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.8 San Salvador (8)

Esta zona agrícola es una de las más importantes porque en ella está asentada la ciudad de San Salvador, que agrupa el núcleo poblacional más grande del país.

La zona está situada en la planicie centro occidental, limitada al sur por las elevaciones de la Cadena Costera, al oeste por la porción de la Cordillera Central, que alberga el volcán de San Salvador, al norte por las colinas de la Cadena Interior, al nordeste por una serie de colinas y el volcán Guazapa, y al sudeste por el lago de Ilopango. Comprende parte de los municipios de San Matías, Quezaltepeque. Nueva San Salvador, y Antiguo Cuscatlán, del departamento de La Libertad, y parte de los municipios de Nejapa, Guazapa, Apopa, Tonacatepeque, Ayutuxtepeque, Mejicanos, Cuscatancingo, Villa Delgado, San Martín, Ilopango y San Salvador, del departamento de San Salvador.

Debido a que la zona constituye los alrededores de la capital, y a que cuenta con las mayores facilidades de transporte, comercialización, mercado, fuentes tecnológicas, etc., tiene la más alta prioridad para el desarrollo agrícola. Sin embargo, es necesario hacer notar que la ciudad se asienta sobre terrenos de alta clase de productividad agrícola y que su ampliación reduce constantemente el área productiva, que tiene gran importancia para la economía del país si se tiene en cuenta que éste no cuenta con grandes extensiones de terrenos de alta calidad.

En razón de sus condiciones económicas y sociales y de la manifestación de sus recursos naturales, puede subdividirse en dos subzonas: la de Quezaltepeque, que se halla al norte, y la de San Salvador, que está situada al sur y bordea la región metropolitana. Esta ultima subzona tiende a desaparecer por el crecimiento de dicha región.

.1 Clima

La subzona de San Salvador es más alta que la de Quezaltepeque. En aquella, la llanura esta situada entre 625 y 925 metros sobre el nivel del mar; en cambio, la subzona de Quezaltepeque está situada aproximadamente entre 300 y 600 metros. Estas diferencias también se manifiestan en la precipitación y en la temperatura de las zonas, aunque en forma ligera. Las áreas situadas hasta los 800 metros tienen un clima determinado como Sabana Tropical Caliente (Koppen), mientras que las que se encuentran a una altura mayor de 800 metros se consideran Sabanas Tropicales Calurosas. El promedio anual de temperatura es de 22.9°C para la parte alta, con promedios mensuales mínimos en diciembre y enero de 21.9°C y máximas en abril de 24.2°C, poco antes de la iniciación de la temporada de lluvias. Como en la mayor parte del país, esta zona esta sujeta a seis meses de sequía y seis meses de lluvia, con un promedio mensual máximo en julio de 362 milímetros para San Salvador. En general, la zona recibe entre 1800 y 1900 milímetros de lluvia total anual.

.2 Fisiografía

Como la mayor parte del Planalto Centro Occidental, la zona forma una llanura con una inclinación hacia el norte, presentando una serie de descensos parabólicos que indican etapas erosivas. Estos descensos se aprecian particularmente en los declives que presentan los ríos que flanquean a esta zona. El río Sucio, que forma el flanco noroccidental de la zona presenta cuatro descensos parabólicos, y el río Acelhuate, que corre a lo largo del flanco oriental, presenta tres descensos causados por igual numero de obstáculos en su curso.

La zona está ubicada en el Planalto Occidental, que es un graben con un relleno de 400 a 800 metros compuesto por pómez, escorias, lápilli, toba y lava, con estratificaciones primarias a los que se agregan los materiales transportados por el agua. Las lavas, en su mayoría, tienen carácter basáltico-andesítico, en tanto que los productos sueltos tienen a veces carácter dacítico riolítico. La base física de la zona está formada por un ensamblamiento heterogéneo de rocas volcánicas formadas por erupciones explosivas y líquidas. Los tipos explosivos de roca incluyen extensas carnadas de toba, pómez, cenizas, aglomerado y breccia. Intercaladas con esas carnadas hay derrames de lava basáltica y andesítica. Las carnadas de pómez y de ceniza constituyen acuíferos productivos que aparecen en las zonas de saturación. Las fases fragmentarias y escorias de los derrames de lava son permeables y proveen muchos pozos y manantiales.

.3 Hidrología

Los ríos principales de la zona son dos, y corren paralelos en dirección norte para desaguar en el Lempa. Corren por hondonadas profundas; el río Sucio1 en el flanco noroeste, y el Acelhuate a lo largo de su flanco oriental.

