Discursos

CÉSAR GAVIRIA TRUJILLO, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
EN LA REUNIÓN DE MINISTROS DE EDUCACIÓN DE LAS AMÉRICAS

26 de febrero de 1998 - Mérida


Señor Presidente,

Señores Ministros,

Quiero en primer lugar agradecer al Gobierno de México la invitación para dirigirme a los Ministros de Educación del Hemisferio, reunidos en esta histórica ciudad de Mérida, punto de referencia de la tradición Maya y del encuentro de las culturas que han forjado la nacionalidad mexicana

Estamos próximos a la II Cumbre de las Américas que nos ofrece una oportunidad excepcional de establecer los parámetros generales de una estrategia colectiva en un tema que nuestros países han decidido juegue un papel fundamental, dentro de los acuerdos a que van a llegar en el encuentro de los Jefes de Estado y de Gobierno, el de la educación.

La Organización de los Estados Americanos ha venido insistiendo en la importancia de llevar los temas esenciales de nuestra agenda al ámbito de las reuniones especializadas, a fin de que las de la preparación de las cumbres y el seguimiento de las decisiones de las Cumbres se de en los escenarios adecuados. Por eso celebra el que de manera extraordinaria se haya llevado a cabo esta reunión con miras a fortalecer los acuerdos a que se ha llegado, como a prever el marco institucional para llevarlo a buen termino. Para ese efecto, la OEA, a través del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI), les ofrece, en el futuro, el espacio político y el apoyo técnico a las reuniones ministeriales y de alto nivel, encargadas de formular políticas sectoriales e implementar acciones colectivas en los diversos temas de la Agenda Hemisférica.

Señores Ministros,

Hoy nos enfrentamos al enorme reto que representa el que nuestra educación no haya respondido al desafío generado por los nuevos modelos de desarrollo centrados en la competencia económica internacional y las demandas políticas, económicas, científico tecnológicas, sociales culturales y éticas que emergen en los 90s. Desafortunadamente los sistemas educativos no estan respondiendo bien a estos desafíos. Muchos analistas hablan de manera creciente de una separación radical entre los sistemas educativos de la región y sus necesidades de desarrollo. Apuntan a la baja calidad de la mayor parte de la educación publica, a su declinante rol en la promoción de la movilidad social, a la debilidad de la educación técnico vocacional a nivel de secundaria y de la proliferación de sistemas universitarios sobreexpandidos, caracterizados por muchos establecimientos de baja calidad. Es esa falta de respuesta la que ha llevado a que los presidentes y jefes de gobierno hayan decidido darle una tal prelación y prioridad.

De que seamos capaces de transformar nuestros sistemas educativos depende el que podamos formar ciudadanos autónomos, informados, eficientes, responsables y tolerantes que estén en capacidad de asumir una actitud critica frente a la información, que valoren la practica democrática, la solución pacifica de los conflictos y la búsqueda de consensos y, por lo tanto, puedan acceder a una calidad de vida que aseguren el desarrollo de las instituciones democráticas y la paz social. Depende, también el que esos ciudadanos adquieran el conocimiento, los valores y las habilidades que les permitan adaptar o crear innovaciones tecnológicas que les puedan asegurar un adecuado ingreso al mundo del trabajo y que nos permitan competir internacionalmente y asegurar una mayor igualdad en los ingresos; el que, además, adquieran la habilidad de razonar y la capacidad de aprender por su propia cuenta, es decir, la capacidad de formar personas inteligentes y productivas, en condiciones de analizar y elegir opciones, de argumentar sin usar la fuerza y de comprenderse a si mismo y a los demás. Ciudadanos así formados en vez de actuar con docilidad o conformismo serán capaces de respetar y valorizar la diversidad y evitar los brotes de violencia urbana y rural.

En la practica, para hacer de la educación el factor fundamental que debe permitir a nuestros países enfrentar los retos de la globalizacion es necesario, antes que nada, tomar conciencia de los graves problemas que afectan a la educación en las Américas. Para esto, necesitamos un diagnóstico descarnado, un diagnostico que permita entender los problemas en toda su complejidad, identificar las necesidades de investigación e información, y diseñar las políticas y los programas que contengan los remedios en la dosis adecuada.

