Comunicado de Prensa


EL DÉFICIT DE GOBERNABILIDAD ES EL PRINCIPAL DESAFÍO QUE DEBE SUPERAR AMÉRICA LATINA

  21 de junio de 2007

El déficit de gobernabilidad que afecta aún a la mayoría de las democracias de la región es el principal problema que América Latina y el Caribe deben superar para lograr incorporarse plenamente a los escenarios político-económicos mundiales de manera protagónica e integral, aseguró el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza , durante su intervención en la Conferencia de Montreal, que se desarrolla en estos días en esta ciudad canadiense.

Bajo el lema “Triunfar en un mundo incierto - De la evaluación del riesgo a la decisión estratégica”, el Foro Económico Internacional de las Américas reune en una Conferencia a gente de negocios e inversionistas, así como a dirigentes políticos y líderes sociales para reflexionar sobre los grandes desafíos económicos de la actualidad.

En este encuentro, el titular del organismo hemisférico manifestó que la región enfrenta cuatro retos históricos: la necesidad de promover un crecimiento económico sostenido, la superación de los actuales niveles de desigualdad social, la reducción de los crecientes índices de la actividad delictual, y una mejora sustantiva en la gobernabilidad de los procesos políticos.

“Para ser completamente honesto con esta exposición, debo decir que creo que nuestro problema más importante es el déficit de gobernabilidad que afecta aún a la mayoría de nuestras democracias”, sostuvo Insulza.

Según explicó, este principio requiere que los Estados y las sociedades desarrollen algunas capacidades, entre las que se destaca el reconocimiento de las minorías y la necesidad del consenso. “Reconozco que ésa es un área en la que a veces nuestros gobiernos muestran debilidades y esas debilidades quizá sean las que más poderosamente alimenten visiones pesimistas sobre nuestra región”, apuntó.

El Secretario General Insulza agregó que para ser eficaz en su cometido, un gobierno electo democráticamente debe tener el poder y las condiciones de gobernar de manera efectiva en su país. “Muchos de los países de América Latina y el Caribe, sin embargo, no están en condiciones de exhibir instituciones formalmente capaces de sacar adelante sus propias políticas, debido a la ineficiencia de esas instituciones, a que están demasiado politizadas o simplemente porque no son respetadas”.

Insulza sostuvo su planteamiento argumentando que la gobernabilidad tiene un impacto directo sobre la realidad económica. “Nuestros socios económicos tienen derecho de exigirnos garantías de estabilidad. Admito que el clima de incertidumbre que, respecto de las políticas económicas y públicas, se crea a veces en nuestros países, no contribuye a garantizar esa estabilidad. Sabemos que si quienes pueden invertir en nuestra región, en emprendimientos de largo plazo, sienten que su inversión puede ser amenazada por cambios en las reglas de juego o por la corrupción o la delincuencia, ciertamente no lo harán”, puntualizó.

A pesar de la existencia de escenarios políticos relacionados con una sensible debilidad institucional, el máximo representante de la OEA refirió que existen adelantos notables que emiten señales positivas a los inversores y a los mercados.

“Es mucho lo que hemos avanzado. América Latina crece y lo hace en democracia. Existe la voluntad mayoritariamente manifestada por gobernantes y organizaciones políticas, de evolucionar en el sentido correcto, y la prueba de ello es que en todas las últimas elecciones presidenciales habidas en la región se tuvo la certeza de que cualquiera fuese su resultado no se modificaría la política económica del país correspondiente”, explicó.

En un mensaje final dirigido a los hombres de negocios e inversores presentes en el mencionado evento, José Miguel Insulza instó a los países de la región a superar los desafíos existentes mediante una relación más intensa, comercial y financiera con sus socios económicos, mientras que a éstos los exhortó a “que miren menos nuestra actual fragilidad institucional y más nuestra decisión de superarla”.

Referencia: C-150/07