Contexto


SE INAUGURA ASAMBLEA GENERAL DE LA OEA EN REPUBLICA DOMINICANA

  4 de junio de 2006

SANTO DOMINGO, República Dominicana.— El Asamblea General, en presencia del Presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, que el desarrollo científico tecnológico debe ser uno de los principales objetivos por alcanzar en los países de América Latina y el Caribe, para caminar en pos de un desarrollo que conduzca al fortalecimiento de la democracia y a un crecimiento económico con equidad.

El tema central de la cita continental –Gobernabilidad y desarrollo en la sociedad del conocimiento- “pone de relieve la conexión que existe entre dos de los grandes problemas que hemos detectado como obstáculos principales para el logro de una plena democracia en nuestro hemisferio, el crecimiento económico con equidad y la implementación de buenas prácticas en la acción gubernamental; y el desarrollo tecnológico como una de las principales carencias de los países de América Latina y El Caribe”, planteó el Secretario General al comenzar su lectura en la ceremonia inaugural.

Sostuvo en este sentido, que “las nuevas tecnologías pueden y deben ser empleadas para mejorar la calidad de la gestión pública y específicamente de las políticas de desarrollo, contribuyendo así a mejorar la vida de los ciudadanos de nuestras naciones y perfeccionar la democracia”.

Insulza, quien cumple el primer año al frente de la OEA, destacó también que la región vive un momento especial que no registra ninguna crisis política y resaltó el papel que el organismo que encabeza, ha desempeñado en los procesos de normalización institucional que enfrentaron en meses pasados algunos países del hemisferio.

El Secretario General hizo un balance de su gestión calificándola de “ampliamente positiva”. Dijo que en el último año la OEA ha ayudado a superar cuatro crisis políticas en la región, refiriéndose a las presentadas en Bolivia, Ecuador, Haití y Nicaragua. “Si miramos la situación en que llegamos a esta Asamblea, hoy existe un evidente progreso. Las crisis en esos cuatro países fueron superadas de manera democrática y no surgen hoy en la región casos similares de inestabilidad”, indicó Insulza. Destacó, asimismo, la solidez del desarrollo democrático de la región evidenciada este año por una sucesión de procesos electorales “sin precedentes en nuestra historia reciente”.

Hizo marcada referencia a la participación de la OEA en el proceso de paz en Colombia. “Estamos frente a un reto de magnitud, cuyo éxito demanda la solidaridad hemisférica”, dijo al hablar de la situación colombiana. “Lograr la paz, significa ni más ni menos, que poner término al más antiguo conflicto de violencia armada de nuestra América, que se arrastra por cerca de 50 años”, prosiguió. Los avances son innegables, dijo más adelante, “la violencia ha disminuido y la desmovilización se ha producido, a pesar de la persistencia de algunos grupos armados de criminales”.

Pese a esta positiva evaluación, Insulza no desconoció algunos problemas surgidos recientemente en la región, los que a su juicio “no aportan a la necesaria unidad hemisférica”. Aclaró que la OEA no es una organización de gobiernos de derecha, izquierda o centro, sino de Estados democráticos que practican la democracia en el marco de la Carta fundacional y de la Carta Democrática Interamericana. Dijo que las iniciativas económicas y políticas que ellos tomen, son privativas de esos gobiernos; “las decisiones de los pueblos acerca de a quiénes elijan como sus gobernantes son respetadas de manera absoluta en esta Organización. Aquí lo único que se exige es que, en materia de democracia, nos rijamos por los principios comunes que hemos acordado”, indicó.

Dirigiéndose a los 34 Jefes de Delegación congregados desde hoy hasta el martes próximo en la capital dominicana, el Secretario General aseguró que los países deben ser capaces de superar las diferencias en el plano comercial y seguir avanzado en procesos de integración, reteniendo cada cual sus propias visiones y debatiendo las diferencias con respeto y unidad hemisférica. Expresó su esperanza de que “esta Asamblea sea un mentís a las versiones que hablan de división en América Latina y que aquí en Santo Domingo reafirmemos nuestras convicciones democráticas y nuestra plena adhesión a los principios de no intervención y respeto mutuo que deben guiar nuestras relaciones”.

Llamó la atención sobre la ausencia del tema migratorio en el interés continental: “hay temas que casi nunca tratamos, aunque forman parte de la agenda hemisférica y adquieren en ella una prominencia cada vez mayor. Así ha ocurrido con el tema de la migración, cuya relevancia en la agenda de este año ha sido indiscutible y que, sin embargo, no tiene en nuestras deliberaciones y en el trabajo de la Secretaria, la importancia que debería tener”, expresó. Sin formular una propuesta específica, invitó a los Cancilleres a incluir esta materia en las deliberaciones nacionales: “incorporemos el tema a la agenda de nuestras preocupaciones”, sugirió.

Insulza valoró el trabajo que la organización ha desarrollado en la lucha contra el narcotráfico, e insistió en su propuesta “de que se destine a la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) un pequeño porcentaje de los recursos incautados, de acuerdo a las legislaciones internas, para cooperar en el mantenimiento y aplicación de los programas” que la OEA desarrolla en la lucha antidroga. Destaco también el valioso aporte del Comité Interamericano Contra el Terrorismo (CICTE) por los avances en los esfuerzos para la prevención del terrorismo en la región.

Al finalizar su discurso, el Secretario General reafirmó que “en este último año hemos dado pasos importantes para tener cerca una OEA más fuerte, más eficiente, más participativa y más unitaria. Creo en la razón y en el consenso como las únicas formas de avanzar hacia el logro de nuestros objetivos”.



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