Dentro de esta línea de pensamiento y, también, dentro del proceso de preparación de la Cumbre hemos tomado la iniciativa de realizar un estudio de base sobre la situación de la "Educación en las Américas: Calidad y Equidad en el Proceso de Globalizacion." El estudio, que fue objeto de un amplio debate publico en la sede de la OEA con la participación de especialistas del BID, Banco Mundial y otras agencias internacionales, fue enviado a los señores Ministros de Educación y esta ahora en proceso de edición y publicación.

El estudio presenta un diagnostico sobre los principales problemas que afectan el desempeño de los sistemas educativos de la Región; analiza las principales tendencias educativas en el contexto de los nuevos escenarios nacionales e internacionales, especialmente en el ámbito del proceso de Globalizacion que caracteriza la transición hacia el siglo XXI; e identifica algunas prioridades políticas y estrategias de acción en el campo de la educación en los países del Hemisferio

El estudio revela que, en el ámbito internacional, América Latina tiene una inmensa tarea por realizar, tanto en materia de educación como de desarrollo social. Una de las lecciones mas destacadas que hemos aprendido es que América Latina es la Región mas inequitativa del mundo en términos de ingreso y de acceso a los servicios educativos. La falta de equidad en la educación esta estrechamente asociada, también, con la falta de equidad en la sociedad como un todo. Según un informe reciente del Banco Mundial, por ejemplo, el papel de la educación marca la diferencia entre el Sud Este Asiático y América Latina, en términos de la relación crecimiento-distribución. La mala distribución de los ingresos tiene que ver mucho con la educación. A mas y mejor educación, mas y mejor distribución del ingreso nacional

Pero las diferencias que tenemos con los países asiáticos no se explican por que estos países asiáticos usen una mayor proporción de su producto a los gastos en educación En términos comparativos, sin embargo, estamos en considerable desventaja en muchas variables que miden el desempeño educativo. Y tales diferencias solo encuentran una explicación satisfactoria en relación con los logros deficientes de nuestros sistemas educativos. Los gobiernos han empleado sus recursos para expandir la educación secundaria y la superior, a tasas elevadas y con significativos aumentos de cobertura, en vez de asignar una mayor proporción de ellos para resolver los problemas en el ámbito primario.

Tampoco podría decirse que haya muy significativos problemas de cobertura en primaria donde la región ha logrado ofrecer el servicio de una manera casi universal, En cambio existen los problemas de calidad y equidad, a los cuales nos acabamos de referir, que no requieren solamente mayores recursos, sino de acciones que cambien los procesos que ocurren en las aulas de cada uno de los niveles del sistema educativo y la preparación para entrar a la primaria. La calidad de la educación que reciben la mayoría de los niños de América Latina y el Caribe es deficiente, particularmente en el caso de las escuelas publicas de sectores urbano marginales y rurales, donde se atiende a los niños de los sectores mas pobres de la región y donde la educación privada no puede llegar porque los ingresos económicos son bajos. La deficiencia se observa en los altos índices de repitencia y analfabetismo funcional.

Esto exige un cambio del rol del maestro, mas tiempo para aprender sistemáticamente y materiales que permitan generar situaciones de aprendizaje pertinentes o apropiadas. También implica que los recursos humanos mejor preparados y equitativamente distribuidos sean capaces de adaptarse a los cambios tecnológicos, y puedan reconocer y absorber nueva información y nuevos métodos. Deben estar preparados para trabajar en equipos que analizan y ponen en practica nuevas maneras de organizar funciones y tareas, mas que manejar conceptos memorizados y dominar destrezas especificas que se vuelven obsoletas

