Assistant Secretary General Speech

PALABRAS DEL EMBAJADOR ALBERT R. RAMDIN EN LA SESIÓN DE CLAUSURA DE LA REMJA-VII

26 de abril de 2006 - Santo Domingo, República Dominicana

Constituye para mi un honor intervenir nuevamente en esta sesión de clausura de la Sexta Reunión de Ministros de Justicia o de Ministros o Procuradores Generales de las Américas.

No con mucha frecuencia tengo la oportunidad de hacer uso de la palabra en la sesión inaugural y también en la de clausura. En este caso me complace hacerlo, especialmente por el liderazgo demostrado por el Gobierno de la República Dominicana.

Tuve la oportunidad no solamente de presenciar deliberaciones muy prácticas de los Ministros de Justicia o Ministros o Procuradores Generales, sino que también aprecié de cerca los preparativos del trigésimo sexto período ordinario de sesiones de la Asamblea General, como parte de mi responsabilidad estatutaria en la OEA.

Deseo expresarles a los representantes de la República Dominicana aquí presentes, especialmente a mi buen amigo Embajador Roberto Álvarez, les manifiesto que estoy realmente muy impresionado con el nivel e intensidad de los preparativos y el compromiso demostrado por el equipo liderado por el Embajador José Manuel Trullols y el Ministro de Relaciones Exteriores, el Excelentísimo señor Carlos Morales Troncoso. Todo ello es presagio de una Asamblea General exitosa de los 34 Estados Miembros.

Permítanme decirles que esta REMJA no hubiera sido tan exitosa y productiva si no hubiera contado con el liderazgo demostrado por el Juez Francisco Domínguez Brito, Procurador General de la República Dominicana. Los invito a que me acompañen en un aplauso de agradecimiento.

En mi discurso inaugural manifesté que el Hemisferio se enfrenta a numerosos muchos desafíos, muchos de los cuales ustedes analizaron durante los últimos tres días. Es importante continuar prestando atención a estos problemas, porque mi experiencia me indica que la solución de las incertidumbres jurídicas es el punto inicial de la resolución de los conflictos, uno de los más apremiantes desafíos que enfrenta el Hemisferio Occidental y una de las tareas más importantes de los líderes de la OEA.

La Sexta Reunión de Ministros de Justicia, sin lugar a dudas, ha sentado las bases de una estructura orgánica que aglutinará todas las iniciativas actuales y nuevas, mecanismos y convenciones, en una forma lógica y significativa, y agradecemos al Gobierno de la República Dominicana por haber introducido la necesidad institucional en la agenda de la REMJA-VI.

Permítanme nuevamente destacar la capacidad diplomática y profesional del Representante Permanente de la República Dominicana ante la OEA, elegido por ustedes como Presidente del Grupo de Trabajo sobre las conclusiones de la REMJA-VI. Embajador Álvarez, usted no facilita las cosas para usted mismo, porque, gracias a su liderazgo y capacidad diplomática, estaremos recurriendo a usted nuevamente durante el próximo período de sesiones de la Asamblea General.

Con este mismo espíritu, quisiera ofrecer toda la colaboración de la Secretaría General de la OEA para continuar apoyando los trabajos de las REMJAS y debo comenzar transmitiendo al Consejo Permanente y al Secretario General de la OEA las conclusiones y recomendaciones hoy adoptadas en esta reunión, para que sean a su vez elevadas a la consideración de la Asamblea General que coincide su celebración en el próximo mes de junio en esta hermosa ciudad de Santo Domingo. Con frecuencia tenemos la tendencia de no darle la debida consideración al trabajo realizado por las instituciones de apoyo, por lo tanto, quiero reconocer públicamente el buen trabajo realizado por los señores Jean Michel Arrighi, Jorge García González y Reinaldo Rodríguez, así el de las demás personas que participaron tan estrechamente en las tareas de esta reunión.

Sin lugar a dudas, este encuentro nos ha permitido confirmar que la justicia es una de esas causas comunes en las Américas y que unidos vamos a conseguir más y mejores resultados y en forma más rápida y efectiva. Los pueblos de las Américas necesitan nuestro empeño colectivo para crear un sistema jurídico que ofrezca confianza y contribuya a un entorno de paz y seguridad, sin el cual es casi imposible lograr el desarrollo social y económico para todos, los inversores no podrán viajar a nuestros países y regiones, y sin el cual no se podrá garantizar a nuestros hijos la oportunidad de construir una vida próspera.

No puedo concluir estas palabras sin instar a los Estados Miembros a que continúen apoyando este proceso de cooperación jurídica hemisférica, defendiendo la necesidad de mantener estas deliberaciones y alentando a sus colegas que hoy no pudieron compartir con nosotros durante estos últimos tres días, a que la próxima vez se unan a nosotros.

Además debo exhortar a los Estados Miembros a que continúen apoyando el excelente trabajo realizado por varias instituciones, y especialmente por el Centro de Estudios de Justicia (CEJA) y espero que vuestro pedido de apoyo se traduzca en un financiamiento institucionalizado para esta importante entidad de investigación, asistencia técnica y memoria jurídica de las Américas.

Finalmente, deseo concluir, agradeciendo al Gobierno y en especial al doctor Rafael Alburquerque, Vicepresidente de la República Dominicana así como al Procurador General Domínguez Brito, quienes, con el apoyo decidido que han dado a este encuentro, nos comprueban, una vez más, el compromiso con la causa de la justicia y la consolidación de la democracia en el Hemisferio. Agradezco igualmente al pueblo dominicano por la hospitalidad brindada durante la estadía en esta cálida ciudad.

En nombre del Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza y en el mío propio, les agradecemos el honor de habernos permitido compartir con ustedes este acto y les deseamos éxitos en el cumplimiento de sus funciones durante este año judicial.


Muchas gracias.