Discursos y otros documentos del Secretario General

DURANTE LA SESIÓN ESPECIAL DEL CONSEJO PERMANENTE SOBRE LOS RECIENTES ACONTECIMIENTOS EN HAITÍ

7 de julio de 2021 - Washington, DC

Muchas gracias Sr. Presidente

Embajador Edmond Bocchit,

El de hoy es un día de consternación, dolor, preocupación y solidaridad.

Mis pensamientos y condolencias están con la esposa, hijos, familia, amigos del Presidente Jovenel Moise y con todo el pueblo haitiano.

Toda mi solidaridad con ellos y los mejores deseos de una pronta y completa recuperación para la Primera Dama, Martine Moise, gravemente herida.

El vil asesinato del Presidente Jovenel Moise nos pone otra vez ante lo peor de nuestras sociedades, de nuestros sistemas políticos. Nos lleva a enfrentarnos al más condenable aspecto del alma criminal, el de infligir dolor ex profeso con fines políticos perversos.

Recuerdo mis conversaciones y encuentros con el Presidente Moise. Una persona determinada y comprometida con el bienestar de Haití y el pueblo haitiano, comprometido con la democracia, con la lucha contra la corrupción. Todos sus esfuerzos fueron realizados en ese sentido.

También recuerdo su trato agradable. Sus conocimientos profundos sobre su país y sobre la región y sobre nuestra Organización permanecerán en nuestra memoria.

Le agradezco su apoyo en cada uno de los aspectos del trabajo de la Organización. De la defensa de la democracia, de la defensa de la seguridad hemisférica y de la lucha por el desarrollo de nuestros países.

También recuerdo nuestras conversaciones sobre las atajadas de Henry Françillon o el gol de Emmanuel Sanon a Dino Zoff.

Nuestra OEA hoy está de duelo. Y a su vez está más determinada que nunca a seguir trabajando por la causa haitiana.

La estabilidad institucional de Haití debe ser el centro de nuestras preocupaciones. Debemos coadyuvar para que se respeten las disposiciones constitucionales y abogar por el Estado de Derecho.

Se ha intentado derribar a las instituciones con el inhumano asesinato del Presidente Moise, pero el Ejecutivo sigue en pie, en seguimiento a las disposiciones del artículo 149 de la Constitución en vigor.

Las autoridades actuales, lideradas por su Primer Ministro Interino, Claude Joseph, deben aferrarse a la institucionalidad y apoyar que el diálogo político maduro y sosegado asegure el cumplimiento del calendario electoral anunciado hace pocos días.

Hacemos el más vigoroso llamado al cese de la violencia en el país. Las discrepancias y los desacuerdos son naturales en el marco del trabajo político, pero nunca pueden dar pie ni espacio a la violencia, ni al asesinato, menos aún a los asesinatos políticos, que bajo ningún concepto pueden existir en democracia.

El más vehemente esfuerzo es necesario para poner fin a la irresponsabilidad política. El asesinato del Presidente Jovenel Moise es por supuesto un crimen contra su persona, su familia y la institucionalidad haitiana que debe ser esclarecido y cuyos responsables deben ser sometidos a la justicia.

Pero también es un crimen contra la comunidad de democracias que tenemos en las Américas. En ese sentido, desde la Secretaría General de la OEA reiteramos nuestro mayor compromiso de cooperación con el país.

Es la hora de la máxima solidaridad fraternal, institucional y política con Haití. Debemos apoyar el camino institucional y constitucional en Haití. Brindar todo nuestro sostén a la institucionalidad existente hoy para que pueda sobreponerse en tan difícil momento.

Y cooperar del modo más enérgico para que la institucionalidad existente pueda cumplir con el calendario institucional y electoral que Haití se ha planteado.

Esa es la forma de asegurar la continuidad democrática y el Estado de derecho en el país y de honrar la memoria del Presidente Jovenel Moise y de todos aquellos que han perdido la vida en Haití por causa de la violencia.

Gracias señor Presidente.