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.5 San Miguel

La fisiografía de la zona comprende tres tipos de paisajes: cerros y montañas bastante disectados, con capas inferiores de rocas volcánicas antiguas; volcanes recientes con capas inferiores de depósitos piroclásticos sueltos, y planicies bajas, con capas de materiales piroclásticos sueltos y aluviales.

.1 Suelos

A continuación se agrupan los suelos de acuerdo con las anteriores divisiones fisiográficas.

a. Cerros y montañas

Los cerros y montañas disectados se encuentran en la parte norte y nordeste formando un paisaje continuo. También hay cerros aislados, bajos y estrechos en la parte central y meridional de la zona.

El paisaje actual es de cerros y montañas bajas, pedregosas y principalmente redondeadas, pero en ciertos lugares son abruptas o escarpadas. El relieve local se mide en docenas de metros.

Los suelos varían de poco a fuertemente desarrollados, y son de superficiales a moderadamente profundos. Usualmente son pedregosos. Pertenecen a los Grandes Grupos de los Latosoles Arcillo Rojizos, Litosoles y Grumosoles.

b. Volcanes recientes

En la parte oeste del valle se encuentran las faldas y "repiés" del macizo volcánico de San Miguel, que pertenece a la cadena de volcanes recientes. Son áreas ligeramente disectadas, con pendientes que varían desde más del 60 por ciento en las faldas más altas hasta un 3 por ciento en las partes bajas, donde se encuentran los "repiés" del volcán. Los suelos son profundos, friables y fáciles de cultivar. Pertenecen a los Grandes Grupos de los Regosoles y de los Latosoles Pardo Forestales. Existen, además, algunas corrientes de lava que son áreas de pura roca oscura, con muy poca vegetación o carente de ella. Este valle incluye también el reciente cono volcánico en donde se encuentra la laguna de Aramuaca.

El área, en general, posee capas inferiores de escoria ligeramente cementada.

c. Planicies bajas

Las planicies bajas, casi sin disección, se encuentran en su mayoría a elevaciones menores de 100 metros sobre el nivel del mar. En la parte central y sudoeste de la zona forman el amplio valle del Río Grande de San Miguel y el "repié" del volcán de San Miguel. Alrededor de la laguna El Jocotal y al norte de la laguna Olomega hay extensas planicies de aluvión reciente sujetas a inundaciones. Estas tienen drenaje que varía de algo pobre a muy pobre, y permanecen húmedas durante mucho tiempo de la estación seca. Los suelos son algo pesados pero de buena calidad, y profundos en su mayoría. Pertenecen a los Grandes Grupos de los Regosoles Aluviales, Gley Húmicos y Grumosoles. Adyacentes a estas áreas hay planicies a mayor nivel y un poco más inclinados, con suelos de buen drenaje. Son áreas secas en época de sequía, y húmedas pero nunca inundadas en época lluviosa. Generalmente, los suelos son profundos y permeables. Son de textura franca, franco arenosa y franco arcillosa. Las capas inferiores están constituidas en su mayor parte de cenizas, polvos, y gravillas volcánicas. Estos suelos pertenecen a los Grandes Grupos de los Regosoles Aluviales y Latosoles Arcillo Rojizos.

Los Latosoles están bien desarrollados, con suelos superficiales arcillosos y arcillosos francos, y subsuelos de arcilla plástica. Estas tierras son de color café rojizo y tienen estructura en forma de bloques. Los subestratos están generalmente intemperizados hasta una profundidad considerable, dependiendo del tipo de material originario y de la topografía. Algunos de estos suelos descansan sobre talpetate a profundidades de menos de un metro. Este talpetate es permeable al agua solo en forma lenta.

El drenaje interno de los Latosoles es de lento a bueno y la topografía varía generalmente de ondulada a entrecortada ondulada. La capacidad de intercambio de cationes está, por lo general, por encima de 20 miliequivalentes por 100 gramos de suelo, y la capacidad de intercambio está compuesta por más del 70 por ciento de otras bases diferentes del hidrógeno. Los resultados del análisis químico indican que estos suelos son de media a alta productividad.

