PRIMER ENCUENTRO MINISTERIAL Y DE AUTORIDADES NACIONALES DE LAS AMÉRICAS SOBRE EL DERECHO A LA IDENTIDAD

29 de septiembre de 2016 - Ciudad de México, México

Su Excelencia Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación de México;
Su Excelencia Humberto Roque Villanueva, Subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaria de Gobernación de México;
Señor Jorge Rojo Garcia de Alba; Director General de Registro Nacional de Población de la Secretaria de Gobernación de México;
Embajador James Lambert; Secretario de Asuntos Hemisféricos de la Organización de los Estados Americanos;
Embajadora Maria Cristina Perceval, Directora Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe;
Señor Miguel Coronado, Jefe de Operaciones de la Representación del Banco Inter-Americano de Desarrollo (BID) en México; 
Ministros, Ministras, Altas Autoridades Nacionales sobre el Derecho a la Identidad;
A very special salute to the Ministers and Representatives from the Caribbean Region
 
Señores y señoras:
 
Permítanme expresarles el atento saludo del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, quien por motivos de fuerza mayor lamenta no poder acompañarlos durante este importante evento. Es para mí un honor estar con ustedes el día de hoy en la bella Ciudad de México, para celebrar la Semana de la Identidad y participar en el Primer Encuentro Ministerial y de Autoridades Nacionales de las Américas sobre el derecho a la identidad. Sin lugar a dudas, este evento constituye un significativo avance dentro de los esfuerzos que llevan a cabo los países de la región por fortalecer la gobernabilidad democrática y la inclusión social en las Américas, y tengo el honor de reiterar el compromiso de la Organización de los Estados Americanos en estos esfuerzos.

La identidad civil es la llave que abre la puerta al ejercicio de todos los derechos y a la protección del individuo por parte del Estado. El derecho al registro de nacimiento, a un nombre, una identidad y una existencia legal, como se viene planteando en el ámbito internacional, es el derecho ancla para la integración social y también para el acceso a los derechos sociales, económicos culturales, civiles y políticos.

Durante los últimos 10 años, la Organización de los Estados Americanos ha trabajado intensamente para apoyar a sus Estados miembros lograr esta meta.  Por esta razón, la OEA, UNICEF y el Banco Interamericano de Desarrollo firmamos un Memorando de Entendimiento para respaldar la modernización de los sistemas de registro civil a través de cooperaciones técnicas.

Diez años después de iniciados estos esfuerzos, el Programa de Universalización de la Identidad Civil en las Américas, conocido en el hemisferio como PUICA, ha implementado proyectos de cooperación técnica en 19 de nuestros Estados Miembros1. A lo largo de estos años PUICA ha apoyado la emisión de más de diecinueve millones de certificados de nacimiento y tarjetas nacionales de identidad a través de campañas con enfoques geográficos y en grupos en situación de vulnerabilidad. Además hemos implementado iniciativas para la reconstrucción de actas destruidas durante conflictos armados internos o por desastres naturales, devolviendo la identidad civil a las personas afectadas después de años o incluso décadas. De esta manera hemos podido contribuir a que estos ciudadanos nuevamente puedan ejercer sus derechos.

Desde 2006 el sub registro de nacimientos de niños menores de cinco años viene disminuyendo sostenidamente. Esta cifra ha pasado en América Latina y el Caribe de un 18 a un 6%.  Observar la disminución de esta cifra nos indica que vamos por buen camino, pero también nos indica que no podemos disminuir los esfuerzos y las inversiones ahora. Hoy todavía 4 millones de niños carecen de un registro de nacimiento; sin nacionalidad, sin acceso a la educación y a la salud y expuestos a la explotación.

Estas características no son únicas a las Américas. En el mundo hay 229 millones de niños cuyo nacimiento no ha sido registrado. Por esta razón, la meta 16.9 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobada por la Organización de las Naciones Unidas, establece “proporcionar para 2030 acceso a una identidad jurídica para todos, en particular mediante el registro de nacimientos”.

Nuestro hemisferio tiene una oportunidad única, podríamos ser la primera región del mundo en desarrollo en lograr la identidad civil universal. Para ello necesitamos acelerar el progreso alcanzado hasta ahora. Esto implica, por una parte, mayor inversión en las entidades públicas que llevan a cabo la labor de identificar a los ciudadanos. También se requiere utilizar nuevas tecnologías y aplicar prácticas exitosas de un país o subregión en otra. Adicionalmente debemos  contar con la voluntad política para que la identidad civil se mantenga en la agenda de desarrollo nacional.

El registro oportuno de los nacimientos impacta la vida de los ciudadanos e impacta el funcionamiento de los Estados.  En la OEA tenemos un compromiso claro con nuestros Estados miembros: apoyar sus esfuerzos para fortalecer las políticas de registro e identificación y seguir alcanzando a los más vulnerables.

Por ejemplo, en el caso de Haití, reconocemos que el país Caribeño sigue enfrentando dificultades, y por ello seguiremos trabajando como aliados en los temas de identidad civil. Con apoyo de la OEA más de 6 millones de adultos cuentan hoy con una tarjeta de identidad que les permite ejercer sus derechos políticos y realizar trámites y transacciones en su vida diaria. Nuestros esfuerzos se enfocarán ahora en lograr que las niñas y niños haitianos sean registrados antes de cumplir cinco años, y que los adultos que han migrado a otros países puedan contar con un documento de identidad que los reconozca y les dé acceso a las protecciones del Estado.

Asimismo, estamos comprometidos en acompañar a Colombia en la construcción de una paz duradera, y parte de ese proceso es restituir la identidad de las víctimas del conflicto y otorgar documentos de identidad a las personas desmovilizadas, para que puedan integrarse productivamente a la sociedad.
 
Seguiremos apuntalando esfuerzos subregionales en Centroamérica y Suramérica para que aquellos que deciden o se ven obligados a migrar cuenten con documentos de identificación que los haga menos propensos a ser víctimas del tráfico de personas y la explotación.   

La Declaración que se adoptará, establecerá un Plan de Acción concreto y conciso que nos dará un mapa de ruta con miras al 2030.  Les deseó éxito en su labor de encaminar el esfuerzo colectivo para alcanzar la meta del pleno reconocimiento del derecho a la identidad de todas las personas en el continente.

Cuenten con la Organización de los Estados Americanos para acompañarlos en sus deliberaciones y tengan la seguridad de que impulsaremos todas las acciones que garanticen que muy pronto ninguna niña y ningún adulto en las Américas sea invisible.