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Capítulo V. Pronostico de la situación ambiental

1. Dificultades de análisis
2. Proyecciones de crecimiento poblacional
3. El pacto andino y la competitividad de los países
4. Comportamiento previsible de la economía rural
5. Medio ambiente y áreas urbanas
6. Minería y contaminación
7. Degradación de los lagos y sus ecosistemas naturales
8. Futuro de la salud pública
9. Tendencias en la contaminación transfronteriza

1. Dificultades de análisis

Tanto Bolivia como Perú participaron en el decenio de los 80 de la recesión económica que afectó a la mayor parte de países latinoamericanos, con tasas de crecimiento muy bajas o incluso negativas en algunos años. Esta recesión repercutió profundamente en la cuenca altiplánica, donde los niveles de pobreza se acentuaron, lo cual muy posiblemente produjo una mayor presión sobre los recursos naturales, en especial suelos, bosques y fauna. A esta situación se agregaron las pérdidas causadas en la agricultura y la ganadería por las fuertes sequías de 1982-83 y 1988-89 y por las inundaciones de 1986-87. La fuerte disminución de la extracción pesquera en el Titicaca peruano a finales del decenio (1990) tuvo su origen posiblemente en una sobreexplotación del recurso durante los períodos de sequía, en que la población, incluso la no ribereña, se vio obligada a recurrir a la pesca como medio de subsistencia. No obstante, el impacto de la depresión rural posiblemente fue mitigado por la alta migración de campesinos hacia las ciudades.

Por otro lado, la misma recesión económica, junto con los bajos precios de los principales metales explotados en los mercados internacionales, produjo una depresión en la actividad minera, la cual fue benéfica desde el punto de vista ambiental, ya que disminuyeron los volúmenes de desechos mineros y minero-industriales a causa de la menor actividad de las plantas de fundición de metales.

Los cambios económicos introducidos en los dos países en el presente decenio han logrado reactivar la economía agraria del altiplano, aunque no la actividad minera, la cual permanece deprimida. Paralelamente, los gobiernos han venido creando nuevos instrumentos de tipo legal e institucional para hacer frente a la crisis ambiental, aunque los recursos económicos destinados a recuperación ambiental siguen siendo escasos.

El pronóstico de la situación futura es entonces muy incierto, pues depende de muchos factores, tanto internos como externos. Sin embargo, si la tendencia al despoblamiento rural continúa y la minería permanece estancada, la presión sobre la tierra y sus recursos disminuirá en los campos, pero en cambio los impactos ambientales de los centros urbanos aumentarán ostensiblemente, tanto en las áreas urbanas como en la periferia.

2. Proyecciones de crecimiento poblacional

El comportamiento futuro de la población en una región como el TDPS depende de múltiples factores tales como las tasas de natalidad y mortalidad en los diferentes sectores, las tasas de migración, las políticas de desarrollo nacionales, la atracción de regiones o ciudades vecinas y otros cuyo conocimiento es difícil de prever. Sin embargo, es posible obtener una primera aproximación sobre la población futura mediante el uso de las tasas demográficas intercensales. El Cuadro 48 muestra las proyecciones elaboradas para los sectores peruano y boliviano y para la totalidad del Sistema TDPS con base en las tasas observadas en el último período intercensal respectivo.

Cuadro 46: PROYECCIONES DE POBLACION HASTA EL AÑO 2005

Población

Tasa (%)

Actual

Año 2000

Año 2005

Perú (a)






Urbana

3,4

423.253

536.971

636.487


Rural

0,7

656.596

689.570

714.133


Total


1.079.849

1.226.541

1.350.620

Bolivia (b)






Urbana

6.3

664.039

1.099.203

1.506.193


Rural

-1,02

494.898

456.118

433.439


Total


1.158.937

1.555.321

1.939.632

Total TDPS






Urbana


1.087.292

1.636.174

2.142.680


Rural


1.151.494

1.145.688

1.147.572


Total


2.238.786

2.781.862

3.290.252

(a) Departamento de Puno, 1981-1993.

(b) Departamento de Oruro y a las provincias del Departamento de La Paz comprendidas dentro del TDPS, 1976-1992.