Las tierras en el grupo de Latosoles incluyen las siguientes series, tipos y fases de suelos:

Franco San Miguel, hondo, subsuelo pesado y bien drenado; Arcillo Franco Ozatlán, hondo, bien drenado y ligeramente ondulante, y Arcillo Franco Ozatlán, talpetate y ondulantes.

Los Grumosoles son suelos arcillosos, que varían en color desde negro hasta gris oscuro. Son muy plásticos y pegajosos, con permeabilidad lenta. Los subsuelos son pesados y moteados, y casi siempre descansan sobre conglomerados y tobas casi impermeables. Estos suelos son muy húmedos y cohesivos durante la estación lluviosa, y en la estación seca se agrietan profundamente.

Las arcillas Pasaquina pertenecen a este grupo de suelos.

Los Regosoles de tierra alta son suelos relativamente jóvenes, desarrollados principalmente de depósitos permeables de cenizas volcánicas y piedra pómez. El color de los suelos superficiales es café grisáceo oscuro. Los subsuelos son ligeramente más pesados que los suelos superficiales y son de color café. Están ubicados a profundidades que varían de 30 a 70 centímetros de la superficie, y descansan sobre arenas estratificadas, suelos francos y gravillas. En algunos casos se encuentra una veta de talpetate, de permeabilidad lenta, a un metro de la superficie. Los Regosoles están generalmente bien drenados pero en algunas áreas locales son de drenaje interno lento.

Los resultados de los análisis químicos muestran que tienen una capacidad base de intercambio de 10 a 20 miliequivalentes por 100 gramos de suelo, una saturación base de cerca del 60 por ciento y valores de pH entre 5.6 y 7.0.

La práctica demuestra que estos suelos son muy productivos. Sin embargo, se requieren prácticas apropiadas de fertilización y conservación para mantener altos niveles constantes de producción en cultivos de surco. La topografía de los sitios en donde se encuentran generalmente estos suelos va desde planicies ligeramente onduladas hasta tierras con lomas de pendientes empinadas.

Los Regosoles de tierra alta de la cuenca incluyen las siguientes series: francos y francos con arena fina Batres, hondos y bien drenados; franco Usulután; hondos y bien drenados; Francos arenosos Aramuaca y talpetate; francos Usulután, hondos, bien drenados y ondulantes; francos Batres, hondos, bien drenados y ondulantes.

Los Regosoles Aluviales, en cambio, son suelos jóvenes, estratificados, que se han encontrado en las tierras planas bajas. La mayor parte de ellos están pobremente drenados y sujetos a inundaciones periódicas. Las texturas de estos suelos varían entre franco arenosa y franco arcillosa con estratificaciones de capas ligeras y pesadas a diversas profundidades. En algunas áreas se encuentra una capa de talpetate cerca de la superficie. Los suelos superficiales son oscuros y generalmente ricos en materia orgánica. En general, la capacidad de intercambio de cationes está generalmente sobre 20 miliequivalentes por 100 gramos con saturación base de más del 75 por ciento, y valores de pH entre 6.0 en los suelos superficiales y 8.0 en los subsuelos.

La fertilidad de estos suelos es alta, pero su uso agrícola potencial está restringido debido a dificultades de cultivo provenientes del alto contenido de fracción arcillosa contenida en los horizontes, del perfil. En general, prevalecen en el perfil las texturas:

i. De franco arenosa a arcillosa franca, descansando generalmente sobre capas más ligeras, aunque en algunas áreas descansan sobre talpetate permeable.

