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A.5 Potencialidad del uso de la tierra

A.5.1 Tierras generalmente aptas para agricultura intensiva
A.5.2 Tierras generalmente aptas para pastos mejorados o cultivos permanentes
A.5.3 Tierras generalmente aptas para cultivos permanentes
A.5.4 Tierras generalmente aptas para la explotación forestal
A.5.5 Tierras para la explotación limitada de especies forestales
A.5.6 Tierras de uso indeterminado (manglares)
A.5.7 Tierras que deben conservarse como bosques de protección

En la Provincia del Darién, una considerable extensión de tierra potencialmente apta para la explotación agropecuaria se encuentra en la actualidad bajo dos modalidades tradicionales de uso: la agricultura migratoria y la actividad netamente extractiva del bosque, utilizando sistemas selectivos de extracción intensiva mecanizada.

El sistema de cultivo migratorio, practicado por la población darienita, está orientado a la eliminación indiscriminada de los bosques mediante el sistema de roza, tumba y quema y su sustitución por cultivos agrícolas; posteriormente viene el abandono de la parcela o la utilización de ésta por pastizales para la cría extensiva de ganado vacuno.

A pesar de los graves defectos de la agricultura migratoria de subsistencia practicada por los ribereños del curso medio y bajo de los principales ríos y afluentes, su acción no alcanza en la actualidad niveles destructivos debido a la baja presión demográfica; sin embargo reviste gravedad por sus efectos degradantes del suelo, la acción continuada del fuego, el monocultivo, la ausencia de prácticas de conservación de suelos, y el uso de suelos de gran pendiente, especialmente para la ganadería extensiva. Tal situación se tornará más peligrosa con el aumento de la población debido a la construcción de nuevas rutas de acceso, como la Carretera Panamericana. El sistema no podrá soportar más aumentos demográficos considerables; deberán adoptarse medidas de prevención, pues de lo contrario el paisaje de frondosa vegetación se convertirá en un cuadro rojizo que sólo albergará especies pobremente desarrolladas y sin ningún valor económico.

Conscientes del problema, derivado del uso inadecuado de los suelos, y con la finalidad de orientar el aprovechamiento racional de las tierras, se hace un esbozo generalizado de la potencialidad de uso de los suelos de la Provincia del Darién basado en los análisis de la información de suelos y su capacidad de uso, fisiografía, topografía y aspectos ecológicos en términos muy generalizados (Cuadro A-6).

El análisis de los factores ambientales ha permitido determinar la existencia de áreas caracterizadas por condiciones más o menos homogéneas, las que una vez acondicionadas para su uso racional y continuo mediante la utilización de técnicas apropiadas a las condiciones drásticas del ecosistema tropical, permitirán alcanzar niveles adecuados de desarrollo económico en beneficio directo de la población darienita y por ende del país entero.

A.5.1 Tierras generalmente aptas para agricultura intensiva

Este grupo de potencialidad de uso agrupa ecosistemas cuyos recursos económicos aprovechables están constituidos por suelos aptos para cultivos principalmente tropicales. Alcanza una superficie de 116 381 hectáreas o sea el 6.9% de la superficie provincial.

Estas tierras corresponden a terrazas fluviales de los principales ríos de la zona, susceptibles a inundaciones eventuales o periódicas. Son tierras residuales de relieve ligeramente ondulado, distribuidas tanto en el valle terciario del río Chucunaque como en los sectores correspondientes a Garachiné, Punta Alegre y río Congo.

Las tierras de origen aluvial presentan limitaciones ligeras, derivadas de las inundaciones; en cambio se ven favorecidas por la topografía plana y una reacción óptima que les permite proporcionar elementos nutricionales a las plantas sin mayores restricciones.

Dentro de estos suelos pueden detectarse inclusiones de cuerpos edáficos de uso limitado debido a la naturaleza de su drenaje restringido. Los grupos edáficos residuales son mucho más heterogéneos; tienen un amplio rango de variación de pH, fluctuando desde muy fuertemente ácido hasta ligeramente ácido. La capacidad de retención hídrica es buena en los suelos porosos y muy friables, tornándose deficiente en los de textura predominantemente arcillosa. La susceptibilidad a la erosión hídrica es moderada. Las condiciones ecológicas son del tipo tropical húmedo con variaciones térmicas mínimas a través del año y sin diferencias marcadas entre el invierno y el verano. La temperatura media anual es de 26°C; la distribución de las lluvias es irregular, presentándose una concentración de la precipitación entre los meses de abril a noviembre y una disminución sensible de ella entre diciembre y marzo. El rango promedio de la precipitación varía de 1 700 a 2 800 mm. La vegetación, en su mayor parte modificada, ha soportado efectos de la explotación agrícola migratoria y de la extracción selectiva mecanizada de las especies forestales más valiosas.

