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III. Caracterización económica y social de la región

3.1 El área estudiada
3.2 La dinámica económica regional
3.3 Variaciones en los principales indicadores economico-sociales

3.1 El área estudiada

3.1.1 Criterios para la delimitación del área
3.1.2 Zonificación

3.1.1 Criterios para la delimitación del área

El área que fuera asignada al Estudio presenta dificultades para ser utilizada como unidad de análisis económico y social por el doble motivo de la falta de información que se ajuste a sus límites y de la escasa homogeneidad social y economice de la misma.

Respecto del primer problema, en el Apéndice 1 se vierten algunos comentarios en relación con las distorsiones emergentes de utilizar como referencia estadística un área que supera la fijada por convenio.

Por su parte, la falta de homogeneidad económica y social obliga a analizar la relación del área de convenio con su entorno geográfico, para determinar los criterios que lleven a la zonificación del estudio.

A este respecto se pueden reconocer dos situaciones límites. Cuando se analiza una obra puntual (digamos una envasadora de hortalizas) su entorno geoeconómico es específico y múltiple. Específico porque se establece en función de determinados vínculos: mercado, zona de aprovisionamiento, zona de reclutamiento de mano de obra, etc.; múltiple porque estos entornos geoeconómicos pueden o no coincidir espacialmente.

En cambio, cuando se propone un programa de desarrollo para una región, existe un entorno principal, el área de desarrollo y varios entornos derivados, definidos por los vínculos económicos y sociales de dicha región con el exterior.

La situación en el estudio de la CIRB se asemeja más a esta ultima situación sin asimilarse a ella totalmente debido a la falta de homogeneidad del área de desarrollo. Se pueden entonces distinguir en la CIRB tres entornos geoeconómicos principales.

i. Area de posible desarrollo de obras. En esta área limitada a la superficie original del Estudio, se realizarán los relevamientos físicos destinados a reconocer los posibles aprovechamientos de recursos naturales para obras de desarrollo. El análisis económico deberá entregar los antecedentes que permitan reconocer zonas diferenciadas, proyectar posibles niveles de actividad futura en función de los recursos existentes y definir las principales alternativas tecnológicas (todo esto al nivel correspondiente a un estudio de prefactibilidad).

ii. Area de influencia de las obras. Esta área es más extendida que la anterior, pues abarca e incorpora las zonas que sin llegar a estudiarse como posible asiento de obras, presentan una dinámica social y económica que aparece básicamente definida por la marcha de la CIRB. Aunque la delimitación concreta de esta área es un hecho histórico que se afianza con el desarrollo de los diferentes espacios regionales, existe un conjunto de criterios que pueden utilizarse a tales fines:

· Vecindad geográfica y continuidad administrativa. Cuanto más marcadas sean estas características, mayor será la homogeneidad del área.

· Similitud o complementaridad económica. Ambos factores actúan en el sentido de dar una misma mecánica económica y social a las regiones consideradas.

· Existencia o inexistencia de obras o planes de desarrollo que se disputen áreas de influencia. Un importante proyecto de desarrollo tiende a atraer áreas "vacías" de su entorno, mientras que ello no sucede si se enfrenta con otras obras que actúan como centros de atracción.

En base a lo anterior es indudable que el área de influencia de la CIRB supera los límites del Estudio, pudiendo ampliarse hasta abarcar la mayor parte de Chaco y Formosa.

Esta parte del análisis resulta de especial importancia en el diagnostico regional y en la estimación de los posibles niveles de actividad regional futura que deban ser satisfechos por los programas a implementar en el área de desarrollo.

iii. Areas de vinculación económica. A lo largo del estudio económico y en particular al considerar el posible destino de la producción regional, se destacarán numerosas áreas específicas: mercado nacional, países limítrofes, mercado internacional, etc. que tienen relación con aspectos particulares del programa de desarrollo regional en estudio.

3.1.2 Zonificación

3.1.2.1 Zonificación económica
3.1.2.2 Zonas de desarrollo

En base a los criterios anteriores se ha considerado conveniente realizar una doble zonificación del área.

La zonificación económica, basada en las características sociales y económicas actuales de la región, es la utilizada preferentemente en el presente capítulo. En la misma se recurre a información a nivel departamental (Ad) e inclusive provincial (Ap) para el caso de las provincias de Chaco y Formosa.

Las Zonas de Desarrollo, basadas en mayor medida en la potencialidad de los recursos disponibles, utilizadas en los diagnósticos sectoriales y en la delimitación de alternativas de desarrollo regional.

Para este caso el material estadístico utilizado es básicamente el disponible a nivel departamental con la excepción del área salteña del Estudio donde se ha tratado de utilizar indicadores subdepartamentales (*). La figura III-1 muestra gráficamente los resultados a los que se ha arribado.

(*) Los criterios para la selección del referente estadístico, como así también las abreviaturas a utilizar, se comentan en el Apéndice 1.

3.1.2.1 Zonificación económica

Considerando la distribución actual de la actividad económica, la disponibilidad de infraestructura y la distribución de la población, resulta inmediata la distinción entre una Zona Este y una Zona Oeste de la CIRB.

· Zona Este La misma abarca los departamentos de Laishi y Pirané en la Provincia de Formosa y los Departamentos de San Fernando, Bermejo, Comandante Fernández, General Donovan, Independencia, Maipú, Presidencia de La Plaza, 1° de Mayo y Sargento Cabral en la Provincia del Chaco.

Esta región acumula el grueso de la actividad económica, la población y la infraestructura regionales.

· Zona Oeste Abarca los Departamentos de Bermejo, Patino y Matacos en la Provincia de Formosa, los Departamentos de Almirante Brown y General Guemes en Chaco, los Departamentos sáltenos de Anta, General San Martín, Rivadavia y Oran y el Departamento de Copo en la Provincia de Santiago del Estero.

Esta zona incluye la mayor parte de los espacios económicamente "vacíos" de la CIRB.

3.1.2.2 Zonas de desarrollo

Si para las tareas de diagnostico económico y social resulta suficiente una regionalización de la CIRB basada en su ocupación actual, es obvio que para la tarea de programación de alternativas interesa el desarrollo potencial como criterio de zonificación. Dicho desarrollo, en una región en que por sus características se destacan las actividades primarias, supone que se considere la dotación de recursos naturales.

En base a lo anterior las dos zonas antes señaladas han sido divididas, a los fines de la programación de alternativas, en tres zonas cada una (seis zonas en total).

Los criterios utilizados han sido básicamente la disponibilidad de suelos y las características climáticas, aunque también se ha dado peso al uso actual del suelo en la medida que el mismo condiciona su futuro destino.

En todos los casos se ha tratado de atenerse a límites departamentales, lo cual ha sido posible con excepción del caso de las zonas IV y V que dividen los Departamentos de Almirante Brown y General Güemes en la provincia del Chaco. Las zonas así delimitadas han quedado conformadas de la siguiente manera (fig. III-1):

· Zona I Departamento de Formosa y Laishi (Formosa), Bermejo, 1° de Mayo, General Donovan, San Fernando y Libertad (Chaco).

· Zona II Departamento de Pirané (Formosa), General San Martín, Sargento Cabral y Presidencia de la Plaza (Chaco).

· Zona III Departamento de Independencia, Comandante Fernández, Quitilipi, Maipú y 25 de Mayo (Chaco).

· Zona IV Departamento de Patino (Formosa), parcialmente Almirante Brown y General Güemes (Chaco).

· Zona V Departamento de Bermejo (Formosa), parcialmente Almirante Brown y General Güemes (Chaco), Departamento de Copo (Santiago del Estero) y Rivadavia (Salta).

· Zona VI Departamento de Anta, General San Martín y Oran (Salta).

La Zona I representa sucintamente el área ganadera de la CIRB, asiento de las mejores explotaciones del área, continuándose hacia el sur del Chaco donde se ubican los principales departamentos ganaderos de la provincia.

Se encuentran ubicadas en esta zona las ciudades capitales de ambas provincias, lo que implica que se acumule el grueso de la actividad industrial y los centros administrativos de la región. Esto significa un importante peso de la población urbana, lo que se ha visto acentuado por la incorporación rural del ultimo decenio.

La Zona II es de transición, presentando típicos rasgos de zona mixta agrícola ganadera. Es importante en ambas actividades el peso de las explotaciones pequeñas y medianas de carácter mixto, aunque en la parte formoseña crece notablemente el peso del minifundio algodonero.

