Assistant Secretary General Speech

PALABRAS DEL SECRETARIO GENERAL ADJUNTO DE LA OEA, SEGUNDA REUNIÓN DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE CULTURA

25 de agosto de 2005 - Washington, DC

Señor Presidente de la Comisión Interamericana de Cultura y Representante de México, Jaime Nualart,
Señor Representante Permanente Alterno de los Estados Unidos ante la OEA, Embajador Timothy J. Dunn,
Señor Director de Artes Folklóricas y Tradicionales, Fondo Nacional para las Artes, Barry Bergey,
Señora Directora de la Oficina de Educación, Ciencia y Tecnología de la OEA, Alice Abreu,
Señoras y señores:

La Segunda Reunión de la Comisión Interamericana de Cultura (CIC), para la que hoy nos reunimos, es una clara señal de que la Organización de los Estados Americanos está centrada en la implementación de las prioridades y metas establecidas en la Segunda Reunión de Ministros de Cultura. A mi juicio, es también expresión del compromiso permanente de la Organización en la formulación de iniciativas culturales. Más aún, ello confirma nuestra convicción de que la cultura y el desarrollo van de la mano.

Quisiera agradecer al Sr. Jaime Nualart, distinguido Representante de México y Presidente de la CIC, por su liderazgo. Con su orientación y la de las demás autoridades de la CIC –Canadá, Chile y Argentina– hemos podido avanzar un temario hemisférico de cultura. Con la labor que ustedes continúan hoy, conformarán ese temario y nuestro trabajo futuro en torno a este importante tema.

Concordarán conmigo en que la cultura es el núcleo de nuestra identidad y de nuestras vidas. La cultura define quiénes somos como individuos y naciones e influye en la forma en que vivimos, trabajamos y nos comunicamos, conectamos y relacionamos unos con otros.

Es, sin duda, pertinente que inauguremos esta Reunión de la CIC aquí, en el Museo Nacional del Indígena Americano. Al ingresar a este magnífico edificio, que recibe a los visitantes en 150 idiomas nativos, experimentamos por un momento la riqueza y diversidad de los pueblos nativos de las Américas. Quisiera asimismo agradecer a Maggie Burtin y Shannon Quist, representantes del Museo Nacional del Indígena Americano, por sus buenos oficios en la organización de la visita y presentación del Museo.

En mi discurso inaugural, señalé que “la OEA, como el principal foro del Hemisferio Occidental para el diálogo político y la cooperación, necesita ahora destacar su relevancia elaborando una agenda orientada hacia el futuro, que responda a las realidades políticas, sociales, económicas y de seguridad que están en constante evolución en las diversas subregiones de las Américas y del mundo.”

Sigo plenamente empeñado en asegurar que, en la búsqueda de la solución de las diferencias y la consecución de las metas comunes de la promoción de la democracia, el respeto por el estado de derecho, la justicia social y el desarrollo económico, incorporemos la cultura como ingrediente esencial en estos esfuerzos.

Como muchos de ustedes saben, el Secretario General José Miguel Insulza ha indicado que la promoción de la democracia, el desarrollo y la seguridad serán elementos centrales de su mandato. Para materializar esta visión y realizar sus importantes mandatos, la OEA seguirá facilitando y promoviendo el diálogo entre las naciones, los pueblos y las culturas, a fin de hallar soluciones pacíficas y negociadas a las crisis políticas y los conflictos territoriales existentes. En ausencia de estas, la seguridad seguirá siendo un desafío, la democracia seguirá siendo blanco de ataques y será difícil alcanzar los objetivos de desarrollo.

La OEA seguirá empeñada en estos objetivos. Pese a los diversos intereses nacionales de los 34 Estados Miembros, la OEA, a mi juicio, sigue demostrando liderazgo en la concreción de consensos en torno a toda una gama de cuestiones políticas y de desarrollo.

Diría que este éxito en la comunicación transcultural, la formación de consensos y la acción conjunta es una manera más en que la OEA lidera con el ejemplo.

Cultura y desarrollo

En la Tercera Cumbre de las Américas, en la ciudad de Quebec en 2001, los países concordaron en la importancia de fomentar el respeto por la diversidad cultural, subrayando su contribución a la vitalidad social y económica y a la promoción de principios fundamentales como el buen gobierno, la cohesión social, los derechos humanos y la coexistencia pacífica en el Hemisferio.

Señoras y señores, desempeñan ustedes un papel clave en el diseño de políticas que respalden esos objetivos. La CIC tiene la responsabilidad de dar continuidad a los mandatos ministeriales y establecer un plan de trabajo que traduzca los compromisos en prioridades y acciones.