El conjunto de ecosistemas que tienen condiciones favorables para el desarrollo agrícola intensivo está representado por suelos de capacidad de uso II, III, y IV, predominando las dos primeras clases; la potencialidad agrícola puede calificarse de buena a moderadamente buena.

Bajo el aspecto climático la eficiencia térmica es alta, y a pesar de que la precipitación total es grande, en términos absolutos es moderada en cuanto a las necesidades de agua bajo condiciones uniformes de distribución estacional; esto hace pensar que el uso racional de las tierras de este conjunto de ecosistemas requiere de un estudio de zonificación agroecológica dirigido a ubicar cada tipo de cultivos dentro del área cuyas condiciones agro-climáticas le resultan más adecuadas para su desarrollo.

Cuadro A-5. CAPACIDAD DE USO DE LOS SUELOS SEGUN SUS CARACTERISTICAS

USO GENERAL DE LAS TIERRAS

Clases de capacidad de uso 1/

Características generales

Hectáreas

% de área

Prácticas de manejo y conservación

Uso y cultivos apropiados


II

Suelos profundos, planos, franco a franco limosos, buena capacidad de retención hídrica; fertilidad natural media; medianamente ácidos a neutros. Limitaciones ligadas mayormente a inundaciones eventuales.

11 608

0.7

Protección contra las inundaciones y la erosión lateral; incorporación de material orgánico proveniente de cosechas, material verde, etc., rotación de cultivos y establecimiento de un programa racional de fertilización.

Maíz, frijol, zapallo, sandia, arroz, yuca, hortalizas y árboles frutales nativos.

TIERRAS APROPIADAS PARA CULTIVOS INTENSIVOS Y OTROS USOS

III

Suelos profundos a moderadamente profundos, planos a ligeramente inclinados, franco arenosos a franco arcillosos, friables o muy firmes, de fertilidad natural baja a media; algunos son de reacción medianamente ácida a neutra y otros muy fuertemente ácidos a fuertemente ácidos; pueden presentar tenores de aluminio probablemente tóxicos para algunos cultivos. Los suelos planos generalmente soportan inundaciones periódicas ligeras.

76 079

4.5

Protección para las áreas susceptibles a inundaciones. Control de la erosión hídrica en base a surcos en contorno, cultivos en fajas, cultivos de cobertura, y rotación de cultivos, de preferencia con leguminosas. Establecimiento de programas racionales de fertilización acorde con las características del complejo suelo-planta.

Maíz, arroz, zapallo, sandía, frijol, hortalizas, caña de azúcar, ñame, pina, yuca, pastos y frutales nativos. Plátano y banano, fundamentalmente en las áreas que se inundan periódicamente.


IV

Suelos moderadamente profundos, inclinados, franco arcillosos a arcillosos, porosos, friables, y de fertilidad natural baja a media; reacción muy fuertemente ácida a medianamente ácida. Susceptibles a la erosión hídrica. Algunos suelos presentan tenores de aluminio cambiable, probablemente tóxicos para algunos cultivos.

28 694

1.7

Mejoramiento de las condiciones de fertilidad y control de la erosión mediante la introducción de los procedimientos indicados en la clase anterior; la corrección de los suelos muy ácidos puede hacerse sólo en casos justificables.

Cultivos permanentes y pastos o ciertos cultivos anuales.

TIERRAS APROPIADAS PARA CULTIVOS PERMANENTES, PASTOS Y APROVECHAMIENTO FORESTAL

V

Suelos planos con microdepresiones, arcillosos; están afectados en su mayoría por lenta permeabilidad y drenaje imperfecto, napa freática poco profunda, empozamientos temporarios de agua; pueden sufrir inundaciones fluviables.

42 205

2.5

Mejoramiento de la relación suelo-aire mediante avenamientos simples: equilibrio de la fertilidad en base a un programa racional de fertilización. Protección contra las inundaciones.