La Zona III abarca parte del área central agrícola del Chaco, que se continua hacia el sur. Esta es la zona que concentra los cultivos industriales de secano, con predominio de explotaciones medianas.

La Zona IV es históricamente frontera de expansión de la actividad agropecuaria de secano de las Zonas II y III debido a la declinación agrícola del ultimo decenio.

La Zona V abarca el grueso de la región del impenetrable, con características de escasa ocupación, mínima infraestructura y falta de agua.

La Zona VI en su mayor parte presenta un cuadro similar al de la Zona V; sin embargo su mayor disponibilidad de aguas superficiales, junto a la pujante actividad agrícola de las áreas vecinas de Oran, Embarcación, El Ramal y Juramento, la orientan hacia un desarrollo agrícola más intensificado, a la vez que facilitan una penetración económica mas positiva.

3.2 La dinámica económica regional

3.2.1 Marco general
3.2.2 Zona Este
3.2.3 Zona oeste

3.2.1 Marco general

Si se busca destacar los principales rasgos que caracterizan la evolución económica y social de la región puede señalarse que a partir de una reciente y todavía parcial incorporación a la economía nacional y después de un período de franca expansión hasta fines de la década del cincuenta, se manifestó una persistente tendencia recesiva que llevo a la drástica inversión de las tendencias demográficas regionales, acentuando los desequilibrios espaciales de la misma.

La experiencia reciente muestra un apreciable grado de cambios socioeconómicos, concentrados en la producción rural y en la inversión publica, pero que no ha sido suficiente para alterar las tendencias señaladas en el párrafo anterior.

Esta situación reconoce su origen en el proceso de formación regional y en el modo de inserción de la zona en la estructura socioeconómica nacional.

La CIRB se integra tardíamente al proceso de desarrollo nacional y desde ese momento la acumulación regional descansa en una determinada forma de actividad productiva central y en una peculiar característica de ocupación física y legal del espacio solo explicable dentro de la coyuntura histórica nacional e internacional en que se produce dicha inserción.

El carácter "periférico" de su producción está marcado por la relación de intercambio que mantiene con los mercados internos más industrializados y con el exterior, consistente en la remisión de un pequeño grupo de productos primarios con demanda limitada, lo que es una causa de la vulnerabilidad de la estructura económica regional.

Es posible además identificar un conjunto de factores que impiden la existencia de un proceso de acumulación acelerado y permanente, lo que a su vez produce un progresivo deterioro en las posibilidades de utilizar plenamente la capacidad potencial de los recursos humanos y productivos.

Dicho conjunto de factores se integra con los siguientes elementos:

i. Estructuras monopólicas y/u oligopólicas en el proceso de producción y comercialización de la actividad económica regional. Tales estructuras sustraen recursos de los sectores más débiles del aparato productivo y los trasladan hacia unos pocos grupos monopólicos impidiendo la capitalización de los primeros y coadyuvando a una distribución del ingreso más regresiva que el promedio nacional.

ii. Incapacidad de los sectores productivos tradicionales para acumular e incorporar cambio tecnológico. Ello deviene en índices menores de productividad y en niveles mas bajos de salarios nominales y reales que los de las regiones adelantadas.

iii. Gran disparidad en la distribución de la propiedad de la tierra. inestabilidad jurídica en los regímenes de tenencia, con la existencia de amplias áreas minifundiarias con ingresos de subsistencia que alientan el agudo proceso emigratorio rural.

iv. Estructura industrial débil, con bajos niveles de desarrollo técnico y baja productividad relativa en comparación con la de los grandes centros manufactureros del país. Tal debilidad, agregada a la deficiente estructura del sector agropecuario, desplaza fuerza de trabajo hacia el sector terciario y al desempleo.

v. Situación social y educacional deficiente, tanto por los ingresos reducidos y mal distribuidos que afectan a la mayoría de la población, como por las dificultades del sector publico para afrontar las inversiones necesarias.

Estas características pueden apreciarse en la evolución de las dos grandes zonas en las que se ha dividido el área de la CIRB y que se describen a continuación.

3.2.2 Zona Este

Como ya se ha dicho, esta zona acumula el grueso de la población y de la actividad económica regional. Dentro de ella el peso de la Provincia del Chaco resulta determinante.

La incorporación de esta región a la economía nacional data de fines del siglo pasado, coincidiendo institucionalmente con las sucesivas campañas militares y económicamente con el desarrollo de la explotación forestal y el tendido de las líneas del ferrocarril de Barranqueras al oeste.

El desarrollo de obraje en busca de durmientes y leña, y posteriormente tanantes, se caracteriza por la explotación de grandes superficies fiscales en el este de las Provincias de Chaco y Formosa por la desnaturalización de las primeras leyes de colonización que llevan a la conformación de grandes latifundios, dirigidos primeramente a la explotación forestal y posteriormente a la ganadera (*).

(*) Luego de un primer período de adjudicación a colonos, la ley de liquidación (1891) exime a las grandes compañías de la obligación de subdividir y poblar las tierras adjudicadas.

Al mismo tiempo se delinea el carácter concentrado y "externo al área" de los principales recursos financieros. En esta etapa serán los grandes capitales extranjeros ligados a la explotación del quebracho; más adelante las grandes empresas exportadoras de algodón, y posteriormente las grandes firmas textiles de la capital. Esta presencia preponderante del capital "externo" se mantiene en la actualidad.

La explotación forestal se nutre de mano de obra regional proveniente de provincias y países limítrofes (en primer lugar Corrientes y Paraguay, respectivamente).

En forma simultánea, en el Chaco se alienta la colonización de inmigrantes europeos iniciada a fines del siglo pasado (fundación de Resistencia en 1879) que se detiene ante el auge de la explotación forestal, para volver a tomar impulso con el desarrollo de cultivo algodonero, hasta 1930 aproximadamente.

Este proceso migratorio determina en gran medida una estratificación social regional que conserva vigencia hasta nuestros días. En aquellos lugares donde se recibió el mayor auge de inmigración europea, especialmente las zonas agrícolas del este de la Provincia del Chaco, se conformo una estructura rural caracterizada por explotaciones agrícolas de tamaño familiar (50 a 100 ha) con alta densidad de producción y población, dando origen a centros urbanos regionales que actúan como abastecedores de servicios a una zona rural densamente poblada; caso representado por el Departamento de Comandante Fernández y su cabecera, la ciudad de Roque Sáenz Peña.

Frente a este sector social medio, el grueso de los estratos mas pobres son criollos o inmigrantes de países limítrofes y, por supuesto, población indígena. Primitiva mano de obra ocupada en la instalación del ferrocarril y de los obrajes, también la forman pequeños agricultores ganaderos que se desplazan desde las zonas limítrofes de Salta y Santiago del Estero. La caída de la actividad forestal los convierte en pequeños productores minifundistas (por debajo de 25 ha) que son mayoritarios en la Provincia de Formosa (donde no existió la promoción de colonias europeas), aunque también su peso y numero resulta significativo en la Provincia del Chaco. Finalmente, en el otro extremo, los estratos mas altos aparecen ocupados, en gran medida por empresas y empresarios extrarregionales.

Para fijar esta estructura social resulta determinante el auge de la producción agrícola, incentivada por empresas exportadoras y el gobierno central a partir de 1920, debido al crecimiento de precios y demanda en el mercado internacional durante la Primera Guerra Mundial. El primer crecimiento algodonero destinado a la exportación se concentra principalmente en el Chaco. Formosa se integra al mismo recién en la etapa abierta con posterioridad a la crisis de los años 30, cuando el acelerado proceso de urbanización y transferencia de ingresos que vive el país sustituye a la demanda internacional por una creciente capacidad de consumo interno durante toda esta etapa. Las políticas publicas juegan un importante papel en la conformación del área. Por una parte, las leyes de colonización reflejan el interés de poblar una zona marginal de escaso valor rentístico, a pesar de lo cual son combatidas y muchase veces desnaturalizadas por los grupos ligados a la explotación forestal que buscan mantener la libre disposición de tierras fiscales para su actividad.

Se explican así la desvirtuación de la Ley de Colonización 817, la contradictoria política migratoria que detiene bruscamente la incorporación de colonos europeos en 1930 y la perpetuación de condiciones de tenencia precaria (por la lenta entrega de títulos) que ponen a esta región en el primer lugar del país por el numero de explotaciones existentes en tierras fiscales.

