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1.3 Recursos naturales

1.3.1 Recursos de suelos, agrícolas y forestales
1.3.2 Recursos mineros
1.3.3 Recursos hídricos

1.3.1 Recursos de suelos, agrícolas y forestales

Una parte apreciable de la agricultura de la región, que según estimados comprende 41 000 hectáreas, se realiza en forma bastante rudimentaria, con los consecuentes bajos rendimientos. Existen, sin embargo, condiciones naturales adecuadas para incrementar la producción, debido a la abundancia de suelos con vocación agropecuaria. Confirma esta posibilidad el hecho de que en el área considerada agrícola, más de 155 000 hectáreas, o sea del 30 al 40% de los suelos, corresponden a las clases I, II y III, aproximadamente, mientras que unas 87 000 hectáreas son de clase IV. Esto darla un total de 242 000 hectáreas útiles para la agricultura. Aunque el potencial productivo de estos suelos es alto, la falta de regadío es un factor limitante para su aprovechamiento. En otros casos, aunque existan áreas cultivadas bajo riego en las subcuencas de los nos Amina, Mao y Guayubín, el agua está siendo subutilizada.

Cuadro 1-1 SUPERFICIE, POBLACION, DENSIDAD Y TASA DE CRECIMIENTO


Superficie km2

POBLACION (1970)

Total

Urbana

%

Rural

%

Densidad hab/km2

Tasa de crecimiento %

Daabón

866

50780

12354

24.8

38426

75.6

58.6

2.1

Montecristi

1947

69276

24275

35.1

45001

64.9

35.6

1.4

La Estréllela 1/

736

13010

2269

17.7

10741

82.3

17.7

2.1

Santiago Rodríguez

1223

49598

11644

23.4

37954

76.6

40.6

2.1

Valverde

698

76608

40498

52.9

36110

47.1

109.8

2.6

Santiago 1/

2831

344437

174524

50.6

169913

49.3

121.6

3.3

La Vega 1/

849

44044

6392

14.5

37652

85.6

51.8

2.2

San Juan 1/

412

2546

0

0.0

2546

100.0

6.2

2.1

LA LINEA NOROESTE

9562

650299

271956

41.8

378843

58.2

68.0

2.7

EL PAIS

48442

4006405

1593235

39.8

2413170

60.2

82.7

3.0

1/ Parte de la Provincia, dentro de la Línea Noroeste.

Fuente: Oficina Nacional de Estadística y Oficina Nacional de Planificación.

La proporción de la superficie bajo cultivo en la Línea Noroeste, según datos de 1970, mostró aproximadamente la siguiente distribución: arroz 30%, maní 16%, tabaco 4%, yuca 6%, maíz 4%, tomates industriales, batatas y habichuelas en conjunto 2%, para un total de 62% en cultivos temporeros, y un 38% en cultivos permanentes distribuidos en plátano y guineo. 15%, café, cacao y coco 7%, caña de azúcar 6% y otros 10%.

Las áreas boscosas ocupan 591 500 hectáreas, y de acuerdo con los datos contenidos en el levantamiento forestal de la FAO, la distribución de los distintos tipos es la siguiente: monte maduro, 85 700 hectáreas; regeneración natural 52 000 hectáreas; deforestado reforestable, 434 900 hectáreas; cultivable para uso agrícola, 18 100 hectáreas, y sabana, 800 hectáreas.

Considerando las áreas de bosque maduro y las ya regeneradas, la existencia de maderas rollizas sin corteza en una superficie de 108 560 hectáreas puede estimarse en 3 500 000 metros cúbicos, y de ese volumen, el 80% es de pino. De esta existencia de maderas podría obtenerse un rendimiento de 50 000 m3-r. Sin embargo, la prohibición de corta de maderas impuesta en el año 1967 ha paralizado la explotación y no existen aserraderos.

1.3.2 Recursos mineros

En el aspecto geológico, el área de estudio está constituida esencialmente por tres unidades paralelas con dirección sudoeste-noroeste, que son las siguientes:

a) La Cordillera Septentrional, de naturaleza esencialmente sedimentaria.

b) La Cuenca del Río Yaque del Norte, la más extensa del país, donde predominan formaciones que alcanzan un espesor mayor de tres mil metros comprobado al norte de Villa Vásquez.

c) La Cordillera Central, donde se encuentran las elevaciones más importantes de las Antillas, está constituida en su mayor parte por rocas metamórficas e ígneas, con intrusiones dispersas.

