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3.4 Recursos agrícolas

El Zulia era a principios de siglo una región eminentemente agrícola, con un alto porcentaje de su población dedicada a las tareas de campo. No obstante, el sector agrícola vegetal ha venido sufriendo progresivamente una sensible disminución de su importancia relativa como consecuencia de un incremento sostenido en el sector agrícola animal. Actualmente, apenas el 2.6% de la superficie neta del Estado, equivalente a 103 818 hectáreas está dedicada a cultivos. Sin embargo, a pesar de lo antes señalado, el valor de la producción agrícola vegetal alcanzó en 1971 un total de 130.4 millones de bolívares, lo cual significó un aporte de 17.6% del valor total de la producción agrícola regional.

Cabe destacar que gran parte de los incrementos logrados en la producción agrícola vegetal ha sido consecuencia principalmente del auge en la producción de plátano y cambur, que representan el 45.8% del total de la producción durante ese año.

Es importante señalar también la importancia que este sector adquiere frente a la crisis alimenticia nacional debido a su elevada capacidad para superar los déficit en la producción de aquellos renglones de primera necesidad. En este sentido se impone el criterio de revisar las posibilidades agrícolas de la región, a fin de lograr, dentro de este propósito, un mayor aprovechamiento de los recursos naturales y de las oportunidades de integración agroindustrial de cada zona.

Se puede decir también que el 33% de los suelos de la región pertenecen a las Clases I, II y III, o sea, los que son aptos para la agricultura; un 21.5% son suelos que deberían utilizarse en actividades pecuarias y un 33% para la actividad forestal; el resto corresponde a áreas urbanas o no utilizables.

Para comprender mejor esto habrá que considerar que los suelos, desde el punto de vista agrológico, son cuerpos naturales, con características físico-químicas y biológicas resultantes de la actividad de sus factores formadores: material geológico, clima, edad, elementos bióticos y topografía. Los procesos pedogenéticos son tan lentos, que en la práctica el suelo es considerado como un recurso no renovable.

En materia de información básica relativa a suelos puede decirse que toda la región cuenta con estudios de este tipo aunque a diferente nival de detalle; es decir, se consiguen estudios de suelos desde el nivel de gran visión hasta los detallados para zonas determinadas. A tal efecto, el Ministerio de Obras Públicas, a través de la Oficina Edafológica Zulia-Andes, ha publicado el trabajo titulado "Contribución al conocimiento de los Estudios Agrológicos realizados en la Hoya del Lago de Maracaibo" (Ing. José R. Parra, marzo 1972), el "Estudio semidetallado de suelos del sur del Lago de Maracaibo" y otros.

Por otra parte, la Comisión para la Planificación Nacional de los Recursos Hidráulicos (COPLANARH) publicó también, en diciembre de 1972, un informe de avance sobre el "Inventario de tierras de la cuenca del Lago de Maracaibo".

Otros organismos también han efectuado estudios de suelos en la región; entre ellos el Ministerio de Agricultura y Cría (MAC), el Instituto Agrario Nacional (IAN) y la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia.

Con respecto a las actividades relacionadas con el desarrollo agrícola vegetal en la región, existen varios organismos que cumplen funciones de orientación de la agricultura regional; estos son, entre otros, el Ministerio de Agricultura y Cría (MAC), el Instituto Agrario Nacional (IAN), la Fundación Servicio para el Agricultor (FUSAGRI). La Fundación para el Desarrollo Integral de la Región Occidental (DIROC), el Centro de Investigaciones Agrícolas de la Región Zuliana (CIARZU), el Banco Agrícola y Pecuario (BAP), la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia y la Corporación de Desarrollo de la Región Zuliana (CORPOZULIA).

3.4.1 Situación actual

Para establecer criterios de evaluación de la existencia y calidad de los suelos se ha tomado la clasificación interpretativa de COPLANARH sobre la capacidad productiva de los suelos en base a la clasificación taxonómica.

3.4.1.1 Clasificación de suelos

De acuerdo con la clasificación de capacidad de uso según Manejo 2 de COPLANARH, los suelos están distribuidos de la siguiente manera:


miles de ha

%

- Suelos aptos para cultivos agrícolas

706

14.05

- Suelos aptos para pastoreo

1 432

28.55

- Suelos aptos para bosques

2 090

41.62

- Suelos sin aptitud productiva

783

15.78

Total

5 023

100.00

Una clasificación más detallada de las 706 000 hectáreas de suelos aptos para cultivos agrícolas se describe de la siguiente manera:


miles de ha

%

a. Suelos con pocas limitaciones. Para gran variedad de cultivos, de topografía sensiblemente horizontal, sin riesgos de inundación y muy poco peligro de erosión. Tienen clima favorable para diversos cultivos, con 2 o más cosechas por año. Estos suelos son profundos, de buena fertilidad natural, buena retención del agua y son fáciles de trabajar.

2.5

0.05

b. Suelos con ciertas limitaciones para algunos cultivos. Tienen pendientes y riesgos moderados de erosión; el clima permite generalmente una sola cosecha anual. Puede haber riesgo de inundaciones esporádicas y exceso de humedad. Son tierras con dificultades para el laboreo a causa de sus texturas y tienen profundidades menores a la ideal. Tienen problemas moderados en su fertilidad natural.

206.1

4.10

c. Suelos con severas limitaciones, las cuales reducen sensiblemente el número de cultivos. Tienen pendientes que varían de moderadas a fuertes y presentan riesgo de erosión, poca profundidad natural; tienen baja retención del agua y son susceptibles a inundaciones con cierta frecuencia. El clima condiciona en cierto grado las fechas de siembra y cosecha.