No obstante ello, el vigoroso crecimiento de la demanda de algodón hasta fines de la década del 50 permite un importante desarrollo regional, que se refleja en los índices socioeconómicos disponibles.

Sin embargo este crecimiento dominado por el monocultivo algodonero presenta particularidades que incidirán negativamente en el decenio siguiente, con la declinación de esta actividad.

Así, aunque en estos años se consolida la participación de los estratos medios (visible en el mayor peso económico del movimiento cooperativo) el grueso de la población que es atraída hacia el área se incorpora como productor minifundista algodonero o como mano de obra transitoria vinculada al ciclo de dicho cultivo.

Los escasos recursos disponibles de estos productores explican el hecho de que amplias áreas de la Zona Este que requieren desmonte para su utilización agrícola permanezcan desocupadas, mientras se produce un hacinamiento sobre la superficie agrícola libre de bosques que puede ponerse en explotación sin la necesidad de afrontar los costosos gastos de desmonte.

No resulta extraño entonces encontrar que, a pesar del crecimiento económico, se evidencian amplias falencias en la infraestructura social, particularmente en las condiciones educacionales y sanitarias.

Por último la desigual distribución de los medios de producción se continua en un sistema comercial y crediticio que actúa como embudo redistribuidor de ingreso en favor de las medianas y grandes empresas, (estas ultimas mayoritariamente extrarregionales). Se reducen entonces, en forma notable, los niveles de ahorro regional, mientras que el efecto multiplicador de la actividad primaria se diluye, no llegando más que a las primeras etapas de procesamiento de la producción agropecuaria (caso típico del desmotado de algodón).

La declinación en la actividad algodonera, que comienza en la década del 60 y continua hasta la fecha, es el punto de inflexión que determina el estancamiento regional.

Esto es especialmente visible en la actividad industrial, orientada básicamente a procesar la producción algodonera y atender la demanda de consumo regional, también dependiente del nivel de ingresos agropecuarios.

Fuera del sector agropecuario solo se "mantienen" las actividades apoyadas por el gasto publico.

Coincidentemente, el producto bruto regional permanece estancado (particularmente en el Chaco, mientras se manifiesta un modesto crecimiento en Formosa) y, ello hubiera sido aun bastante más grave de no haber mediado el incremento del gasto publico, tanto corriente como de capital.

Sin embargo, el último decenio presenta una importante movilidad en la orientación productiva, caracterizándose por la incorporación de nuevos e importantes cultivos (oleaginosos, cereales, hortalizas, etc.)

A pesar de ello, la particular estratificación de los productores rurales y los límites que ella impone a las posibilidades de cambios de tecnologías, ha significado que esta reorientación en la producción vaya acompañada de una drástica caída de la población y del empleo regional, especialmente en las áreas rurales.

Durante el auge algodonero, a pesar de los clásicos defectos del minifundio, el mismo se integraba activamente a la economía regional mediante el monocultivo de fibra. Producida la crisis algodonera, todo intento de reorientar el destino de la producción minifundista supone un drástico cambio en la dotación de factores productivos que este dispone, cambios que no están en situación de realizar por sí mismos. Así, se ha estimado (*) que para mantener el mismo nivel de ingresos, sustituyendo el algodón por cereales oleaginosos, se requiere triplicar la superficie sembrada.

(*) "Plan de Colonización para la Reconstrucción Nacional", Instituto de Colonización de la Provincia del Chaco, enero 1974.

Al mismo tiempo la mano de obra que demandan estos cultivos es sensiblemente inferior a la exigida por el algodón, pero paradójicamente se concentra de manera tal que dificulta la posibilidad de atenderla con la capacidad de trabajo familiar. Mientras la cosecha de algodón puede extenderse durante un prolongado período de tiempo, lo que facilita su realización en base al trabajo familiar del minifundista, todo lo contrario sucede con la cosecha de cereales y oleaginosas, que debe realizarse en forma mecánica.

Los resultados de esta situación pueden apreciarse en el movimiento demográfico del Departamento de Comandante Fernández, que podría presentarse como ejemplo de un proceso de colonización exitosa en los decenios anteriores.

Frente a la declinación de la actividad algodonera, el éxodo de la población hacia el centro urbano departamental, donde no existe crecimiento de la actividad económica, invierte la distribución demográfica.

En el decenio se pasa de un 30% a un 70% de población urbana en base al desplazamiento de los desocupados rurales.

Para gran parte de la zona la emigración a otras áreas resulta la vía adoptada. Así, en el ultimo decenio. Chaco es la provincia que pierde más población en términos porcentuales y la segunda en cifras absolutas (134 000 personas). Formosa, con perdidas notablemente menores, acompaña sin embargo esta tendencia declinante.

No debe suponerse que la subutilización de los recursos productivos se limita al problema del desempleo. Aun siendo más difícil de cuantificar es indudable que ella también ha dado lugar a una subutilización generalizada de los recursos físicos.

A este respecto se destaca la situación de la industria manufacturera, la que presenció el cierre masivo de importantes establecimientos.

Por ultimo, el proceso de concentración de los ingresos que en la ultima década opera aceleradamente en la región (dado el desplazamiento de pequeños productores) es probable que haya disminuido la tasa de ahorro regional, habida cuenta del peso de empresas "extrarregionales" en los estratos superiores de las distintas actividades productivas.

La orientación asumida finalmente por el sector publico parece dirigida a paliar los efectos inmediatos de la crisis mediante la expansión del gasto público, fundamentalmente a través del desarrollo de obras.

3.2.3 Zona oeste

El sector centro-occidental de las Provincias de Chaco y Formosa es incorporado a principios de siglo a la explotación forestal mediante el tendido de la vía férrea de. Barranqueras al oeste y posteriormente de Formosa al oeste.

La actividad forestal en esta subzona no se desarrolla en base a la adjudicación de tierras fiscales a las grandes empresas. Estas se limitan a mantener el monopolio de compra mientras que la extracción se realiza por pequeñas cuadrillas de hacheros que explotan el bosque fiscal.

Crece así una población criolla, originaria de provincias limítrofes, que se moviliza en los alrededores de las vías férreas y efectúa una penetración ganadera primitivamente destinada al consumo en los obrajes.

La decadencia de la actividad forestal lleva a la conformación de una población que se desenvuelve en condiciones de minifundio de subsistencia y que es poseedora, en el caso del Chaco, de un pequeño numero de cabezas que le sirve exclusivamente para su consumo familiar, a los que suma esporádicamente labores de hachero o mano de obra rural en otros departamentos de la región. Conjuntamente se produce un acelerado deterioro de las pasturas naturales y degradación del bosque natural, lo que limita aun más las escasas fuentes de ingreso de esta población.

Teniendo en cuenta que en esta zona los establecimientos con menos de 200 cabezas son clasificados como subfamiliares (*), se observa que en 1960 los Departamentos de Güemes (Chaco), Bermejo y Matacos (Formosa) y Copo (Santiago del Estero) poseen más del 66% de su stock en establecimientos menores a dicho límite. Rivadavia presenta una situación intermedia, con un 40% de su stock en explotaciones subfamiliares.

(*) "Tenencia de la tierra", CFI-CONADE, año 1964.

En los Departamentos de Almirante Brown (Chaco) y Patino (Formosa) por el contrario se observa una sensible diferencia en el tipo de ganadería. Adquieren más preponderancia las explotaciones comerciales en establecimientos y rodeos mayores, con salida a los centros regionales. La razón de este hecho debe encontrarse en el mayor peso que adquiere en Formosa la extensión de la ganadería de provincias limítrofes, movilizada en busca de tierras aptas.

Con mayor intensidad que en el resto de la CIRB se destaca aquí la adaptación "pasiva" del hombre a la mayor o menor facilidad para disponer de los recursos naturales existentes. Explotación depredadora del bosque, agotamiento de la receptividad ganadera del suelo, ínfimo desarrollo agrícola - básicamente limitado por falta de agua - constituyen el resumen de esta situación.

La subutilización de los recursos adquiere, en este marco, un carácter propio. Así como en la Zona Este nos encontramos con una subutilización "actual" de recursos humanos y materiales disponibles en esta zona, por el contrario, se destaca la subutilización "virtual", pues aquí aparece como prerequisito de un mayor aprovechamiento la realización de una serie de obras de infraestructura que pongan en condición de producir a los recursos potenciales.

