Comunicado de Prensa


PNUD y OEA presentan Segundo Informe sobre Democracia en América Latina

"Nuestra Democracia” analiza las deficiencias y debilidades que padecen las democracias latinoamericanas y sugiere priorizar la acción en la fiscalidad, la inclusión social y la seguridad pública

  12 de octubre de 2010

América Latina atraviesa el período más prolongado de regímenes democráticos y designación de autoridades mediante elecciones, e igualmente se observa en la región un orden sin precedentes en términos de finanzas, tasas de inflación y endeudamiento. Sin embargo también se advierte frustración ciudadana ante la enorme desigualdad de riqueza y poder, una débil participación popular en los asuntos públicos, persistente corrupción pública y privada, creciente inseguridad ciudadana y erosión del estado de derecho.

Estos son los aspectos principales del Segundo Informe sobre Democracia en América Latina, titulado “Nuestra Democracia” y elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de Estados Americanos (OEA) bajo la dirección del ex canciller argentino Dante Caputo, por parte de la OEA, y el ex Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas para Asuntos Económicos y Sociales, José Antonio Ocampo, por el PNUD.

“Nuestra Democracia” fue lanzado hoy en ciudad de México en el marco del Foro de la Democracia Latinoamericana en un panel en el que también participaron el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza; el Subsecretario General de la ONU y Director Regional de la Oficina del PNUD para América Latina y el Caribe, Heraldo Muñoz; y la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena.

En la presentación del informe, el Secretario General Insulza afirmó que “una de las particularidades del mismo es la referencia que hace al concepto de democracia de ciudadanía y su vínculo con la Carta Democrática Interamericana que en su artículo 1 dice que los pueblos de América tienen derecho a la democracia, y pone de relieve el tema de la democracia, no desde el punto de vista de quienes la regulan, de quienes la dirigen; sino de quienes son titulares de los beneficios que la democracia debe proporcionar”.

El Secretario General resaltó además que hoy por hoy el concepto de ciudadanía se ha ampliado, “hemos pasado a entender la ciudadanía como el derecho a elegir, a ser elegido y a concurrir en condiciones de igualdad ante la autoridad para incluir luego los derechos civiles y finalmente incluir lo que hemos llamado la ciudadanía social”.

El tema de la seguridad ciudadana, que está también muy presente en el informe, fue señalado por Insulza como un “retroceso de la democracia” en varios países de la región, e invitó a tratar la seguridad como “una política social -como lo son la educación, la salud y la vivienda- a la cual el ciudadano debe aspirar para poder ejercer los demás derechos que la sociedad le confiere”.

En palabras de Heraldo Muñoz, “América Latina sigue en búsqueda de su identidad democrática. Hay un problema de calidad en nuestras democracias. La democracia no sólo se caracteriza por el insustituible acto electoral, sino también por la forma en que se ejerce el poder y se logran mínimos efectivos de ciudadanía”.

El informe hace un llamado a trabajar en temas como la disminución de las desigualdades de ingreso, de género, y de etnia; a reevaluar la limitación a los privilegios y abusos del poder; y la informalización y falta de democratización del debate económico y social. “Este informe es un llamado a construir democracias sustentables en la región, donde el poder esté mejor y más simétricamente distribuido entre los ciudadanos, donde los derechos ciudadanos estén garantizados para todos”, agregó Muñoz.

El documento es resultado de un proceso de investigación, consultas y debates con actores de dieciocho países de la región, que realizaron una reflexión sobre el poder y los efectos de las desigualdades extremas en la práctica de la democracia. Incluye un análisis de las deficiencias y debilidades que padecen las democracias latinoamericanas y plantea priorizar la acción en tres áreas de política pública en busca de su fortalecimiento: la fiscalidad, la inclusión social y la seguridad pública.

El texto analiza, entre otros temas, la cuestión del poder: dónde se localiza, cuán distribuido o concentrado está, si se halla en manos de las instancias designadas democráticamente para ejercerlo o es ejercido desde las sombras por los llamados poderes fácticos. También examina las formas de acceso y las condiciones de permanencia en los cargos públicos; la representación de las mujeres y las minorías; y los mecanismos de toma de decisiones de gobiernos.

Con respecto a los déficits básicos que padecen las democracias, el Informe señala la crisis de representatividad, la debilidad de los controles y los contrapesos entre los poderes del Estado, y las insuficiencias referidas a la transparencia y rendición de cuentas. Finalmente, se refiere a uno de los problemas que, según los sondeos, más inquietan a la ciudadanía: los referidos a la inseguridad.

El informe en versión electrónica estará disponible en: http://www.nuestrademocracia.org



Para más información, visite la Web de la OEA en www.oas.org

Referencia: C-376/10