Pastos y arroz.


VI

Suelos superficiales a moderadamente profundos, afectados por pendientes complejas y pronunciadas; muy susceptibles a la: erosión pluvial. Fertilidad natural generalmente baja.

393 697

23.2

Prevención de la erosión mediante una cobertura vegetal permanente, plantaciones en curvas de nivel, y en casos permisibles construcción de pequeñas terrazas. Estas prácticas deben complementarse con un programa racional de fertilización.

Pina, marañón, ciruela, nance, cítricos, palma africana, ñame, mango, mangostín y otros frutales del medio ecológico. Los terrenos de pendientes más bajas pueden adecuarse a la explotación ganadera a base de gramíneas forrajeras tradicionales y mejoradas.

TIERRAS MARGINALES PARA USO AGROPECUARIO APTAS PARA EL APROVECHAMIENTO FORESTAL

VII

Suelos de profundidad efectiva limitada, empinados a muy empinados, potencial hidroerosivo muy elevado. Pueden presentar rocosidad o pedregosidad superficial. También existen suelos planos con microdepresiones, arcillosos y pobremente drenados e inundables; napa freática a escasos centímetros de la superficie.

596 094

35.6

Aprovechamiento racional y repoblamiento de las especies forestales. Hay que evitar las quemas y talas indiscriminadas.

Explotación racional y aprovechamiento integral de los bosques.

TIERRAS NO APROPIADAS PARA FINES AGROPECUARIOS NI EXPLOTACION FORESTAL

VIII

Tierras montañosas de topografía muy abrupta; suelos generalmente pedregosos y rocosos, y tierras planas de drenaje muy pobre. Son suelos arcillosos, con superficies de empozamiento de agua casi permanente.

488 823

29.1

Mantenimiento de la cobertura vegetal. El mejoramiento de las tierras pobremente drenadas puede o no ser factible o poco justificable.

Protección de cuencas; suministro de energía; explotación de minas y canteras y captación de aguas. Marco escénico de los bosques de protección y vida silvestre.

SUPERFICIE DE RIOS

43 100

2.7

SUPERFICIE TOTAL

1 680 300

100.0


1/ La Clase I no fue identificada.

Cuadro A-6. POTENCIALIDAD DE USO DE LAS TIERRAS DE LA PROVINCIA DEL DARIEN

Símbolo

Sectores de uso

Extensión

%

ha

A

Tierras generalmente aptas para agricultura intensiva

6.9

116 381

B

Tierras generalmente aptas para pastos mejorados o cultivos permanentes

10.9

184 808

C

Tierras generalmente aptas para cultivos permanentes

14.9

251 264

D

Tierras generalmente aptas para la explotación forestal

25.4

425 478

E

Tierras para la explotación limitada de especies forestales

17.2

289 747

F

Tierras de uso indeterminado (manglares)

2.2

36 739

G

Tierras que deben conservarse como bosques de protección

19.8

332 783

Ríos

2.7

43 100

Total

100.0

1 680 300

La incorporación de estas tierras a la agricultura debe hacerse mediante desmontes parciales para evitar romper el equilibrio biológico; de esta manera se podrían conservar los suelos y al mismo tiempo aprovechar las maderas comerciales para financiar en parte la ejecución del planeamiento agrícola.

A.5.2 Tierras generalmente aptas para pastos mejorados o cultivos permanentes

Este grupo potencial de uso se encuentra ubicado principalmente en los valles terciarios del Chucunaque, Sambú, Balsas y Sabana; ocupan una superficie de 184 808 hectáreas o sea el 10.9% de la superficie total de la provincia.

Las tierras de este ecosistema están ubicadas en áreas onduladas o de colinas en su mayor parte, con pendientes que varían entre ligeramente inclinadas a inclinadas. Las asociaciones de suelos son residuales, superficiales a moderadamente profundos, de reacción muy fuertemente ácida a ligeramente ácida y de fertilidad media a baja. Ecológicamente están bajo la formación del bosque tropical húmedo; los regímenes térmicos son muy satisfactorios para el desarrollo de los pastos tropicales y las necesidades de agua en general son moderadas, aunque pueden presentarse deficiencias de humedad principalmente en aquellas áreas de transición seca.

La vegetación está compuesta de bosques maduros que probablemente tienen especies forestales de valor comercial.

