Comunicado de Prensa


Secretario General de la OEA llama a acordar un plan de acción regional para afrontar “el drama humanitario de los menores migrantes”

  16 de julio de 2014

El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, llamó hoy a los Países Miembros a coordinar un Plan de Acción Regional que unifique las políticas de los gobiernos del continente para afrontar “el drama humanitario” de los niños migrantes, en referencia a los casi 50.000 detenidos en el primer semestre de 2014 por las autoridades de Estados Unidos.

El máximo representante de la OEA hizo tal planteamiento en su discurso de apertura de la Conferencia Internacional sobre Migración, Niñez y Familia que se realiza en Tegucigalpa y en cuya inauguración estuvo presente el Presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández. El Secretario General Insulza señaló también que a los niños, en su mayoría procedentes de Centroamérica, se les debe brindar “condiciones de protección idóneas para su edad, junto con la búsqueda de soluciones integrales al problema que generó su actual condición”.

Insulza puso énfasis en la necesidad de tratar el tema de la migración infantil, con especial respeto de los derechos de los menores. Recordó que “de manera reiterada, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha sostenido que ningún ser humano es ilegal y que toda persona tiene derecho a migrar y a solicitar y recibir asilo”. Apuntó que en este orden de ideas “para la CIDH y otros organismos internacionales como el ACNUR resulta sumamente preocupante que esta “grave situación humanitaria” no se esté abordando desde un enfoque de derechos humanos y de protección de la niñez, lo cual implicaría que la consideración inicial fuese garantizar el acceso a estos niños a procedimientos para la determinación de la condición de refugiados, en vez de verlos como migrantes “ilegales”, respecto de quienes las principales medidas que se prevén son la detención migratoria y la deportación a sus países de origen”.

Siempre en esta perspectiva, el Secretario General Insulza insistió en su crítica a los sectores que tratan el problema desde un punto de vista casi exclusivamente de seguridad nacional que tipifica a los niños como “migrantes ilegales”, en lugar de visualizar el fenómeno como una crisis humanitaria. Apuntó que, de acuerdo a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), “es probable que más del 50 por ciento de los menores califique como refugiados”, y reiteró que para la CIDH “ningún ser humano es ilegal”. Igualmente, rechazó la falta de debido proceso y los obstáculos que tienen los abogados y representantes de ONGs para asistir a los menores en los centros de detención, tal como ya reflejó la CIDH hace casi cuatro años en su “Informe sobre Inmigración en Estados Unidos: Detenciones y Debido Proceso”.

En este contexto, el máximo representante de la OEA advirtió que “es esencial que la discusión y sobre todo la terminología cambie para evitar que estos niños sean víctimas de agresiones y acciones xenofóbicas y discriminatorias y puedan acceder a mecanismos de protección”.

Siguiendo esta línea de reflexión, el Secretario General Insulza puso a disposición de los Estados de la región los mecanismos de protección y los espacios de diálogo de la Organización para la búsqueda conjunta de soluciones integrales a la actual crisis, así como para abordar posibles acciones preventivas a largo plazo. Insistió, además, en la necesidad de generar “un plan de acción regional que permita coordinar acciones entre todos los países que son protagonistas del fenómeno migratorio en nuestro continente. Lo hago subrayando la urgencia de abordar de manera conjunta –todos los Estados involucrados, organizaciones internacionales, organizaciones de la sociedad civil y sector privado – las posibles estrategias para superar las condiciones que están agudizando este proceso en los países de origen”.

El Secretario General de la OEA se refirió también a las razones que mueven a los menores de edad de los países centroamericanos, a emprender la migración, señalando entre estas la pobreza y la violencia, pero centró su intervención en las condiciones del fenómeno en desarrollo y en los posibles caminos para su solución. Indicó que si bien el tema migratorio no es nuevo en la región, y siempre ha sido abordado de manera unilateral, “la preocupación se ha visto agudizada en el período reciente por la situación humanitaria que hoy viven decenas de miles de niños, niñas y adolescentes no acompañados que cruzan la frontera sur de Estados Unidos”. Según datos divulgados recientemente por el gobierno de Estados Unidos, en los primeros seis meses de 2014 fueron detenidos 47.017 menores por agentes de la Patrulla Fronteriza, señaló el Secretario General de la OEA. De acuerdo a estos datos, el 29 por ciento de los menores detenidos son hondureños, el 24 por ciento son guatemaltecos, el 23 por ciento son salvadoreños y el 22 por ciento son mexicanos; la mayoría tienen entre 14 y 17 años de edad y un 40 por ciento son niñas.

