Discursos y otros documentos del Secretario General

FORO MIGRACIÓN Y DERECHOS HUMANOS: PERSPECTIVAS Y RETOS

16 de diciembre de 2015 - Washington, DC

Todos los migrantes, en virtud de su dignidad humana, son seres humanos, sujetos de derechos, cuya protección, sin discriminación, en condiciones de igualdad con otros ciudadanos, es responsabilidad de todos. Más derechos para más personas, es también más derechos para los migrantes en nuestro Hemisferio.

Amigos y amigas,

• En momentos donde desde posturas electorales demagógicas se busca caricaturizar al inmigrante como el causante de todos los males, cuando en realidad se trata de quienes con su esfuerzo colaboran con la economía de un país desarrollado como este, es imperativo levantar nuestra voz en favor de los derechos de los inmigrantes de nuestro hemisferio, más allá de su condición formal

• Esta semana marcamos el 25 aniversario de la “Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y miembros de sus familias” aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1990.

• También celebramos el “Día Internacional del Migrante” que nos recuerda la necesidad de seguir trabajando por el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes

• De hecho, el compromiso de los Estados y de las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales es difundir información sobre sus derechos y libertades, intercambiar experiencias y formular medidas para protegerlos. Ese es el espíritu que hoy nos convoca en este “Foro Migración y Derechos Humanos: Perspectivas y Retos”.

• Todos los migrantes, en virtud de su dignidad humana, están protegidos por el derecho internacional, sin discriminación, y en condiciones de igualdad con los demás ciudadanos, independientemente de su situación administrativa o de su condición.
Cambio de paradigma

• La conceptualización de la migración ha evolucionado de un paradigma que dominó durante décadas, construido exclusivamente con una óptica de seguridad nacional; en donde el migrante era visualizado como sujeto sospechoso y potencialmente peligroso para la sociedad de destino, a un paradigma con una óptica de derechos, donde el migrante es reconocido junto con sus derechos y valorado como actor relevante para el desarrollo.

• A lo largo de los últimos años esa conceptualización ha evolucionado positivamente y hoy se da mayor reconocimiento a sus derechos y a la efectiva garantía de los mismos.

• Este cambio ha dado paso a nuevas legislaciones sobre migración, en las cuales las niñas y niños tienen derecho a asistir a las escuelas independientemente de su situación migratoria.

• Igualmente, otros derechos como el acceso a programas y servicios, a la salud, el respeto a su etnia y cultura de origen han sido incorporadas en las nuevas leyes de migración.

• Con todo y esto tenemos aún camino por recorrer en la asimilación generalizada de este nuevo paradigma. Todavía es muy frecuente encontrar en nuestros países contradicciones en las leyes y prácticas anacrónicas que terminan impidiendo el acceso a los derechos de los migrantes, lo cual genera que ellos sigan sufriendo abusos, explotación y violencia.

• La generación de procesos participativos entre gobierno y sociedad civil que contribuyan a realizar los derechos de los migrantes desde el inicio de su proceso de migración es un imperativo.

• La migración y el desarrollo son temas que están en el centro del quehacer de esta Organización.

• La interdependencia entre estos dos ejes es también foco de debates en distintos ámbitos internacionales y desde diferentes perspectivas, sea bajo un enfoque económico o desde el punto de vista social con sus aportes a la cultura local enriqueciendo su diversidad y heterogeneidad.

• A pesar de su claro y significativo aporte al desarrollo económico donde habitan, debemos recordar que los migrantes son, ante todo, seres humanos con derechos, y es en este punto donde radica el valor de su condición.

• Los Ministros de Trabajo de las Américas reunidos en México en la última Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo realizada hace dos semanas, reiteraron la importancia de trabajar en un mecanismo regional que permita a los trabajadores contar con cierta seguridad a su retiro.

• En ese contexto, la OEA sería un entorno propicio poder avanzar en la creación de un mecanismo hemisférico que facilite el reconocimiento de los aportes nominales a la seguridad social y derechos de pensión de los trabajadores migrantes de los Estados Miembros, de conformidad con las legislaciones nacionales y según corresponda.

• Los invito a reflexionar sobre esta iniciativa, y ofrezco los buenos oficios de la Organización de los Estados Americanos para acompañarlos en esta tarea.

Gracias.