La potencialidad de uso de estas tierras aptas para el cultivo de pastos o cultivos permanentes la dan los suelos de calidad agrológica pertenecientes a las clases de capacidad de uso IV, V y la Clase VI en pendiente inclinada. Para el uso racional de estas tierras, al igual que en las tierras del ecosistema anterior, se requiere un estudio de zonificación agroecológica a fin de determinar las áreas con condiciones agroclimáticas apropiadas para cada especie forrajera o cultivos permanente.

El desmonte de estas áreas de suelos debe ser parcial y deben aprovecharse las maderas de cotización comercial como recurso económico para autofinanciar en parte los gastos de la implantación de los pastos.

La ganadería extensiva no es recomendable porque requiere grandes extensiones de terrenos y resulta impráctico tanto el manejo de pasturas como la conservación y manejo del recurso edáfico.

La ganadería semiintensiva podría resultar económica en base a razas resistentes al medio ecológico, empleando sistemas alternados de pastoreo directo y alimentación en establo con gramíneas forrajeras provenientes de corte o de ensilaje.

A.5.3 Tierras generalmente aptas para cultivos permanentes

Abarcan una extensión de 251 244 hectáreas o sea el 14.9% de la superficie total evaluada. Los componentes edáficos varían de superficiales a moderadamente profundos, franco arcilloso a arcilloso, de reacción muy fuertemente ácida a moderadamente ácida y de fertilidad natural media y baja. Fisiográficamente se encuentran sobre colinas moderadamente disectadas y exhiben una topografía predominantemente empinada. Las condiciones climáticas son apropiadas para la producción de la mayoría de las especies permanentes de la zona, aunque en ciertos años pueden producirse desequilibrios hídricos acentuados por la naturaleza del régimen de distribución estacional de las lluvias.

La potencialidad de uso de estas tierras están determinadas por suelos de calidad agrológica VI, que mediante la aplicación de técnicas razonables de manejo y sistemas de siembre pueden llegar a producciones satisfactorias de los cultivos permanentes.

El cultivo de especies permanentes debe orientarse especialmente al fomento de árboles frutales propios del medio ecológico. Las variedades existentes deben ser mejoradas en el sentido de conseguir ejemplares de altura adecuada para la cosecha, calidad de la fruta que se adecúe a las exigencias de la industria, individuos resistentes a plagas y enfermedades, etc. Las especies que pueden agregarse a las condiciones del medio son: marañón, pina, mango, mangostín, nance y cítricos, entre los principales.

La palma africana es otra especie que podría adaptarse a las características de estos suelos y proporcionar rendimientos satisfactorios en forma permanente, lo que constituiría una fuente importante de materia prima para la extracción de aceite. Al igual que en el caso anterior, para asegurar el éxito de los cultivos permanentes en esta zona se necesitan estudios para ubicar sectores con condiciones agroclimáticas más apropiadas para cada especie de cultivos permanentes. La incorporación de estas tierras a la explotación agrícola debe hacerse gradualmente, debiéndose aprovechar las especies madereras de importancia comercial como resultado económico para autofinanciar en parte los gastos de implantación de los cultivos permanentes.

A.5.4 Tierras generalmente aptas para la explotación forestal

Este tipo de potencialidad de uso reúne ecosistemas que se caracterizan por presentar asociaciones florísticas bien desarrolladas y muchas de ellas de gran valor económico; cubren una superficie de 425 478 hectáreas (25.4% de la superficie total de la provincia).

Fisiográficamente estas áreas se encuentran demarcadas por laderas de montañas y colinas fuertemente disectadas, de topografía dominantemente muy empinada. Los suelos son de origen residual, de profundidad efectiva limitada y muy susceptibles a la erosión pluvial. Este grupo de potencialidad está bajo la influencia del bosque muy húmedo premontano y bosque muy húmedo tropical.

Los ecosistemas incluidos en este tipo de potencialidad de uso están formados por bosques naturales que contienen muchas especies potencialmente aptas para el aprovechamiento forestal. Tanto los recursos edáficos como los climáticos pueden ser considerados como favorables para el desarrollo de las especies forestales de interés económico. La potencialidad de uso de los suelos está dada por la Clase VII. El uso racional de las especies económicas debe ser planificado en base a estudios de detalle de las condiciones ambientales bajo las cuales se están desarrollando.

