Comunicado de Prensa


EL PRESIDENTE DEL BANCO MUNDIAL PIDE EN LA OEA CONVERTIR LOS ACTUALES RETOS ECONÓMICOS EN OPORTUNIDADES

  9 de diciembre de 2008

El Presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, fue el orador principal invitado a la trigésimo primera edición de la Cátedra de las Américas de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Luego de una breve introducción por parte del Secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, Zoellick sostuvo un diálogo con el ex Secretario de Estado Adjunto de los Estados Unidos para Asuntos Interamericanos, Bernard Aronson, durante el cual presentó su visión de los varios desafíos que encara America Latina con relación a la crisis económica que actualmente enfrentan los mercados mundiales.

En el primer punto de su presentación, el titular del Banco Mundial recordó el difícil momento por el que atraviesa la economía internacional, describió la evolución de la crisis, así como su impacto inicial a nivel financiero, luego económico, adelantando lo que podría ocurrir posteriormente, a nivel del empleo.

Reconociendo varios de los avances, Robert Zoellick se refirió a las desigualdades en términos de desarrollo que existen en el hemisferio, anotando la necesidad de diferenciar por regiones, ya que algunos países están en mejor posición para enfrentar las alteraciones económicas que están por venir. En este sentido, expresó especial preocupación por los países del Caribe, en donde se espera que la disminución de las remesas y el turismo traiga consigo un gran impacto.

En este contexto, Zoellick hizo un llamado a los líderes del hemisferio a trabajar por convertir los actuales retos en oportunidades y a “hacer un esfuerzo por trabajar para continuar invirtiendo en las bases del crecimiento futuro”. Advirtió también que “si bien hay muchos países de la región que han fortalecido sus posiciones monetarias y su lucha contra la inflación; hay dos retos fundamentales que todavía deben asumirse y que ayudarían en un momento como este: el primero se refiere a temas estructurales, para que haya más flexibilidad y adaptabilidad en la economía para la competitividad; y el segundo es la inversión en el desarrollo social en temas como educación y salud básica”.

Igualmente el máximo ejecutivo del Banco Mundial explicó varias de las medidas que este organismo ha tomado para apoyar a los países en la actual crisis financiera. Entre ellos incluyó la flexibilización y ampliación de las políticas de préstamos para países de ingreso medio, la disminución de las tasas de préstamo, y la nueva política de la institución de brindar a cada país soluciones específicas que respondan a sus necesidades particulares.

Por otro lado, y en relación con la crisis financiera, Zoellick recomendó tomar las medidas necesarias para mantener y garantizar la sostenibilidad de la microempresa y no correr el riesgo de afectarla en un esfuerzo por defender el sistema financiero y crediticio. Instó a los Estados a proteger a los sectores más desfavorecidos y a las minorías; y a tomar medidas para no dejarlos fuera del sistema, ya que según su visión “los más pobres y más pequeños resultan siendo, tradicionalmente, los más afectados”.

Como “no muy esperanzadora” definió el presidente del Banco Mundial la perspectiva de posibles avances en los acuerdos de libre comercio pendientes entre Estados Unidos y otros países de la región. Al respecto comentó que en Estados Unidos “hay que ayudar a las personas a adaptarse al cambio; el gobierno debe y tiene la capacidad de crear programas de garantías salariales que ayudarían a resolver la ansiedad de los trabajadores”. Pero a pesar de esto, destacó que desde su punto de vista, la nueva administración estadounidense quiere empezar “con el pie derecho” las relaciones con los países del hemisferio.

La intervención de Zoellick finalizó con su planteamiento respecto a su visión sobre el futuro y duración de la crisis financiera. En este sentido, comentó que resulta difícil hacer un pronóstico, ya que hay muchos elementos todavía inciertos, y que el desarrollo de la crisis va a depender de las decisiones que se adopten a principios del 2009. “Algunos países han tomado medidas fiscales positivas para asegurar la liquidez, pero todavía hay una gran desconfianza en el mercado”, comentó, y reiteró la necesidad de tomar medidas fiscales más activas por parte de aquellos países que aún no lo han hecho.

Referencia: C-465/08