Estas tierras son semihúmedas y drenan con relativa facilidad. Están sujetas a inundaciones ocasionales. Pertenecen a este grupo de suelos las siguientes series y tipos: arcillosos francos Jocotal, con drenaje lento; francos Jocotal, con talpetate, y francos Tamarindo, profundos y bien drenados.

ii. De franca a arcillosa franca, que son suelos quebradizos y estratificados. Estas tierras son húmedas durante la temporada de lluvias debido a la consistencia del suelo superficial y a la lentitud de drenaje del subsuelo. Actualmente, la mayor parte de ellos está sujeta a inundaciones anuales. En esta categoría, la mayoría de los suelos están clasificados así: arcillosos francos El Cedral con subsuelos pobremente drenados, y francos Miraflores, pobremente drenados y estratificados.

iii. Arcillosa franca, que son sueltos, hondos, pesados y plásticos, y arcillas que permanecen húmedas durante toda la estación lluviosa.

Tienen algunas de las características de los Grumosoles. El suelo de este grupo es la arcilla Chapeltique.

Existen grupos misceláneos de tierras aluviales, cuyo uso está muy restringido, situadas en las lagunas v cerca de ellas. Varían en textura y perfil. Los suelos de este gruño, que no están permanentemente cubiertos por el agua, se clasifican como arcillosos francos de pantanos.

.2 Capacidad productiva de la tierra

Según el levantamiento general de suelos, existen las siguientes categorías de tierras:

a. Tierras aptas y de aptitud limitada para la labranza intensiva

Tienen una extensión de 45287 hectáreas. La mayoría de estas tierras puede dedicarse a cultivos intensivos. Las principales cosechas que se adaptan son algodón, maíz, fríjoles, arroz y verduras.

i. Algodón. La cosecha de algodón ha alcanzado éxito en la mayor parte de las áreas bien drenadas, debido, principalmente, a las prácticas modernas de cultivo. Se estima que se continuará con una sola cosecha, ya que la doble cosecha de algodón no es una buena práctica de cultivo. Es recomendable la siembra de legumbres en rotación, o en doble siembra, en lugares donde el algodón se corte temprano. Con prácticas de riego sería posible producir algodón en la estación seca, así como otras cosechas. Esto tendría la ventaja de proporcionar un mejor control de plagas e insectos que atacan al algodón.

ii. Maíz. Se siembra casi en cualquier época del año, pero generalmente sólo se produce una cosecha buena. Con el riego sería posible aumentar la producción actual.

iii. Frijol. Se puede sembrar asociado con el maíz, principalmente en las Clases II y IV, con suelos francos, sin problemas de inundación.

iv. Arroz. Debido a la presencia de suelos arcillosos que presentan problemas de drenaje, el cultivo del arroz se adapta bien. Con riego se podría obtener dos cosechas de arroz en las tierras bajas pesadas, que en la actualidad son esencialmente improductivas. Utilizando métodos de inundación controlada, sería posible obtener dos cosechas al año, y el arroz que se produce durante la estación lluviosa se podría combinar con otros cultivos de corto plazo mediante regadíos durante la estación seca.

v. Verduras. Estarían restringidas a los suelos francos. Con regadío se podrían obtener dos o tres cosechas.

b. Tierras aptas para pastos y bosques naturales

Comprenden una extensión de 1567 hectáreas. Son tierras de moderada a buena calidad, no apropiadas para cultivos anuales por el peligro de erosión, y aptas para cultivos permanentes mediante la aplicación de medidas de conservación. Con prácticas de fertilización y control de erosión, las áreas de pendientes moderadas y suelos algo profundos serían buenas para cultivos permanentes, especialmente frutales, café, pastos y otros cultivos apropiados de la zona intermedia.

c. Tierras aptas únicamente para pastos y bosques naturales

Comprenden las Clases VIIa, VIIe y Viles; tienen una extensión de 10429 hectáreas. Son tierras bastante limitadas en su uso por tener pobre drenaje, peligro de inundación, peligro de erosión a causa de las fuertes pendientes o características desfavorables del suelo. Debido a estas limitaciones, son aptas únicamente para pastos y bosques naturales.

Cuadro A.10 Zona Alto Lempa Capacidad productiva de la tierra (Extensión en hectáreas)

Cuadro A.11 Jucuarán - Golfo de Fonseca Capacidad productiva de la tierra (Extensión en hectáreas)

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