También existen problemas de calidad en la educación secundaria y universitaria. Estos problemas son, entre otros, el que se realice un bajo gasto gubernamental per capita; el que se destinan demasiados los recursos a plantas administrativas y pocos a la compra de libros y material didáctico, el que la centralización sea un obstáculo para el buen manejo de los planteles; los profesores, por ejemplo, son empleados por los gobiernos nacionales o estatales y no por las municipalidades o los planteles, y los directores de las escuelas publicas tienen pocas posibilidades de manejar sus establecimientos en forma efectiva mediante la definición de presupuestos, la adaptación de los insumos educativos a las condiciones locales y la selección de profesores; los profesores de todos los niveles educacionales estan mal formados y peor pagados; solo uno de cada cinco profesores universitarios tiene la formación doctoral para enseñar a ese nivel; por otra parte, mientras en las escuelas privadas se suele disponer de 1000 horas o 1200 para aprender en cada ano escolar, muchas escuelas publicas no ofrecen mas de 500 o 600 horas al año, a lo sumo 800.

Hay que tener presente que la descentralización por si misma tampoco parece ser suficiente para resolver los problemas administrativos existentes. Y esto se debe a que de una manera general puede decirse que aunque con algunas excepciones no existen sistemas centrales o locales de evaluación de resultados del sistema educativo, no se realizan tareas de seguimiento de las actividades locales exitosas, no se crean procedimientos para evaluar procesos que guíen experiencias valiosas de aprendizaje, no se focalizan acciones para disminuir las desigualdades y casi, sin excepción, no hay políticas de fomento a las innovaciones.

En las Américas tenemos experiencias exitosas de descentralización, de autonomía local de las comunidades y escuelas, de gestión democrática, de enseñanza participativa, de educación para el trabajo y para ciudadanía responsable, pero ellas no son utilizadas, de la manera sistemática que todos quisiéramos, para definir una política educativa de largo aliento. Los ministros usualmente se encuentran con ministerios de educación que han sido tradicionalmente estructuras institucionales débiles y encuentran igualmente grandes escollos institucionales para promover una política educativa que corrija todas estas deficiencias y reoriente con todo vigor las características de nuestros sistemas educativos. Es esa la compleja tarea y la enorme responsabilidad que tienen ustedes hoy sobre sus hombros.

Quisiera hacer unos comentarios sobre el tema del financiamiento para señalar que por lo menos de manera transitoria y mientras se le da un vuelco a la política educativa es conveniente aumentar la participación de la educación en el producto nacional, nuestro estudio habla del 8%. Hay que buscar y ensayar nuevas formulas que aumenten el nivel de financiamiento para extender la jornada escolar, la cobertura de la educación preescolar o la formación de nivel doctoral. Pero un tal planteamiento nunca debe entenderse en menoscabo de mejorar sustancialmente la eficiencia de la gestión educativa, la calidad de las políticas y los arreglos institucionales.

Señores Ministros,

Observamos con mucha satisfacción que en los últimos meses, en el ámbito de los esfuerzos de preparación de la II Cumbre de las Américas, los Ministerios de Educación han hecho un significativo esfuerzo colectivo en esa materia, bajo la coordinación de México, Chile y Argentina. La OEA ha prestado su concurso a ese esfuerzo hemisférico participando de todas las reuniones técnicas de los Ministerios de Educación en la preparación de la propuesta de Plan de Acción Hemisférico sobre Educación a ser considerado por los Jefes de Estado y de Gobierno en Santiago.

En ese contexto, muchos Ministros y Embajadores me preguntan sobre el papel que debe o puede desempeñar la OEA. Mas que responder que exactamente puede hacer la OEA yo diría que el sistema multilateral de instituciones tanto los Bancos como las del sistema de Naciones Unidas BID, Banco Mundial, UNESCO y otras agencias internacionales deben analizar conjuntamente esos temas, estudiar sus implicaciones practicas, establecer una división razonable del trabajo, coordinar sus esfuerzos con los Gobiernos del Hemisferio siguiendo los mandatos de los jefes de Estado y gobierno y las disposiciones de los ministros de educación. De alguna manera lo hemos hecho recientemente para los ministros de comercio y lo hemos estamos haciendo también en el área de desarrollo sostenible, aunque no son estos los únicos ejemplos.