En los Departamentos sáltenos de esta Zona se evidencia un primer ciclo de desarrollo notablemente similar al comentado anteriormente con la salvedad de que aquí la ganadería precede o suplanta al papel de la explotación forestal, la que sólo es significativa en la mitad sur del área.

Por otra parte, el proceso de expansión ganadera es anterior al de la región centro, y su declinación, mucho más marcada, permite hablar de una ganadería en crisis.

Junto con esto, la zona ha visto el surgimiento (en sí misma o en su periferia) de importantes centros de actividad agrícola e industrial.

La parte occidental del Departamento de Oran acumula una agricultura centrada en la caña de azúcar y en la horticultura, la que si bien es externa al área de la CIRB, coadyuva a imprimirle a estos departamentos una dinámica diferente.

El movimiento de agricultores desde las provincias sureñas y la llegada de una inmigración reciente favorece el desarrollo de agricultura bajo riego en Anta (Zona del Río Juramento, Río Dorado y del Valle), en San Martín (Embarcación) y en Oran.

Al mismo tiempo, la explotación petrolífera en el Departamento de San Martín da lugar al crecimiento de importantes centros urbanos y contribuye a crear un mercado de trabajo regional.

Sin embargo estas actividades han conformado una situación de desarrollo notablemente polarizada, cuya capacidad de crecimiento parece próxima a agotarse en el caso petrolero, mientras depende de la expansión del riego en el caso de la agricultura. Espacialmente, el conjunto de esta actividad se encuentra recostada sobre el límite oeste de la zona, mientras el resto de la misma presenta una situación de declinación productiva y degradación de recursos naturales, típica del ciclo forestal-ganadero ya mencionado.

3.3 Variaciones en los principales indicadores economico-sociales

3.3.1 Producto regional
3.3.2 El intercambio comercial
3.3.3 Recursos humanos
3.3.4 Infraestructura
3.3.5 Conclusiones

3.3.1 Producto regional

Las cuentas sociales regionales resultan por lo general un defectuoso indicador del nivel de actividad del área, pues:

a) Sólo se encuentran disponibles a nivel provincial, para un corto período y a precios corrientes.

b) El nivel de error de estas estimaciones, sumado al que se incurre cuando se trasladan las series a valores constantes, hace difícil afirmar cuándo se está frente a un cambio económico o a un error estadístico. De allí que sólo sea aceptable utilizar estos cálculos para identificar cambios de consideración o reconocer tendencias que se mantienen a lo largo de varios años.

En los cuadros III-1 y III-2 aparecen los datos principales de las cuentas regionales para la totalidad de las provincias de Chaco y Formosa y para los cuatro departamentos de Salta.

La escasa incidencia que en el producto salteño tiene la zona que participa en la CIRB, hace que las cifras para dicha provincia no resulten significativas para nuestro estudio. De todas formas y meramente a título ilustrativo, en los cuadros citados se vuelcan las estimaciones del producto a nivel departamental, que han podido confeccionarse para el trienio 1967/69 en base a las fuentes disponibles. Es de observar sin embargo, que la mayor parte del producto registrado en los Departamentos de Oran y San Martín corresponde a actividades que se encuentran fuera de la CIRB, por lo que las inferencias que puedan obtenerse en estas cifras son en realidad muy escasas.

El producto bruto chaqueño permanece estancado a lo largo del ultimo decenio, mientras que Formosa manifiesta un modesto crecimiento. Sin disponer de información fehaciente lo mismo parece haber sucedido con los departamentos sáltenos de la CIRB.

En la visión agregada del conjunto regional, la mayor gravitación económica del Chaco impone sin embargo la tendencia declinante manifestada por esta provincia.

El total de la región tiene una escasa participación en el Producto Bruto Nacional, que no supera en años recientes el 2% del total, siendo el rubro individual de mayor relevancia, la agricultura chaqueña.

El producto per cápita regional (cuadro III-3) considerado a precios constantes, presenta una tendencia ascendente para el Chaco e indeterminada para Formosa, mientras resulta ascendente en la suma de las dos provincias (datos a nivel provincial).

Sin embargo, si tenemos en cuenta que la región ha perdido constantemente población durante el ultimo decenio, debemos concluir que sin esta sangría demográfica el producto per cápita regional hubiera manifestado un acentuado deterioro. Para el promedio de los tres últimos años sobre los que se dispone de información del Producto Bruto per cápita regional resulta del orden de los $23000 anuales de 1960, lo que llega a un 38% del producto per capita nacional.

Cuadro III-1 Producto bruto interno a precios de mercado, corrientes y constantes de 1960 (en millones de pesos)

Año

CHACO

FORMOSA

CHACO + FORMOSA

Corrientes

Constantes

Corrientes

Constantes

Corrientes

Constantes

1961

159

148

36

33

194

181

1962

197

142

43

31

240

173

1963

273

154

57

32

330

186

1964

324

140

77

33

401

173

1965

479

164

104

35

583

199

1966

501

141

125

36

626

177

1967

579

131

186

41

765

172

1968

685

140

199

39

884

179

1969

812

151

240

43

1052

194

Fuente: Las series a precios corrientes han sido obtenidas de INDEC-Sector Cuentas Regionales. Las series a precios constantes se han construido en base a la utilización de los índices de precios implícitos en el P.B. Nacional que a nivel sectorial estima el BCRA.

Cuadro III-2 Producto Bruto Interno - A precios de mercado, corrientes y constantes de 1960

Departamentos de la Provincia de Salta incluidos en la CIRB en millones de pesos

Departamento

1967

1968

1969

Corr.

Const.

Corr.

Const.

Corr.

Const.

Anta

22

5

28

6

32

6

Oran

114

25

146

29

165

31

Rivadavia

5

1

6

1

7

1

San Martín

108

24

139

28

157

29

Total

249

55

319

64

361

67

Fuente: Idem cuadro III-1.

Para la obtención de los valores del PBI a nivel departamental, se han utilizado los coeficientes presentados por C. Trogliero en "Evolución y Distribución del PBI en la Provincia de Salta", Salta, 1972.

Cuadro III-3 - Producto Bruto per Cápita (pesos de 1960)

Año

CHACO

FORMOSA

CHACO + FORMOSA

Departamentos de Salta (*)

1967

233

191

222

344

1968

248

177

228

393

1969

267

190

245

406

1967/69

250

186

232

381

(*) Los valores sensiblemente más altos que registra el área salteña se deben exclusivamente a la actividad de los departamentos de Oran y San Martín, externa a la CIRB. Así el promedio per cápita de Anta y Rivadavia en el período es de $209 y $98 respectivamente.

Fuente: Idem cuadros III-1 y III-2 y Censos Nacionales de Poblacionales 1.960 y 1970, INDEC.

Observando la estructura sectorial del producto regional y su evolución en el ultimo decenio, pueden definirse varias tendencias que se aprecian en los cuadros III-4 y III-5.

El sector agropecuario es sin lugar a dudas, el más importante, pese a su participación declinante.

Frente a esta situación, el sector oficial acapara el grueso del crecimiento tanto en términos absolutos como en lo que hace a su participación en el producto total. Esto se observa en los valores del renglón "servicios", así como la tendencia expansiva manifestada por rubros tales como electricidad, gas, agua y construcciones.

Fuera de estas dos tendencias claramente delineadas, el resto de los sectores productivos no manifiesta una dinámica definida.

La comparación con la estructura del producto nacional arroja los resultados previstos (ver cuadro III-6). La importancia relativa de los sectores agropecuarios e industrias manufactureras aparecen invertidos en el panorama regional, en relación a los guarismos nacionales. El menor desarrollo de la infraestructura de servicios se destaca también en la menor presencia regional de los rubros correspondientes (transporte, comunicaciones, electricidad, gas, agua) mientras el rápido incremento de los gastos públicos en el área regional incrementa su participación relativa en el producto por encima de los valores correspondientes al conjunto del país.

No existen estimaciones de las cuentas sociales a nivel provincial que permitan estimar la formación del capital regional y el valor de las ivver inversiones.

No resulta adecuado tampoco realizar inferencias asimilando la situación regional a la del conjunto del país, pues en el primer caso el peso de la inversión extrarregional resulta determinante. Asimismo la formación de ahorro regional no responde a los niveles del Producto Regional ya que la distribución del producto favorece a perceptores de ingresos extrarregionales (empresas y propietarios).