1 Ver Zona Agrícola del Valle del Alto Lempa.

El río Acelhuate tiene una descarga mínima aforada en el puente de la carretera troncal del norte de 2.9 metros cúbicos por segundo, y un caudal específico estimado de 5 litros por segundo por kilómetro cuadrado. Las aguas de este río tienen aproximadamente 300 partes por millón de sólidos disueltos. En su tramo superior se ubican plantas hidroeléctricas.

Cuadro 4.11 Evaporación de cuenca, evapotranspiración potencial y precipitación segura (Zona Agrícola San Salvador)

* Latitud N. 13.71 Long. 89.21, Elevación: 710 metros sobre el nivel del mar

Cuadro 4.11 Evaporación de cuenca, evapotranspiración potencial y precipitación segura (Estación Ilopango* (Aeropuerto))

* Latitud N. 13.70. Longitud 89.11. Elevación: 615 metros sobre el nivel del mar

Cuadro 4.11 Evaporación de cuenca, evapotranspiración potencial y precipitación segura (Estación Santa Tecla*)

* Latitud N. 13.68. Longitud 89.29. Elevación 965 metros sobre el nivel del mar

De todas las zonas del país, la de San Salvador-Quezaltepeque es la que demanda un estudio más cuidadoso del agua para la determinación de su uso. De acuerdo con las condiciones que presenta, y en las que figuran, principalmente, los requerimientos de agua para consumo doméstico e industrial de la ciudad de San Salvador, el uso del agua debería considerarse desde el punto de vista múltiple. Sin duda, la primera prioridad debería dársele al uso domestico.

El agua superficial no es suficiente para satisfacer las necesidades de la zona urbana, tanto en cantidad como en calidad, pero existe una buena provisión de agua subterránea que sirve para cubrir las necesidades municipales.

La utilización de las aguas subterráneas es intensa, y se facilita debido a las favorables condiciones que presentan las formaciones volcánicas subyacentes. Hasta el momento, el caudal extraído se ha encontrado siempre por debajo del caudal anual de recarga natural; sin embargo, el estudio del uso de las aguas anteriormente mencionado debe comprender una evaluación cuidadosa de este recurso a fin de evitar los peligros de la explotación excesiva.

.4 Uso actual de la tierra

Las partes que bordean los volcanes de San Salvador, Guazapa y los cerros de Nejapa y Guaycume, se utilizan parcialmente en el cultivo de café y algo en frutales, y ciertas áreas se mantienen con vegetación natural donde predomina el matorral.

Las partes llanas a onduladas se utilizan en pastos, maíz, maicillo, frijoles, hortalizas y caña de azúcar.

.5 Estructura agraria

El sistema de tenencia de la tierra que predomina en la zona es el de propietario. Solamente en el municipio de San Matías, del departamento de La Libertad, y en el de Tonacape, de San Salvador, predomina el arrendatario.

Esta predominancia del propietario está asociada a la existencia de explotaciones agrícolas de mayores dimensiones y al cultivo predominante del café, que es bastante extensivo.

.6 Infraestructura

a. Transportes

Por ser esta la zona metropolitana de San Salvador, cuenta con una red caminera bastante completa, y no tiene muchos problemas de caminos que son sólo transitables en verano.

Debido a que en San Salvador se encuentra la terminal de las dos líneas de ferrocarril del país, la zona cuenta con un buen servicio de transporte ferroviario.

b. Electrificación rural

Existen redes de servicio eléctrico servidas por la CAESS; sin embargo, la zona no cuenta con los servicios del programa de electrificación rural de la CEL.

c. Capacidad de almacenamiento

Esta zona tiene la mayor capacidad de almacenamiento del país, ya que sólo el IRA cuenta con capacidad de almacenamiento en silos de 292900 quintales, y en bodega de 340000. Por otro lado, empresas como Alianza y Unizola, y los beneficios de arroz, cuentan con fuerte capacidad de almacenamiento. Además existen los almacenes de depósito del Banco Hipotecario, con capacidad para almacenar 160000 quintales de granos básicos.

.7 Comercialización

Los cultivos principales de esta zona son el café y la caña de azúcar; estos dos productos cuentan con industrias elaboradoras en la zona, lo que facilita la comercialización. También existen buenas vías de transporte.

Tanto la ganadería como la producción de arroz, frijoles y maíz cuentan con amplias facilidades de comercialización, ya que en la zona hay amplias instalaciones de almacenamiento, industrias elaboradoras, empresas lecheras, facilidades de transporte, y el mayor mercado del país que es San Salvador.