La Secretaria General de la OEA está dispuesta a trabajaren ese contexto con los gobiernos y apoyar a las instituciones nacionales en aquello que la Organización sabe y puede hacer en el marco de sus posibilidades y sus ventajas comparativas. En ese sentido, la Organización, en coordinación con los bancos multilaterales y las instituciones del sistema de Naciones Unidas puede colaborar con los gobiernos en la preparación de diagnósticos, en la formulación de políticas y estrategias de cooperación y en el intercambio de experiencias y la difusión de conocimientos. Una segunda fase de trabajo al diseño de modelos que nos ayude a analizar la información disponible. También podríamos acometer comparaciones del desarrollo de la educación de una manera periódica y sistematizar las experiencias sobre las diversas estrategias para lograr acuerdos nacionales e identificar los procedimientos que han tenido éxito.

O mirado este tema desde un ángulo diferente hay que crear con una metodología homogénea una red de información que nos ayude a identificar en cada país, por ejemplo que aprenden los niños en la escuela, como es el problema de la reinserción y la repetición, cuales son los insumos que reciben las escuelas, hay que medir los procesos escolares y el rendimiento de los graduados de cada establecimiento educativo Se requiere evaluación, estadísticas, investigación para que los países las puedan incorporar en las políticas educativas

En cuanto al Plan de acción Hemisférico sobre educación que esta en ejecución en el marco del CIDI, contempla algunas de las líneas de acción a las que hemos hecho referencia, pero estamos a la espera de sus orientaciones para introducirle los correctivos que se adecuen a sus pautas y decisiones.

En ese espíritu será muy importante la próxima reunión de Ministros de Educación en Brasilia, a fines de julio de este año, que será convocada por la OEA en el marco del CIDI, cuya finalidad principal será la de formular un programa de seguimiento de los mandatos que en materia de educación aprueben los Presidentes en la Cumbre de Santiago.

La Secretaria General de la OEA podría apoyar la realización, en el mes de mayo, de una reunión técnica de programación de los proyectos estratégicos del plan de seguimiento que seria aprobado por los Ministros de Educación. De esa manera, en el marco de la preparación de la reunión de Brasil, podrían programarse los recursos de cooperación de la Cuenta Especial de Educación que estarán disponibles para los países en 1999 en el ámbito del CIDI.

Esos recursos no reembolsables, entre 1.5 y 2 millones de dólares, si bien no son cuantiosos, tienen importancia para implementar actividades de cooperación solidaria entre los países en materia de políticas educativas e intercambio de experiencias en torno a los acuerdos de la Cumbre de Santiago. Estos recursos serían la base inicial para estimular contribuciones complementarias, así como para articular otras fuentes de financiamiento.

Señores Ministros,

Estamos en un proceso de gran significado para el futuro de la cooperación educativa en las Américas. Estoy seguro que el actual proceso de consultas y concertación política y técnica pagara elevados dividendos para la educación en nuestros países. --. Nos colocamos a la disposición del Ministro Paulo Renato Souza para sumar esfuerzos en la preparacion de la próxima reunión de nivel ministerial.

Para finalizar quisiera poner énfasis de nuevo en que tenemos todos la responsabilidad de comprometer a todos los ciudadanos de las Américas a la vasta tarea de cambio educativo en la que se van a comprometer los presidentes y primeros ministros. Se trata de una tarea gigantesca en materia de formulación de políticas publicas y estrategias de acción educativa, que deben incorporar en sus cometidos a la sociedad en su integridad, pues si queremos resultados efectivos, necesitamos sumar la voluntad política y los esfuerzos de los gobiernos, los Congresos, los gobiernos regionales, necesitamos el concurso de los distintos actores del proceso de la educación profesores, académicos alumnos, sus padres, organizaciones gremiales del magisterio, sectores productivos, autoridades locales y la activa participación del resto la sociedad civil.

Confío que la contribución de la OEA y de su Secretaria General pueda ser útil a los países y relevante para sus pueblos en la hora de concretar los mandatos de la próxima Cumbre Presidencial.

Muchas gracias.