497.4

9.90


706.0

14.05

Es evidente que la existencia de buenos suelos en cuanto a sus características naturales es bien reducida, ya que alcanzan solamente a 2 500 hectáreas. Los suelos con perspectivas muy favorables para buenas cosechas, siempre que se empleen normas y procedimientos técnicos de producción accesibles al productor, llegan a 206 000 hectáreas. Por su parte, las áreas de la región en donde las limitaciones son muy severas alcanzan a 497 000 hectáreas. En estos suelos, el número de posibles cultivos es limitado y a la vez requieren obras de infraestructura y técnicas especiales de producción.

3.4.1.2 Agrupación de las zonas

En base a los estudios agrológicos existentes, los suelos de la región se analizan desde el punto de vista del potencial edáfico, agrupándose en cuatro grandes zonas en las cuales se localizan los mejores suelos del Estado Zulia. Dichas zonas, con sus principales características y limitaciones de los suelos, se describen en esta forma:

i. Zona sur del lago

Suelos jóvenes (aluviales) que presentan una alta fertilidad inherente. Son suelos que, según su capacidad potencial para uso agrícola, son clasificados como pertenecientes a las Clases I, II, y III. Presentan algunas limitaciones debido al exceso de lluvia en la zona, lo que origina una permanente humedad. Por lo tanto, si se elimina esta limitación, una buena parte de ellos pasarían a la Clase I con posibilidades de rendir cultivos anuales (2 cosechas/año) y permanentes.

En estos suelos, situados en los Distritos Colón y Sucre, se destacan los aluviales, formados por los grandes ríos Chama-Escalante, Zulia y Mucujepe.

ii. Zona oriental

Estos suelos están localizados en los Distritos Baralt y sur de Bolívar, y comprenden la llanura aluvial del río Motatán y la de los ríos Pueblo Viejo-San Pedro.

Es una de las áreas con mayores recursos edáficos del Estado, y su desarrollo bajo lluvia es altamente factible. En vista de que esta zona dispone de una obra de infraestructura para riego ya realizada (Represa Agua Viva-Sistema de Riego "El Cenizo"), tiene una alta prioridad de desarrollo agrícola.

iii. Zona norte

En esta gran zona se puede considerar el sector de Maracaibo y sus alrededores (Distritos Maracaibo, Urdaneta y Mara) y una parte del Distrito Miranda.

En esta área los suelos presentan algunos problemas de fertilidad que son factibles de resolver. El factor limitante es el clima, que solo permite en algunos sitios una cosecha anual. Sin embargo, si se dispone de una fuente segura de agua, una gran parte de estos suelos podrían ser aptos para agricultura, con una alta eficiencia en cultivos frutícolas, hortalizas y otros de ciclos anuales.

iv. Zona occidental

En esta zona se encuentran suelos ubicados en medios deposicionales, formados por los grandes ríos Palmar y Apón. Tienen aptitud para el desarrollo agrícola y se contempla la realización de obras de infraestructura que darán un gran potencial a la zona. Existen otras zonas cercanas, como las del río Negro, Tocuco y Santa Rosa, que presentan suelos de buena calidad para la agricultura.

3.4.1.3 Uso actual

Los suelos de la región son explotados actualmente de manera espontánea con las limitaciones vigentes.

El territorio de la región, según el tipo de actividad, se distribuye según se muestra en el Cuadro 3-9 y en el mapa 6.

La clasificación del uso actual de la tierra expuesta contempla las siguientes actividades:

a) Agrícolas: comprenden las áreas destinadas a cultivos de especies vegetales de ciclo anual o permanente, de porte herbáceo o arbustivo, pero con la finalidad de obtener alguna cosecha anual o periódica para su consumo directo o procesamiento industrial.

b) Pecuaria: comprenden las áreas ocupadas por ganado (bovino, ovino, caprino o equino), ya sea con pasturas naturales o mejoradas, o aun presentando vegetación asociada de porte mediano o alto.

c) Forestal: comprenden las áreas ocupadas por vegetación arbórea de especies autóctonas o exóticas.

3.4.2 Zonificación agrícola

La zonificación agrícola elaborada por el Proyecto Recursos Naturales consiste en la delimitación de áreas subregionales o zonas con la finalidad de diseñar unidades territoriales que faciliten el análisis y planificación de la región.

El criterio empleado para la delimitación de zonas fue el de establecer áreas geográficas que presenten cierta homogeneidad en la presencia e intensidad de los principales factores agrológicos.

Cuadro 3-9: DISTRIBUCION DEL TERRITORIO REGIONAL SEGUN EL USO ACTUAL DE LA TIERRA

USO ACTUAL

SUPERFICIE

Miles ha

%

Agrícola

104

2.07

Pecuario

1 804

35.91

Forestal

2 615

52.07

Otros usos sin producción agropecuaria

500

9.95

Total

5 023

100.00

Los factores que se tuvieron en cuenta para este fin fueron los siguientes:

a) Condiciones naturales de vida, principalmente las asociaciones vegetales naturales que tienen gran valor como indicadores del complejo ecológico local.

b) Geología y suelos, referida a la naturaleza litológica de los materiales pedogenéticos y características morfológicas de los suelos.

c) Uso actual de la tierra.

d) Capacidad productiva de la tierra.

e) Orientaciones generales del desarrollo regional.

Bajo estos criterios metodológicos, la Región Zuliana fue subdividida en 1 6 zonas agrícolas. Ver mapa 7 y Cuadro 3-9a.

i. Zona 1 - Guajira

Es la zona situada en el extremo norte de la región. Limita con Colombia y con las costas del Golfo de Venezuela; su superficie es de 235 922 hectáreas.

Tiene muy baja densidad de población; presenta características étnicas y culturales muy peculiares y marcados signos de subdesarrollo.

Se presentan formaciones de malezas desérticas tropicales, montes espinosos, bosque muy seco tropical y bosque seco tropical. La pluviosidad varia de 125 mm en el norte a 500 mm en el centro; por ello, el recurso agua es muy escaso.

