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3. Proyectos de riego

3.1 Descripción de los proyectos
3.2 Parámetros específicos utilizados en las evaluaciones

Las mejores tierras de la ACRB con destino al riego se encuentran en las subregiones Polo de Desarrollo y El Ramal, del sector argentino, y en el triángulo formado por los ríos Tarija y Bermejo, así como en los alrededores de la ciudad de Tarija, en el sector boliviano.

En forma coherente con la programación de los aprovechamientos hídricos, la Unidad Técnica desarrolló algunos proyectos de riego basados en la regulación de caudales de los ríos que dominan dichas tierras, particularmente en las subregiones Polo de Desarrollo y El Ramal.

Algunas de estas obras de regulación tuvieron como propósito prioritario y exclusivo la expansión de las áreas de riego - caso de la presa de Vilte y Santa Rosa - y otras atenderán también los usos consuntivos prioritarios de agua potable e industrial, como en el caso de las presas de Mojotoro y Las Maderas.

Finalmente, otras obras como las dos últimas citadas y Yuto, incorporarían, además, centrales de generación eléctrica, formando así proyectos de aprovechamiento múltiple.

En los proyectos del sistema Tarija - Bermejo la promoción de nuevas áreas de riego constituye un propósito secundario. Sin embargo, las grandes reservas de tierras aptas que podrían utilizar los caudales regulados de estos dos ríos se encuentran fuera de los límites de la ACRB, en la zona chaqueña de Salta y en otras áreas de la Cuenca Inferior.

Algunos proyectos complementarios de este mismo sistema, como Polvareda y Desecho Chico, proveerían las instalaciones para compensación y derivación en los ríos Tarija y Bermejo, respectivamente, que posibilitarán el riego de las tres únicas y relativamente menores áreas existentes en la ACRB con aptitud para riego; dichas áreas pertenecen a la Asociación Campo Grande en Bolivia (9000 ha) y a las Asociaciones Peña Colorada y San Telmo (16000 ha) en Argentina.

Por su parte, Bolivia cuenta además con 22000 ha aptas en la zona de Tarija - Padcaya, y sus necesidades de expansión en elementos funcionales de riego en dicha área, son evidentes. Sin embargo, la tardía incorporación de este país en el Acuerdo, impidió la realización de las tareas básicas sobre cartografía, geología e hidrología necesarias para fundar proyectos con la adecuada solidez. Por otra parte, una primera evaluación realizada por la Unidad Técnica, así como los resultados de recientes estudios de prefactibilidad realizados por ENDE, no permite ser optimistas en cuanto a la posible implantación de sistemas aplicados a áreas de extensión significativa, dada la dispersión de las tierras aptas en concordancia con la fisiografía de la zona. La solución aparente estaría en el empleo de instalaciones que respondan al tipo de pequeña irrigación, las que se basan fundamentalmente en obras de toma directa de los ríos o pequeños embalses, complementados con canales de aducción y una adecuada preparación de las tierras (ver mapa IV-3-6).

3.1 Descripción de los proyectos

Todos los proyectos de riego estudiados por la Unidad Técnica se limitaron a los elementos básicos, es decir, obras de regulación, embalse, compensación o derivación, así como a las obras principales de aducción y canalización. Dichos elementos fueron incluidos en el análisis de costo realizado. Todas las otras obras secundarias de canalización fueron estimadas en forma global, por unidad de superficie y en función de las características del suelo, relieve, pendiente, etc.

La ubicación de los proyectos analizados se indica en el mapa V-3-1.

3.1.1 Peña Colorada. Se propone captar las aguas sobre la margen derecha del río Bermejo a la altura de Desecho Chico, emplazamiento del dique compensador para las futuras presas del tramo superior del río Bermejo (Las Pavas y Arrayazal).

Un canal de tierra de 5 m3/s de capacidad, que parte de la cota 435, puede dominar un área neta de por lo menos 6000 ha cuyas cabeceras se encuentran a unos 11 km de la toma. De allí en adelante, el canal de conducción continúa como principal y se inicia la red de distribución.