Fuentes: Perú, Censo de 1993 (INEI). Bolivia. Censo de 1992 (INE).

Se observa que durante los próximos 10 años la población rural tenderá a permanecer estable en el conjunto del TDPS, mientras que la población urbana se duplicará. Sin embargo, en el sector boliviano la población rural continuará la tendencia decreciente que mostró durante el periodo 1976-1992, y el fuerte incremento que seguirá presentando la población urbana se deberá especialmente a la influencia de El Alto, ciudad que tuvo una tasa del 9,23% anual en este mismo período. En el sector peruano la población rural crecerá muy poco (con la posibilidad de que también disminuya como en Bolivia), mientras que la urbana se incrementará notoriamente, aunque menos que en el altiplano boliviano.

La población rural continuará aportando su cuota migratoria hacia las ciudades del altiplano y hacia otras regiones de Perú y Bolivia. Es muy posible que la tasa de crecimiento de El Alto disminuya algunos puntos en los próximos años, caso en el cual el incremento estimado en la población urbana no será tan alto. De mantenerse el escenario del Cuadro 45, los mayores problemas ambientales del altiplano serán de origen urbano.

3. El pacto andino y la competitividad de los países

En la actualidad el Pacto Andino está aún en vías de conformación y enfrenta problemas políticos debido a conflictos fronterizos actuales y potenciales. No obstante, se reconoce que la integración del mercado regional andino es una necesidad para el desarrollo socioeconómico de estos países. Dentro del conjunto del Pacto Andino, Perú y Bolivia tendrán a su favor los siguientes factores:

· El gran potencial pesquero peruano y la riqueza y tradición minera boliviana en el ramo de los metales, básicos para muchas industrias de desarrollo potencial en la región.

· La infraestructura industrial de Perú, especialmente en las áreas de alimentos (incluida la harina de pescado) y textiles.

· Sus recursos turísticos, particularmente en relación con valores arqueológicos, históricos y paisajísticos de alta montaña.

· Su localización estratégica como eje de comunicación con el sur de Brasil, Paraguay, Uruguay y el norte de Argentina.

· La competitividad natural de sus recursos productivos, básicamente similares a los de sus vecinos andinos.

Específicamente en lo que concierne al TDPS, la región es rica en recursos mineros, pesqueros y de suelos (éstos últimos limitados por el clima). No obstante, la baja productividad de la agricultura y la ganadería exige cambios importantes para que esta área reciba los beneficios de la integración.

Tradicionalmente, los principales socios comerciales de Perú y Bolivia han sido los Estados Unidos y Europa, regiones con las cuales se desarrolla cerca de las dos terceras partes del intercambio comercial de Perú y la mitad del de Bolivia. El comercio con el Grupo Andino apenas se acerca al 5-7% del comercio global. Es más importante el comercio con otros países de la ALADI, especialmente Brasil, Argentina y Chile. Bolivia especialmente tiene casi una tercera parte de su comercio con estos países, y puede sacar provecho de esta situación al constituirse en puente entre MERCOSUR y los demás países del Pacto Andino.

En conclusión, se puede decir que tanto Perú como Bolivia tienen recursos importantes para el mercado regional, si bien es necesario realizar ajustes de productividad en algunos sectores económicos, con el fin de lograr una mayor competitividad.

4. Comportamiento previsible de la economía rural

Los análisis realizados sobre el uso de la tierra y el agua y sobre la evolución demográfica del TDPS permiten hacer algunas previsiones sobre los siguientes aspectos:

· Variación del área agrícola.
· Estabilización de la producción pecuaria.
· Nuevas formas de organización.
· Mantenimiento de la actividad pesquera.
· Aumento de las áreas forestadas.

4.1 Variación del área agrícola

El Cuadro 47 muestra la variación de la superficie sembrada registrada en el altiplano durante los últimos 28 años. Se observa de estos datos que sin considerar las situaciones debidas a los eventos extremos, el área sembrada en la cuenca ha permanecido relativamente estable durante los últimos 10 años (1980-90), con un promedio de 282.000 ha anuales. Incluso en la serie peruana se nota un ligero incremento desde 1962 hasta 1990. El área puede bajar de un año a otro como consecuencia de factores meteorológicos o de precios, pero se recupera en el año o años subsiguientes.

