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3.1 Introducción

En todos los países de la cuenca existe la política de reemplazar la energía térmica, por energía de fuentes renovables, especialmente hidráulica. La intensidad con que se aplica esa política está condicionada a la disponibilidad de energía hidráulica a costo competitivo y también a la existencia en el territorio nacional de fuentes de hidrocarburos.

Las centrales térmicas a petróleo están sufriendo un proceso de transformación para quemar carbón, como en Brasil o gas como en Bolivia y Argentina. Por esa razón, las nuevas ampliaciones térmicas se hacen casi exclusivamente en base a carbón y gas, y muy excepcionalmente a petróleo.

Las centrales diesel de menores dimensiones, tienden a ser reemplazadas a medida que se extienden las interconexiones, pero se mantienen en poblaciones aisladas, a pesar del alto costo de generación en la que además del costo del combustible se le debe sumar el costo de su transporte.

Por esa razón, se están implementando políticas con el objeto de instalar pequeños sistemas aislados no interconectados, utilizando mini o micro centrales hidráulicas y, según las circunstancias, centrales de medianas dimensiones.

Sin embargo, la construcción de centrales hidráulicas requiere un tiempo relativamente largo para su concreción, por la necesidad de contar con estudios de base bastante elaborados. Por esa razón, en las proyecciones de oferta de energía, se observa que, si bien la proporción de hidroelectricidad aumenta considerablemente, los valores absolutos de la energía térmica también aumentan o se mantienen estacionarios. Esto se debe a que es necesario mantener un cierto porcentaje de equipamiento térmico para operar en forma más eficiente las instalaciones hidráulicas o por lo menos para servir como reserva en caso de sequías generalizadas o fallas que se pudieran presentar en el sistema.

En el mapa de energía se han incluido las principales centrales ubicadas dentro de la cuenca o muy cerca del límite, incluyéndose sólo las de más de 4 MW con algunas excepciones.

Los datos más importantes que se consignan son, además de su ubicación, la potencia, el número de máquinas y el tipo de central y combustible que utiliza. Así se han diferenciado las centrales térmicas a petróleo, carbón, gas y diesel. Las centrales nucleares se diferencian por el tipo de sistema utilizado que es a uranio natural en Argentina y uranio enriquecido en Brasil.

En el Cuadro N° 3.1 se transcribe un resumen de la potencia térmica instalada en construcción y programada hasta el ano 1990.

Es interesante observar que las instalaciones en construcción o programadas son predominantemente de origen nuclear en Brasil y Argentina. En Uruguay recién se optaría por instalaciones térmicas luego de agotada su participación en Salto Grande y el resto de obras hidráulicas nacionales.

En Paraguay, el parque térmico existente es suficiente como potencia de reserva y en Bolivia, la programación de centrales térmicas es de poca magnitud.

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