Twentieth Lecture - Trinidad Jiménez

Trinidad Jiménez

Twentieth Lecture - May 24, 2007

“Spain and the Americas: A Story for the Future”

Speaker: Trinidad Jiménez, Spain’s Secretary of State for Ibero-America

Agradezco muy sinceramente su invitación para ocupar hoy la Cátedra de las Américas, lugar por donde han pasado personalidades muy destacadas desde que hace dos años se pusiera en marcha.

Mi agradecimiento se extiende a los que hacen posible estas comparecencias, especialmente a la Universidad de San Martín de Porres de Perú, de donde partió la iniciativa y el primer impulso de esta Cátedra. Me complace dirigirme a todos ustedes; a quienes están aquí presentes y a toda esa interesante audiencia “virtual” que en los países del hemisferio americano sigue las intervenciones de quienes aquí comparecemos.

Creo que todos los presentes son conscientes de la importancia que América tiene para España. Desde el siglo XVI América ha sido para España un constante punto de referencia, sin el cual, no sólo no es posible entender su política exterior, sino tampoco el mismo concepto de España.

Una lengua compartida –con su enorme poder de integración–, una historia que nos ha dado una sólida seña de identidad y una cultura en común –que implica todo un sistema de creencias y valores– son los valiosos rasgos de identidad que han creado en el espíritu de nuestros pueblos la conciencia de una auténtica “comunidad” de facto. La idea de comunidad, aplicada a las relaciones entre América y España no es, como se ha dicho en alguna ocasión, una mera especulación intelectual y retórica, sino algo presente y vivo. Se trata de un vínculo sólidamente anclado en el sentir colectivo, que ha generado corrientes de simpatía y solidaridad, facilitando un diálogo fluido que se mantiene y continúa por encima de nuestras diferencias, de nuestras barreras culturales, políticas y económicas, y que ha convertido nuestra diversidad en el principal factor de riqueza creativa y cohesión. Además, tenemos intereses compartidos, que son la base imprescindible para construir una relación moderna y de futuro. También Felipe González se expresaba aquí mismo, hace unos meses, subrayando que no es posible entender España sin América.

La España democrática trajo a sus relaciones con América Latina una nueva definición de política exterior, basada en los principios de democracia y desarrollo. Y hoy sabemos que nuestra especial relación con América Latina nos da en el contexto internacional un mayor peso del que tendríamos sin ella.

Es en este sentido en el que habría que inscribir la decisión del Gobierno español de crear una Secretaría de Estado para Iberoamérica. El Presidente Zapatero consideraba fundamental que el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España contase con una Secretaría de Estado, de ámbito regional, dedicada exclusivamente a América Latina. De esta forma se reforzaba la presencia institucional de España y se ponían las bases para establecer una colaboración más estrecha con los países de la región en los organismos multilaterales.

Es cierto que la intensificación de la dimensión iberoamericana de la acción exterior española se produjo a partir de la década de los 80. Pero con la creación de la Secretaría de Estado para Iberoamérica, el Gobierno español también ha querido, por un lado, que nuestro país pudiese tener una capacidad de respuesta política adecuada a los tiempos de cambio que atraviesa la región. Y, por otra parte, que se mantuviese un nivel de presencia institucional acorde con la densidad de una relación cada vez más diversificada. Presencia que es cada día más intensa en el ámbito político, pero también en el cultural y científico, en el social y económico y, por supuesto, en el de cooperación.

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