Cuadro 47: EVOLUCION DE LA SUPERFICIE SEMBRADA EN EL ALTIPLANO (en ha)

Año

Perú

Bolivia

Total TDPS

1962/63

107.775



1965/66

84.501



1970/71

107.460



1975/76

109.203



1980/81

110.753

144.169

254.922

1985/86

123.777

187.409

311.186

1990/91

116.693

164.420

281.113

Fuente: MACA (Bolivia) y Ministerio de Agricultura (Perú), Plan Director Binacional.

En consecuencia, si las demás condiciones se mantienen, no es dable esperar una disminución de la superficie cultivada en los próximos años. No obstante, en el mediano plazo (5-10 años) es posible prever una ligera disminución en el sector boliviano si continúa la tendencia al despoblamiento rural. No así en el sector peruano, cuya población rural permanecerá estable.

Por otro lado, si la productividad agrícola cambia, con la construcción y puesta en marcha de sistemas de riego y con investigación y extensión agrícola, es de esperar que el área agrícola disminuya en forma proporcional al incremento de la productividad, lo cual tendría indudables ventajas desde el punto de vista ambiental. Para que esto se logre, es necesario que, paralelamente con la extensión agrícola, se lleve a cabo una extensión forestal, con el fin de que las áreas liberadas puedan ser destinadas a usos forestales o agroforestales (producción de leña, forraje y otros fines).

4.2 Estabilización de la producción pecuaria

El Cuadro 48 muestra la evolución de la población ganadera del Sistema TDPS entre 1965 y 1990. Se nota que La población bovina disminuyó, sobre todo a partir de 1980/1981: del 27% en el altiplano peruano entre 1980 y 1993, y del 9,5 % en el sector boliviano entre 1980 y 1988.

Cuadro 48: EVOLUCION DE LA POBLACION GANADERA DEL SISTEMA TDPS (en cabezas de ganado)

Año

Vacuno

Ovino

Alpacas

Llamas

Perú





1965

450.000

6.200.000

2.151.000

345.000

1970

463.500

6.200.000

1.600.000

405.000

1975

430.500

4.970.000

1.200.000

390.000

1980

473.430

4.276.500

1.207.230

283.700

1985

429.320

3.671.460

1.455.510

297.850

1990

382.310

3.181.430

1.616.710

311.440

1993

346.670

3.327.750

1.589.310

310.600

Bolivia





1980

220.300

4.144.500

206.900

1.208.800

1985

193.500

3.291.600

141.100

848.000

1988

199.300

3.662.000

148.000

894.900

Fuente: INEI (Perú) y MACA (Bolivia).

El ganado ovino presenta una disminución aún más drástica: 46% en el altiplano peruano entre 1965 y 1993, y 11,6% entre 1980 y 1988 en el altiplano boliviano. Las alpacas disminuyeron en el sector peruano entre 1965 y 1975, pero luego presentaron un aumento sostenido, del 32% entre 1976 y 1993. En el sector boliviano, en cambio, se produjo una disminución del 28% entre 1980 y 1988. Las llamas también disminuyeron en el sector peruano entre 1970 y 1980 en un 30%, pero de 1980 a 1993 aumentaron en un 9%. En el sector boliviano la población disminuyó en un 26% entre 1980 y 1988.

El análisis de las estadísticas anuales muestra que la sequía de 1982-83 parece haber sido un factor determinante en el descenso del ganado vacuno en Bolivia (mas no en Perú) y de los ovinos en los dos sectores. En cuanto a las alpacas y llamas, la sequía parece haber influido en el altiplano boliviano pero no en el peruano.

El hecho de que los contingentes de las especies introducidas (vacunos y ovinos) muestren la disminución más fuerte es favorable desde el punto de vista ambiental, dado que este es el ganado que más daño causa a las praderas, por el fuerte pisoteo en el caso de los vacunos y por el ramoneo excesivo en el caso de los ovinos.