En forma ilustrativa se resume en el cuadro III-7 información respecto de la inversión pública a nivel provincial.

Del cuadro III-7 se destaca que en el caso de Chaco y Formosa poco menos de la mitad corresponde a la realizada por el Estado Nacional, porcentaje que es sensiblemente inferior en el caso de Salta. Pero si se considera que aproximadamente el 70% de los ingresos provinciales proviene también del Esta do Nacional, se infiere que la inversión nacional directa o indirecta representa entre un 79 y un 80%

Cuadro III-4 - Chaco-PBI a precios de mercado (Ap) (miles de pesos de 1960)

Sector

1961

1962

1963

1964

1965

1966

1967

1968

1969

Agropecuario, silvicultura, caza y pesca

51 204

43 935

46 146

35 559

52 713

35 468

34 875

41 035

40 054

Minas y canteras

609

603

558

220

197

134

97

56

163

Industria manufacturera

26 570

28 969

33 582

31 442

35 842

31 155

27 684

28 483

31 180

Construcción

8 341

8 020

10 666

10 072

8 950

9 571

7 761

7 391

9 383

Electricidad, gas, agua y servicios sanitarios

940

248

991

1 459

1 437

1 574

1 306

1 838

1 913

Transporte

4 542

3 679

3 711

4 831

5 771

4 545

4 414

4 303

4 156

Comunicaciones

1 166

1 046

890

791

930

988

1 139

968

1 023

Comercio

27 122

28 364

29 727

27 603

30 714

29 073

25 020

28 160

31 820

Bancos, seguros y propiedad de vivienda

10 524

9 360

9 244

8 612

8 248

8 042

7 430

6 387

5 898

Otros servicios

17 210

17 707

18 020

19 525

19 604

20 825

20 753

20 975

25 185

Totales

148 228

141 931

153 535

140 114

164 406

141 375

130 479

139 596

150 775

Cuadro III-5 - Formosa-PBI a precios de mercado (Ap) (miles de pesos de 1960)

Sector

1961

1962

1963

1964

1965

1966

1967

1968

1969

Agropecuario, silvicultura, caza y pesca

11 898

9 140

9 492

8 782

10 693

9 053

15 392

12 736

14 666

Minas y canteras

-

-

10

24

29

43

48

55

12

Industria manufacturera

3 555

3 960

3 938

4 473

4 535

4 284

4 379

5 172

4 108

Electricidad, gas, agua y servicios sanitarios

13

202

230

202

157

240

280

356

439

Transporte

1 129

664

723

1 088

1 244

1 089

1 048

981

1 342

Construcción

1 519

1 774

2 219

2 760

2 132

2 515

3 695

3 448

4 212

Comunicaciones

184

198

159

204

248

304

248

246

260

Comercio

6 032

6 024

5 774

5 502

6 210

6 841

5 845

6 307

7 512

Bancos, seguros y propiedad de vivienda

2 831

2 487

2 500

2 325

2 197

2 166

2 016

1 750

1 655

Otros servicios

5 992

6 227

6 918

7 261

7 489

8 915

8 322

8 292

9 080

Totales

33 153

30 676

31 963

32 622

34 934

35 450

41 273

39 343

43 286

Fuente: Calculo de la Unidad Técnica mediante la aplicación de los índices de precios implícitos en el PBN que a nivel sectorial estima el BCRA y en base a los datos de PBI a precios corrientes de INDEC - Cuentas Sociales Regionales.

Cuadro III-6 - Composición Sectorial del Producto Regional (Ap) (en porcentajes)

Sector

PAIS

CHACO

FORMOSA

CHACO + FORMOSA

1967/69

1961

1967/69

1961

1967/69

1961

1967/69

Agropecuario, silvicultura, caza y pesca

12,9

31,2

24,7

32,2

30,1

31,3

26,0

Minas y canteras

1,6

0,5

-

-

-

0,4

0,1

Industria manufacturera

31,3

18,3

19,1

10,9

9,9

17,0

16,8

Construcción

4,8

6,4

7,2

5,2

11,2

6,2

8,2

Electricidad, gas, agua y servicios sanitarios

2.4

0,7

1,4

-

1,0

0,6

1,3

Transporte

9,3

3,2

3,8

3,6

3,3

3.3

3.7

Comunicaciones

-

0,8

0,9

0,6

0,7

0,8

0,9

Comercio

15,4

17,7

17,5

17,5

13,4

17,6

16,7

Bancos, seguros y propiedad de viviendas

3,9

7,9

5,0

9,4

4,5

8,2

4,8

Otros servicios

18,1

13,3

20,2

20,6

25,7

14,6

21,5

Totales (*)

100

100

100

100

100

100

100

(*) Las sumas en columnas pueden no coincidir con el 100 % por las aproximaciones usadas en los parciales.

Fuente: Cálculo de la Unidad Técnica en base a estimaciones de Cuentas Sociales del INDEC. de la inversión pública regional.

Coincidentemente, en una encuesta realizada al grupo de mayores empresas industriales del NEA, surge el peso de las empresas extrarregionales ya que las mismas cubren el 65% de la inversión realizada por el grupo y casi el 80% de la producción.

Aunque estas informaciones solo pueden considerar se ilustrativas, las conclusiones que de las mismas resultan coinciden en señalar el escaso nivel de ahorro regional motivado en gran medida por las filtraciones del ingreso hacia el ámbito extrarregional.

Cuadro III-7 - Indicadores de formación de capital

a) Inversión publica por provincia - año 1970

Concepto

Chaco

Formosa

Salta

En millones de pesos





Provincia

53,3

42,1

55,8


Municipio

10,1

3,7

11,2


Total

111,5

87,9

95,0

En porcentajes





Nación

43,2

47,8

29,6


Provincia

47,8

47,9

58,7


Municipio

9,0

4,2

11,7

Total

100

100

100

Fuente: Plan Trienal para la Reconstrucción y Liberación Nacional.

b) NEA: Inversión privada (*)

(*) Estos datos corresponden a una encuesta de 55 grandes empresas industriales del NEA presentado en "Inversiones Externas en la Región del NEA", Carlos de Santo, CFI, 1973.

Empresas

Inversión 1968/72

Valor producción %

No. de Empresas

miles $ 1972

%

Regionales

39 530

33,2

22

26,3

Extrarregionales

79 484

66,7

78

63,7

Totales

119 014

100

100

100

3.3.2 El intercambio comercial

El intercambio interregional muestra a la CIRB como expedidora de algodón, tanino y en menor medida ganado, frutas y hortalizas con destino a las áreas de mayor nivel de desarrollo relativo en el país y el exterior, mientras introduce artículos manufacturados.

La consideración de la evolución de los precios de ambos grupos de artículos a lo largo de los últimos quince anos permite reconocer el efecto de la situación "periférica" regional, manifiesta en el deterioro de sus términos de intercambio comercial que limitan las posibilidades de acumulación local.

En los cuadros III-8 y III-9 puede apreciarse la evolución de dichos términos de intercambio para las Provincias de Chaco y Formosa.

Los cambios relativos entre los precios de los bienes que se introducen en ambas provincias son muy notorios en el período. Entre los productos que superan la media de los precios generales o se acercan a ella, sobresalen los combustibles, la ropa de uso diario, los artículos de tocador y cosmética y las máquinas y motores. El resto está algo por debajo del promedio global (con excepción del plomo) en tanto el tabaco sufre un fuerte retraso.

Si se comparan dichos productos con los expedidos, el análisis cambia fundamentalmente. El algodón desmotado, principal producto enviado por Chaco y en la actualidad uno de los más importantes rubros de expedición de Formosa, tiene índices de crecimiento de precios menores que todos los productos introducidos, hasta 1970 inclusive. Es decir, que de la serie de 14 años consignada, en los primeros 11 la perdida de poder adquisitivo de los productores de Chaco y Formosa es de una magnitud muy considerable pues en ningún caso logran alcanzar niveles de ingreso suficientes para que la economía provincial este en condiciones de afrontar compras crecientes de bienes de producción extrarregional.

Este desnivel que se verifica entre 1960 y 1970 llega a exhibir brechas de hasta el 50 o 60% en su relación con el índice de precios global, como en los años 1966 y 1967. Esta brecha se ensancha aun mas en relación a los precios de algunos de los productos introducidos, tales como ropa confeccionada, repuesto de automotores y metales, que presentan diferencias cercanas o mayores al 100%. Es decir que en sólo seis años, los precios de algunos bienes de introducción que son cada vez más consumidos en el mercado nacional dada las tendencias de la demanda, duplican el valor del producto regional de mayor volumen de expedición.

