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5. Programa de manejo y conservación

5.1 Objetivos
5.2 Contenido del programa
5.3 Selección de prácticas y su ordenamiento

5.1 Objetivos

Existe un denominador común en la región: el uso intensivo de la tierra y el problema de la erosión.

Es común la producción de las cosechas en una misma parcela bajo riego en forma sucesiva. Se suma a ello los efectos del monocultivo como así también el uso del rastrojo y residuos para la alimentación animal. De ese modo existe una alta extracción de nutrientes y pérdida de materia orgánica, la cual no es repuesta ni aumentada convenientemente.

El déficit de materia orgánica y humus atenta contra la formación de una buena estructura del suelo, propiedad primordial que actúa como factor contra la erosión, y favorece los procesos de nutrición, conservación de la humedad y mejora las condiciones para el laboreo.

Por otra parte, la falta de cubrimiento en ciertos momentos, debido a la eliminación de los residuos, promueve la erosión y la pérdida de agua por el escurrimiento libre, facilitando la compactación superficial y la no infiltración.

Estos problemas se observan con más intensidad en las áreas de secano.

Como ya se menciono, la economía de subsistencia derivada del minifundio conduce a estas situaciones. La necesidad continua de una determinada producción y las reducidas superficies, no permiten las necesarias rotaciones que reponen los nutrientes y evitan o reducen los efectos colaterales del monocultivo (propagación de plagas y malezas, pisos de arado, etc.).

Por otra parte, la falta de una aceptable sistematización del uso de la tierra y del riego contribuye a los procesos de erosión y a la pérdida de agua, principalmente (la erosión) en las dedicadas a cultivos de secano, donde generalmente hay mayor pendiente, menor materia orgánica y escaso cubrimiento, siendo intensivo el pastoreo del rastrojo.

Por todo lo expuesto, es dable afirmar que el programa de manejo y conservación debe responder a los siguientes objetivos:

- Conservación, reposición de la materia orgánica y nutrientes del suelo y aumento de la productividad.

- Prevención de los danos por erosión hídrica, atendiendo el mejoramiento y conservación de la estructura del suelo, a la cobertura vegetal, nivelación y evacuación del exceso de agua considerando el carácter estacional y torrencial de las precipitaciones .

- Conservación del agua.

5.2 Contenido del programa

Además de los objetivos citados anteriormente deben tenerse en cuenta las siguientes modalidades generales en el uso de la tierra:

a) Períodos de siembra y cosecha: en las tierras con riego, se siembra maíz, papa y habas, por ejemplo, en setiembre, aprovechando que se presentan escasas heladas, y se cosecha en noviembre - diciembre. A continuación después de las fuertes lluvias en febrero se pone papa o maíz nuevamente, para cosechar a fines de abril o en mayo.

b) El ganado vacuno pastorea en la zona desde fines de diciembre hasta abril - mayo; luego es llevado a regiones más húmedas (Emboruzú) al este y es reemplazado por el ganado ovino y caprino, que a su vez había sido enviado a las pasturas de verano de la Puna (Iscayachi) y desciende en invierno, para comer las restos dejados por los vacunos. Esto produce sobre-pastoreo.

c) El cultivo de secano se prepara en diciembre para la época de lluvia.

d) La maquinaria agrícola prácticamente no existe. El arado común es el antiguo de "palo" (mejorado por la artesanía hogareña) arrastrado por una yunta de bueyes. Las ventajas que posee es su fácil uso en pequeñas superficies y su adaptación al terreno pedregoso, pero no es versátil y favorece el "piso de arado".

5.3 Selección de prácticas y su ordenamiento

Se ha seleccionado las prácticas que a continuación se detallan, teniendo en cuenta las principales limitaciones de los suelos y los objetivos del programa.

A - Manejo del suelo y del cultivo

Abano verde
Barbecho bajo cubierta
Cultivos en curvas de nivel
Cultivos cortando pendiente
Cultivo mínimo
Control de Malezas
Fertilización
Rotaciones
Subsolado y escarificado
Terraza de absorción
Uso del rastrojo

B - Manejo de pasturas

Manejo y uso adecuado de pasturas
Implantación de pasturas

C - Drenaje y desagüe

Canal de desagüe
Carmellones
Drenaje
Zanjas de desviación

Se trata por lo tanto de un grupo tentativo de tratamientos considerados como principales y básico y de uso mas generalizado, pero que de ningún modo son excluyentes de otros que los pueden complementar y que sean específicos para determinados usos.

Cuadro II-7

Los significados y alcances de cada uno de ellos se encuentran expuestos en el Anexo II-2. En cuanto a las alternativas de su aplicación para las clases de suelos se han detallado en el Cuadro II-7, en el cual se indica la mayor o menor necesidad de su aplicación según la siguiente clasificación:

"E" - La práctica es esencial
"N" - La práctica es necesaria
"C" - La práctica es conveniente o deseable

De modo que para cada clase de aptitud se puede apreciar su nivel de requerimiento de prácticas, relacionando el número de las esenciales, necesarias y convenientes, y dentro de éstas, las que significan mayores inversiones en estructuras y maquinarias, para lo cual se puede tener como referencia el Cuadro II 8 en el cual se han agrupado las prácticas según la potencia de maquinaria, tipo de mano de obra y estructuras que requieren.

Por lo tanto, habrá suelos dentro de una misma clase de aptitud agrícola, que requieran mayor inversión que otros.

El programa así expuesto, constituye una serie de recomendaciones destinadas a orientar sobre la magnitud de las necesidades de medidas de manejo más significativas, apreciar el grado de requerimientos en profesionales técnicos para asesoramiento, como así también encarar aspectos de experimentación y puesta en práctica de técnicas de conservación de tierras y agua, toda vez que para muchas de esas prácticas se deben verificar sus posibles beneficios según los suelos y el clima de la zona.

Cabe señalar que, además de las medidas de manejo seleccionadas, existen otras que tienen más afinidad para integrar programas de tipo zonal, como ser: implementación de medidas para control de incendios; protección de cauces, taludes y desagües contra la erosión; lucha contra las plagas; defensas ribereñas; embalses; emparejamiento de tierras; y otras. Sobre ellas se hará mención en otra parte de este informe, al dar las bases para un programa de desarrollo.

Por último, conviene recordar que cualquier cambio o innovación en métodos tradicionales, tiene sus riesgos, y la incorporación de nuevas técnicas exige poseer medios adecuados y proceder sobre bases firmes para alcanzar los efectos deseados. Es por ello fundamental organizar la experimentación y red de ensayos, para conformar y ampliar la guía técnica, como así también una suficiente extensión agrícola, e implementar créditos especiales de fomento que permitan el real acceso a usos y prácticas de manejo tales como drenaje, infraestructura de riego predial emparejamiento, sin las cuales no se puede llegar a una racionalización del empleo del agua y del suelo.

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