Uno de los aspectos básicos que debe contemplarse es el concerniente a la repoblación de las especies aprovechadas a fin de que se pueda mantener y asegurar una producción continua de la madera, ya que de otro modo se podría generar un fuerte deterioro del medio tornándose negativo para el buen arraigo y desarrollo de las especies que se tiene interés en preservar.

El aprovechamiento del bosque debe hacerse mediante la instalación de industrias forestales integradas, en las que no solamente cada árbol sea aprovechado al máximo sino que todos los árboles del bosque heterogéneo sean incorporados a diferentes líneas de producción.

A.5.5 Tierras para la explotación limitada de especies forestales

Cubre una superficie de 289 747 hectáreas (17.2% de la superficie total de la provincia). Los ecosistemas agrupados en este tipo de potencialidad presentan diferentes rasgos fisiográficos; se encuentran unidades en terrazas fluviales inundables y otras sobre laderas de montañas muy fuertemente disectadas.

Las asociaciones de suelos pueden reunirse en los siguientes grupos: suelos aluviales hidromórficos, superficiales, arcillosos de drenaje pobre o muy pobre y de reacción fuertemente ácida a ligeramente ácida, y el grupo de suelos residuales, generalmente superficiales, de drenaje excesivo y escurrimiento accidentado, franco arcilloso a arcilloso y de reacción muy fuertemente ácida a ligeramente ácida.

La vegetación natural en las áreas con problemas de drenaje está constituida por especies vegetales de habitat hidrófilo, a saber: cativo, alcornoque, tangaré, sangre de gallo y corozo, entre las principales, cuyas características fisonómicas corresponden a la formación del bosque húmedo tropical.

Las asociaciones vegetales de los suelos residuales se encuentran bajo la influencia de la formación bosque muy húmedo premontano, y por lo tanto el régimen hidrológico puede considerarse como apropiado para el crecimiento y desarrollo de las especies forestales económicas de la región. Las especies más comunes son: tachuelo, roble, cuipo, espavé, olivo y coco.

Este grupo de potencialidad de uso está formado por una asociación de clase de capacidad de uso VII - VIII, es decir que incluye zonas apropiadas e inapropiadas para el aprovechamiento forestal, lo que sugiere la necesidad de realizar estudios más detallados para la determinación y ubicación de las áreas de vocación forestal con el objeto de orientar la investigación silvícola.

A.5.6 Tierras de uso indeterminado (manglares)

Abarcan una superficie de 36 739 hectáreas o sea el 2.2% de la superficie total evaluada.

Este tipo de potencialidad de uso pertenece al grupo de ecosistemas que se caracterizan por presentar suelos muy pobremente drenados formados bajo la influencia permanente de aguas salobres y albergar una vegetación formada principalmente por mangle.

Fisiográficamente constituyen las terrazas fluviales que soportan inundaciones muy severas en forma permanente, producidas por las mareas principalmente. Las unidades edáficas son arcillosas, con elevado tenor de sodio cambiable y probablemente con presencia de materiales sulfúricos.

Los recursos edáficos existentes de capacidad VIII con severos problemas de drenaje y la naturaleza del clima vienen a constituir el habitat específico para el desarrollo de los manglares; considerando, además, que ninguna otra especie forestal podría desarrollarse mejor, en densidad y volumen que la referida especie, podría pensarse en el aprovechamiento integral y racional de la masa forestal de los manglares.

A.5.7 Tierras que deben conservarse como bosques de protección

Este tipo de potencialidad presenta muy severas restricciones para la utilización de sus recursos naturales. Cubre una extensión de 332 783 hectáreas o sea el 19.8% de la superficie provincial.

Agrupa tierras generalmente montañosas de profundidad muy limitada y topografía dominantemente muy accidentada. Las asociaciones vegetales por lo general están relacionadas con las formaciones ecológicas del bosque pluvial premontano y bosque muy húmedo tropical.

La calidad agrológica de estas tierras está representada por la Clase VIII e incluye cuerpos edáficos de relieve sumamente accidentado y de régimen pluvial muy intenso y abundante. Estas condiciones eliminan todas las posibilidades de aprovechamiento de los recursos naturales, y en consecuencia forman parte del marco escénico de los bosques de protección. La alteración de estos bosques con fines de aprovechamiento puede generar un proceso de erosión por deslizamientos de tierras de las partes altas hacia las zonas bajas adyacentes que cuentan con reservas económicamente aprovechables.

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