Recién a partir de 1971 se produce una reacción en los precios que, en el primero de los años, no logra alcanzar al índice de precio global pero que lo sobrepasa en los dos años siguientes y parece sostenerse en lo que va del año 1974. De cualquier modo, este repunte no se corresponde con las posibilidades reales del sector dado el problema estructural que lo afecta y del cual nos ocuparemos oportunamente. Además, las diferencias observadas en los precios relativos distan de compensar las graves pérdidas sufridas en la mayor parte del período analizado.

Dadas las características del proceso de comercialización del algodón y la concentración de la industria desmotadora, los ingresos provenientes de las ventas de la fibra no tienen relación directa con los ingresos de los productores agrícolas. Sin entrar a considerar el fenómeno de la traslación del excedente del proceso transformador del algodón entre las distintas etapas que se verá más adelante corresponde hacer notar cómo varió el índice de precios del algodón en bruto que se relaciona con el ingreso de los agricultores dedicados a dicho cultivo.

La serie respectiva incluida en el cuadro III-8 revela una inferior capacidad por parte de los productores para lograr que los precios del algodón bruto crezcan en igual medida que los de los bienes manufacturados de consumo más difundido. Obsérvese que el índice de precios en 12 de los 14 anos considerados fluctúa por debajo del índice del desmotado y en los dos años que lo supera lo hace en proporciones muy reducidas. En esos dos anos se produce una recuperación coyuntural del precio del algodón en bruto, de la cual la industria no logra participar tan eficazmente.

Cuadro III-8 - Variación de los precios de productos exportados en Chaco y Formosa (*)

Año

Algodón bruto

Algodón desmotado

Ganado kilogramo vivo

Quebracho para tanino

Indice base 1960 = 100

Indice base 1960 = 100

Indice base 1960 = 100

Indice base 1960 = 100

1960

77,5

96,9



1961

91,6

113,5



1962





1963

150,0

151,1



1964

141,6

195,0



1965

216,6

227,7



1966

185,0

227,1



1967

245,0

259,3


100

1968

399,2

395,3


129

1969

415,0

394,3


147

1970

287,5

356,8

100

176

1971

588,3

752,8

209

225

1972

1 643,3

1 833,4

363

422

1973

2 249,2

2 773,0

515

900

1974 (**)


4 119,0



(*) Se trata de precios correspondientes a transacciones realizadas en Chaco. Los datos de Formosa son de muy dificultosa obtención. El cuadro se ha confeccionado en base a los precios corrientes por tonelada y kilogramo vivo, deflactados por la serie de Indice de Precios Mayoristas. Se han escogido estos cuatro productos por ser los más transaccionados. El Quebracho es de venta interna y no de exportación.

(**) 10 primeros meses.

Fuente: Elaboración en base a:

· Chaco en cifras, Dirección Gral. Estadísticas y Censos, MOP, Chaco Años 1970/71/72/73.

· Historia Económica y Social del Chaco, Piñeiro, Diego y Caracciolo de Basco, Mercedes, pág. 57, Buenos Aires, 1973.

· Indices de precios al por mayor 1956-1972, Dirección Gral. Estadísticas y Censos, Buenos Aires, 1973. Precios al por mayor octubre 1974.

· Techint Boletín Informativo no 195, julio-setiembre 1974.

Cuadro III-9 - Variación de los precios de productos importados en Chaco y Formosa (*)

(Indice base 1960 = 100)

(*) Escogemos los bienes de mayor incidencia en la importación aunque, en conjunto, alcanzan a alrededor del 50 % del total del volumen ingresado en 1959. Se estima que con posterioridad esa proporción debe haber aumentado significativamente dado el gran desarrollo de la industria automovilística, de cosméticos y de ropa con hilado sintético, rubros que cubren un porcentual importante de las importaciones.

Año

Plomo

Harina

Derivados del petróleo

Confecciones varias

Artículos de tocador

Hilados y tejidos

Metales

Reparación de automotores

Tabaco

Artículos para electricidad

Máquinas y motores

1960

100

100

100

100

100

100

100

100




1961

114

116

98

114

108

113

108

113

117

115

110

1962

155

150

124

168

146

141

139

160

132

140

142

1963

188

210

188

207

183

174

162

199

153

158

165

1964

226

258

192

266

223

221

200

249

173

192

202

1965

359

270

245

364

296

309

293

319

212

271

279

1966

433

296

315

446

358

367

360

383

288

339

365

1967

551

472

382

507

443

425

457

456

341

420

450

1968

568

473

482

563

508

469

479

466

349

474

471

1969

501

484

517

591

549

503

496

487

352

492

486

1970

547

526

536

608

601

513

535

511

356

519

504

1971

890

633

721

856

798

661

687

601

368

588

650

1972

1 442

1 018

1 111

1 459

1 190

1 150

1 153

975

491

927

1 143

1973

1 968

1 760

2 013

2 135

1 586

1 848

1 748

1 422

865

1 268

1 900

1974

2 438(**)

1 789

3 406

2 751

1 828

2 242

2 155

1 683

1 267

1 481

2 282

(**) Corresponde, al igual que en los demás productos citados, a los 10 primeros meses de 1974.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos, "Precios al por mayor, octubre 1974". Op. cit en cuadro III-8.

El análisis previo, sí se realiza comparando el índice obtenido con los de los distintos productos consignados en el cuadro III-9 es suficientemente revelador del profundo retroceso experimentado por los productores algodoneros de Chaco y Formosa en el período 1960-1973. La limitada recuperación de 1972 y 1973 no logra compensar, ni con mucho, las graves perdidas de los doce años anteriores. Un índice de precios relativos mostraría valores cercanos al 50% de los precios mayoristas en varios años del período y porcentuales aun inferiores si la comparación se efectúa con algunos de los productos esenciales introducidos. Bien poco, entonces, puede compensar el alza relativa de los años 1972 y 1973 que en comparación con el índice de precios mayoristas solo permite superarlo en un 16% y en un 7%, respectivamente.

Este panorama se completa con el análisis de los otros dos productos que componen, junto con el algodón, lo más significativo del grueso de los envíos de las dos provincias.

La evolución del precio de ganado por kilogramo vivo vendido para faenar o para expedición en pie se obtuvo solo para el Chaco, aunque por las características del mercado y de la estructura de la oferta entendemos es asimilable a Formosa.

La serie respectiva, cuyo primer valor parte recién del año 1970, indica un ritmo de crecimiento superior al del Indice de Precios Mayoristas y al de los productos más usualmente introducidos.

Este incremento se corresponde con el observado a escala nacional en el período. Sin embargo, debe analizárselo con detenimiento pues encubre una situación estructural propia del desarrollo, de la ganadería regional, que implica disminuir la importancia de los mayores precios consignados. Según estimaciones practicadas en el año 1962, la canalización del ganado vacuno proveniente de Chaco y Formosa se realizo, con preferencia, para la exportación en pie y la faena para consumo interno. De las 247 000 cabezas vendidas fuera de ambas provincias, 202 000 lo fueron con el objetivo citado. De este ultimo total, Formosa participo con 150 000. Los ingresos promedio obtenidos por cada uno de los animales vendidos fuera de los límites provinciales resultaron ser entre un 20 y 25% menores que la media nacional. (*). O sea que se puede estimar al índice de precios citado en el cuadro III-8 como partiendo de valores muy inferiores a los obtenidos por los productores de áreas tradicionales donde la calidad y el peso del animal hace más rentable la actividad.

(*) Consejo Federal de Inversiones, Movimiento Interprovincial de Hacienda y Productos Pecuarios año 1963. Buenos Aires, 1968.

Esta ultima afirmación se puede ratificar por dos vías informativas diferentes. La Junta Nacional de Carnes consigna en uno de sus boletines informativos habituales que el precio promedio anual de kilo vivo de carne pagado por el Mercado de Liniers en 1970 ascendió a $0,9767 y que el precio promedio del animal vendido en dicho año alcanzo a 379 kg. Si se compara el primer valor con el incluido en el cuadro III-8 puede observarse que existe una diferencia en menos para los productores de la Región del 45%. En cuanto al peso, no se dispone de datos similares para Chaco y Formosa. Sin embargo, estadísticas sobre el rendimiento en carne limpia indican que el ganado faenado en 1963 alcanzó un peso medio por cabeza del 75% y 80% en Chaco y Formosa, respectivamente, en relación al promedio nacional.

