El aumento de los fraudes provocados por el robo de
terminales en Latinoamérica, es una problemática que afecta tanto a
operadores como a gobiernos y usuarios finales, generando millonarias
pérdidas.
Por otro lado, el bloqueo preventivo que se hace en
el país del robo sobre los equipos móviles lejos de detener o aminorar
el problema ha alentado el tráfico de dichos equipos por las fronteras
de los países.
Otro hecho que motiva el tráfico de terminales
robados entre países es que se registran diferencias de precios que
estimulan el tráfico de terminales robados, desde países son más
baratos hacia mercados negros de países donde se paga más por ellos.
En este punto, podría dedicarse un capítulo
completo para establecer como estructuras de impuestos altos se
relacionan con el encarecimiento de los servicios móviles y
consecuentemente benefician el crecimiento de los mercados negros,
afectando la sanidad y crecimiento de la economía en general. Pero
esto puede ser desarrollado con mayor profundidad, como un tema de
especial importancia, en otra oportunidad.
La Asociación GSM (GSM Association) ha desarrollado
una herramienta denominada IMEI Database, que permite establecer
listas negras y grises de terminales robados y perdidos, a partir de
la administración del IMEI (International Mobile Equipment Identity)
que es un número único para cada terminal móvil.
La conexión a esta solución no tiene costo para los
operadores GSM, los cuales constituyen el 70% del mercado regional
(aunque este índice continúa incrementándose).
Esta herramienta es muy útil para los propósitos de
combate al robo de terminales. Con ella se evita que los terminales
robados sean activados por otras compañías, pues independientemente de
la SIM card que se inserte, el equipo no funcionará.
Para que este sistema sea utilizable y efectivo,
los operadores móviles deben disponer de la plataforma EIR (Equipment
Identity Register), lo que implica eso sí una importante inversión por
parte de cada operador. Esta plataforma permite construir una base de
datos con los números únicos IMEI de los teléfonos perdidos o robados
de cada compañía. Existe, hoy en el día en el mercado, variedad de
oferta de estas soluciones con variedad de precios.
No obstante este u otros sistemas puedan ser
eficientes en términos de su funcionamiento, es imprescindible que se
legisle en todos los países de la región con el fin de que el robo,
alteración y comercialización de equipos móviles robados sea
considerado un delito grave, incluso con pena de cárcel, tal como
ocurre con otros bienes, como el automóvil. De otro modo, quienes
incurren en estos ilícitos nunca se sentirán amenazados por la ley.
En nuestra región, debido a que en términos de
políticas públicas, el robo de teléfonos móviles es percibido como una
cuestión social seria y un problema que ha ido en ascenso, ya hay
varios países que han tomado iniciativas a nivel nacional e incluso se
han establecido algunas exigencias regulatorias en algunos mercados.
Sin embargo, nos parece que todavía se puede hacer mucho más en
términos de penalizar el delito.
Como Asociación, creemos y estamos convencidos de
que este es el camino que debemos seguir para combatir el robo de
teléfonos móviles, mantener la confianza del usuario y sobre todo
mostrar el compromiso y la preocupación de los operadores y
reguladores en este importante tema, identificando el robo como un
delito penalizado por la ley, así como hoy lo son por ejemplo la
piratería de música y juegos de consola.
Guillermo Diaz Civran
Presidente del Grupo Fraude & Seguridad
GSM Latin America Association
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