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5.1 Riego y drenaje

Los proyectos de riego constituyen las más grandes posibilidades para aumentar y diversificar la producción agrícola del país. Recientemente se ha promulgado la Ley de Avenamiento y Riego, que permite al Gobierno llevar a la práctica los proyectos de riego que han sido identificados, en condiciones que facilitan la obtención de su financiamiento.

El riego permite una agricultura más intensiva, que a su vez requiere maquinaria especial tanto para la práctica del riego como para la labranza y para las operaciones de cosecha. Teóricamente, tan sólo con la aplicación del riego se duplicaría el área de cultivo utilizando las tierras en la estación seca, que es de hasta seis meses en la mayor parte del territorio de El Salvador. Sin embargo, esta cifra puede ser aumentada considerablemente si se aplica una tecnología más adelantada en la producción agrícola.

La dotación de riego, en general, supone los conceptos de grandes obras de riego y pequeñas obras de riego. Las primeras están relacionadas particularmente con el aprovechamiento de las aguas superficiales, de las que el país tiene en cantidades elevadas. Las segundas sugieren tanto una inversión menor como también el aprovechamiento principal del agua subterránea.

Las grandes obras de riego que se han identificado en el país son once, y de estas, aparentemente, ninguna tiene una relación de beneficio-costo menor de 1.5. Sin embargo, las desventajas que presentan son el alto costo de los estudios dé previabilidad y viabilidad, y el alto costo de ejecución por superficie regada.

Las dos primeras desventajas son genérales y la tercera es particular para las obras de El Salvador, debido a que las superficies son pequeñas, especialmente en las zonas agrícolas situadas en el Planalto Central y en Metapán, las cuales presentan algunas condiciones desfavorables debido a la topografía, que dificulta las obras de distribución y encarece el costo.

De acuerdo con la programación para la construcción efectuada por la Dirección General de Obras de Riego, los costos de los proyectos se presentan en el Cuadro 5.26

a. Pequeñas obras de riego

Esta modalidad se basa en el aprovechamiento principal del agua subterránea que proporciona agua por medio de pozos para el riego de áreas limitadas. De acuerdo con estudios anteriores se ha determinado que los pozos que producen de 5500 a 55000 m3/día, con una dotación de 1 litro/seg/ha permitiría el riego de una superficie entre 55 y 555 hectáreas. Los pozos cuyas capacidades oscilan entre 500 y 5500 m3/día permitirían regar superficies comprendidas entre 5 y 55 hectáreas, y finalmente, los que tienen baja capacidad podrían proporcionar agua para regar superficies hasta de 5 hectáreas.

En los casos en que se cuente con pozos de gran capacidad, la integración de pequeñas propiedades vecinas permitiría hacer su exploración económica. En cambio, los pozos de menor capacidad servirían sólo para regar pequeñas propiedades individuales.

b. Grandes obras de riego

Se han identificado en el país once grandes obras de riego, de las cuales una se encuentra en período de ejecución.

Jiboa (5.3.1)
Alto Lempa (5.3.2)
Bajo Lempa (5.3.3)
Río Paz (5.3.4)
Sonsonate-Banderas (5.3.5)
Ahuachapán-Santa Ana (5-. 3. 6)
Olomega (5.3.7)
Usulután-Vado Marín (5.3.8)
Zapotitán
Jocotal-San Dionisio
San Miguel-San Esteban

En el epígrafe correspondiente a Proyectos de Desarrollo Agrícola (5.3) se incluyen estudios complementarios a los proyectos de riego de las cuencas inferior y superior del Río Lempa y del Río Jiboa, y de las zonas de Sonsonate-Banderas, Ahuachapán-Santa Ana y Usulután-Vado Marín.

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