En el mediano plazo, lo más probable es que las poblaciones de vacunos y ovinos se mantengan en cifras muy cercanas a las actuales, mientras que las de camélidos tenderán a aumentar, de manera especial la de alpacas, por su mayor valor comercial y por el creciente interés de las comunidades en la explotación de su lana y su carne. Este interés debiera ser apoyado por las entidades técnicas y crediticias de los gobiernos, así como por las organizaciones no gubernamentales que operan en la zona. Paralelamente se debiera desestimular la producción de vacunos, ya que éste no es el clima ni el suelo ideal para ellos, máxime cuando tanto Bolivia como Perú tienen climas y suelos mejores para este tipo de ganadería.

4.3 Nuevas formas de organización

En algunas zonas del altiplano, la excesiva fragmentación de la tierra hace difícil, por no decir imposible, su manejo económico. Es el caso de los valles del llave y Ramis, donde un campesino puede tener 30, 50 o más pequeñas parcelas de apenas algunos metros o máximo decenas de metros cuadrados de superficie, dispersas en todo el valle. Este sistema de tenencia y explotación supone un gran desgaste de energía y está asociado a altos niveles de pobreza.

La migración rural-urbana que tiene lugar en el altiplano podría en el futuro permitir la conformación de unidades productivas más grandes, pero para que este proceso de concentración alcance dimensiones significativas en el mediano plazo, la migración tendría que adquirir una mayor intensidad, lo que sería indeseable desde el punto de vista de la problemática ambiental urbana.

En consecuencia, dentro del marco de las normas vigentes sobre comunidades, es importante apoyar la conformación de unidades productivas más grandes mediante la creación de cooperativas agrarias u otras formas organizativas.

4.4 Mantenimiento de la actividad pesquera

La actividad pesquera es una importante fuente de ingresos y de proteínas para la población local, especialmente en la zona circumlacustre del Titicaca y del Poopó. Los estudios existentes indican que, si bien la población de trucha ha llegado a niveles de muy baja significación en el Sistema, otra especie introducida, el pejerrey, ha venido creciendo en forma acelerada, hasta el punto de que tiene la población dominante en el Poopó y está muy cerca de serlo en el Titicaca, en detrimento de las especies nativas, algunas de las cuales están en vías de desaparición, como es el caso del boga, el mauri y el suche. En la actualidad, las únicas especies nativas que le hacen competencia al pejerrey son el karache negro y el ispi.

En 1980 la extracción del Lago Titicaca fue de 7.501 t, en 1985 fue de 7.265 t y en 1992 alcanzó 6.290 t sólo en el sector peruano. Esto indica que, si bien pueden ocurrir disminuciones importantes (como ocurrió en 1989-1990, según parece), la biomasa existente permite la recuperación de la producción pesquera. En consecuencia, en el mediano plazo es posible que la producción se mantenga alrededor de las 6.000-7.000 t anuales. En el Lago Poopó la situación es muy distinta, pues la producción depende más estrechamente de la variación de sus niveles. En la segunda mitad de los 80 la producción de este lago llegó hasta 2.000 t anuales, gracias a los niveles altos y anormales del lago, pero en condiciones normales la producción de este lago es apenas de unas 500 a 700 t/año. No obstante, es necesario profundizar en el conocimiento de la calidad de la carne del pescado del Poopó, pues los altos contenidos de metales pesados del lago pueden degradar su calidad hasta límites inaceptables para la salud humana.

De otro lado, el mantenimiento de la producción íctica del Lago Titicaca exige igualmente la profundización de los conocimientos sobre la ecología y fisiología de las especies nativas y el fortalecimiento de los programas de reproducción artificial y siembra de estos peces en el lago.

4.5 Aumento de las áreas forestadas

Menos del 0,7% de la región está cubierto por formaciones boscosas y ellas están en continua disminución por su aprovechamiento para leña, construcción y otros fines. En consecuencia, es urgente iniciar programas masivos de reforestación, tanto con especies nativas como exóticas, las primeras para atender el consumo de leña y construcciones rurales y las segundas para la construcción y la industria. Como se ha hecho en otros países, una de las formas de promover la reforestación podría ser mediante el establecimiento de incentivos de tipo fiscal a la gran industria y a la minería. La fijación de metas de reforestación debe obedecer a estudios de necesidades de producción (leña, madera, protección de microcuencas) y a los recursos potenciales.