El material generador de suelos que predomina en las partes central y sudoriental son aluviones cuaternarios. Las áreas costeras han tenido gran influencia marina. Al sudoeste, los suelos se han desarrollado sobre materiales terciarios. Los suelos son de fertilidad natural muy baja.

En el norte, la vegetación natural soporta ganado caprino y en el sur ganado vacuno en pasturas bajo riego.

Los suelos tienen muy baja capacidad productiva como consecuencia de su limitada fertilidad y condiciones de extrema aridez climática.

También son muy limitadas sus perspectivas en el campo agrológico pero son mejores las posibilidades de desarrollo turístico y de recursos pesqueros, para lo cual se hace necesario desarrollar la infraestructura y los servicios.

ii. Zona 2 - Planicie de Maracaibo

La zona está ubicada en la margen noroeste del Lago de Maracaibo, con una superficie de 333 351 hectáreas. Es la zona de mayor densidad poblacional e incluye a la capital regional, Maracaibo.

En la costa se presentan bosques muy secos tropicales y bosques secos tropicales al oeste de La Paz. Las asociaciones vegetales son xerofíticas deciduas, con pocos individuos arbóreos. También presentan comunidades de cactáceas y arbustos espinosos. La distribución de las lluvias es irregular y torrencial, y acarrea consecuencias de erosión laminar y de cárcavas. La evapotranspiración excede a las lluvias, definiendo anualmente un periodo extremadamente seco de cinco meses y dos periodos lluviosos en mayo y octubre.

Los suelos se han generado sobre materiales coluviales terciarios, de origen lacustre. El drenaje de los suelos es bueno y en parte excesivo.

Se observan horizontes superiores de textura media, aumentando el tenor de arcillas y limos en los horizontes inferiores. En general se necesita fertilización.

En el norte hay cultivos de vid, melón, patilla, etc., con riego, mientras que al sudoeste, donde aumenta la precipitación, se efectúa el pastoreo. Una cierta superficie está ocupada por el desarrollo de áreas urbanas.

Los suelos son de gran capacidad productiva potencial, pero se encuentran condicionados por la escasez de agua. Si se supera la aridez natural mediante el riego, la zona puede ser sumamente apta para producciones agrícolas de las más diversas variedades, además de que las condiciones ecológicas limitan las plagas bacteriales y micóticas.

iii. Zona 3 - Ondulada de Carrasquero

La zona está ubicada al oeste de los Distritos Mara y Maracaibo. El centro urbano más importante es Carrasquero. La superficie es de 199 121 hectáreas; en su mayor parte está ocupada por bosques secos tropicales y muestra una precipitación que varia en torno a los 700 mm.

Los suelos se han desarrollado sobre materiales coluviales antiguamente disectados. La textura preponderante es media y la estructura varia de fuerte a débil. El drenaje interno es bueno y la fertilidad va de mediana a baja. Existen suelos desarrollados sobre aluviones, principalmente en los ríos Guasare, Socuy y Cachirí, donde se producen hortalizas con riego. Se nota cierto deterioro de los suelos por mal manejo del agua de riego. En general, la mediana fertilidad y el alto riesgo de erosión les da un potencial mediano de desarrollo.

La capacidad productiva moderada y el riesgo de erosión orientan el área hacia la producción de pastos, frutales y hortalizas en menor proporción.

iv. Zona 4 - Planicie aluvial occidental

La zona está ubicada en la costa occidental del Lago de Maracaibo, entre los ríos Palmar y Apón. En ella no hay centros urbanos de importancia y abarca parte de los Distritos Urdaneta y Perijá, con una superficie de 249 618 hectáreas.

La zona se caracteriza por sus bosques secos tropicales deciduos, que han venido siendo prácticamente eliminados.

La precipitación anual oscila en los 800 mm con periodos de 3 a 6 meses sin lluvia, y la evapotranspiración alcanza valores muy elevados.

Los suelos se han desarrollado sobre aluviones cuaternarios, de origen lacustre y fluvial. Algunos de estos suelos tienen buena fertilidad, con texturas francas a arcillosas en las proximidades del río Palmar; otros están formados en las terrazas interfluviales (Palmar y Apón) y son de moderada a baja fertilidad y textura media a arcillosa. En el sur de la zona se encuentran estratos de concentración salina.

El uso más generalizado es el pecuario; en las áreas próximas a los nos Palmar y Apón se utiliza el sistema de cajones para el riego de pastizales.

Si se supera la aridez causada por los factores climáticos, el área se prestaría para un uso agrícola de cierta intensidad utilizando prácticas de riego.

La zona tiene gran potencial de desarrollo siempre que se utilice el riego en forma adecuada. En ese caso se podría producir maíz, sorgo, yuca, algodón, ajonjolí, cítricos, hortalizas y pastos para pastoreo o corte. Sus condiciones hacen posible el cultivo de caña de azúcar, previa experimentación sobre el tenor sacarígeno. Al sur podría cultivarse eventualmente arroz.

v. Zona 5 - Agrícola de Machiques

Está localizada al este de la sierra de Perijá, entre los ríos Palmar, Yasa y Negro. Tiene una superficie de 302 898 hectáreas.

La zona tiene numerosos centros poblados; los principales son Machiques y La Villa del Rosario.

Mapa 6 - PROYECTO RECURSOS NATURALES - REGION ZULIANA - Uso Actual de la Tierra (Areas Predominantes)

Mapa 7 - PROYECTO RECURSOS NATURALES - REGION ZULIANA - Zonificación Agrícola

En la zona predomina el bosque seco tropical con sabanas; la lluvia alcanza valores próximos a los 1 000 mm en su flanco oriental y 2 000 en el occidental. Generalmente existe un balance hídrico favorable entre mayo y octubre. La zona está comprendida entre las curvas de nivel de 50 a 200 metros sobre el nivel del mar.

