Comunicado de Prensa


Entidades multilaterales coordinan respuesta al impacto regional del COVID-19 a nivel del Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres

  5 de abril de 2020

Los líderes de los organismos que forman el Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres (GTCC) coincidieron el viernes 3 de abril en la necesidad de coordinar esfuerzos para dar apoyo en los ámbitos de preparación, mitigación y recuperación de la crisis, en una videoconferencia convocada por el Presidente del Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres (GTCC), el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, para discutir respuestas coordinadas y conjuntas a la Pandemia de COVID-19. Las instituciones reunidas también coincidieron en que el multilateralismo y la cooperación internacional son hoy esenciales para enfrentar la crisis.

Las organizaciones multilaterales reconocieron los esfuerzos de OPS en garantizar la información en tiempo real a los países y la coordinación eficiente de las operaciones de respuesta nacionales y regionales.

OPS continúa trabajando para limitar el contagio de persona a persona, incluida la reducción de infecciones secundarias entre contactos cercanos y trabajadores de la salud, así como la prevención de eventos que lleven a la expansión de las transmisiones del COVID-19.

OPS reiteró la necesidad de identificar, aislar y atender a los pacientes de manera temprana, con atención optimizada para pacientes infectados. Es absolutamente relevante comunicar la información crítica sobre riesgos y eventos a todas las comunidades y contrarrestar cualquier información errónea.

OPS hizo notar que, en ausencia de suficientes pruebas de RT-PCR, muchos países ahora están utilizando o comprando otro tipo de kits de laboratorio, incluidos los kits de prueba rápida. En general, estas pruebas rápidas pueden servir para detectar COVID-19, pero no deben usarse para descartar casos. La grave escasez de EPP (Equipos de Protección Personal) está poniendo en riesgo a un mayor número de trabajadores de la salud, especialmente en países con sistemas de salud más débiles y aquellos con un alto aumento de casos.

Otro gran desafío es la muy baja disponibilidad de equipos respiratorios para tratar pacientes graves y críticos y la falta de profesionales de la salud en algunos países. Las restricciones de viaje internacional están afectando la entrega de medicamentos para tratar el COVID-19 y otras enfermedades, kits de laboratorio, EPP, vacunas y otros suministros.

La crisis provocada por la pandemia tendrá consecuencias económicas y sociales graves para la región, por lo que es necesario contar con una estrategia inclusiva de modo de poder ser más proactivos en el apoyo a los países.

Se ven como problemas claves los efectos económicos de la interrupción de cadenas de valor en los países latinoamericanos, la contracción del comercio internacional y la caída del turismo en el Caribe. Teniendo en cuenta ese contexto se deben buscar fuentes de apoyo para proteger el empleo y el ingreso, evitar la quiebra de MIPYMES (Micro, Pequeña y Medianas Empresas), así como atender las necesidades de la población en situación de pobreza, que en su mayoría no tiene cobertura de salud. Se solicitó llevar una voz regional en conjunto ante el G20 y pedir que se tengan en cuenta también a los países de renta media a la hora de flexibilizar los préstamos.

Los países del Caribe, a pesar de que la mayoría de ellos están clasificados como de renta media, tienen especiales vulnerabilidades: la presión de la deuda externa y la recurrencia de desastres naturales. Es absolutamente imprescindible que tengan alivio financiero para hacer frente a los efectos de la pandemia del COVID-19.

Se advirtió que será necesario contar con un paquete financiero que pueda asistir a los países a enfrentar la crisis y que es importante que la región tenga unidad al respecto para impulsar este planteo.

La situación de la mujer fue especialmente considerada por las organizaciones multilaterales reunidas, dado que las mismas se ven múltiplemente afectadas y son extremadamente vulnerables ante esta crisis, en primer lugar porque constituyen la mayoría de los empleos del sector salud y, por lo tanto, son en gran parte heroínas porque día a día enfrentan a la pandemia del COVID-19 y están más expuestas. Sus niveles de empleos han sido severamente afectados porque son también la mayoría de la fuerza de trabajo en los sectores más gravemente afectados, sus emprendimientos en MIPYMES van a ser seriamente golpeados por la crisis y se ha multiplicado la tensión psicológica, el estrés y la violencia contra la mujer debido a las necesidades sanitarias de cuarentena en el hogar. Son necesarias medidas afirmativas de apoyo.

La situación de los migrantes también fue analizada, ya que se encuentran entre los sectores más vulnerables, porque son los primeros en quedar desempleados y los centros de refugio en general no cuentan con la estructura adecuada para prevenir el contagio del COVID-19.

Se sugirió la elaboración de protocolos regionales para permitir el paso a productos agrícolas y medidas que permitan estimular el comercio intrarregional. Es necesario poner especial énfasis en la seguridad alimentaria a los efectos de evitar desabastecimientos, aumento de precios y casos de violencia social.

Específicamente, los organismos multilaterales mencionaron la puesta en marcha o la necesidad de hacerlo, entre otras, medidas de:

• Apoyo a emergencia
• Fortalecimiento de los sistemas sanitarios
• Mitigación de los efectos económicos
• Flexibilización del uso de recursos financieros
• Apoyo a las MIPYMES y protección al empleo y el ingreso
• Apoyo a las poblaciones que se encuentran desproporcionalmente afectadas por la crisis, incluyendo mujeres empleadas en sectores más afectados y la población migrante
• Apoyo a los países del Caribe, que se verán doblemente afectados, así como a los países de ingreso bajo e ingreso medio altamente endeudados.

Las instituciones coincidieron en que la crisis generada por el COVID-19 obliga a fortalecer el multilateralismo en la región, por cuanto hoy más que nunca se requieren esfuerzos globales para atender una situación que desborda las capacidades individuales de los Estados Miembros de la región.

Las organizaciones pertenecientes al GTCC destacaron la necesidad de flexibilizar la utilización de los recursos financieros en el corto plazo en la región, de una solidaridad regional y se comprometieron a continuar con los esfuerzos de coordinación para fortalecer las capacidades de respuesta a nivel nacional y regional que permitan atender las múltiples dimensiones de la crisis. La respuesta a la crisis del COVID-19 de las organizaciones representadas puede encontrarse en el siguiente documento, que irá actualizándose aquí.

La información presentada por las entidades durante el encuentro revela un panorama global de los impactos sin precedentes de esta crisis y permite identificar las medidas adoptadas en los últimos días en aspectos de salud pública, así como en el ámbito socioeconómico de la región. Las medidas de distanciamiento social adoptadas por los Gobiernos de la región tendrán un efecto económico negativo, lo que agravará vulnerabilidades existentes en las poblaciones más pobres de la región.

Los miembros del GTCC acordaron reunirse periódicamente de modo de asegurar una coordinación continua y actualizar la información compartida en el enlace que muestra un panorama de las acciones de la comunidad interamericana en apoyo a los países y pueblos de la región.

El Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres está formado por:

• Organización de los Estados Americanos (OEA)
• Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
• Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
• Organización Panamericana de la Salud (OPS)
• Banco Mundial
• Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)
• Banco de Desarrollo de América Latina (CAF)
• Banco de Desarrollo del Caribe (BDC)
• Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE)
• Organización Internacional para las Migraciones (OIM)
• Organización Internacional del Trabajo (OIT)
• Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
• Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económica (OCDE)

Referencia: C-031/20