La dirección predominante del riego sería oeste-este, con drenaje hacia vaguadas y arroyos, frecuentes en la zona, que descargan en el río Bermejo.

3.1.2 San Telmo. Con la construcción de un dique compensador de los proyectos de regulación del río Tarija, podría derivarse agua a un canal de conducción, excavado en tierra, para el sistema de riego San Telmo.

La cota aproximada del canal, en su iniciación, sería 500 m para dominar alrededor de 10000 ha sobre la margen izquierda del río Tarija.

El canal principal tendría 100 km de longitud, pero requeriría una red secundaria sencilla y de poca capacidad. La demanda máxima estimada en la toma sería de 8 m3/s.

El drenaje natural es bueno y, como en el caso de Peña Colorada, el sistema de desagüe resultaría económico. Asimismo, la conducción principal, especialmente en el cruce de arroyos, requiere otras obras de arte cuyo diseño y construcción deben ser estudiados en otra etapa del proyecto.

3.1.3 Santa Rosa. La expansión de Colonia Santa Rosa está actualmente limitada por el estiaje del río Colorado.

Como solución a dicha expansión del sistema de riego se propone la regulación por embalse del río Colorado. Una expansión adicional podría considerarse mediante la explotación del agua subterránea. Su ocurrencia está comprobada, pero falta información sobre rendimientos seguros y demás parámetros hidrogeológicos pertinentes.

El sistema propuesto contempla la construcción de un dique sobre el río Colorado, cuyas características fueron explicadas anteriormente.

Se plantea la construcción de un canal de cerca de 9 km, para 8 m3/s, desde la presa hasta su empalme con la red actual de riego, alimentado por dos tomas directas sobre el río Colorado. Allí se divide en dos canales principales, en tierra como todos los del sistema, de 4 m3/s de capacidad cada uno. El sistema ampliado cubre 12300 ha, de las cuales unas 4600 están hoy bajo riego.

Se evaluó la capacidad estimada de los canales de distribución secundarios, así como la de los canales de desagüe y drenaje. El costo se calculó en función del predimensionado hecho en estas condiciones. Se hizo un inventario de las posibles obras de arte desde la toma hasta la red secundaria y se predimensionaron y calcularon sus costos. Igualmente, se computó el costo de vías, expropiación y adecuación de tierras.

La capacidad del sistema de drenaje se calculó en base a una lluvia de 72 mm/h y 30 minutos de duración, evento con período de retorno de 5 años.

3.1.4 Las Maderas. El embalse de Las Maderas, cuya presa se encuentra en construcción, dominará las tierras representadas por las asociaciones de suelos conocidas como Perico, Monterrico y El Milagro, que se encuentran comprendidas entre los ríos Perico y Las Pavas, con un área aproximada de 39000 ha. De ellas se encuentran cultivadas aproximadamente 10000 ha.

En consideración del aprovechamiento múltiple del embalse, se ha previsto un canal desde los embalses Las Maderas y La Ciénaga, que conduciría el agua para uso doméstico e industrial del Parque Industrial de Pálpala, así como para el riego de aquellas áreas. Reservando el agua que sería necesaria para usos prioritarios en la zona de Jujuy - Pálpala en el horizonte del año 2000, con el excedente de capacidad de regulación de las obras citadas, podría regarse un total de 29800 ha, o sea un adicional de prácticamente 20000 ha sobre las 10000 ha existentes.

Con los retornos industriales y domésticos de la zona y los desagües, podrían incorporarse al riego hasta 18000 ha adicionales de tierras en ambas márgenes del río Grande, particularmente en aquellas comprendidas por las asociaciones La Esperanza, El Mollar y Barro Negro. Dicho incremento se ha supuesto en base a la demanda de eficiencia, lo cual significa que los caudales disponibles podrían destinarse a aumentar la dotación en las áreas existentes, la cual se considera por debajo de la óptima.

A los efectos del programa de inversiones se ha supuesto un sistema, en adelante denominado San Pedro, constituido por un dique derivador y canales principales.