Las rocas predominantes son sedimentarias (areniscas, limonitas, calizas, lutitas, etc.) y la topografía es ondulada, alternando con planicies. Los suelos son en general profundos, con textura media, baja fertilidad y elevado riesgo de erosión.

En cuanto al uso actual de la tierra, puede decirse que en general se hace pastoreo sin riego, aunque se encuentran frutales en algunas áreas cercanas a la Villa del Rosario.

La capacidad productiva es mediana; las tierras presentan severas limitaciones para agricultura intensiva a causa del relieve, el riesgo de erosión y la baja fertilidad.

En general, las características de la zona se prestan más para el pastoreo directo o de corte en pequeñas áreas, y las de mejores condiciones topográficas y de suelos son dedicadas a cultivos para granos (sorgo-maíz) y frutales (mango, níspero, merey).

vi. Zona 6 - Planicie inundable al sur de Perijá

Se halla ubicada al sudeste del Distrito Perijá; se trata de una transición entre las zonas de colinas de Perijá y las de ciénagas, con una superficie de 158 882 hectáreas.

En ella se desarrollan asociaciones de bosque seco tropical, alternando con áreas de vegetación arbórea.

El material geológico de la zona proviene del transporte y depósitos fluviales y los suelos son de baja fertilidad, con impedimentos en el drenaje y textura media, donde se destaca el pastoreo de vacunos.

Le capacidad productiva de la zona es muy baja como consecuencia de las deficiencias de drenaje y erosión de tatucos. La tendencia potencial de la zona está orientada hacia la ganadería extensiva y en principio parece no ser económico efectuar obras de drenaje en el área ni nivelación de tatucos.

vii. Zona 7 - Colinas de Perijá

La zona está ubicada en los Distritos Perijá y Colón; no tiene centros urbanos de importancia y su superficie es de 696 918 hectáreas.

La vegetación típica es el bosque húmedo tropical, de follaje permanente; la precipitación anual excede de 1 000 mm y existe un balance hídrico favorable.

El material geológico está constituido por formaciones terciarias de rocas sedimentarias, como areniscas, calizas, limonitas, lutitas, margas, etc. En general los suelos son de fertilidad muy baja; la textura varia de media a pesada y algunas áreas bajas presentan suelos con alto contenido de arcilla, inundables y con erosión de tatucos.

El pastoreo extensivo es el uso predominante de la zona, además de algunos cultivos de subsistencia (conucos) de maíz y yuca. Las tierras son en general de muy baja productividad, causada por su pobre fertilidad, topografía y erosión reticular.

Sus condiciones naturales aconsejan orientar el desarrollo hacia la implantación de bosques de producción continua y ganadería extensiva, controlando la intensidad del pastoreo y pisoteo.

viii. Zona 8 - Ciénagas de Juan Manuel

La zona está localizada al sudeste del Distrito Perijá y al noroeste del Distrito Colón, con costas sobre el Lago de Maracaibo; tiene una superficie de 444 335 hectáreas.

Las asociaciones representativas son la del bosque seco tropical modificado por las condiciones de saturación de agua del suelo, con frecuentes ejemplares de palmas. La fauna silvestre es abundante en lapas, picure, hicotea de agua, venados, caimanes, manatíes, puercos de monte, tigres, dantas, etc. La precipitación anual varia entre 1 000 y 2 000 mm con periodos lluviosos de abril a junio y de septiembre a noviembre, alternando con periodos secos de uno a cinco meses.

El material generador de los suelos es de origen aluvial, transportado y depositado por el escurrimiento superficial que se dirigió a la depresión tectónica del Lago de Maracaibo. Los suelos se han desarrollado en condiciones prevalentes de saturación, y existen suelos de potentes horizontes orgánicos.

Las características de la zona hacen muy dificultosa la explotación agrícola-ganadera; sus bosques naturales han sufrido intensa e incontrolada extracción de madera. Las especies de la fauna silvestre han sufrido estragos causados por la caza incontrolada, tanto deportiva como comercial. Los suelos muestran una capacidad productiva baja a causa de su topografía y por las condiciones de humedad y riesgo de inundaciones.

La recuperación de los suelos por medio de obras de drenaje se ve dificultada por su bajo nivel y falta de gradiente de desagüe. En cambio, la zona tiene el gran valor de constituir una unidad ecológica muy poco frecuente en el mundo, lo que permite esbozar la idea de frenar el actual deterioro que viene sufriendo la zona y preservarla para su uso como espacio de uso público, estudio e investigación. De esta manera se lograría al mismo tiempo mantener los efectos reguladores del medio ambiente que desempeñan les ciénagas en relación con el escurrimiento superficial.

ix. Zona 9 - Sur del Lago

Está localizada en el Distrito Colón y es una de las zonas que tiene mayores posibilidades para el desarrollo agrícola, con una superficie de 461 216 hectáreas. La vegetación característica es el bosque seco tropical subhúmedo y su precipitación anual varia entre 1 000 y 3 500 mm.

En la parte noroeste los suelos se han desarrollado sobre materiales aluviales en sistemas meándricos colmatados; en el nordeste los suelos se desarrollaron en áreas pluviales de formaciones deltaicas, y en su parte meridional predominan las formaciones de piedemonte alternando con aluviones. Los suelos tienen alta fertilidad y buenas condiciones de drenaje, y son de textura mediana.