El conocimiento que se tiene sobre la riqueza mineral en el área de la Línea Noroeste es muy somero, y se limita tan sólo al resultado de ciertas investigaciones sobre cobre, hierro, cromo, manganeso, y níquel. También se señala la existencia de oro en los depósitos aluviales de ciertos ríos, así como de barita, asbesto y piritas. Además se registra la posibilidad de algunos yacimientos de rocas fosfáticas, pero en general, en ningún caso la presencia de depósitos minerales ha tenido como base exploraciones realizadas con detenimiento y profundidad.

La fuente de información más confiable entre la documentación examinada, es el capítulo correspondiente a los estudios geológico-miñeros realizados por la Misión de OEA en 1967. En el mismo se reconoce que los datos obtenidos son muy generalizados, pero sin embargo se han podido reconocer zonas de mineralización asociadas a las formaciones predominantes en el área. El informe también sostiene que las estructuras geológicas de la Región se asemejan a las de otras islas del Caribe, donde existen yacimientos minerales de valor comercial. Este antecedente y el resultado auspicioso de las observaciones sobre el terreno dan base para creer que en esta porción del territorio de la República Dominicana deben encontrarse apreciables posibilidades mineras.

Las recomendaciones contenidas en el informe de 1967 señalan la necesidad de continuar los estudios para identificar la localización de los depósitos de minerales en una primera fase, y comprobar órdenes de magnitud y ley de mineral en una segunda etapa. Otra sugerencia de suma importancia se refiere a la conveniencia de revisar las leyes y reglamentos por los cuales se rige la explotación de los recursos minerales del país.

MAPA 1-2 REPUBLICA DOMINICANA - DESARROLLO REGIONAL DE LA LINEA NOROESTE - Areas de Estudio y Límites de la Región

1.3.3 Recursos hídricos

La precipitación anual presenta grandes variaciones a lo largo y ancho de la región, con mínimas en el área de Montecristi y máximas en la proximidad de las altas cumbres de la Cordillera. La lluvia media anual alcanza los siguientes valores en milímetros: Dajabón 1 346, Santiago Rodríguez 1 418, Villa Vásquez 630, Monción 1 277, Montecristi 659, Restauración 1 997, San José de las Matas 1 252, Santiago 948 y Mao 742.

Los registros de caudales son relativamente recientes en el país, y para la Línea Noroeste apenas se iniciaron en forma irregular en 1956, con excepción de la estación Chorrera en el río Mao, que estuvo en operación desde 1947 hasta 1963.

Los recursos de agua superficial aun disponibles están dados por los caudales medios de los ríos, en metros cúbicos por segundo, y son: 30 para Yaque del Norte, 10 para Amina, 20 para Mao, 10 para Guayubín y 4 para Dajabón.

En la actualidad existen obras de riego en la región que cubren unas 30 000 hectáreas. Los principales sistemas hidráulicos en servicio son: El canal Bogaert, construido en 1925 para un gasto de 6 m3/s y una longitud de 37 kilómetros; el canal de Los Almácigos, con una capacidad de 2 m3/s y una longitud de 10.5 kilómetros; el canal de drenaje Cañada de la Puerta y la presa derivadora y el canal de 4 m3/s que forman una red con los últimos canales laterales del canal Luis Bogaert; el canal Navarrete, construido en 1944 para un caudal de 12 m3/s y 25.5 kilómetros de longitud, los laterales Jicomé, con 16.6 kilómetros, el Peñuela y Esperanza; el canal Caneo, construido en 1960, con una longitud de 14 kilómetros y una capacidad de 2 m3/s y una longitud de 14 kilómetros.

Las tierras del Proyecto La Cruz, del Instituto Agrario Dominicano (IAD), se riegan por bombeo con aguas del río Yaque del Norte. El .canal de Villa Vásquez y el Caño de los Indios riegan unas 9 000 hectáreas. Es preciso agregar que, además de estos sistemas de riego mencionados, existen varios otros más que provienen de los bombeos efectuados en el propio río Yaque del Norte o en los canales de drenajes de ese mismo río, y también hay un sistema de canales en el río Dajabón.

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