Comunicado de Prensa


Secretario General de la OEA recuerda golpe de Estado en Chile durante visita oficial a Roma

  11 de septiembre de 2013

El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, participó hoy en una ceremonia recordatoria del cuadragésimo aniversario del golpe de Estado en Chile, organizada en Roma por la Fundación “Italianaeuropei”, a la que fue invitado por el ex Primer Ministro italiano Massimo D’Alema, que preside dicha institución.

El Secretario General de la OEA señaló que el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 contra el gobierno encabezado por Salvador Allende ocurrió en el corazón del período más negro de la historia de América Latina, “lleno de dictaduras de seguridad nacional en el Cono Sur y guerras civiles en Centroamérica. Dentro de ese oscurantismo, la dictadura de Augusto Pinochet se destacó por su brutalidad arrogante”. Agregó que “Pinochet se convirtió en, y sigue siendo hoy, el rostro mas odioso de las dictaduras latinoamericanas”.

El Secretario General Insulza sostuvo que el golpe que encabezó el General Pinochet, destruyó la democracia en Chile e inició una sangrienta dictadura, que “a través de ejecuciones sumarias, desapariciones forzadas, torturas y encarcelaciones masivas, exilio de cientos de miles de perseguidos y supresión de todas las libertades y derechos ciudadanos, se convertiría en un símbolo de las violaciones de derechos humanos en el mundo”.

El máximo representante de la OEA sostuvo que “el bombardeo del Palacio de La Moneda; la muerte heroica del Presidente Allende y sus compañeros; los campos deportivos y barcos convertidos en lugares de prisión y tortura masiva; el exilio masivo; la actitud jactanciosa de los jefes militares, con vistosas capas y lentes oscuros; las torpes declaraciones que, además de intentar justificar los crímenes, pretendían elevarlos al carácter de ‘ejemplo para el mundo`, fueron presenciados de manera directa por millones y generaron un rechazo popular general y una amplísima solidaridad internacional, que los chilenos aún recordamos con gratitud”.

Durante la ceremonia recordatoria del quiebre institucional chileno, se leyó un mensaje del Presidente de Italia, Giorgio Napolitano, quien recordó que el “sangriento derrocamiento del orden Constitucional” en Chile, provocó una “reflexión en el mundo sobre los procesos de transformación de las estructuras económicas y sociales” y los riesgos para los acuerdos políticos y la institucionalidad democrática”. El Presidente Napolitano destacó la profunda solidaridad que el golpe de Estado de Pinochet provocó en su país con el pueblo chileno, y recordó la “profunda admiración” que despertó en sus compatriotas “la reconquista de la democracia en Chile y la sucesiva evolución de la vida política, económica y social” que tuvo lugar en el país sudamericano.

En su conferencia, el máximo representante de la OEA agradeció el saludo del mandatario italiano y afirmó que, al igual que otros países, Italia tuvo una actitud solidaria con los exiliados que huyeron del régimen militar. Recordó que la Embajada de Italia en Chile, protegió,“en medio de enormes dificultades y amenazas, a cientos de dirigentes y militantes chilenos, y la hostilidad del régimen hacia ella también se convirtió en un símbolo de coraje y solidaridad para el mundo”. Luego recordó que fue en Roma donde se instaló el primer centro de coordinación de la solidaridad internacional con el país sudamericano, “Chile Democrático”, en el cual él trabajó durante siete años, entre 1974 y 1981. Al hablar de sus años de exilio en Italia, donde nació uno de sus hijos, el Secretario General rememoró la solidaridad del pueblo italiano: “sentí esa solidaridad de manera viva, cuando recorríamos los sindicatos, las comunas, los pueblos, las asociaciones, en decenas de actos y reuniones”, dijo.

En su reflexión, Insulza aseguró que el golpe de Estado en Chile provocó en el mundo, y sobre todo en Europa, un análisis profundo acerca de por qué se había producido y cuáles eran las lecciones que podían sacarse del quiebre brutal de la experiencia de la vía democrática al socialismo. “Aunque el debate se produjo en muchos países y tuvo muchas voces, no cabe duda que el que se produjo en Italia tuvo una importancia capital, pero ello no fue solamente porque rápidamente se sacaron de lo ocurrido en Chile lecciones útiles para la política italiana, sino también porque esas reflexiones influyeron poderosamente en nuestro pensamiento”, afirmó.

Según el Secretario General Insulza, el debate de los años de exilio contribuyó en su país a la creación de la Concertación de Partidos por la Democracia, que condujo a la victoria en el plebiscito del 5 de octubre de 1988 que puso fin a la dictadura de Pinochet, y que gobernó a Chile por veinte años. “Fue la expresión de la confluencia histórica de fuerzas socialistas y cristianas, que habían estado enfrentadas en 1973 y que fueron capaces de forjar ahora una alianza y una mayoría que aún perdura”, dijo. “La renovación del socialismo chileno, la unidad completa de las muchas fuerzas de esa orientación que existían dispersas en Chile y su pleno acuerdo con la Democracia chilena fueron producto de una profunda reflexión crítica y autocrítica de años; y estuvieron poderosamente influidas por las claves del debate italiano, que Enrico Berlinguer primero, y los comunistas y socialistas italianos después, promovieron a partir de 1973”, expresó.

En el tramo final de su discurso, el máximo representante de la OEA sostuvo que “hoy todo eso ha quedado en el pasado”, y dijo que en la actualidad la inquietud de los chilenos se orienta a nuevos e importantes objetivos. “Los tiempos y las exigencias de la sociedad han cambiado, porque nosotros los hicimos cambiar. Es el sino del progresismo no estar nunca satisfecho con lo logrado, sino buscar el mejoramiento permanente de su democracia y su sociedad”, aseveró.

“Seguimos queriendo cambiar nuestra sociedad con más democracia, los jóvenes que exigen más libertad, mejor educación, más posibilidades de trabajo, reducción efectiva de la desigualdad, mejores formas de organización política, son parte del movimiento democrático y toman el lugar que forjamos con nuestro esfuerzo y con vuestra solidaridad”, dijo el Secretario General Insulza, quien culminó su intervención recordando los lazos que unen a Italia con Chile: “No ha cambiado, tampoco, esa cercanía emocional y política que unió a chilenos e italianos a partir del 11 de Septiembre de 1973. Por ella, una vez mas les agradezco esta invitación y espero que podamos seguir recorriendo juntos los caminos de la democracia y la libertad, para bien de nuestro pueblos”.

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Para más información, visite la Web de la OEA en www.oas.org.

Referencia: C-336/13