Esta es la zona más explotada de toda la Región Zuliana, principalmente en forma de ganadería lechera y cultivos de plátano. Las tierras tienen muy alta capacidad productiva; la zona cuenta con una gran concentración de actividades agropecuarias e industriales y se han hecho inversiones en obras de infraestructura para el drenaje. Por sus condiciones naturales y merced al desarrollo alcanzado actualmente y a las inversiones efectuadas, la zona debe orientarse hacia la complementación de las actuales explotaciones agroindustriales con cultivos intensivos (plátano y cacao) y debería experimentarse para lograr la implantación de nuevos cultivos, como la palma africana. Asimismo, debería mostrar una orientación hacia el mejoramiento de la ganadería, sobre todo en aspectos de sanidad y alimentación.

x. Zona 10 - Llanura aluvial Mucujepe-Sabana Grande

Esta zona está localizada en la parte occidental de los Distritos Bolívar y Sucre y enmarcada en su porción meridional por el piedemonte andino, con una superficie de 158 725 hectáreas.

Presenta condiciones de bosque seco tropical en el área costera al lago y bosque húmedo tropical a lo largo de la Carretera Panamericana; su precipitación anual varia de 1 000 a 1 400 mm con máximas en mayo y octubre.

Al oeste se presentan formaciones graníticas y de gneis, mientras que al este existen cuarcitas y areniscas. En las márgenes del lago hay suelos con características hidromórficas y al oeste los suelos tienen problemas de inundaciones, en tanto que al este son en general bien drenados.

En áreas planas es frecuente el pastoreo de ganado; en los aluviones del río Torondoy se cultiva e industrializa la caña de azúcar y en los sectores de piedemonte se cultivan frutales.

Cuadro 3-9a. SINTESIS DE LA ZONIFICACION AGRICOLA PARA FINES DE PLANIFICACION DEL DESARROLLO

En las áreas de piedemonte la capacidad es medianamente baja por su topografía escarpada. Los sectores planos en las partes orientales y occidentales tienen de buena a mediana capacidad productiva, con limitaciones producidas por drenaje impedido, peligro de inundaciones y riesgo de erosión.

El desarrollo del área debe orientarse hacia las actividades agropecuarias y deberían tomarse medidas especiales para controlar la erosión y construir obras de drenaje.

xi. Zona 11 - Llanura aluvial del Motatán

Está ubicada en la costa oriental del Lago de Maracaibo, desde el río Chereque hasta las proximidades del río San Pedro, con una superficie de 42 590 hectáreas.

La zona es de bosque seco tropical, el cual ha sido talado casi en su totalidad. La precipitación varia de 800 a 1 300 mm y presenta deficiencias de humedad generalmente en ocho meses del año.

Los suelos se han desarrollado sobre sistemas deltaicos y de terrazas antiguas. Estos suelos varían bastante entre si. Algunos son de baja fertilidad, con riesgo de erosión; otros son profundos y fértiles y los hay también arenosos, de fertilidad mediana a baja.

En la actualidad se cultiva el plátano, el maíz sin riego, la caña de azúcar, etc., y se han ensayado con éxito el algodón de fibra larga, el achote y el maní.

Las tierras ubicadas en el piedemonte son de baja calidad productiva y tienen como limitación principal su pedregosidad. Los sectores de planicies aluviales alcanzan alta capacidad productiva en algunas tierras, con otras sin ningún valor para la producción.

El desarrollo agrícola implica el riego y se han realizado ya algunas obras (Sistema Motatán-El Cenizo). La experiencia señala que para el éxito de la agricultura bajo riego es necesario dedicar especial esfuerzo al recurso humano, a fin de crear el espíritu de agricultura.

xii. Zona 12 - Llanura aluvial de Pueblo Viejo-San Pedro

Está localizada en el Distrito Baralt. En ella hay importantes centros poblados, como Mene Grande, Bachaquero, San Timoteo y San Lorenzo. Tiene una superficie de 98 538 hectáreas. La zona se caracteriza por ser de bosque seco tropical, el cual ha sido talado en gran parte, lo que originó una vegetación secundaria de chaparral y sabana.

La precipitación oscila entre 900 y 1 200 mm, con distribución irregular, y presenta máximas de precipitación en abril-mayo y septiembre-octubre.

El material originario de los suelos es aluvial; son de textura arcillosa, de baja fertilidad y están sometidos a inundaciones periódicas, con drenaje generalmente impedido y procesos de erosión reticular.

El uso más generalizado es el de pastoreo de ganado, pero además se producen algunos cultivos como maíz, yuca, ñame, pina y plátano. También se han efectuado cultivos de caña de azúcar y otros cultivos a nivel experimental.

Las tierras son de baja a mediana capacidad productiva, y las principales limitaciones son el mal drenaje, las texturas pesadas y su baja fertilidad.

Las buenas tierras de esta área pueden utilizarse intensivamente en cultivos de ciclo corto con riego y el resto del área en pastoreo intensivo. Una pequeña proporción de la zona (7%) no tiene posibilidades de ser utilizada en explotaciones agropecuarias.

xiii. Zona 13 - Ondulada oriental

La zona está localizada al sudoeste del Distrito Miranda, al este del Distrito Bolívar y parte norte del Distrito Baralt, y tiene una superficie de 208 503 hectáreas.

Presenta asociaciones de bosque seco tropical, de follaje semideciduo del que solo quedaron relictos.

Los suelos se han formado sobre materiales geológicos terciarios y están sensiblemente lixiviados, de texturas medias con incremento de arcilla en los horizontes profundos. Se presentan distintos grados de pedregosidad. Al norte de la zona los suelos presentan serias limitaciones por su pobre fertilidad y erosión, mientras que al sur la topografía es más severa, lo que aumenta las limitaciones.

La actividad agropecuaria más difundida es el pastoreo de ganado, con intentos de cultivo de sorgo forrajero para ensilaje. En general, la capacidad productiva de la zona es de baja a mediana y la topografía es su principal limitación, además de su baja fertilidad y poca profundidad de los suelos.

