La temática del fraude en
las telecomunicaciones, como una variante de los diferentes delitos
que están presentes en la sociedad, puede afirmarse que ha acompañando
el desarrollo del Sector desde sus inicios.
En mayor o menor grado ha sido percibido y combatido tanto por
operadores como por usuarios, pero ha sido recién en los últimos 30
años parece ser que se han formalizado las acciones por parte de los
operadores y han comenzado a constituirse organizaciones a nivel
internacional con el objetivo a aunar esfuerzos en pos de controlar y
minimizar las perdidas económicas que produce esta
actividad.
ANTEL, que es la
Administración Nacional de Telecomunicaciones de Uruguay, no ha sido
ajena a la acción de practicas fraudulentas, las cuales como es
natural se orientan a afectar aquellos servicios de los cuales es
posible obtener los mayores beneficios. Las llamadas internacionales
fueron y aun hoy continúan siendo blanco de dichas prácticas y fue el
servicio que se detecto en la red de ANTEL que estaba siendo objeto de
fraude por mediados de la década del 90. Fue así que se identificaron
actividades de call back, vulnerabilidades en el sistema de
señalización internacional N5 y la proliferación de los servicios
denominados Hot Lines que fomentaban el tráfico internacional a
destinos de muy elevado valor por minuto. También se detectaron
situaciones de by-pass, de lo que hoy denominaríamos de primera
generación (mediante el uso de líneas dedicadas de datos)
La percepción de que estas actividades habían
comenzado a desarrollarse y eran en cierta forma propiciadas por la
propia evolución de la red, y a su vez por contactos con otros
operadores de la Región en los que indicaba que estaban siendo
afectados por similares practicas, llevo a la conclusión de que esta
situación no seria controlada sin la implantación de un monitoreo
sistemático y mediante el uso de herramientas adecuadas a tal fin. Fue
así que se tomo la decisión de conformar un grupo de técnicos
dedicados al análisis de estas actividades y se procedió a la
adquisición de un Sistema de Gestión de Fraude (Fraud Management
System), mediante el cual se simplificara la actividad sistemática de
identificación de situaciones potenciales de fraude. Desde el año 2002
se comenzó a operar este sistema focalizando en el trafico cursado con
destino internacional, así como también el tráfico hacia los servicios
de valor agregado.
La casuística de fraude detectada ha sido
principalmente el fraude de suscripción, que actuó muy fuertemente
hasta que el mismo pudo ser controlado, seguido por fraude a los
servicios de valor agregado, robo de líneas, fraude en los teléfonos
públicos y la combinación de todas estas. Así mismo el tráfico a las
Hot Lines detectado en la anterior década paso a ser reemplazado por
la modalidad de los diallers y otras variantes de fraude utilizando lo
que se denomina ingeniería social.
Es muy importante destacar que la problemática del
fraude afecta a todos los operadores sin distinción y tales practicas
cada vez se propagan con mayor celeridad, lo cual vulnera a aquellos
que se encuentran menos preparados y menos informados para defenderse
de las mismas. Por consiguiente la colaboración entre operadores cobra
especial significación y en general esta se desarrolla en el marco de
organizaciones que han sido creadas con tal propósito. En este sentido
ANTEL participa en FIINA, que es Forum for the Internacional Irregular
Network Access, organización que agrupa a operadores internacionales
con la finalidad contribuir a obtener los mejores resultados en el
combate al fraude. También es miembro del CFCA – Communication Fraud
Control Association – organización con base en los Estados Unidos que
agrupa a operadores de telecomunicación, organizaciones de usuarios,
proveedores de equipos y organizaciones de seguridad, bajo el objetivo
común de difundir las mejores practicas para combatir el fraude y
promover la capacitación en este campo. Por ultimo y no menos
importante se consideran a las organizaciones regionales cuyo valor
mas importante consiste en intercambiar información y coordinar
acciones contra aquellas prácticas que predominan en las áreas
geográficas en la que actúan. En este particular ANTEL promueve a
nivel del MERCOSUR el intercambio con otros operadores de este grupo
de países.
El significativo desarrollo de la telefonía móvil y
la amplia gama de nuevos servicios que se incorporan, no ha pasado
desapercibido para quienes desarrollan practicas fraudulentas, quienes
procuran sacar provecho económico del mismo. La telefonía móvil por
su característica intrínseca de ubicuidad y la modalidad del sistema
prepago resultan aptas para su uso en actividades ilícitas que se
combinan con actividades de fraude.
En resumen el fraude en telecomunicaciones parece
ser una actividad que no es posible eliminar, pero que debe tomarse
las mayores precauciones para mantenerlo controlado y en la medida de
lo posible ser proactivo a fin de minimizar su impacto en el
operador, en los clientes y en la sociedad en su conjunto.
Luis Becerra Ravaschio
Gerente de Area Tecnicas de Trafico
Administración Nacional de Telecomunicaciones
ANTEL-Uruguay
Información adicional:
Esto es un resumen de la presentación realizada
por el Sr. Luis Becerra en el Segundo Taller sobre “el
impacto del fraude en la prestación de servicios de
telecomunicaciones en las Américas” realizado
el 27 de septiembre de 2007 en Mendoza, Argentina en el marco de
la reunión del CCP.I.
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