Comunicado de Prensa


PRESIDENTE DE COLOMBIA PIDE AL SECRETARIO GENERAL DE LA OEA COORDINAR ESFUERZOS PARA CREAR UN INSTRUMENTO INTERAMERICANO CONTRA LA DROGA

  16 de marzo de 2007

INSULZA DESTACA IMPORTANCIA DE COOPERACIÓN PARA COMBATIR EL NARCOTRAFICO

El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, destacó hoy la importancia de la cooperación internacional y del trabajo coordinado entre los países, para hacer frente al flagelo del narcotráfico, la pobreza y los desafíos de la seguridad, que obstaculizan y lesionan el desarrollo de los países del hemisferio. Insulza afirmó lo anterior al intervenir en la Cumbre Regional sobre Drogas, Seguridad y Cooperación que tiene lugar en República Dominicana, y a la que asisten los Presidentes de Colombia, Álvaro Uribe; Haití, René Préval; y el Primer Ministro de Trinidad y Tobago, Patrick Manning, en representación de la Comunidad del Caribe (CARICOM).

El Presidente Uribe, en su intervención en la cumbre, pidió al Secretario General de la OEA liderar el trabajo de coordinación de los esfuerzos de los países del hemisferio en la lucha contra la droga, mediante la creación de un instrumento basado en los lineamientos de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (Convención de Palermo).

Inaugurada por el Presidente dominicano, Leonel Fernández, la cita en Santo Domingo es la primera de este tipo que reúne a Jefes de Estado de la región para tratar el fenómeno creciente del narcotráfico y los subsecuentes problemas de seguridad. En esta cita, a la que también asisten organismos internacionales de Europa y América, se percibió la coincidencia entre los mandatarios y principales invitados, como el Secretario General de la OEA, en cuanto a la necesidad de adoptar urgentes medidas y diseñar líneas de acción para hacer frente a estas materias de manera conjunta y coordinada, con el fin de apoyar a los países mas vulnerables de la región.

Luego de resaltar como hechos positivos los buenos índices económicos y el fortalecimiento democrático del continente, Insulza dijo que “tenemos la obligación de enfrentar el fenómeno con prudencia, pues existen situaciones que podrían desafiar e incluso atentar contra la bonanza económica y la estabilidad democrática; y entre esos desafíos figura, lamentablemente, la amenaza a la seguridad”.

Sostuvo que la OEA “ha comprendido que es necesario un esfuerzo colectivo y coordinado para avanzar decididamente en la superación de estas amenazas; de ahí, nuestros esfuerzos por generar iniciativas e instrumentos preventivos para el conjunto del hemisferio, con especial atención a los países mas vulnerables”. En directa mención al narcotráfico, manifestó que “cuando el problema de la droga se agrava, ya sea por su magnitud o por el cambio de patrones que hacen más difícil su contención, es imprescindible que la sociedad internacional actúe y se coordine para controlar su impacto nocivo”.

Insulza hizo referencia a la situación de Haití y la República Dominicana, países que están en la ruta del narcotráfico y que deben sufrir las consecuencias sociales de este delito. “Somos concientes de la magnitud del problema”, dijo, “sabemos que en estas tierras se descargan embarques aéreos o marítimos de drogas; sabemos que las rutas empleadas provienen de Colombia, mas recientemente de Venezuela y otros países del Caribe; y sabemos que no solamente Estados Unidos es el punto final de ese tráfico, sino que hasta el 50 por ciento de la droga en tránsito en la isla, parte rumbo a Europa".

En términos de seguridad multidimensional, dijo, “nuestra región es una de las más castigadas en este terreno; en ella existen vastos sectores enormemente vulnerables cuya inseguridad radica en que no tienen capacidad para enfrentar el narcotráfico, la delincuencia urbana, las pandillas, el crimen transnacional organizado, además de las catástrofes naturales y las pandemias”. Todo esto, sostuvo Insulza, configura una nueva situación que constituye un desafió a enfrentar.

En este sentido, Insulza comprometió el apoyo técnico de la OEA y de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), en los planos de la asistencia jurídica, de capacitación de personal, y de equipamiento de las unidades que trabajen en estos planes. Advirtió, sin embargo, que para el éxito de cualquier intento, se requiere un mayor esfuerzo de los países presentes en la reunión, al menos en tres áreas: cooperación en la inteligencia para detectar rutas de la droga; cooperación en la interdicción; y cooperación en la provisión de los recursos para poner en marcha programas antidrogas en los países del área.

“Enfrentamos un adversario transnacional rico, moderno y poderos; controlarlo y derrotarlo no es tarea de países pequeños que han tenido la desgracia de ser utilizados como lugar de tránsito. Los grandes mercados donde va la droga con su acción destructora, deben realizar también un aporte mayor", enfatizó el titular de la OEA.

En la reunión de Santo Domingo también estuvo presente el Secretario General Adjunto de la OEA, Embajador Albert R. Ramdin.

Referencia: C-080/07