De acuerdo con los factores limitantes indicados, la zona debe orientarse hacia la actividad agrícola basada en una selección cuidadosa de unas pocas variedades, con buen manejo del suelo y medidas de conservación y fertilización. Hay áreas que se adaptan mejor al pastoreo controlado.

xiv. Zona 14 - Planicie de Miranda

La zona está localizada en su mayor parte en el Distrito Miranda y en el noroeste del Distrito Bolívar. Existe en ella una alta densidad de población y numerosos centros urbanos, con buena infraestructura vial y una superficie de 224 439 hectáreas.

El bosque muy seco tropical caracteriza la mayor parte de la zona, con áreas de bosque espinoso tropical en sectores al norte. Las precipitaciones varían de 600 mm en el norte y en la costa oriental, mientras que en el centro llega a unos 1 000 mm.

Los materiales geológicos generadores de suelos son terrazas aluviales antiguas, las que dan lugar a suelos de texturas livianas, con incremento de la fracción arcillosa en horizontes inferiores. La topografía general es plana con cierta pendiente, y en algunos sectores es ondulada.

Hasta hace poco tiempo la zona conservaba su vegetación natural, pero últimamente se está eliminando para establecer pastizales. Al nordeste se han hecho algunos cultivos de arroz. Por las condiciones de aridez y otras limitaciones propias de los suelos, la zona muestra pobres posibilidades productivas.

La potencialidad de desarrollo agrícola es baja. Esto, junto con el actual desarrollo de obras de infraestructura urbana, servicios y disponibilidad de mano de obra, hacen que constituya un área de concentración y transformación de productos agropecuarios producidos en otras zonas o regiones.

xv. Zona 15 - Sierra Falcón-Lara

La zona comprende parte de los Distritos Bolívar y Baralt; es de topografía montañosa y está comprendida entre los 44 y 1 200 metros sobre el nivel del mar, con una superficie de 281 819 hectáreas.

Las asociaciones que presenta son bosque húmedo tropical, muy húmedo y húmedo premontano. Esta sucesión se presenta a medida que la topografía se eleva sobre el nivel del mar.

Los materiales geológicos son de origen terciario con frecuentes formaciones de areniscas. Los suelos se caracterizan por su topografía accidentada, poca profundidad y riesgo de erosión.

La intervención humana en esta zona es muy reciente y está vinculada a la construcción de la carretera Lara-Zulia; en general, la actividad está orientada hacia el establecimiento de pastizales. Son tierras de muy baja capacidad productiva, y las principales limitaciones que presentan las constituyen su topografía, aridez climática y suelos poco profundos.

En forma preliminar podría dejarse esta zona para la producción sostenida de masas forestales manejadas técnicamente. Las condiciones naturales de vida la señalan como zona con posibilidades para el cultivo de café. En sectores de topografía más suave podría cultivarse la caña de azúcar, el maíz y las pasturas artificiales o mejoradas para un pastoreo controlado.

xvi. Zona 16 - Sierra de Perijá

Está localizada entre los Distritos Mara, Maracaibo y Perijá, y su principal característica es su topografía montañosa. Su superficie alcanza a 921 225 hectáreas.

Es una zona de geología muy compleja, de topografía accidentada y marcadas variaciones climáticas, lo que determina la existencia de varias asociaciones vegetales naturales, como bosque seco tropical al norte, bosque húmedo subtropical al sudeste, bosque húmedo premontano en el noroeste, bosque muy húmedo premontando en la parte central y bosque muy húmedo montano en los sectores de cota más elevada.

La geología es muy compleja; presenta afloramientos ígneos, sedimentarios jurásico-triásico y metamórficos muy antiguos, con variaciones litológicas muy numerosas.

Los suelos, en general, tienen un desarrollo limitado por las características topográficas, y se han desarrollado tanto sobre materiales coluviales como "in situ".

La mayor parte del área conserva su vegetación natural, aunque se han producido talas incontroladas en proximidades del río Limón y en otros sectores de la zona. Estas talas tienen por finalidad principal ampliar las zonas ganaderas.

La mayor parte de la zona tiene baja productividad debido a la topografía escarpada, a los suelos incipientes y poco profundos y al alto riesgo de erosión. En general la zona debe orientarse hacia una racional producción forestal; esto, además de mantener el equilibrio biológico del área produciría un apreciable volumen físico y económico de maderas y productos forestales.

Esta protección forestal es por demás importante por encontrarse en esta zona las principales cuencas de captación de varios ríos productores de agua de uso urbano, energético y para riego.

Además de los recursos agropecuarios, la zona presenta síntomas muy auspiciosos para la exploración y explotación de recursos minerales.

3.4.3 Problemática sectorial y estrategia de desarrollo

La agricultura que se ha venido desarrollando en el Estado Zulia y en general en Venezuela, desde principios de siglo, ha adolecido de ciertas fallas que impidieron su desarrollo. El agricultor típico sigue sembrando en conuco, casi con los mismos sistemas y medios de producción que en el pasado.

Los planes estratégicos de producción agrícola que se han formulado no han rendido lo esperado por la falta de una planificación que tome en cuenta en forma armónica todos los factores que intervienen en la producción.

Actualmente la superficie dedicada a la agricultura es de 103 818 hectáreas, o sea un 2.06% de la superficie total del Estado; de ésta, un 75% está sembrada de maíz y musáceas, cultivos tradicionales del agricultor típico, lo que demuestra la poca diversificación agrícola que se ha logrado, aun cuando hay una gran cantidad de productos agrícolas deficitarios en el mercado nacional que son factibles de producirse agroeconómicamente en la región.