3.1.5 El Acheral. La regulación de las aguas del río Mojotoro por medio de un dique en El Angosto y excluidas las demandas de agua potable e industrial de la zona de Quemes - prevista para el año 2000 - podrían incorporarse al riego hasta 33000 ha en la zona dominada por el embalse. De ellas, 8300 ha ya se encuentran en producción en la zona Güemes - Los Cobos.

Se ha previsto que las 24700 ha restantes podrían ubicarse en la zona comprendida por las asociaciones La Trampa, Los Toldos y Quisto, en adelante llamada El Acheral (incluye zona de Santa Clara), para lo cual se debería construir un dique derivador aguas abajo de la confluencia del río Mojotoro y de Las Cañadas (Aguas Calientes). Los beneficios que así se generen hacen aún más sólidamente factible la alternativa Mojotoro.

Con la construcción del dique de Vilte - que permitiría regular los retornos industriales de Güemes, así como los aportes naturales (y retornos de riego) de los ríos Layavén y Las Pavas - el área factible de riego en El Acheral se acrecentaría en 18600 ha, con lo que se llegaría a un total de 43300 ha.

3.1.6 Yuto. No se ha proyectado el sistema correspondiente a este embalse - cuyo potencial de riego es de 84100 ha, aunque se consideran 27000 ha factibles en su zona inmediata - dado que su puesta en operación se ha previsto al final del horizonte del Estudio. Ello no obstante, a los efectos del calendario de inversiones se han previsto las que corresponden a los estudios de factibilidad, proyectos ejecutivos e infraestructura de riego, en base a las mismas unidades usadas en los anteriores

Mapa V-3-1 - Localización de Proyectos de Riego

3.1.7 Triángulo del Bermejo, En esta zona, situada en territorio boliviano, en el interior de la confluencia de los ríos Tarija y Bermejo, existen suelos de muy buena aptitud para su puesta bajo riego. Dicha zona se encuentra destinada en la actualidad preferentemente a cultivos de caña de azúcar en secano, pero se estima que la productividad podría incrementarse mediante la sistematización en condiciones de riego.

Por tal motivo, y pese a que no se han diseñado las obras de infraestructura correspondientes, este sistema se incluye en el Plan de Inversiones en el que se ha estimado el costo de los estudios y proyectos definitivos así como el de las obras citadas.

Otros proyectos como El Remate, situado en ambas márgenes del río Grande, aguas abajo de San Salvador de Jujuy (aprox. 6000 ha) y Santa Clara, en la margen derecha del río Lavayén y cerca de la confluencia del río Grande (7000 ha), fueron considerados como ampliación de áreas de riego existentes, pero no fueron evaluados a los efectos del Plan. Es de destacar el que corresponde a Santa Clara por el hecho de que la fuente principal utilizada hasta la fecha la constituye el agua subterránea y podría ser objeto de un futuro estudio de factibilidad en base a una más racional explotación de dicho recurso.

3.2 Parámetros específicos utilizados en las evaluaciones

3.2.1 Eficiencia esperada en riego. Las estimaciones sobre el número de hectáreas bajo riego que serían habilitadas por las diversas obras de regulación estudiadas fueron determinadas, en cada caso, en función de las características climáticas de cada área considerada, el plan de cultivos y sus demandas óptimas específicas, así como de una esperada eficiencia en el uso y conducción del agua.

En particular, respecto de la eficiencia en el uso del agua para riego, se ha supuesto que con mejores prácticas culturales resultantes de adecuados programas de extensión, podría lograrse un incremento de la eficiencia de riego global actual estimada en el 35%, hasta alcanzar el valor del 50% para el año 2000.

3.2.2 Período de desarrollo. Para todos los proyectos se consideró un período de desarrollo de diez años a partir del año base 1973, cumplido el cual las nuevas áreas de riego se irían incorporando en forma paulatina. Al respecto se supuso que en el año undécimo se agregaría el 25% del potencial de tierras y que igual porcentaje de incremento se produciría cada cinco años, completándose en esa forma la incorporación de toda el área potencial para el año vigésimosexto.

