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Prefacio

A fines de la década pasada, el gobierno de Uruguay puso en marcha un ambicioso plan de forestación, con una meta inicial de 200.000 hectáreas de nuevas plantaciones. Para el establecimiento de estas plantaciones - en tierras de prioridad forestal que no entran en competencia con las actividades tradicionales del sector agropecuario - el sector privado dispone de una serie de incentivos económicos otorgados bajo determinadas condiciones. Hoy en día, la meta inicial ha sido cumplida en más de un 80% y todo lleva a pensar que el proceso de forestación proseguirá su curso. El cambio de siglo estará así marcado por la disponibilidad de considerables volúmenes de madera, que superarán ampliamente la capacidad de absorción del mercado interno y significarán probablemente la paulatina inserción de Uruguay en la categoría de países forestales emergentes.

Para constituirse en uno de los nuevos pilares de la economía productiva y exportadora uruguaya, la forestación debe desarrollarse con criterios ambientalmente sostenibles e integrarse a un proceso de industrialización diversificado y competitivo. Frente a estas exigencias, que en términos económicos suele considerarse como el pasaje de la etapa de exportación fácil a un patrón exportador basado en la industrialización y la calidad de los productos, el gobierno de Uruguay está promoviendo acciones de diversa Índole que orienten el desarrollo del sector forestal en este sentido. Una de ellas, relacionada con la industrialización del producto de las plantaciones y la integración de los pequeños y medianos productores en condiciones ventajosas a este proceso, ha motivado el diseño del Proyecto Regional de Alternativas para la inversión Forestal - Fase II (PRAIF-II) por parte de la Dirección Forestal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Para la ejecución de este proyecto, que contó con el financiamiento del Fondo Nacional de Preinversión de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto del Uruguay, el gobierno uruguayo solicitó la cooperación técnica de la Secretaría General de la OEA, a través de la Oficina de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente.

Para el desarrollo de sus actividades, el Proyecto contó con la participación de técnicos nacionales y especialistas internacionales, cuya interacción permitió elaborar los estudios de prefactibilidad de proyectos industriales que aún no tienen precedentes en el país. La experiencia de técnicos de países con mayor tradición forestal fue compartida con empresas e instituciones relacionadas con el sector forestal nacional, mediante la realización de seminarios, reuniones y entrevistas, y la difusión de informes técnicos sobre los temas analizados. El presente documento, que constituye el informe final del Proyecto, integra en un marco estructurado el conjunto de información generada en el curso del PRAIF-II.

Para la Oficina de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente ha sido motivo de gran satisfacción haber tenido la oportunidad de aportar su experiencia y cooperación técnica en un estudio prioritario para el desarrollo de Uruguay. Con la divulgación del presente documento se espera contribuir a un mejor conocimiento de una temática que, para los diferentes agentes involucrados en el desarrollo forestal del país, está volviéndose prioritaria. Asimismo, esta publicación podrá servir de orientación a otros Estados Miembros en el manejo de sus recursos forestales.

Kirk P. Rodgers
Director
Unidad de Desarrollo Sostenible y
Medio Ambiente

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