Discursos y otros documentos del Secretario General

DIÁLOGO ENTRE LOS JEFES DE DELEGACIÓN, EL SECRETARIO GENERAL Y EL SECRETARIO GENERAL ADJUNTO CON LOS REPRESENTANTES DE LA SOCIEDAD CIVIL Y OTROS ACTORES SOCIALES, EN EL MARCO DEL 50° PERÍODO ORDINARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LA OEA

19 de octubre de 2020 - Washington, DC

En estos tiempos de pandemia, la sociedad civil, los trabajadores, el sector privado y nuestra juventud tienen más que nunca un papel relevante que desempeñar. Por esto, veo en este diálogo una oportunidad para apoyar aún más el trabajo de los actores sociales en el hemisferio.

Este año ha sido un gran desafío. El mundo y nuestra región en particular se han visto duramente afectados por la pandemia del COVID-19. Más del 30 por ciento de quienes perdieron la vida a raíz de este virus eran ciudadanos, ciudadanas de nuestra región.

Nuestras economías han sido golpeadas, nuestros sistemas de salud sobresaturados, y se han visto los efectos que ha tenido la crisis en las dinámicas sociales. Algunos de ellos negativos, obviamente la posición de los sectores más vulnerables, más pobres, aquellos discriminados tradicionalmente como han quedado en una situación aun de mayor vulnerabilidad, como han sufrido esta crisis de la peor forma, incluso casos de violencia doméstica.

Y se han dado dinámicas sociales e institucionales más fuertes, el papel de la familia como núcleo fundamental en esta crisis, un papel fundamental en sostener psicológicamente y materialmente, en brindar solidaridad a las personas que sufren la crisis y a todos y a cada uno de nosotros, a todos los que trabajan y sienten los problemas que trae aparejado esta crisis.

Frente a ellos hemos estado obligados de pensar en poner marcha procesos de ajuste, de repensar y reinventar nuestra forma de vivir, de convivir, de gobernar y sobre todo debemos fortalecer nuestra resiliencia para hacer frente este tipo de violencia.

Debemos ajustar y fortalecer nuestros sistemas democráticos de gobierno, adaptar la gobernabilidad de nuestros países para garantizar el pleno goce de los derechos humanos, reforzar los fundamentos de la seguridad multidimensional y recalibrar nuestro sistema económico para favorecer el desarrollo integral y reducir las desigualdades.

Este diálogo es un ejercicio que nos permite entender mejor los retos que surgen de las necesarias restricciones y medidas de confinamiento.

Así reforzaremos nuestra colaboración para lograr niveles satisfactorios de prestación de servicios a los casos más vulnerables de la sociedad y aumentar la resiliencia frente a la crisis actual.

Valoramos especialmente la participación de la sociedad civil en las actividades de la OEA. La Asamblea General ofrece un foro ideal para intensificar y profundizar interacciones. Conecta representantes de organizaciones no gubernamentales, asociaciones de trabajadores y del sector privado, y comunidades indígenas y de afrodescendientes con cancilleres y otros oficiales del hemisferio.

A su vez, esta conexión tiene el papel potencial de empoderar a la sociedad civil a desenvolver mejor su trabajo:
• de defensa de los derechos humanos,
• de fuerza de control, para prevenir la erosión dentro de los sistemas democráticos,
• para prestar asistencia a los más vulnerables.

La OEA ha hecho un esfuerzo para aumentar el número de organizaciones de la sociedad civil que participan en sus actividades. Esta Asamblea General cuenta con la participación de 425 organizaciones de la sociedad civil, dos organizaciones de trabajadores, 14 organizaciones del sector privado y 19 organizaciones de representaciones de los pueblos indígenas y de las comunidades afrodescendientes.

Las organizaciones de la Sociedad Civil y los temas que tratan son diversos pero rige el mismo principio para todos: mayor participación en la democracia. Sin la participación de la ciudanía a través de las organizaciones de la sociedad civil no es posible abordar los retos que tienen nuestras sociedades.

Este esfuerzo es cada vez más necesario, es necesario en este marco del COVID-19, que nos ha causado enfermedades, muerte, dolor económico y muchas otras variables que definitivamente afecta el funcionamiento del sistema político.

La sociedad civil y su sistema de mantener al sistema democrático responsable y la necesidad de brindar soluciones en este caso es clave y es fundamental.

Debemos seguir trabajando, debemos seguir aportando y por eso agradezco especialmente la participación en este diálogo.

Muchas gracias