En el cuadro V-3-1 se expresan los incrementos en los rendimientos previstos en cada período quinquenal y la incorporación porcentual de nuevas áreas de riego.

3.2.3 Programas de cultivo. Los cultivos se seleccionaron sobre la base de las condiciones agroecológicas de las zonas a irrigar y de las posibilidades de colocación en el mercado. Se confeccionó un listado preliminar de los cultivos, y en función de las estimaciones de rentabilidad por hectárea, se estableció que toda el área a irrigar y la ya irrigada estaría sujeta a la producción de dichos cultivos. Este criterio, tendiente a lograr los mayores beneficios por hectárea en cada sistema, no constituye por eso la más optimista de las alternativas, como sería la de suponer que toda el área potencial está ocupada por los cultivos de más alta rentabilidad. La lista definitiva quedó compuesta por los siguientes cultivos: hortalizas, tomate, cítricos (naranja, mandarina y pomelo), alfalfa, sorgo, soja, caña de azúcar, algodón y tabaco. En cuanto a la ganadería, se consideró solamente la leche y la invernada o engorde, ya que, en estas áreas, la actividad de cría no es suficientemente rentable por sí sola.

3.2.4 Rendimientos agrícolas. Los rendimientos agrícolas que se tomaron en consideración a los efectos del cálculo de los beneficios derivados del riego se reflejan en el cuadro V-3-2. De todas maneras, es conveniente destacar que se partió de la base de los rendimientos medios que se registran en la actualidad en la zona para los cultivos que se consideran. La hipótesis utiliza valores estadísticos, informaciones y apreciaciones de la propia Unidad Técnica. Estos rendimientos actuales constituyen el punto de partida para las otras hipótesis consideradas y se indican en el cuadro V-3-2.

Dado el horizonte que enmarca el presente estudio, se estimó conveniente suponer incrementos en los rendimientos que alcanzaren el 50% de los valores actuales a la mitad del período que supone la vida económicamente útil de los proyectos. Este incremento de producción surge no sólo del factor agua, sino también de otras prácticas culturales colaterales que realizaría el agricultor al disponer de este elemento, tales como la aplicación de fertilizantes, drenaje parcelario donde fuere necesario, mayor control de plagas y enfermedades, introducción de nuevas variedades y sistemas de conducción.

A efectos de las evaluaciones respectivas, los costos implícitos de estas mejores prácticas culturales fueron considerados en las proporciones que se indican:

Incremento de productividad (%)

Incremento del costo (%)

10

5

20

10

25

12,5

35

18

45

26

50

30

Cuadro V-3-1. Incrementos previstos en los rendimientos de áreas cultivadas

Años

Incorporación de nuevas áreas %*

Incrementos %

1° al 5°


10

6° al 10°


20

11° al 15°

25

25

16° al 20°

50

35

21° al 25°

75

45

26° al 30°

100

50

* porcentaje del total de áreas potenciales a incorporar

Cuadro V-3-2. Rendimientos esperados de los cultivos

Cultivo

Rendimiento por ha (en kg)

Hortalizas

14400

Tomate

20000

Cítricos

21400

Alfalfa

15000

Sorgo

2000

Soja

1100

Caña de azúcar

67000

Algodón

1000

Tabaco

1200

Aun cuando las estimaciones efectuadas suponen que una amplia mayoría de los agricultores de la zona aceptan las prácticas nuevas o mejoradas, las hipótesis consideradas son más bien conservadoras ya que parten de valores actuales que pueden ser mejorados sensiblemente dadas las prácticas tecnológicas conocidas. Sin embargo, dichas prácticas en general no son aplicadas en el área, y aunque hay otras mejoras que supuestamente podrían introducirse en el curso de la vida económica de los proyectos.

En los esquemas preliminares que sirvieron de base a las estimaciones se tuvieron en cuenta la complementaridad de los cultivos, las rotaciones más adecuadas y la utilización racional de los equipos y su capacidad de trabajo.

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