.8 Líneas generales de desarrollo

La subzona de San Salvador tiene una definida orientación urbana y es evidente que la zona metropolitana tiende a crecer a expensas del área agrícola, aun cuando ese crecimiento pueda suponer la desaparición de terrenos de alta productividad agrícola. Sin embargo, para ordenar ese crecimiento es necesario determinar un plan regulador y resolver el problema de la planificación urbana dentro de un marco de planificación regional. El desarrollo urbano de San Salvador no es sólo un problema estrictamente de planificación urbana sino integral, donde debe tenerse en cuenta el gran desequilibrio que existe entre la población urbana y la rural, y entre el relativo adelanto industrial y el relativo atraso agrícola. Es evidente que para considerar seriamente el desarrollo urbano de San Salvador, también debe adecuarse el sistema institucional y la metodología del desarrollo urbano a la complejidad y crecimiento acelerados que ha tenido San Salvador en los últimos años. La maquinaria administrativa e institucional se ha mantenido rígida y conservadora, dispersa y lenta, frente al crecimiento urbano explosivo y a la adaptación social flexible. Para que esa adaptación sea eficaz es necesario hacer una integración institucional de tipo vertical, que desde un centro planificador regional se extienda hasta el nivel de municipalidades, utilizando a estos en ultima instancia como recurso para el desarrollo social y económico, con una responsabilidad concreta en el área del desarrollo urbano.

Es menester aumentar las informaciones sobre recursos naturales, y el conocimiento de las dinámicas sociales y económicas de San Salvador, y en definitiva de todas las áreas metropolitanas de El Salvador, a fin de que sean utilizadas al recomendar los cabríos físicos en gran escala. Es evidente que la forma de la tierra y en general todas las características ecológicas deben servir de base para la determinación de las comunidades urbanas y establecer de esa manera una relación física social que ofrezca una mayor estabilidad a la estructura urbana. San Salvador (y otras ciudades del país) ofrece una gran variedad de paisajes volcánicos y lacustres, notables diferencias topográficas, etc., que permite diversificar el desarrollo físico. A demás, una gran parte de la población (43 por ciento) vive en colonias ilegales de la periferia, y un gran numero vive en condiciones marginales tanto físicas como económicas y sociales. Sin embargo presentan una característica importante, que es el sentido de identidad con la tierra, que caracteriza a las grandes poblaciones espontáneas de hoy, tanto en Río de Janeiro como en Lima o Calcuta; por esa razón, es casi imposible sacar a la gente de los tugurios de dichas ciudades. En estos casos, es recomendable aprovechar esa relación física y el sentido de comunidad para afianzar la formación de comunidades y la interacción social y, al mismo tiempo, poniendo en práctica una política para alentar y ayudar su proceso natural de mejoría progresiva. Entre los aspectos positivos que podrían capitalizarse por medio de la acción gubernamental se pueden mencionar que las áreas urbanas marginales proporcionan alojamiento barato; funcionan como embudos por los cuales los inmigrantes de las áreas rurales entran en la vida urbana; ofrecen variedad de ocupaciones en empresas marginales y pequeñas; proporcionan vivienda cerca de los locales de trabajo; muestran capacidades artesanales que benefician a los pequeños contratistas, y, generalmente, muestran un sentido unitario y de colaboración vecinal. La forma en que los gobiernos podrían actuar sería proporcionar ocupación adecuada.

La subzona de Quezaltepeque puede obtener un mayor desarrollo agrícola siempre que se la dote de riego. Sin embargo, este estará condicionado, a su vez, a una gran disponibilidad de agua que permita satisfacer primero las necesidades domesticas e industriales de San Salvador, para después determinar la posibilidad de utilización para riego. Por otra parte, debido a una serie de factores entre los que se cuenta la proximidad al mercado de San Salvador, tiene posibilidades de incrementar su producción mediante una cuidadosa selección de sus cultivos de acuerdo con la capacidad de producción de las tierras. Es evidente que la producción de frutas en todo el país es deficiente en cantidad y calidad, para un mercado cuya demanda en ambos aspectos crece aceleradamente. Al limitarse la utilización de agua para riego es conveniente considerar como alternativa la producción de cultivos permanentes, y, dentro de estos, la producción de frutales como cítricos, aguacates y mangos, especialmente para consumo fresco. La mayor parte de los terrenos de la zona de la Clase VI y parte de la Clase IV pueden dedicarse a ese propósito.

En la parte norte de la subzona, también en terrenos de las Clases V y VI y en parte de los terrenos de la Clase II, puede desarrollarse con éxito la ganadería lechera de tipo intensivo mediante la utilización de ganado seleccionado, pastos mejorados y técnicas modernas de manejo.

La parte central de la subzona, donde se hallan suelos de las Clases II y III, puede dedicarse a cultivos intensivos de hortalizas, utilizando maquinaria ligera, apropiada para los terrenos sueltos. El riego en esta área podría establecerse de fuentes subterráneas, hasta donde la demanda domestica e industrial de San Salvador lo permita.

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