En los estudios existentes se han identificado proyectos de reforestación a corto plazo en 31.200 ha, proyectos de agroforestería en 10.496 ha y proyectos de silvopasturas en 1.556 ha, para una meta inmediata de 43.252 ha de posible desarrollo forestal.

5. Medio ambiente y áreas urbanas

5.1 Urbanizaciones de baja densidad sin servicios básicos

El problema se circunscribe a las zonas de expansión urbana de las ciudades de El Alto, Oruro, Juliaca y Puno, aunque la situación más crítica corresponde a El Alto. En efecto, como se anotó anteriormente, esta ciudad creció durante el período 1976-1993 a una tasa del 9,23% anual. Si a esta altísima cifra se suma el hecho de que el crecimiento se debe fundamentalmente a la llegada de migrantes rurales pobres, sin suficiente capacidad de pago, se comprende que la ciudad tenga problemas críticos de saneamiento básico, por falta de servicios adecuados de agua potable, alcantarillado sanitario y pluvial y aseo urbano. Ninguna ciudad, por pujante que sea, puede sostener una tasa de expansión de sus servicios públicos compatible con una semejante tasa de crecimiento demográfico. Aunque en menor magnitud, los problemas son similares en Juliaca (Perú) y en las demás ciudades del altiplano.

En la región hay además algunas zonas rurales (los valles del llave y del Ramis, Perú especialmente) con una altísima densidad de viviendas, donde el problema de saneamiento básico empieza a ser similar al de las zonas suburbanas de las ciudades grandes.

5.2 Residuos sólidos y material no biodegradable

En la actualidad la población urbana de la región se acerca a 1,1 millones de habitantes. Dado el nivel de desarrollo de estos asentimientos, se puede asumir una producción per cápita de residuos sólidos del orden de 0,35 kg/persona.día., lo que daría una producción actual de unas 380 t diarias y en el año 2005 unas 750 t. Estos volúmenes de basura no pueden seguir siendo dipuestos a cielo abierto, por los problemas crecientes que ocasionarán a la salud humana y al medio ambiente en general. Se requiere que cada ciudad instrumente un sistema adecuado de disposición o procesamiento de sus residuos (relleno sanitario, incineración, reciclaje o sistemas combinados).

Aunque no se pudo disponer de datos sobre la composición de las basuras domésticas, se asume que en la actualidad están compuestas fundamentalmente por material biodegradable (desechos orgánicos, papel y otros). Los sistemas de disposición deben contemplar la posibilidad de recuperar los materiales no biodegradables o reciclables, tales como plásticos y caucho y otros.

5.3 Contaminación de agua para consumo humano

Los principales problemas a este respecto se plantean en la ciudad de Oruro, donde los drenajes ácidos de mina han afectado los sistemas de distribución de agua potable y de alcantarillado sanitario, facilitando la contaminación de los primeros. Hacia el futuro estos problemas pueden ser mayores si no se zonifica y reglamenta adecuadamente el uso del suelo en los suburbios y las zonas adyacentes a las ciudades. Por otra parte, los crecientes volúmenes de aguas residuales urbanas podrán afectar los suministros actuales de comunidades rurales localizadas a lo largo de los cauces donde se descargan las aguas negras. En efecto, en los próximos 10 años, este tipo de desechos líquidos se multiplicará por lo menos por dos.

6. Minería y contaminación

En la actualidad la producción minera se encuentra deprimida, como consecuencia de los bajos precios de los metales de exportación en los mercados internacionales. Esta situación es favorable desde el punto de vista ambiental, dado que los desechos mineros y las emisiones de las planas de fundición han decrecido. No obstante, las minas aún generan importantes impactos ambientales porque gran parte de ellas se operan con eficiencias bajas y la mayoría no cuenta con sistemas de manejo ambiental. Bajo estas condiciones, la recuperación de la actividad minera podrá incrementar drásticamente los niveles de contaminación de los cuerpos de agua y las concentraciones de SO2 y partículas de metales en el aire.