En síntesis, el crecimiento de los precios es significativo pero se opera en condiciones de ingresos inferiores al obtenido por productores de regiones más aptas.

Con referencia a la madera tánica, los precios analizados son cotizaciones en la etapa de comercialización interna del producto pues el valor del extracto de quebracho es de difícil apreciación. En este caso también se observa un incremento de precios superior al de los precios mayoristas en el breve período estudiado. Dado la carencia de información detallada no se puede afirmar si la tendencia citada es estructural o coyuntural. Las dificultades de comercialización y los precios del año 1974 hacen pensar más bien en lo ultimo.

3.3.3 Recursos humanos

El desarrollo de los recursos humanos en la CIRB presenta una doble dimensión:

i. Aquellos aspectos que tienen que ver con el desarrollo de la población y en particular con la población económicamente activa.

ii. La ocupación y las formas en que se relaciona la población económicamente activa (estructura ocupacional, tenencia de la tierra, movilidad social, etc.) (*)

(*) Estos aspectos son abordados en el Capítulo VI. Estructura demográfica y ocupacional, y en los diferentes diagnósticos sectoriales.

En el cuadro III-10 puede apreciarse que existen dos etapas claramente diferenciadas en la historia demográfica regional. Desde principios de siglo hasta 1950 se vive un período de acelerado crecimiento demográfico que más que duplica el ocurrido a nivel nacional. Es el período de poblamiento de la región y de desarrollo de su actividad algodonera. En el decenio 1950-1960 la situación cambia en forma apreciable. En el Chaco, donde los efectos del estancamiento migratorio y la crisis algodonera se dejan sentir en primer lugar, la población reduce su crecimiento drásticamente hasta ubicarse en valores semejantes al promedio nacional. Formosa y Salta también manifiestan la reducción de su crecimiento demográfico, pero este sigue siendo superior al promedio nacional.

En el ultimo decenio se acentúa la situación anterior. Formosa aparece como la menos perjudicada, los departamentos sáltenos reducen sustancialmente su ritmo de crecimiento (en beneficio de otras zonas de Salta económicamente más dinámicas) y Chaco nuevamente aparece como la más perjudicada. En esta ultima, la mayor caída del conjunto de la provincia en relación al área departamental se debe meramente a la emigración campo-ciudad (pues el área departamental abarca Resistencia y otros importantes centros urbanos).

Cuadro III-10 - Evolución demográfica de la CIRB (Ap y Ad) (*)

(*) Ap = área provincial; Ad = área departamental.

a) Tasas intercensales de crecimiento anual (por mil)

Provincia

1914/1947

1947/60

1960/70

(Ap)

(Ad)

(Ap)

(Ad)

(Ap)

(Ad)

País

20,4

17,2

15,6

Chaco

48,8

(**)

17,4

18,0

15,6

7,2

Formosa

43,0

(**)

33,3

31,4

26,9

28,4

Salta

20,8

42,2

26,0

37,5

21,0

14,7

Santiago del Estero


-


-2,9


7,1

(**) No se puede estimar porque en ese período cambiaron las áreas departamentales.

b) Perdida o ganancia de población en el decenio 1960/70

Provincia

Pérdidas(numero personas) (***)

Perdidas sobre la población esperada (%)

Rango de la perdida en relación al resto de las provincias

Chaco Ap

134 058

19,1

1

Formosa Ap

10 030

4,1

12

Salta Ap

19 456

3,7

14

(***) Surge de comparar la población esperada según el crecimiento vegetativo, con la efectivamente hallada para el año 1970 en relación a 1960.

Fuente: Censos Nacionales de Población - INDEC.

Cuadro III-11 - Evolución del empleo 1960-1970

 

 

Porcentaje de incremento

Chaco (Ap)

Formosa (Ap)

Concepto

Total población ocupada

+4

+34

Asalariados

+21

+47

Trabajadores por cuenta propia

+28

-23

Patrones y socios

-64

-63

Ocupación por sectores

Sector agropecuario

+8

+35

Sector industria

-46

-4

Otros

+41

+62

Como consecuencia de la situación anterior, en el Chaco hay un aumento de población de solo 23 000 personas en el decenio, lo cual significa que en ese lapso ha habido una salida de población estimada en 130 000 personas. Con dimensiones mas modestas, Formosa y Salta también expulsaron población en el ultimo decenio.

Las tendencias regionales especialmente acentuadas en el Chaco son el crecimiento acelerado hasta la década del 50, el lento crecimiento posterior, y la expulsión creciente de población.

Los cambios habidos en la estructura ocupacional del ultimo decenio para las provincias de Chaco y Formosa son un claro exponente de las causas y consecuencias de esta evolución demográfica.

Como se aprecia en el cuadro III-11, en el Chaco la población ocupada prácticamente no crece en el ultimo decenio. En Formosa por el contrario se incrementa en forma notable.

Por estrato ocupacional, es impresionante la caída en el grupo "patrones", mientras aumentan en primer lugar los trabajadores por cuenta propia y los familiares que trabajan sin remuneración fija y en menor medida el sector "asalariados".

Discriminados por sector productivo, los incrementos ocupacionales se concentran en el rubro servicios, comercio, construcciones y no definidos, tal como se podrá apreciar en el capítulo VI.

La ocupación industrial cae drásticamente en el Chaco y se estanca en Formosa. Por último, el sector numéricamente más importante, el agropecuario, sigue aumentando su ocupación en Formosa mientras se estanca en el Chaco.

La interpretación de las cifras marca una aguda movilidad social descendente, el numero de patrones se reduce, pequeños patrones pasan a trabajar por cuenta propia, la reducción en las posibilidades de empleo alienta la emigración o el trabajo familiar y, por ultimo, las actividades terciaria y construcciones observan un abultado grupo de trabajadores manteniéndolos en situación de desempleo temporal o subempleo.

Este panorama resulta corroborado por la evolución de la productividad sectorial (cuadro III-12). Se manifiesta allí una caída generalizada en la productividad por persona ocupada para el total y para cada uno de los sectores, con pocas excepciones.

En comparación con el país, global y sectorialmente, las diferencias son sustanciales apareciendo Formosa como la provincia más desfavorecida. Salta se ubica en la situación opuesta, como se observa en el cuadro III-12.

3.3.4 Infraestructura

3.3.4.1 Infraestructura física
3.3.4.2 Infraestructura social

3.3.4.1 Infraestructura física

Las cifras disponibles confirman en general las características típicas de la infraestructura regional argentina. Entre otros, sus rasgos pueden resumirse en:

i. Concentración de la infraestructura de todo tipo en el este de la región y, marcadamente, en los centros urbanos mayores. Indices de dotación inferiores a los correspondientes a las provincias litoraleñas.

ii. En lo que respecta a la infraestructura de transporte, acentuando proceso de sustitución del transporte fluvial.

iii. Agudo déficit en las condiciones habitacionales de la población. Bajo porcentaje de propietarios, altos índices de hacinamiento y altos porcentajes de viviendas deficientes, en particular en el sector rural. La dotación de servicios es mínima: solo 3 centros urbanos tienen una red cloacal de cobertura parcial y solo 6 centros urbanos tienen distribución de agua potable domiciliaria.

iv. Salvo la usina de Barranqueras, el resto del abastecimiento eléctrico proviene de grupos electrógenos pequeños y no interconectados, distribuidos en los centros urbanos de la región.

v. Los índices educativos son marcadamente bajos aun con respecto a la media nacional, indicando en parte el peso, dentro del perfil social regional, de los sectores minifundistas y trabajadores transitorios.

a) Transporte ferroviario

El tendido de las líneas férreas jugo en su momento un importante papel en la colonización de la CIRB. Aun hoy en día, cuando la importancia económica de este medio de transporte ha declinado notoriamente, puede apreciarse dicho rol en la distribución espacial de las poblaciones (a lo largo de las líneas férreas) y en las fechas de incorporación económica de las diferentes áreas de la región (que en general coinciden con la extensión del ferrocarril).

El tendido de las líneas ferroviarias en la CIRB se remonta a principios de siglo y llega hasta 1930, fecha en que se termina la construcción del ferrocarril Formosa-Embarcación.