Comprendemos plenamente que, para reducir la pobreza y lograr un desarrollo duradero, debemos tener en cuenta la función de la cultura. La OEA ha tenido un éxito extraordinario en la ejecución de proyectos que tienen en cuenta estos encomiables objetivos. Sin embargo, sabemos que se puede hacer mucho más cuando existe una identificación de los pueblos a los que servimos y cuando contamos con el apoyo de los individuos y organizaciones que tienen un interés común en el fomento de la cultura como componente clave de la paz y el desarrollo.

El año pasado, en la ciudad de México, los ministros y altas autoridades de cultura examinaron la relación entre el crecimiento económico con equidad para reducir la pobreza, el fortalecimiento de la cultura y el fomento del respeto por la diversidad cultural y reconocieron la necesidad de establecer un vínculo más estrecho entre las políticas culturales y las políticas económica, comercial, social y fiscal.

La OEA y muchas de nuestras contrapartes del sistema interamericano han adoptado medidas que reconocen la importancia de la cultura en la creación de un clima favorable al desarrollo. El Dr. Enrique Iglesias, Presidente saliente del Banco Interamericano de Desarrollo, nos dejó una gran sabiduría y expresiones muy certeras. Una vez comentó que “el gasto en cultura es, en realidad, una inversión”. Esa afirmación es, a la vez, breve y precisa y debería ser un principio que oriente nuestras intenciones y empeños. En efecto, a través de la CIC procuramos identificar y apoyar las oportunidades para tales inversiones.

Alianzas cooperativas

Esta administración está comprometida con el fortalecimiento de la cooperación con instituciones multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo, los organismos gubernamentales, las organizaciones no gubernamentales y las instituciones financieras internacionales. También nos identificar las crecientes oportunidades de trabajar con contrapartes empresariales socialmente responsables.

Hace algunas semanas tuve oportunidad de hablar en una conferencia internacional organizada por la Academia Mundial de Arte y Cultura. Estaban presentes en el evento universitarios, artistas y poetas del Medio Oriente, Europa, el Caribe, América Latina, Canadá y Estados Unidos. Entre otros temas, este distinguido grupo, que incluía a poetas premiados, analizaba las formas de utilizar las modalidades de expresión cultural para facilitar la paz.

En esa ocasión hice referencia a la cuestión de la comunicación cultural como clave del desarrollo y la paz. Creo firmemente que, para comprender y atenuar los conflictos, primero tenemos que analizarlos y comprenderlos desde la perspectiva de quienes los crean, experimentan, interpretan y gestionan. Por su propia naturaleza, la OEA ha estado a la vanguardia de la promoción de la comunicación intercultural y, con ello, hemos logrado crear una comunidad de naciones unida en su apoyo al estado de derecho, la salvaguardia de la democracia y la protección de los derechos humanos.

En julio, el Secretario General Insulza y yo asistimos en Nueva York a la Sexta Reunión de Alto Nivel entre las Naciones Unidas y las organizaciones regionales e intergubernamentales. En esa reunión, presidida por el Secretario General de las Naciones Unidas Kofi Annan, los participantes, que representaban a una serie de organizaciones mundiales y regionales, aprobaron por unanimidad una declaración sobre una “Alianza entre Civilizaciones” que procura un mayor reconocimiento del papel de la diversidad como fuerza de crecimiento, estabilidad y desarrollo.

Encomio la colaboración de esta Comisión con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Esta capacidad de cooperación crea el ambiente para el fomento de las políticas y programas culturales que reafirman el valor fundamental de la cultura como cimiento del desarrollo.

Acción futura

La Secretaría General y, en particular, la Oficina de Educación, Ciencia y Tecnología, como Secretaría Técnica de la Comisión Interamericana de Cultura, está dispuesta a trabajar con ustedes para facilitarles el diálogo, brindarles apoyo técnico e impulsar la cooperación horizontal entre los miembros.

En momentos en que la comunidad interamericana se prepara para la Cuarta Cumbre de las Américas, que se centrará en “Crear trabajo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática”, es pertinente reiterar la importancia de la cultura como fuerza poderosa para la cohesión social, con repercusiones positivas en la creación de empleo, la participación comunitaria y el desarrollo económico.

Espero con interés los resultados de las deliberaciones que ustedes celebrarán; tienen por delante una importante e histórica tarea. En el cumplimiento de esa responsabilidad, les deseo el mayor de los éxitos.

Muchas gracias.