“El análisis de las regiones y comunidades de origen de los niños detenidos en la frontera y las razones para emprender la migración solos, varían: la mayor parte de los niños guatemaltecos provienen de áreas rurales, con altos índices de pobreza, y declaran que emigran en búsqueda de mejores condiciones de vida, mientras que los salvadoreños y hondureños provienen de regiones extremadamente violentas, y perciben que el riesgo de quedarse es mayor que el de emigrar”, afirmó.

Por su parte, el Presidente Hernández sostuvo que el “drama de los menores migrantes exige un cambio radical en el enfoque”. El problema no es nuevo, afirmó, pero recientemente ha alcanzado unas dimensiones que lo hacen “diferente por el drama y por el fenómeno colectivo que encarna”, y citó como ejemplo que según el gobierno estadounidense, entre junio de 2013 y junio de 2014 se incrementó aproximadamente en un 1.670 por ciento el ingreso de menores hondureños no acompañados. La mayoría de ellos, agregó, proceden de las regiones más afectadas por el narcotráfico, donde hay mayor violencia y criminalidad. “Somos conscientes de que la pobreza y la escasez de desarrollo y oportunidades son una constante en estas mismas áreas”, agregó.

En la misma línea del Secretario General Insulza, el Presidente de Honduras aseguró que “este fenómeno requiere que todos nosotros pensemos y actuemos de manera diferente y con mayores niveles de coordinación entre nuestros países”. El primer mandatario hondureño hizo especial hincapié en que los países centroamericanos no pueden afrontar el problema de manera aislada, porque no están capacitados para enfrentar a las bandas del crimen internacional que lucran con este problema. “Esto significa que no se lograrán contener con efectividad los flujos de salida de migrantes en el mediano plazo, continuará la verdadera odisea del tránsito con los abusos y torturas que sufren en el camino, se mantendrá la crisis que se produce en el ingreso masivo a Estados Unidos, y las dificultades para la acogida de los deportados”, afirmó. “Estos cuatro componentes del fenómeno representan una crisis de dimensiones mayores, y en conjunto una verdadera crisis humanitaria sin precedentes”, agregó.

El Presidente Hernández puso como ejemplo de trabajo conjunto para resolver una crisis de responsabilidad compartida el “Plan Colombia” que Estados Unidos elaboró contra el narcotráfico y el crimen organizado en el país sudamericano a principios de la década pasada. “Allí se trabajó en conjunto, se asumió la co-responsabilidad entre quienes producen la demanda de la droga en el norte y entre quienes la producen al sur y fue efectivo. Ahora bien, estos resultados, han producido el desplazamiento de las bandas del crimen organizado a los países del triángulo del norte de Centroamérica”, dijo en alusión a El Salvador, Guatemala y Honduras. “Esto ha disparado los flujos migratorios”, añadió.

El Presidente Hernández dijo que su gobierno “ha puesto en funcionamiento un ambicioso programa” para afrontar el problema, pero indicó que es necesario hacer “un enérgico llamado” para que los gobernantes de los países de la región, especialmente su país, México, El Salvador, Guatemala y Estados Unidos, “tomemos en el cortísimo plazo las inevitables decisiones políticas necesarias para abordar y resolver este problema de inmediato, y afrontar la raíz del problema, porque con parches no vamos a resolver nada”. Es necesario “aceptar la responsabilidad compartida”, concluyó.

En la Conferencia también participan, entre otros, los ministros de Relaciones Exteriores de El Salvador, Hugo Martínez, y Guatemala, Luis Fernando Carrera; la directora de Relaciones Exteriores de México, Socorro Flores; el subsecretario adjunto principal del Departamento de Estado de Estados Unidos, Simón Henshaw; la representante del Secretario General de las Naciones Unidas Consuelo Vidal; la representante de UNICEF Susana Bissel; y el director para Centroamérica, Cuba y México de ACNUR, Fernando Protti-Alvarado.

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Para más información, visite la Web de la OEA en www.oas.org

Referencia: C-302/14