Con anterioridad o simultáneamente al desarrollo de las tres líneas mayores se crea una infraestructura menor, localizada en el sur de la Provincia de

Cuadro III-12 - Productividad 1969 (*) - (País = 100)

(*) Producto Bruto por Población Económicamente Activa.

Concepto

Primario

Secundario

Total

Rango
(**)

País

100

100

100

-

Chaco

38

73

59

16

Formosa

32

27

44

20

Salta

63

88

69

12

(**) Lugar que ocupa en el conjunto de las 23 provincias argentinas.

Fuente: Plan Trienal para la Reconstrucción y la Liberación Nacional.

Chaco, cuya función consiste en conectar con los ferrocarriles santafecinos y dar salida a la producción forestal y azucarera local.

Estos ramales menores, muchos de ellos privados (*) fueron en su mayor parte levantados a partir de la década del 50, como consecuencia de la declinación de las actividades productivas que les dieron origen.

(*) La Forestal llego a poseer aproximadamente 300 km de líneas férreas y el Ingenio Las Palmas otros 240 km.

Para las líneas principales, también el grueso de la carga transportada correspondió a productos forestales, en menor medida ganado y, con el auge del algodón, a la producción algodonera.

En la disminución de los volúmenes transportados se suman varios factores; en primer lugar, la caída en la producción de los rubros antes mencionados y junto a esto, en el caso del algodón, la difusión de desmotadoras en las zonas rurales redujo los volúmenes transportados. Por ultimo, el tendido de las rutas 16, 81 y otras, facilito la sustitución del ferrocarril por transporte de carretera e hizo caer el carácter de servicio promocional que el mismo ostentara previamente.

b) Transporte vial

En el ultimo decenio, el mejoramiento de importantes rutas (nacionales 11, 16, 81, 90, 95) ha facilitado el incremento del transporte carretero. Este hecho se ve acentuado por el tratado de las rutas nacionales 16 y 81 que corren paralelas a las vías de los dos principales ramales ferroviarios, disponiendo de una red de caminos locales y vecinales que aceleran la circulación de personas y mercancías favoreciendo la competitividad del transporte carretero a pesar de los mayores costos del mismo en relación a las tarifas ferroviarias.

Si se considera el kilometraje de la red caminera disponible y la densidad de la misma, el Chaco se ubica en valores similares a los del promedio nacional, mientras que dichos valores son marcadamente inferiores en las otras dos provincias. -

c) Otras formas de transporte

La CIRB (Ap) posee 10 aeroestaciones (4 en Chaco, 3 en Formosa y 3 en Salta) para las que se registra tráfico comercial de pasajeros y carga servido por líneas regulares. La tendencia de dicho tráfico es creciente. Existen también pistas de tierra con movimiento aéreo esporádico (p.e., Castelli en Chaco).

El transporte fluvial se realiza a través de los puertos de Barranqueras, Vilelas y Formosa y en general se caracteriza por el deterioro de las instalaciones portuarias y del material de transporte y por la falta de obras de dragado que faciliten la navegabilidad de los ríos Paraná y Paraguay. Este cumulo de circunstancias incide en la decadencia del tráfico fluvial.

d) Servicios eléctricos

El reducido consumo per cápita regional de energía es del orden de 0,228 MWh anuales en Chaco, 0,088 en Formosa y de 0,367 en Salta, siendo de 0,801 para todo el país y 1,223 para la Capital Federal. Mientras los deprimidos valores de consumo industrial son ejemplificadores del escaso desarrollo manufacturero de la región (obsérvense en el diagnostico respectivo las notables diferencias entre Salta y Formosa) el bajo consumo de electricidad residencial proviene de la falta de atención de la demanda rural y la parcial atención de la demanda de los centros urbanos.

3.3.4.2 Infraestructura social

a) Vivienda

Dentro de los diferentes aspectos de la infraestructura social es este el que registra una menor incidencia del gasto publico y por ello refleja en forma más acentuada las carencias de una estructura social regional.

Se puede observar que los índices de hacinamiento son apreciablemente mayores que la media nacional; Chaco 1,9; Formosa 2,9; Salta 1,8 y total para el país 1,4 (*). Igualmente, se destaca el peso del inquilinato y otras formas no propietarias de vivienda que, contrariamente a la situación nacional, superan porcentualmente a la población que habita en vivienda propia.

(*) Número de personas por pieza-habitación.

b) Salud

Algunos indicadores regionales de salud (tema que, junto con el de educación, es tratado extensamente en el Capítulo VI) destacan la menor dotación de servicios de la región con respecto a la media regional, en médicos, camas hospitalarias y fallecimientos con atención medida. En los dos primeros casos, la mejor situación la ostenta la provincia de Salta. Paradójicamente, Formosa, con los peores índices de dotación, pareciera situarse en mejores condiciones sanitarias que Chaco y Salta. Sin embargo, esta anomalía se debe probablemente a la falta de un adecuado registro de la condición de salud de la población.

c) Educación

La situación educativa regional aparece notablemente rezagada en relación al resto del país. Así, en 1970, Chaco es la tercera provincia del país por su porcentaje de adultos analfabetos, Formosa la quinta y Salta la sexta.

Si bien el porcentaje de niños en edad escolar que cursa o cursó estudios primarios no se aleja mayormente de la media nacional, la región acusa un elevado índice de deserción escolar, que hace que los porcentajes de retención regionales no lleguen a la mitad de los correspondientes para el promedio nacional. Estos elevados índices de deserción determinan una cobertura de la educación primaria mucho menor que la que surge de considerar el numero de alumnos inscriptos.

Dicha situación, a la que se suman las condiciones socioeconómicas de la población regional, determina la drástica caída de los porcentajes de población regional con estudios secundarios, que sólo llegan a 1/3 del promedio nacional.

La población con formación universitaria representa el 1,5% de los habitantes mayores de 15 años (frente a un 4,3% a nivel nacional). El reciente desarrollo de centros de altos estudios regionales ha incrementado notablemente la matrícula de alumnos universitarios en la región, con lo que dicha estimación puede haber evolucionado favorablemente. Estas estadísticas aparecen en el cuadro III-13.

Cuadro III-13 - Estadística educativa (1970)


Rubro

Chaco

Formosa

Salta

País

1.

Adultos analfabetos (porcentaje)

23,0

18,2

16,3

8,4

2.

Rango provincial por porcentaje de analfabetismo

3ro.

5to.

6to.

-

3.

Habitantes de 5 ó mas años con estudios o primarios completos o incompletos (porcentaje)

79,3

80,0

86,7

89,2

4.

Retención primaria 1963/69 (porcentaje)

20,3

22,7

28,2

45,0

5.

Habitantes de 5 a 14 años que cursan estudios primarios (porcentaje)

72,7

74,1

77,1

75,4

6.

Habitantes de 5 ó más años con estudios secundarios completos (porcentaje)

9,3

8,3

14,2

19,2

7.

Habitantes de 10 a 19 años que cursan estudios secundarios (porcentaje)

8,8

7,3

14,3

21,3

8.

Habitantes de 15 ó más años que cursan estudios universitarios completos o incompletos (porcentaje)

1,7

1,5

2,2

4,3

Fuente: 1, 2 y 3 elaborados en base al Plan Trienal para la Reconstrucción y la Liberación Nacional. El resto, elaborado en base a Censo Nacional de Población 1970, de INDEC.

3.3.5 Conclusiones

Las trabas estructurales que dificultan el crecimiento económico en la región de estudio quedaron reveladas en el pobre comportamiento de los indicadores sobre niveles de producción, intercambio, empleo, condiciones sociales y dotación de infraestructura publica.

La situación marginal a que se ha visto históricamente sometida la economía del área parece haberse agudizado en los últimos años. En tal sentido, la declinación de la exportación del extracto de quebracho, la disminución permanente de los ingresos de los productores algodoneros y el abultamiento de actividades improductivas del sector publico son aspectos negativos que no alcanzan a ser compensados por unas pocas actividades nuevas, de limitado impacto. Emigración, desempleo, subempleo y muy baja productividad de la mano de obra son las consecuencias de esta situación.

Sobre este contexto socioeconómico, que reconoce fallas en el sistema productivo y de distribución, se intentará insertar un modelo de alternativas de cambio que coopere a revertir el signo regresivo de las tendencias históricas.

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