Comunicado de Prensa


Secretario General de la OEA resalta papel clave de la educación “para el crecimiento económico y la igualdad”

  9 de febrero de 2015

El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, resaltó hoy el papel de la educación como factor central para avanzar en el desarrollo económico y la igualdad social, al participar en la ceremonia inaugural del Tercer Seminario de Internacionalización de Universidades, organizado por la institución hemisférica y el Grupo Coimbra de Universidades Brasileñas (GCUB) en la sede de la Organización en Washington, DC.

El Secretario General Insulza señaló que para avanzar en la reducción de la pobreza, la inequidad y así superar el título de la región más desigual del mundo, los países de América Latina y el Caribe deben entender que la educación “es un motor de crecimiento integral y también de inclusión social y equidad”.

El Secretario General de la OEA citó un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de Naciones Unidas que señala que la educación secundaria es nivel mínimo de educación requerida para obtener un salario que permita a las personas salir de la pobreza y mantenerse por encima de ella a lo largo de su vida activa. Apuntó que “por su parte, la educación terciaria se convierte progresivamente en una precondición para aspirar a un sueldo por encima del promedio en las economías de la región”. En consecuencia, dijo, “según señalan estudios especializados, el mercado laboral mantiene una sostenida demanda de personas calificadas y otorga un premio salarial a aquellas con educación terciaria, incluso en períodos de menor crecimiento económico”.

El máximo representante de la institución hemisférica sostuvo que, aunque la educación terciaria ha tenido una expansión sostenida en la región, todavía falta mucho por hacer para alcanzar los niveles de los países que integran la Organización Económica para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE). Como ejemplo citó los datos comparativos de la OCDE y CEPAL, según los cuales el 42 por ciento de la población en edad universitaria en América Latina y el Caribe está matriculada en un centro de estudios terciarios, frente al 71 por ciento en los países de la OCDE. Ello, continuó, a pesar del aumento registrado en las matriculaciones en las últimas décadas: de dos millones de estudiantes universitarios en 1970 se pasó a 22 millones en 2008.

Asimismo, destacó que el número de instituciones universitarias públicas y privadas en la región pasó de 75 en 1950 a más de 16.000 en la actualidad, de acuerdo un estudio publicado por el Centro Interuniversitario de Desarrollo (CINDA) en 2011. “Sin embargo, no hay una relación lineal entre el nivel de desarrollo de los países y el grado de masificación de su sistema de educación terciaria, medido por el ingreso bruto nacional per cápita”, advirtió. “Esto genera preguntas serias sobre la capacidad de los sistemas educativos de la región para dar respuesta a las necesidades de la sociedad a través de la producción de un conocimiento relevante, comprensible, aplicable, replicable y disponible”, agregó.

En este sentido, el Secretario General Insulza indicó que las sociedades demandan de la educación terciaria, ante todo, que forme personal competente para gestionar el conocimiento más avanzado en las diversas profesiones y campos técnicos. “De igual forma demanda científicos e ingenieros en condiciones de participar en la producción de nuevo conocimiento y contribuir a su utilización a través de los procesos de innovación”, añadió.

En otro momento de su intervención, el Secretario General Insulza hizo hincapié en la necesidad de aumentar el intercambio de estudiantes dentro de la región, así como con otras regiones del mundo. “Según el CINDA, de cada cien estudiantes móviles del mundo, sólo cuatro escogen algún país de América Latina, mientras que siete proceden de la región y van a estudiar fuera de América Latina y el Caribe”, señaló.

El Secretario General Insulza recordó que, desde hace décadas, la OEA cuenta con programas de becas de Estados Unidos y Canadá, y destacó que durante la última década se ha avanzado significativamente: el número anual de estudiantes del Programa de Becas de la OEA se ha multiplicado por tres, de 570 a 1.855, y se han puesto en marcha importantes iniciativas con Brasil y México.

Sin embargo, afirmó que es necesario “complementar estos programas con mayores esfuerzos de integración”. “Eso va a permitir que nuestros países sean menos vulnerables a los ciclos de la economía, que haya más igualdad, y al mismo tiempo nos permitirá conformar la gran nación a la cual aspiramos en las próximas décadas”, concluyó.

El Representante interino de Brasil ante la OEA, Breno Dias da Costa, afirmó que su país quiere promover una mayor integración de los centros educativos brasileños con otros centros educativos del mundo. El diplomático brasileño agregó que una de las prioridades del recién comenzado segundo mandato de la Presidenta brasileña, Dilma Rouseff, es la educación, según manifestó la propia mandataria en su discurso de asunción en enero pasado.

Por su parte, la Secretaria Ejecutiva para el Desarrollo Integral de la OEA, Sherry Tross, coincidió en la afirmación del Secretario General Insulza respecto a que la educación es el factor clave para resolver los problemas de desigualdad de los países del Hemisferio Occidental. “Nuestro papel como el principal foro de la región para el diálogo multilateral es facilitar y promover la cooperación y el intercambio de buenas prácticas entre los distintos actores vinculados con el área educativa”, dijo la Secretaria Ejecutiva Tross, quien invitó a otras universidades del sector privado a seguir el ejemplo del Grupo Coimbra en asociarse con la OEA para promover la educación regional.

En tanto, la Directora Ejecutiva del GCUB, Rossana de Souza e Silva, indicó que aunque el programa de becas OEA-GCUB tiene apenas cuatro años, “pero ha alcanzado una proyección regional muy importante”. La Directora Ejecutiva del GCUB sostuvo que es fundamental que esta iniciativa siga avanzando en la región, y se mostró esperanzada en que los estudiantes de otros países latinoamericanos y caribeños que hacen un doctorado en su país, “regresen a sus países a desarrollar sus maestrías”.

Luis Gabriel Cuervo, asesor principal de Promoción y Desarrollo de la Investigación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), resaltó por su parte que de las 5.000 solicitudes para conseguir una beca de estudios en Brasil a través del programa OEA-GCUB que se registraron el año pasado, “más de mil estuvieron relacionadas con posgrados y maestrías en salud”. Cuervo agregó que de las 500 becas que se otorgaron, “75 fueron destinadas a estudiantes de medicina”.

El Tercer Seminario de Internacionalización de Universidades es organizado por el Departamento de Desarrollo Humano y Educación de la OEA se está llevando a cabo entre hoy y mañana, martes, en la sede de la OEA y cuenta con la realización de tres mesas redondas en la que participan una veintena de expertos en educación de la región, Europa, Asia, y África.

La galería de fotos del evento está disponible aquí.

Para más información, visite la Web de la OEA en www.oas.org

Referencia: C-030/15