que aplican los distintos Estados miembros. Adicionalmente, cabe señalar que la composición y las atribuciones de ese grupo de trabajo se han ampliado como respuesta al Plan de Acción de la Cumbre de las Américas.

(4) Por último, la CITEL viene trabajando activamente desde 1992 para ayudar a los Estados miembros a prepararse para el amplio temario de las Conferencias Mundiales sobre Radiodifusión de la UIT. En las Conferencias Regionales y Mundiales de la UIT y en el Plan de Acción de la Cumbre de las Américas se ha reconocido el carácter de objetivo prioritario a la administración del Spectrum.

Desearía también que tuvieran en cuenta otro ejemplo de la participación de la OEA en ese campo. Me refiero a la Red Hemisférica Interuniversitaria de Información Científica y Tecnológica, conocida también como RedHUCyT. La OEA puso en marcha este proyecto en 1991 para que las universidades, bibliotecas, hospitales y entidades gubernamentales de toda nuestra región pudieran obtener un valioso acceso a las redes de información de otros sitios. Actualmente se reconoce en general que, en colaboración con instituciones nacionales y regionales, el proyecto de la "RedHUCyT" de la OEA cumple una función clave como medio de conexión de los Estados miembros con Internet.

A fin de respaldar esa labor, la OEA ha patrocinado varios seminarios y talleres en América Latina y el Caribe, para promover el conocimiento y la acumulación de experiencia sobre las redes de comunicaciones electrónicas. Hemos proporcionado equipos y asistencia técnica para el establecimiento de nodos y servicios clave. Más recientemente, hemos hecho posible el acceso de Paraguay, y RedHUCyT suministró en ese país una estación terrena para comunicaciones satelitarias.

Actualmente, todos los países de América Latina poseen plena conectividad con Internet, y cada uno de ellos tiene por lo menos acceso al correo electrónico gracias a todas esas actividades.

Mirando hacia el futuro, el reto consistirá en ampliar esas redes, dentro de las instituciones y también entre los diversos países, a fin de que muchas más personas posean acceso regular a esos recursos. Como ustedes saben, el Internet se está convirtiendo rápidamente en el medio de comunicaciones preferido para unir a nuestras diversas comunidades. Además se está convirtiendo en el mecanismo ideal para presentar ante el mundo el rico acervo de información de nuestra propia región.

La OEA, a través de RedHUCyt, seguirá buscando fuentes adicionales de financiamiento, a fin de que podamos trabajar colectivamente para hacer realidad el acceso universal a la información, y en definitiva para garantizar el que "los beneficios de la infraestructura de la información estén al alcance de todos los integrantes de nuestras sociedades", conforme a lo preceptuado por los Jefes de Estado.

Como pueden ver, la OEA procura enérgicamente desde hace bastante tiempo alcanzar esos importantes objetivos en la esfera de las telecomunicaciones. Ya ha logrado considerable éxito. En esencia, la Cumbre de las Américas ha reconocido esos programas al hacer aún más hincapié en la expansión de los esfuerzos de ese género.

Desde entonces, la CITEL ha emprendido dos nuevos programas adicionales que merecen reconocimiento. El primero ya ha dado como resultado la adopción de pautas para la realización de servicios que suponen la agregación de valor en los países miembros. Este es un claro indicio de que los países de la región están ingresando en el siglo XXI con la determinación de mantener en el próximo siglo una relación más estrecha que la que ha existido en el actual. El segundo programa suscitó un conjunto de pautas a través de las cuales se puso en marcha eficazmente el proceso de armonización de los sistemas de certificación de equipos en los países miembros.

Como es fácil percibir, mucho se ha trabajado. Pero como también saben, apenas si se ha arañado la superficie. Por lo tanto, estarán de acuerdo en que para lograr la plena integración económica a más tardar en el año 2005, y además alcanzar los objetivos de la Cumbre de las Américas, aún queda mucho por realizar.

El crecimiento explosivo de las telecomunicaciones y redes de información, así como el mayor interés que ellas despiertan en tantos participantes diferentes --desde pequeños proveedores de servicios hasta las compañías de telecomunicaciones gigantescas-- son indicios de la necesidad de garantizar un acceso universal a las telecomunicaciones modernas. Esta semana tienen ante sí la oportunidad de poner en movimiento programas que tendrán en cuenta todos esos diversos intereses y promover el establecimiento de regímenes regulatorios flexibles, a fin de que todos puedan participar en la creación de las tecnologías necesarias para hacer realidad la meta del acceso universal.

En la Conferencia Cumbre de Miami, los Jefes de Estado y de Gobierno nos exhortaron a "... promover las inversiones del sector privado a fin de incrementar la participación en los sectores de la infraestructura de las telecomunicaciones y la información; promover la competencia; aplicar regímenes regulatorios flexibles; fomentar la diversidad de contenido, incluida la diversidad lingüística y cultural...". Al hacerlo, los 34 dirigentes pusieron de manifiesto claramente que una moderna infraestructura de las telecomunicaciones y la información es un componente básico indispensable para el crecimiento económico de cualquier país, independientemente de su estado de desarrollo.

En esta importante ocasión, ustedes, las altas autoridades en telecomunicaciones de nuestro Hemisferio, tienen la posibilidad de proponer mecanismos mediante los cuales el sector de las telecomunicaciones puedan respaldar del mejor modo posible la labor que permita alcanzar nuestras metas colectivas. Las decisiones que adopten suscitarán repercusiones duraderas en los próximos años. Además, nos mostrarán de qué modo la supercarretera de la información conducirá a nuestros pueblos hacia el crecimiento económico en el futuro previsible. De ustedes depende construir esa carretera.

Señor Presidente,

Señores y señoras,

Tengo ahora el placer de declarar oficialmente inaugurada esta Reunión de Altas Autoridades en Telecomunicaciones.

Muchas Gracias.