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A.1 Introducción

El estudio edafológico efectuado en la Provincia del Darién tiene como objetivo la determinación del origen, características y propiedades físico-químicas, distribución geográfica y extensión de los diferentes suelos detectados.

La finalidad de orden práctico que podrá atribuirse al presente estudio es la de suministrar una base sistemática para encontrar las relaciones entre la vegetación y el suelo con el fin de determinar su explotación racional, aumentar la productividad y orientar la conservación de las tierras, proporcionando además material informativo suficiente para futuros estudios agrológicos de mayor intensidad y grado de detalle.

El presente estudio ha tenido carácter de reconocimiento generalizado; para estos efectos se utilizaron principalmente imágenes de radar a escala aproximada de 1:250 000 y todos los documentos cartográficos disponibles. Se tomaron en consideración las normas y lineamientos generales adoptados por el "Soil Survey Manual U.S. Department of Agriculture", así como el Manual 210 sobre la Clasificación de Capacidad de Uso de las Tierras y el "Soil Taxonomy" para la clasificación taxonómica o natural de los suelos identificados. La terminología empleada para describir la morfología del suelo es la adoptada por el "Soil Survey Manual", pero modificada por la séptima aproximación.

La clasificación edafológica se basó en la naturaleza de las capas u horizontes que exhibe el perfil del suelo, en las cuales se refleja la acción de diversos agentes y procesos de la formación edáfica. Los suelos son clasificados en cuerpos naturales e independientes según sus características y propiedades externas e internas, haciendo hincapié en los factores que influyen en la capacidad productiva y adaptabilidad agronómica. La unidad cartográfica, según el criterio edafológico empleado, ha sido la Asociación de Grandes Grupos de Suelos; la unidad taxonómica de clasificación es el Grande Grupo, cuya nomenclatura obedece a los criterios adoptados por el "Soil Taxonomy-1973". Además se han establecido fases de las asociaciones edáficas, íntimamente ligadas a las variaciones de pendiente, las cuales tienen un significado de orden práctico en el uso agronómico de las tierras.

Paralelamente a la clasificación natural de los suelos, se ha efectuado un agrupamiento o clasificación de las tierras según su capacidad de uso con el fin de mostrar sus problemas o limitaciones, necesidades y prácticas de manejo adecuado, con lo cual se proporciona un sistema comprensible, claro y de gran utilidad en la formulación de los planes de desarrollo agropecuario.

De acuerdo con esta clasificación se identificaron las siguientes clases de capacidad: II, III, IV, V, VI, VII y VIII, las cuales fueron cartografiadas en forma individual o asociadas con sus respectivas limitaciones de uso en el mapa a colores denominado "Capacidad de uso de la tierra" a escala 1:300 000. La clase I no fue identificada.

Las clases de capacidad de uso fueron agrupadas en cuatro grandes categorías:

- Tierras apropiadas para cultivos intensivos y otros usos, que incluyen las clases II, III y IV (116:381 ha o el 6.9% de superficie total evaluada).

- Tierras apropiadas para cultivos permanentes, pastos y aprovechamiento forestal, que incluyen las clases de capacidad V y VI (435 902 ha o el 25.7% de la superficie total evaluada).

- Tierras marginales para uso agropecuario, generalmente aptas para el aprovechamiento forestal, con una sola clase de capacidad de uso, la VII (596 094 ha o el 35.6% de la superficie total evaluada).

- Tierras no apropiadas para fines agropecuarios ni explotación forestal, también con una sola clase de capacidad de uso, la VIII, cuyas limitaciones muy severas hacen que estas tierras sean relegadas para bosques de protección u otros fines (488 823 ha o el 29.1% de la superficie total evaluada).

En base al análisis e interpretación de la información edafológica, capacidad de uso de los suelos, características topofisiográficas y aspectos ecológicos, se han esbozado, en forma generalizada, los siguientes grupos de potencialidad de uso de las tierras:

- Tierras generalmente aptas para agricultura intensiva en base a especies tropicales. Superficie aproximada 116 381 ha (6.9%).

- Tierras generalmente aptas para pastos mejorados o cultivos tropicales permanentes. Superficie aproximada 184 808 ha (10.9%).

- Tierras generalmente aptas para cultivos tropicales permanentes. Superficie aproximada 251 264 ha (14.9%).

- Tierras generalmente aptas para la explotación forestal. Superficie aproximada 425 478 ha (25.4%).

- Tierras aptas para explotación limitada de especies forestales. Superficie aproximada 289 747 ha (17.2%).

- Tierras de uso indeterminado (manglares). Superficie estimada 26 739 ha (2.2%).

- Tierras que deben conservarse como bosques de protección. Superficie aproximada 332 783 ha (19.8%).

Por la naturaleza de la escala de trabajo, las unidades edáficas con las clases de capacidad de uso tienen dimensiones amplias, y por lo tanto pueden presentar inclusiones hasta de un 30% de otras unidades o clases de capacidad no diferenciadas en el campo.

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