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2. Agua subterránea

2.1 Uso actual
2.2 Características de los acuíferos
2.3 Estimaciones de disponibilidad de agua
2.4 Posibilidades de explotación

En la ACRB se practica una moderada extracción de agua subterránea, recurso éste que, en ciertas zonas, se presenta con abundancia. La utilización del agua subterránea mediante pozos perforados, data de principios de siglo; pero en la última década, y en la medida en que se han ido agotando las posibilidades de los recursos hídricos superficiales, la extracción se ha intensificado bruscamente, y se piensa que continuará así en el futuro, debido a la falta de obras de regulación a corto plazo que incrementen la oferta garantida del recurso.

Se recurre al agua subterránea para atender las demandas del consumo humano, del riego y más recientemente de la industria.

A los efectos de una evaluación del recurso y su integración en los planes de aprovechamiento en el período bajo estudio, la Unidad Técnica realizó una recopilación de toda la información existente, y encaró el inventario hidrogeológico, complementado con informaciones diarias del nivel freático en pozos expresamente elegidos y con ensayos de bombeo.

Teniendo en cuenta la metodología y los alcances del estudio, las conclusiones que siguen no son definitivas ni representan el juicio de investigaciones exhaustivas propias de un programa especial para tales fines.

Sobre la base de la información disponible, las zonas abarcadas por el inventario hidrogeológico fueron 9 y se indican en el mapa IV-2-1.

2.1 Uso actual

En el sector argentino se inventariaron 243 pozos perforados, 118 pozos excavados y 18 vertientes. En el sector boliviano se inventariaron 26 pozos perforados, 23 excavados y 3 vertientes, lo que hace un total general de 431 fuentes de agua subterránea en la ACRB. Estas fuentes no se hallan distribuidas uniformemente, sino que se encuentran en áreas geológicamente favorables donde predominan el cuartario, constituido en gran porcentaje por arena y grava.

Los pozos fueron realizados por organismos estatales o empresas privadas y se concentran en áreas en las que, debido a la escasez o dificultad de captación de agua superficial, se ha intensificado aquella explotación. Estas áreas se corresponden en general con zonas densamente pobladas, localizaciones industriales importantes o regadíos extendidos

En algunas zonas, como en la Quebrada de Humahuaca, el acuífero es una de las pocas fuentes disponibles para los asentamientos humanos, si bien el escaso volumen de la reserva no permite considerarla como alternativa de un posible embalse de aguas superficiales. En el valle del San Francisco, las perforaciones realizadas para la investigación petrolera proveyeron información, indirectamente, sobre la presencia de agua en el subsuelo, en especial delimitando zonas de artesianismo.

Como resultado de las investigaciones efectuadas, se ha determinado que en el sector argentino, el volumen de agua subterránea para abastecimiento doméstico y municipal alcanza a 6 hm3/año; para las industrias a 14 hm3/año, y para riego 10 hm3/año, lo cual significa un total de 30 hm3/año, o sea un caudal equivalente constante de casi 1 m3/s.

En el sector boliviano, la extracción sería considerablemente inferior: 0,4 hm3/año para usos domésticos y municipales, y 0,9 hm3/año para la industria azucarera.

A lo largo del año, el consumo de agua subterránea para la industria y el riego es bastante variable y complementa el agua superficial, especialmente en los meses de escasez, de agosto a diciembre. Para el servicio doméstico, la extracción es más uniforme a lo largo del año.

A pesar de existir importantes fuentes termales en la Alta Cuenca, sólo se explota comercialmente la de Termas de Reyes, a pocos kilómetros de San Salvador de Jujuy; existe también en la misma provincia un proyecto para crear un complejo turístico en las termas de Caimancito.

2.2 Características de los acuíferos

2.2.1 Sistemas acuíferos. Existen en la Cuenca acuíferos libres (freáticos), confinados y artesianos. Los acuíferos libres están constituidos por arenas y gravas del cuartario. Debido a su heterogeneidad, estos sedimentos presentan horizontes arcillosos que originan localmente acuíferos confinados.

En los valles de los ríos San Francisco, Lavayén y Guadalquivir, varias perforaciones pusieron de manifiesto la existencia de acuíferos artesianos. Estos se localizan en general en la base del cuartario, en el terciario subandino y en formaciones cretácicas para los dos primeros valles, y en el cuartario terciario para la zona boliviana.

Se investigaron las áreas de recarga y descarga de los acuíferos artesianos en base al análisis de las estructuras geológicas e interpretación de los perfiles de pozos.

2.2.2 Alimentación de los acuíferos. La alimentación de los acuíferos es esencialmente pluvial. En algunas zonas, como en la subcuenca del río Mojotoro, el norte del valle del río San Francisco y en algunos ríos de la subcuenca Tarija - Bermejo, existe una importante contribución fluvial, principalmente en los períodos de crecidas y posteriormente a los mismos.

Mapa IV-2-1 - Zonas de Inventario Hidrogeológico

Mapa IV-2-2 - Zonas con Mejores Posibilidades Acuíferas Subterráneas

Otra fuente de recarga, en algunas áreas, está constituida por el retorno del agua utilizada para riego, que representa volúmenes importantes.

La alimentación pluvial puede ser directa o por infiltración en las regiones circundantes más elevadas. Este aporte parece ser importante en algunas zonas. La precipitación media anual en la subcuenca del río Grande - San Francisco es de 700 mm y en la del Tarija - Bermejo de unos 950 mm.

Los volúmenes de precipitación anual que caen directamente en las áreas con mejores posibilidades acuíferas se establecen en el cuadro IV-2-1. La ubicación de las mismas se presenta en el mapa IV-2-2.