Los principales aspectos que han frenado el desarrollo agrícola zuliano son, entre otros, los siguientes:

a) Escasez y capacitación de la mano de obra: Las grandes urbes, gracias al florecimiento de la industria petrolera han obrado como un polo de atracción para los campesinos en busca de un mejor sistema de vida. Las condiciones de vida del hombre del campo son aparentemente inferiores a las de la ciudad y, por otra parte, las pocas ganancias, producto de la baja productividad de sus cosechas, no son comparables al atractivo de un sueldo de obrero en las áreas urbanas.

b) Insuficiente investigación agrícola aplicada: Para poder aumentar la productividad de la agricultura es necesario utilizar semillas mejoradas, sistemas y épocas de siembra adecuados, fertilizantes y control fitosanitario oportuno. Pero estas prácticas deben ensayarse en las diferentes zonas mediante experimentación que demuestre la efectividad de tales prácticas con las variantes locales, para luego ser extendidas y difundidas a todos los agricultores. Sin embargo, los sistemas de siembra actuales no han variado casi nada, ya que no siempre la investigación que se realiza concuerda con las necesidades que se deben resolver.

c) Insuficiente asistencia técnica: En la mayoría de los casos los resultados de las investigaciones no llegan a conocimiento de los agricultores por falta de un medio de comunicación entre estos y los investigadores, por fallas de la labor de extensión agrícola. Por otra parte, la expansión de nuevos cultivos que pueden desarrollarse en la región no se ha podido realizar por la falta de programas dedicados a identificarlos técnicamente y difundirlos.

d) Falta de crédito ágil y oportuno: Para producir a niveles óptimos es necesario utilizar una serie de insumos que el agricultor solo puede emplear si cuenta con un financiamiento adecuado y oportuno, a un interés razonable. Actualmente, en la región, los bancos nacionales encargados de financiar los créditos agrícolas no han logrado la agilidad necesaria para el éxito de la actividad agrícola. En general, los mecanismos crediticios son rudimentarios y poco funcionales, y además parecen estar reñidos con las exigencias operativas y estacionales del sector, o sea que muestran fallas de diseño y de aplicación.

e) Deficiente comercialización de los productos agrícolas: No es suficiente que el agricultor produzca a niveles óptimos; es necesario también que coloque el producto en el mercado a precios razonables y en un plazo de tiempo oportuno para impedir el deterioro del producto. El agricultor zuliano es generalmente víctima de los intermediarios que lo comprometen con préstamos, asegurándose de esta forma el producto a un precio muy por debajo del estipulado legalmente. Otras veces se observa que ciertos productos obtenidos por el agricultor, que escasean en el mercado nacional y que se suplen con importaciones, no llegan a colocarse en el mercado por falta de canales de comercialización adecuados y de deficiencias infraestructurales, como terminales de mercadeo y almacenamiento.

f) Tenencia de la tierra: La agricultura en el Estado Zulia ha venido disminuyendo progresivamente en superficie sembrada. Esto es consecuencia de la absorción de tierras por parte de los ganaderos a expensas de pequeños agricultores, que al abandonar el campo venden a precios subestimados. Las tierras de vocación agrícola se están dedicando a la explotación ganadera en una forma casi intensiva, cuando su productividad podría ser mayor si se las dedicara a la agricultura racional. Por otra parte, muchos agricultores, por falta de tierras adecuadas, se ven obligados prácticamente a sembrar en suelos que no tienen ni siquiera vocación pecuaria, dando origen a problemas de degradación de suelos.

g) Falta de zonificación agrícola: La inexistencia de zonificación agrícola ocasiona una anarquía en cuanto a la distribución de los cultivos. A veces se siembra en zonas no aconsejables por la presencia adversa de factores climatológicos que condicionan y disminuyen las posibilidades de éxitos de los cultivos.

h) Falta de proyectos específicos de desarrollo agrícola: En el Estado Zulia no se han ejecutado proyectos específicos de desarrollo agrícola que impulsen en una forma organizada la agricultura. Esto en parte es debido a que la atención de los gobernantes se ha dirigido más hacia el sector pecuario, que actualmente constituye la actividad de primera importancia en la región.

i) Ausencia de sistemas de riego: En el Zulia no existe por el momento ningún sistema de riego, lo que coloca a la agricultura, que de por si es más vulnerable a los veranos, a merced de las variaciones estacionales.

3.4.3.1 Areas prioritarias de desarrollo

Para impulsar el desarrollo de la región no solo habría que solucionar los problemas antes citados, sino también orientar las actividades e inversiones hacia aquellas zonas en las que los insumos produzcan una mayor respuesta e incremento en la producción agropecuaria.

Con esta finalidad se señalan las zonas que merecen especial atención desde un punto de vista agronómico diferenciando las prioridades que contemplan un desarrollo que pueda iniciarse de inmediato y aquellas en que el desarrollo se hará efectivo a mediano plazo, ya que implican la inversión y construcción de obras de gran aliento. Dichas zonas, tal como se puede apreciar en el Mapa 7, son:

i. Zonas agrícolas prioritarias a corto y mediano plazo

Con este criterio se establece el siguiente ordenamiento:

a) Zona 4 - Planicie aluvial occidental
b) Zona 9 - Sur del lago
c) Zona 11 - Llanura aluvial del Motatán

Para estas prioridades a corto plazo las acciones estarán orientadas a elevar la tecnología e inversiones necesarias al nivel de finca, significando que el productor rural emplee mecanización en las labores agropecuarias, utilice variedades seleccionadas, fertilización, control de plagas y malezas, rotación de cultivos, prácticas de conservación de suelos, etc.

ii. Zonas agrícolas prioritarias a mediano y largo plazo

Para estas zonas agrícolas se ha establecido tan sólo una subdivisión, que es ésta: Zona 2 - Planicie de Maracaibo.

Estas prioridades para el mediano plazo implican un satisfactorio nivel tecnológico a nivel de finca y además obras en infraestructura de riego y drenaje.

La ejecución de las prioridades señaladas estarán dentro del marco especificado para cada una de las zonas propuestas, donde deberán desarrollarse los proyectos específicos identificados y descritos en el capítulo 4.

