Misiones Políticas

La Asistencia Técnica para el Proceso Electoral en Haití

Las elecciones nacionales se celebraron con normalidad el 7 de febrero de 2006 después de varias postergaciones y múltiples desafíos. El Secretario General de la OEA presenció el desarrollo de los comicios. Los resultados dieron como ganador al Presidente electo René Préval. Cabe destacar que el proceso electoral haitiano es considerado como un paso vital en el proceso de estabilización democrática después de la crisis de 2004 que desencadenó con la salida del ex Presidente Jean Bertrand Aristide, enfrentamientos violentos en varios puntos del país y la asunción de un Gobierno Interino a cargo de Boniface Alexandre como Presidente y Gerard Latortue como Primer Ministro.

El interés de la OEA en el fortalecimiento de la democracia haitiana tiene vieja data. En 1990, la OEA observó las primeras elecciones libres en la historia del país y, desde entonces, ha apoyado numerosas iniciativas nacionales. A través de la Misión Especial en Haití, la OEA desarrolló actividades en materia de derechos humanos, justicia y seguridad. En 2004, una crisis política llevó a la instalación de un gobierno transitorio y, un año después, el Primer Ministro Gérard Latortue solicitó al Consejo Permanente apoyo para el Consejo Electoral Provisional (CEP), la máxima autoridad electoral del país. Durante el 2005, la Misión Especial de la OEA focalizó su apoyo al CEP en la preparación de las elecciones por medio de un Programa de Asistencia Técnica Electoral, cuyo mandato consistió en organizar una campaña masiva de registro de votantes así como desarrollar la tecnología y la logística para la producción y distribución de los documentos de identidad.

El programa de la OEA debió vencer múltiples obstáculos para cumplir con los objetivos planteados. En primer lugar, el trabajo técnico de los funcionarios de la OEA se realizó en un contexto político polarizado y volátil. En numerosas ocasiones, los elementos técnicos quedaron a merced de la evolución política, lo que ocasionó frecuentes retrasos. Elizabeth Spehar, Coordinadora del Programa, insistió en que "lo técnico y lo político están en permanente diálogo y todo lo que hacemos, por técnico que sea, tiene matices políticos". Además, la situación de seguridad entorpeció la circulación en el país. Por ejemplo, una zona demográficamente tan importante como Cité Soleil fue cubierta sólo unas semanas antes de las elecciones. También la limitada infraestructura del país obstruyó la oportuna ejecución de la gestión encomendada. Finalmente, las divisiones en el seno de una frágil autoridad electoral - todavía de carácter provisorio - provocaron demoras sustanciales.

A pesar de las dificultades encontradas, la OEA logró su cometido. Para ello, descentralizó el proceso de registro, instalando 165 puestos urbanos y 235 rurales y desplegando 100 unidades móviles. Los resultados están a la vista: el Programa de Asistencia Técnica Electoral registró a 3.5 de 4.4. millones de votantes (el equivalente al 80 por ciento de la población electoral), construyó un sólido padrón electoral, diseñó el sistema de tabulación de votos, capacitó a los funcionarios electorales para su utilización y, más importante aún, dejó la base para un registro civil permanente y un nuevo sistema de identificación. El desafío consiste ahora en apoyar la creación de una autoridad electoral permanente que garantice la continuidad de este legado físico y humano.

Con la puesta en marcha de un programa de registro, la OEA amplió su abanico de actividades técnicas en materia de cooperación electoral. Pero el éxito obtenido no se debió sólo a la capacidad técnica de sus representantes sino también a más de quince años de conocimiento, experiencia y compromiso con el país, a una buena coordinación y comunicación con actores nacionales e internacionales y, más que nada, a la indeclinable convicción de la Organización en la importancia de las elecciones para alcanzar la estabilización democrática del país. La labor de la OEA en el país se realizó conforme a los mandatos existentes y en estrecha coordinación con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), así como otros miembros de la Comunidad Internacional.