Las medidas diarias de fluctuación del nivel freático realizadas con la red de pozos de observación, mostraron que las variaciones a lo largo del año son muy diferentes de un área a otra, con amplitudes que van desde unos pocos decímetros hasta varios metros. En algunos casos, las medidas indican una respuesta casi inmediata del nivel de agua con las precipitaciones. En general, para toda la ACRB, la variación media anual es de 1 metro.

2.2.3 Profundidad y calidad del agua subterránea. La profundidad del agua freática es muy variable, siendo función de la topografía y de la cercanía de los cauces superficiales. En algunas zonas de planicie, el agua se encuentra a profundidades superiores a los 30 m y en los alrededores de Perico y Güemes llega a más de 50 m. En otras zonas, tales como Aguas Calientes, Ledesma, Colonia Santa Rosa, Tabacal y Abra Grande hay problemas de drenaje debido a la poca profundidad del agua freática. Esta misma causa puede originar serios problemas en algunas zonas en las que se estudia la construcción de grandes embalses como, por ejemplo, en la ciudad de Oran. Las carnadas acuíferas artesianas de Tarija-San Luis se encuentran normalmente a profundidades de 40/60 m.

Cuadro IV-2-1. Precipitación anual media directa

Area

Superficie

Precipitación anual

media

km2

mm

hm3

San Lorenzo - Tarija - San Luis

65

600

39

Triángulo del Bermejo

95

1120

105

Valle del Bermejo

1255

900

1130

Quebrada de Humahuaca

25

200

5

Jujuy - El Carmen

440

810

355

Valle de La Caldera

90

750

68

Quemes - Aguas Calientes

965

575

555

Valle del San Francisco

2710

730

1980

En general, la calidad del agua subterránea, tanto para riego, como para uso doméstico e industrial, es buena. Las mejores aguas se encuentran en la zona La Caldera - Vaqueros, Jujuy - Güemes, Orán - Pichanal y Calilegua - Fraile Pintado, así como en el Triángulo del Bermejo y en Tarija la salinidad aumenta en los valles de los ríos Grande, Lavayén y San Francisco. En la Quebrada de Humahuaca la salinidad es superior a la media.

2.3 Estimaciones de disponibilidad de agua

2.3.1 Características dimensionales de los acuíferos. Los límites laterales del acuífero libre y de los localmente confinados, fueron estimados en base a los mapas geológicos disponibles y luego de examinar los diferentes factores fisiográficos e hidrogeológicos.

En relación con el espesor del acuífero, el análisis de algunas perforaciones - que a excepción de las petroleras y de las realizadas cerca del contacto nunca llegaron a la base del cuartario - permite inferir valores preliminares. Los resultados se expresan en el cuadro IV-2-2.

2.3.2 Volumen de las reservas. Para los acuíferos libres y localmente confinados, las reservas embalsadas corresponden a la cantidad de agua almacenada en ellos, la cual es teóricamente posible extraer por bombeo. Se las calcula conociendo el volumen de embalse y el coeficiente de almacenamiento o porosidad específica, según que el acuífero sea confinado (surgente o no) o freático.

Los valores preliminares obtenidos por la Unidad Técnica sobre ciertos supuestos razonables de coeficientes de porosidad, almacenamiento y volúmenes relativos, se expresan en el cuadro IV-2-3.

Los recursos reguladores de los acuíferos, en su situación actual, corresponden al volumen de agua almacenado entre el máximo y el mínimo nivel piezométrico; estos niveles están influidos por la extracción actual y, en consecuencia, los recursos calculados son susceptibles de una extrapolación para el futuro en la medida en que las extracciones se incrementen.

El cuadro IV-2-4 establece los valores de los volúmenes reguladores sobre la base de una porosidad específica del 5%.

2.4 Posibilidades de explotación

Las áreas definidas con un buen nivel en recursos de agua subterránea coinciden con las zonas más pobladas de la ACRB, y además con las zonas de suelos aptos para la implantación del riego.

Teniendo en cuenta que, salvo el complejo de Las Maderas, no existe ningún proyecto en condiciones de puesta en servicio público en lo que resta de la década del 70, parece claro que las posibilidades de expansión inmediata de los servicios de agua potable, agua industrial y ampliación de áreas de riego, se apoyen en el alumbramiento de acuíferos subterráneos, por lo menos en la subcuenca Grande - San Francisco y en los alrededores de Tarija.

Cuadro IV-2-2. Espesor medio y volumen saturado de las áreas con mejores posibilidades

Area

Superficie

Espesor

Volumen

km2

medio m

hm3

San Lorenzo - Tarija - San Luis

65

10

650

Triángulo del Bermejo

95

15

1425

Valle del Bermejo

1255

40

50200

Quebrada de Humahuaca

25

5

125

Jujuy - El Carmen

440

10

4400

Valle de La Caldera

90

20

1800

Güemes - Aguas Calientes

965

30

28950

Valle del San Francisco

2710

50

135500

Surge en consecuencia que se verificará un incremento acentuado de tal uso, el cual debería orientarse hacia su explotación racional en base a los valores preliminares de reserva aquí' indicados y a los estudios complementarios que se realicen en un futuro inmediato.

Cuadro IV-2-3. Volúmenes de agua subterránea

Area

Volumen de agua
hm3

Tarija - San Luis (artesiano)

7

Triángulo del Bermejo

70

Valle del Bermejo

2510

Quebrada de Humahuaca

6

Jujuy - El Carmen

220

Valle de La Caldera

90

Güemes - Aguas Calientes

1450

Valle del San Francisco

6780

En este estudio las reservas detectadas de agua subterránea serán consideradas al realizar el balance hidrológico final y al planificar los aprovechamientos hídricos superficiales.

El cuadro IV-2-5 muestra las características principales de las zonas con mejores posibilidades de explotación.

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