Esto exige la adopción de un plan de mitigación de los impactos ambientales de la actividad minera, sobre todo en la zona de Oruro, en donde se debe contemplar la adopción, aplicación y seguimiento de un reglamento de zonificación y de manejo de relaves, lodos, aguas de mina y otros tipos de desechos sólidos y líquidos minero-industriales, así como de control de las emisiones de las plantas de fundición.

7. Degradación de los lagos y sus ecosistemas naturales

En la actualidad, el Lago Titicaca recibe, ya sea directamente o a través de sus tributarios, los vertimientos de aguas negras de una población urbana cercana a las 600.000 personas (descontando la parte de El Alto que va a otras cuencas). En términos de caudales, estas descargas suman cerca de 764 l/s. Comparado este caudal con la gran superficie del lago y con el volumen de los aportes de sus tributarios, el impacto correspondiente podría parecer insignificante. No obstante, la descarga concentrada de aguas negras en ciertos puntos del lago puede producir serios problemas de contaminación localizada. Es lo que sucede actualmente en la bahía de Puno, donde son descargadas las aguas de esta ciudad. Hacia el año 2005 las descargas de aguas negras en el Titicaca podrán llegar a más de 1.600 l/s, lo que agravará el problema en la bahía de Puno y en los demás sitios de vertimiento.

En cuanto al sistema del Desaguadero y los lagos Poopó y Uru Uru, el caudal de aguas negras de origen urbano descargado en el mismo es del orden de 424 l/s en la actualidad y llegará en el año 2005 a cerca de 550 l/s. El problema de contaminación de origen orgánico será especialmente grave en el Lago Uru Uru, que recibe las aguas de Oruro. No obstante, el mayor problema de estos cuerpos de agua es y será el producido por la actividad minera de la zona, que, como se ha dicho, genera una apreciable carga sólida y altas concentraciones de metales pesados en sus aguas residuales de distinto orden, problema éste que será crítico en el futuro.

El problema de contaminación de la bahía de Puno afecta de manera especial al turismo regional, puesto que esa ciudad recibe más de 150.000 visitantes al año, con tasas de crecimiento del orden del 15%. Esta actividad, importante generadora de ingresos para la zona, podrá verse perjudicada por este problema si no se amplía y mejora el sistema de tratamiento de las aguas residuales de la ciudad.

8. Futuro de la salud pública

Como se anotó en el capítulo 2, la zona del TDPS se caracteriza por uno de los niveles de salud más bajos de Latinoamérica: elevados índices de morbi-mortalidad, sobre todo en madres y niños; baja expectativa de vida al nacer, y alta incidencia de enfermedades infecciosas originadas en condiciones ambientales, especialmente de tipo gastrointestinal y respiratorio. Frente a esta situación, la zona dispone asimismo de uno de los más bajos índices de atención a la salud, con promedios de 1,3 a 1,7 médicos y 3,1 a 7,7 camas por cada 10.000 habitantes, cuando los promedios nacionales en Perú son de 4,6 y 16,6 respectivamente.

Dado que las enfermedades predominantes son de origen ambiental, la disminución de sus altas frecuencias pasa por el mejoramiento de las condiciones de vivienda (incluido el saneamiento básico), trabajo, ingresos y atención a la salud, lo que significa un mejoramiento del nivel de vida global de la zona. Por tanto, los cambio en la salud pública serán lentos y difícilmente podrán verse en el transcurso del próximo decenio.

9. Tendencias en la contaminación transfronteriza

La localización y el nivel de desarrollo industrial en la cuenca del TDPS no reúnen las condiciones para que pueda presentarse una eventual contaminación atmosférica transfronteriza. Los problemas internacionales de tipo ambiental están más relacionados con la distribución técnica y equitativa de los recursos hídricos del Sistema entre Bolivia y Perú, y en la posible contaminación del Lago Titicaca por un mayor desarrollo minero, industrial y agrícola dentro de su cuenca.

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