3.4.3.2 Conclusiones y recomendaciones

Para la fijación de una estrategia de desarrollo del sector agrícola vegetal es necesario ordenar los aspectos significativos que plantea la problemática actual sectorial orientada dentro del marco definido por los planes nacionales y regionales. Estos aspectos a considerar pueden expresarse de la siguiente manera:

- Hacer un ordenamiento espacial de las actividades productivas del sector de acuerdo con la zonificación preestablecida.

- Determinar los cultivos en función de su rendimiento normal, destino y usos alternativos bajo determinadas condiciones tecnológicas para cada una de las subzonas de la región.

- Determinar el número de hectáreas que se dedican a cada cultivo, indicando su localización y las características especiales de cada subzona en particular.

- Desarrollar programas de infraestructura en las áreas agrícolas mediante una acción coordinada de todas las instituciones públicas, que permitan asegurar la construcción de viviendas, acueductos, red eléctrica, escuelas y centros de atención médica y hospitalaria, con la debida secuencia en el tiempo y en el espacio y de acuerdo con una estructura funcional de la región que contemple con prioridad los requerimientos de la población urbana y rural.

- Determinar los volúmenes de inversión necesarios para acometer el desarrollo productivo del sector agrícola vegetal, con indicación de los aportes públicos y privados cuantificados a nivel de zonas y tipos de producción.

- Crear un sistema de experimentación agropecuaria con centros dedicados a diferentes especialidades, localizados en toda la región de acuerdo con las vocaciones establecidas para cada zona agrológica en los cuales se adiestre a los productores rurales en el manejo de los suelos y cultivos y en el uso racional de equipo mecánico a nivel de finca.

- Crear estaciones para producción y certificación de semillas que garanticen la inmunidad o resistencia a agentes fitopatológicos, siembra de variedades de mayor rendimiento y mejor adaptabilidad al medio ecológico regional.

- Crear centros de capacitación agrícola para la preparación de personal calificado para llevar a la práctica la tecnología adecuada a cada tipo de explotación agrícola, y para asimilar los nuevos y frecuentes avances científicos que se producen en el campo de este sector.

- Estimular un clima propicio en las relaciones laborales del sector para que se produzca un mejoramiento progresivo en los niveles de remuneración de los trabajadores, y una participación más sustancial en las utilidades de la empresa agrícola mediante el perfeccionamiento de la contratación colectiva en la región.

- Organizar empresas campesinas y cooperativas que garanticen a los productores un mayor nivel de beneficios, y a los consumidores el suministro regular y suficiente de los productos agrícolas que constituyen la base de la dieta diaria o insumos para la producción industrial.

- Establecer un sistema de comercialización de los productos agrícolas que contemple la fijación y mantenimiento de precios remuneradores a nivel del productor, así como la distribución organizada a la población urbana a precios razonables.

- Prestar interés especial a todos aquellos cultivos o actividades del agro que puedan sustentar núcleos industriales, localizados en la propia zona agrícola, por cuanto contribuyen a fortalecer la base económica subregional.

El desarrollo agrícola de la región debe alcanzarse a través de la adecuada localización de esta actividad, de acuerdo con la existencia y característica de los recursos naturales y humanos conforme con la realidad ecológica regional.

Este desarrollo implica necesariamente la capacitación del hombre, armonizada con la disponibilidad de infraestructura y los instrumentos para su efectiva organización, apoyado sobre la investigación y extensión agrícola.

Todo esto estaría dirigido a elevar el nivel de vida de la población rural, y a la vez serviría para contribuir a la satisfacción de las necesidades de alimentos del resto de la población y suministro de materias primas a la industria, culminando en el logro programático propuesto de desarrollo armónico y equilibrado del sector.

A fin de poner en marcha la estrategia fijada para el sector agrícola vegetal, se mencionan las siguientes líneas de acción especificas:

a) Tenencia de la tierra: Perfeccionamiento del sistema de levantamiento y registro.

b) Investigación y extensión agrícola que permita lograr el convencimiento de los productores mediante la práctica y observación directa, a fin de tecnificar su cultivo o explotación ganadera.

c) Determinación del tamaño mínimo económico para explotaciones agrícolas de acuerdo con los tipos de cultivos y rendimientos previstos para cada zona.

d) Financiamiento público para la producción agrícola.

e) Construcción de viviendas rurales.

f) Construcción de acueductos rurales.

g) Construcción y dotación de escuelas rurales.

h) Construcción y dotación de centros de atención médica-hospitalaria.

i) Construcción de un Instituto Tecnológico dedicado a la capacitación de recursos humanos, en todos aquellos aspectos relacionados con las actividades primarias de la economía regional.

j) La contratación colectiva en la empresa rural se constituirá en la vía más adecuada para el mejoramiento de los trabajadores y será un incentivo para su permanencia en el medio agrícola.

k) Establecimiento de centros para la organización de los productores en cooperativas o empresas campesinas, que puedan actuar como elementos coordinadores entre los productores, los centros de acopio y las autoridades agrícolas del país.

l) Construcción y operación de centros de acopio.

m) Construcción y operación de centros para provisión de insumos.

n) Establecimiento de un programa para la promoción y financiamiento de proyectos agroindustriales.

Como respuesta concreta a la última recomendación, se propone el desarrollo de proyectos específicos para una gran variedad de cultivos con posibilidades en la zona.

Algunos de estos renglones se están produciendo bajo diferentes tipos de manejo pero en muy escasas dimensiones, mientras que de otros no existe aún experiencia previa. Por tales circunstancias, dentro de las actividades propuestas y descritas en detalle en el próximo capitulo, se incluyen las etapas de experimentación e investigaciones agronómicas necesarias para dar apoyo a etapas más avanzadas de aprovechamiento comercial.

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